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CRITICA
Por: PACO CASADO
La comedias con bebés como protagonistas suelen tener una cierta frecuencia en el cine americano; sin mucho esfuerzo es fácil recordar 'Mira quien habla' (1989) y todas las secuelas que produjo que tanto éxito comercial tuvieron, aunque cinematográficamente no estuvieran muy logradas, o el Baby Herman de '¿Quién engañó a Roger Rabbit?' (1988) que gastaba bastante mal genio, por ejemplo.
Ahora de nuevo nos encontramos con un nuevo enorme éxito de taquilla con 'El bebé jefazo' (2017).
Una comedia muy familiar con una estrafalaria aventura que se centra en un bebé muy maduro para su edad, que se comporta como el magnate de una gran empresa, y Tim, su hermano mayor de siete años, con una desenfrenada imaginación, que cuando éste llega al hogar siente celos de él y tiene miedo de quedar marginado por sus padres y enfadado por los malos modales del recién llegado.
Tim, no obstante, busca volver a ganarse el cariño de sus progenitores, pero cuando descubre una trama secreta del director general de Puppy Corporation, con la que pretender destruir el amor en el mundo y que su hermano pequeño es en realidad un ejecutivo encubierto, ambos tienen que unirse como una verdadera familia para restablecer el orden, demostrar que el amor es una fuerza indestructible y devolver a los bebés el cariño que cada vez más les arrebatan las mascotas en las casas.
La historia de este bebé con mucho carácter, doblado por José Coronado, tiene un guion en el que se usa el ingenio y la imaginación, que está inspirado en el famoso libro de no más de 30 páginas de la escritora e ilustradora norteamericana Maria Frazee, que se ha convertido en un enorme éxito de venta y en el que en la película se incluye el personaje de Tim que no estaba en el relato original, que es el encargado además de contar esta historia.
A lo largo de sus imágenes no falta el destacar la importancia de una familia unida, la fraternidad entre hermanos y el amor de los padres distribuido por igual entre sus hijos, todo ello visto a través de los ojos de un niño.
Tom McGrath, el creador de la saga 'Madagascar' (2005), y de sus secuelas, ahora vuelve con este agradable e hiperactivo film sobre la llegada de ese peculiar bebé a una casa familiar.
Como suele pasar en esos casos los padres se vuelcan con el recién llegado, pero hay un problema con su hermano de siete años, ya que el bebé ejerce de jefazo y de los exigentes.
El nacimiento de un nuevo hijo suele crear traumas a los hermanos, algo que tienen que solucionar los padres, ya que en este caso el bebé ha nacido para mandar, lo sabe todo, y aunque pueda engañar a los padres, con un hermano mayor la cosa es más difícil. En lugar de chupete y pañales viste traje oscuro y corbata, tiene reloj e incluso un pequeño maletín.
Es una premisa algo absurda pero una vez pasado los celos entre los hermanos, que nos regalan sin duda los mejores momentos de esta comedia, sirve muy bien de base a la trama principal.
El innominado bebé no es más que un agente especial enviado por la secreta organización de bebés, para luchar contra sus mayores enemigos, las mascotas, que son los perritos que están copando todo el amor de las parejas jóvenes dejando a éstos sin un pobre abrazo.
Aunque hay gags que funcionan muy bien, la narración tiene algunos momentos de bache en los que pierde algo el ritmo.
Como comedia familiar posee la fórmula segura con la combinación perfecta para la diversión de todos, con situaciones graciosas para los pequeños y otras más ingeniosas para que los adultos también disfruten y se rían.
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