|
SINOPSIS
Bella, una perra que emprende un épico viaje de más de 600 km a casa después de verse separada de su querido humano, Lucas, un aspirante a estudiante de Medicina y voluntario de un hospital de la Administración de Veteranos...
INTÉRPRETES
EDWARD JAMES OLMOS, ASHLEY JUDD, ALEXANDRA SHIPP, WES STUDI, BARRY WATSON, CHRIS BAUER, TAMMY GILLIS, FARRAH AVIVA, JONAH HAUER-KING, PATRICK GALLAGHER, LUCIA WALTERS, LANE EDWARDS, JOHN CASSINI, JENNIFER GIBSON
MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS
VIDEO ENTREVISTAS
AUDIOS
PREMIERE
MÁS DATOS...
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
ACERCA DE LA PELÍCULA...
“Todos sentimos una profunda necesidad de conexión, pertenencia, propósito, seguridad, expresión y autonomía”, asegura Ashley Judd, estrella del nuevo título UNO MÁS DE LA FAMILIA. “En la película, Bella tiene ocasión de acabar con la familia que ella elige, que es algo que todos tenemos la posibilidad de conseguir en esta vida. Tenemos la familia con la que nacemos y luego podemos crear la familia que elijamos, y eso es lo que le pasa a Bella. Cuando se ve separada de esa familia, está dispuesta a llegar a extremos extraordinarios para volver a casa. Es una aventura épica”.
Esa aventura se basa en la novela superventas de W. Bruce Cameron, que, junto a su mujer, Cathryn Michon, se encargarían de transformarla en un guion cinematográfico. “Es una historia de amor verdadero”, comenta Cameron. “Se trata de un perro que vive numerosas aventuras y pruebas, todo para poder reunirse con su persona. Creo que todo el que haya tenido un perro reconocerá el amor incondicional que pueden ofrecer estos animales y en su fuero interno serán capaces de aceptar ese mensaje”.
No hay nada como el vínculo entre un perro y una persona, opina Michon. “Bella quiere a mucha gente, pero entre su humano y ella hay un vínculo espiritual, que constituye el alma y el eje central en torno al que gira esta película”.
El reparto del filme está compuesto por Ashley Judd, Jonah Hauer-King, Edward James Olmos, Alexandra Shipp y Wes Studi –todos ellos excelentes actores por derecho propio–, pero la verdadera protagonista principal es Bella, la encantadora y cautivadora perra en torno a la cual gira toda la historia.
Bryce Dallas Howard se encarga de poner voz a Bella. “Cuando conocí a Shelby, la perra que interpreta a Bella, nos hicimos íntimas al instante”, recuerda Howard. “Se comportó como mi amiga desde el primer momento. Creo que es algo que sientes siempre que conoces a cualquier tipo de animal, porque están muy presentes, pero la verdad es que Shelby tiene algo especial. Es una perra preciosa, sincera, estupenda y superadorable”.
“He tenido mascotas toda la vida”, prosigue. “Cuando era muy pequeña, con año y medio de edad, era muy tranquila y seria, no me reía, ni nada por el estilo. Entonces, mis padres adoptaron un perro, un terrier. Y, de pronto, empezaron a oír un ruido extraño que venía de otra habitación, una carcajada que parecía de un adulto, pero era yo, jugando con una cuerda con el perro, a mis 18 meses de edad. De ahí surgió mi risa loca, de mi primera mascota”.
“Relacionarme con perros y otros animales es uno de los aspectos más importantes de mi vida”, comenta Howard. “No hay nada comparable. No hay nada que dé la sensación de ser más incondicional, seguro, ni divertido”.
Aunque Howard aportara la voz de Bella, el primer reto a la hora de hacer la película, y el más importante, en opinión del productor Gavin Polone, era encontrar al animal encargado de interpretar a Bella ante las cámaras. Desde el principio, Polone estaba decidido a encontrar a un perro rescatado.
“Quería promover que se adoptaran perros de los refugios animales”, comenta Polone. “Cuando compras un perro, estás aportando dinero a un ciclo que lleva a más muertes de animales. En Estados Unidos, se sacrifican alrededor de cuatro millones de perros y gatos al año. Si de verdad te preocupan los animales, es un enorme desperdicio, y algo horroroso. Los animales son seres sensibles que merecen respeto, así que no creo que tratarlos como objetos de diseño –que es realmente de lo que trata la cría de perros– sea lo correcto”.
