|
CRITICA
Por: PACO CASADO
Alfred Hitchcock estableció un tipo de cine llamado genéricamente de suspense, pero no han faltado ocasiones ni maestros de la comedia americana que con sus producciones han tratado de imitar o parodiar a este mago del cine, procurando siempre tender un poco más al humor exagerando algunos rasgos característicos de los personajes o de las situaciones en las que se encuentran metidos.
Estas parodias, cuando han estado en buenas manos, han dado por lo general interesantes resultados.
Hacía algún tiempo que este género de cine no se realizaba, en el que se mezcla la intriga con el humor en la misma historia.
En este caso se nos cuenta la historia de Gloria Mundy, empleada de una biblioteca de la ciudad de San Francisco, a la que un agente moribundo le entrega un microfilm sin ella saberlo lo que hace que se vea metida en un lío, ya que un albino y un enano la persiguen para matarla y robárselo.
Entre tanto se enamora de Tony Carlson, un policía, mientras resuelven un posible crimen en el que se ve involucrada la iglesia católica, ya que se trata de matar al Papa.
Aquí Colin Higgins, autor del guion y responsable también de la dirección, lo ha hecho y en este caso con bastante acierto.
La película se asemeja en algo o en mucho a El hombre que sabía demasiado (1956), pero eso no importa.
Uno se olvida de las coincidencias y puntos de contactos con el film de Hitchcock, sumido en el divertimento que ello supone.
Las escenas de suspense se alternan con frecuencia con las situaciones humorísticas.
En ellas se ve envuelta una chica inocente, viuda, joven y de buen ver, a la que todos persiguen y los crímenes que se producen ante ella no le dan respiro, lo que unido a la complicidad del espectador, aumenta aún más la comicidad.
El film tiene algunos puntos convencionales, su trama no tiene una gran importancia, aunque está bien urdida.
La dirección de Colin Higgins es bastante eficaz y por otra parte cuenta con una Goldie Hawn que, lejos de los tics que tenía en sus comienzos, e inicia aquí una carrera de madurez y buena actriz muy apta para la comedia.
A su lado están algunos actores veteranos como es el caso de Burges Meredith que le apoyan bien en su cometido.
Colin Higgins saca un buen partido de las escenas espectaculares como no podía faltar la inevitable persecución por las calles de San Francisco en las que juega con el suspense y la comicidad con una gran habilidad al mezclarlas.
En definitiva, una divertida comedia para pasar un buen rato.
Nominada al Oscar a la mejor canción y a siete Globos de oro.
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
BANDA SONORA
CÓMO SE HIZO
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE