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CRITICA
Por: PACO CASADO
Debido a que las producciones infantiles suelen ser actualmente las que mejor funcionan de cara a la taquilla, nos están llegando muchas películas del género de animación de diversos países, ya no sólo las norteamericanas, entre ellas algunas de la cinematografía japonesa como es el caso de esta 'Belle' (2021), dirigida por Mamoru Hosoda para el estudio Chizu.
Cuenta la historia de Suzu, una chica adolescente de 17 años, estudiante de secundaria, algo tímida, que se encuentra acomplejada entre sus compañeras de clase, que está atrapada en su pequeño pueblo de la montaña, donde vive en compañía de su padre, ya que siendo muy pequeña su madre murió en el intento de salvar a una niña de pocos años de morir ahogada en el río arrastrada por la corriente.
Además de los problemas propios de la adolescencia y sus correspondientes traumas, Suzu busca su propia identidad y su lugar en el mundo.
Un día entra en el espacio virtual de U, y se convierte en el personaje de Belle, una guapa cantante que es seguida por todo el mundo, en el que consigue más de cinco mil millones de seguidores en las redes sociales a la que todos desean conocer y oír cantar.
Allí encontrará una serie de personajes con los que tendrá que convivir, entre los que está la Bestia, un ser que nadie sabe quién es y que ella tratará de averiguar su verdadera identidad.
Tras participar en la sección Premiere del Festival de cine de Cannes y pasar posteriormente por el de Sitges, llega a las pantallas españolas, esta realización de Mamoru Hosoda que no es más que una versión moderna de La bella y la Bestia (1991), la famosa película de Walt Disney, que se basaba en la fábula de Jean Cocteau, de la que René Clément hizo también su versión en 1946 con el propio Cocteau, interpretada por Jean Marais y Josette Day, aunque con algunas variaciones, en este caso con la introducción de las redes sociales de la que se hace una cierta crítica ya que en ellas se da toda clase de posturas y conductas del ser humano, con moraleja incluida, adornada con varias canciones muy agradables en la banda sonora y con una fantasía desbordada de imaginación en cuanto a las imágenes que deslumbran al espectador desde el primer momento haciendo su visión más agradable, ya que la historia se alarga en exceso con una duración de dos horas, para un argumento que no es original, lo contrario que ocurre con su realización de puesta en imágenes, en las que hay una cierta diferencia cuando Suzu está en el mundo real conviviendo con sus compañeros de la escuela, a cuando se transforma en Belle en el espacio virtual en el que se desata la imaginación y la originalidad en cuanto a lo que allí ocurre.
De este realizador japonés, Mamoru Hosoda, que comienza a ser uno de los más reconocidos en su modalidad de animación, conocemos dos de sus últimos films que se han exhibido en España El niño y la bestia (2015) y Mirai, mi hermana pequeña (2018) en las que ha demostrado una buena calidad en su realización, como de alguna manera ocurre en esta Belle (2021) que comentamos que es ya su séptimo largometraje.
Mejor Banda sonora en los premios de la Academia de cine japonesa. Mención de honor en la Gold List.
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