Naturalmente, era una elección que los guionistas de la película, el equipo de marido y mujer formado por W. Bruce Cameron y Cathryn Michon, apoyaban por completo. “Fue una búsqueda verdaderamente a nivel nacional, miramos perros procedentes de refugios de todos los Estados Unidos”, comenta Michon. “Vimos fotos y vídeos de perros de todas partes”.
Después de mirar por Internet miles de perros de refugios y perreras, la búsqueda acabó dando fruto en Tennessee, en el Centro de Control Animal de Cheatham County, donde encontraron a Bella: Shelby se hizo con el papel. Más tarde, la producción también rescataría a Amber, la doble de Shelby, de otra instalación, esta vez en Carolina del Sur. En el momento del rodaje, Shelby tenía año y medio, mientras que Amber tenía unos dos años y medio.
“Al principio, nos sentimos inspirados por la imaginación de Bruce Cameron y el personaje que puso en la portada de su libro, esa fotografía de Shelby valía más de mil palabras. En última instancia, sin embargo, no basta con tener un aspecto estupendo, sino que necesita ir acompañado además de un gran corazón”, explica Teresa A. Miller, adiestradora principal del equipo Bella. “Era muy importante contar con un perro que tuviera mucha energía y la capacidad física para llevar a cabo las secuencias de acción, trepando, saltando y deslizándose. Pero también buscaba un perro que tuviera ese algo en la mirada, y Shelby lo tiene, se puede ver el amor y el corazón en sus ojos. No es nada tímida, es un perro encantador y extrovertido. Creo que el personaje de Bella y Shelby tienen una personalidad muy parecida”.
Naturalmente, adoptar a Shelby no fue tan sencillo como que una adiestradora de animales de Hollywood se presentara en un refugio y saliera con un perro bajo el brazo. El dedicado personal del centro tenía que asegurarse de que Shelby fuera a parar a un buen hogar. “Somos un pueblo pequeño en mitad de Tennessee, perdido en ninguna parte, ¿y de repente recibimos una llamada de Hollywood?”, comenta el director del centro, T.J. Jordi. “No es algo que nos suceda normalmente. Así que, como con cualquier otro animal rescatado, los investigamos exhaustivamente para asegurarnos de que fueran legítimos, queríamos asegurarnos de que fueran a cuidar bien de ella. Y todos los informes que recibimos de esta organización fueron estupendos. Más tarde, cuando vino Teresa Miller por primera vez, yo estaba allí con Shelby y la vi interactuar con ella muy despacito, metódicamente, y, a medida que avanzaban las cosas, me di cuenta de que, aunque el tema no hubiera salido bien y Shelby no hubiera acabado en la película, Teresa se la habría llevado personalmente a casa de todos modos”.
Después de llevarse a Shelby a California, pasó un tiempo considerable viviendo con Miller, y empezó a acostumbrarse a vivir con los demás perros. “Era muy extrovertida y amigable con los demás perros, la adoraban”, recuerda Miller. “Shelby saltaba por encima de mis demás perros con unas grandes patadas estilo ninja, jugueteaban y correteaban por el jardín. Creo que estaba feliz, no solo por la compañía, sino también por tener el espacio y la libertad para jugar. Es muy divertida, tiene una gran personalidad, es inteligente y muy expresiva. Tiene ese algo especial”.
Una vez que Shelby se había aclimatado a su nuevo hogar, Miller empezó el proceso de adiestrarla para actuar en una película. Dicho proceso, como explica Miller, es muy diferente del típico adiestramiento de obediencia para perros.
“No se trata de: ‘¡Siéntate! ¡Abajo! ¡Quieto!’”, explica. “No es tan preciso. Siempre parece que mis perros estén muy poco amaestrados, porque les permito comportarse de manera natural mientras los preparo. Puede que diga: ‘¿Puedes venir aquí y sentarte?’ Y puede que el perro me mire un poco y decida: ‘Vale, creo que me voy a sentar’. ´De ahí es de donde sale su personalidad, así es como se consigue que la acción resulte natural. Los pequeños detalles, como hablar por frases, relajan al perro, y así es capaz de hacerlo de forma mucho más natural”.
