Para su sexto largometraje Álex de la Iglesia hizo un homenaje al western que se rodaba por las tierras de Almería, y especialmente a los especialistas, que tenían la capacidad de inventarse la realidad, que se jugaban la vida para que se lucieran las estrellas y ahora malviven actuando ñunicamente para los turistas que visitan curiosos aquellos viejos escenarios y decorados que tanto juego dieron.
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