Poco a poco, fueron presentando a Shelby distintos elementos para ver cómo reaccionaba al tráfico, y a distintas personas y situaciones. “Trabajar con perros en el cine”, prosigue Miller, “significa no solo exponerlos a situaciones diversas y a diferentes ambientes, sino que también están todas las distracciones que encontramos en el set de rodaje, con el material y el personal. En un momento dado, les pueden estar moviendo un micrófono delante de la cara y se supone que deben fijarse en el actor y no en el micrófono, o en la cámara que está haciendo zoom en ellos. Eso se consigue con el adiestramiento que hacemos previamente para familiarizarla con todo ello, de modo que al final ni siquiera se inmute”.
Preparar a una actriz canina también exigió un adiestramiento especializado. Para preparar tanto a Shelby como a Amber para la escena de la gran avalancha de la película, Miller y su equipo empezaron trabajando en las playas de arena de California, enterrando una de sus golosinas favoritas en la arena. “Podía ser un trozo de pollo, de perrito caliente, un trozo de cordero y arroz, comida comercial para perros, o su juguete. Descubrimos que la comida funcionaba mejor que el juguete, porque quieren agarrar el juguete y salir corriendo como locas para celebrarlo, y a veces necesitamos que vuelvan antes. Si tenemos tiempo, entonces puede corretear para celebrarlo”. Resulta que escarbar era una de esas facetas en las que la doble superaba a la perra principal. “Amber tiene sin duda sus especialidades, que es lo que quieres de un equipo”, comenta Miller. “Le encanta hacer cosas rápidas, como escarbar en la arena a mucha más velocidad. Shelby es un poco más tranquila, un poco más desenfada y natural para lo que hacemos”.
El reparto también quedó impresionado con lo que los adiestradores llegaron a conseguir. “Algunas de las secuencias de acción se habían imaginado de forma bastante elaborada y ambiciosa en el guion, y los humanos reales de Shelby descubrieron cómo adiestrarla de maneras que resultaran gratificantes y divertidas para Shelby”, explica Judd. “Como era joven y todavía tenía esa energía propia de un cachorro, solo quería jugar”.
Los guionistas también quedaron encantados al ver cobrar vida la trama que habían imaginado. “Pudimos ver a los perros durante su adiestramiento, así que fue muy divertido ver cómo todo lo que habían aprendido se utilizaba durante el rodaje”, comenta Cameron. “De vez en cuando, se les olvidaban sus líneas de diálogo”, bromea, “pero, en su mayor parte, los perros eran unos intérpretes asombrosos”.
Miller, que adoptó a Shelby permanentemente, dice que la perra podría perfectamente volver a actuar, pero que le aguardan oportunidades aún más gratificantes. “Nuestra compañía, Paws for Effect, colabora estrechamente con hospitales infantiles y de niños autistas, proporcionándoles perros para terapia”, cuenta. “Shelby tiene la personalidad ideal para ello, ¡es perfecta! Así que estamos deseando darles a los niños un respiro del hospital”.
SOBRE LA PRODUCCIÓN...
UNO MÁS DE LA FAMILIA empezó a rodarse en Vancouver, Columbia Británica, con las primeras semanas dedicadas principalmente a trabajar con los actores de cuatro patas. Eso suponía filmar algunos de los espectaculares paisajes que pueden encontrarse a pocas horas de la ciudad, en las localidades montañosas de Merrit y Hope.
“Cuando empiezo a trabajar en una película que incluye animales”, comenta Smith, “siempre me aseguro de que todo el mundo sea consciente de que la principal prioridad es el animal. Si al animal no le apetece trabajar ese día, o en determinado momento decide dejar de hacerlo, paramos y nos ponemos a filmar otra cosa. Siempre me reservo algo que no necesite la participación del animal y que pueda rodar en su lugar. La prioridad es siempre la seguridad y la comodidad de los animales”.
Además de filmar en ciertas zonas urbanas de Vancouver, el equipo de rodaje también pasó varios días trabajando en otros parajes naturales, como el valle de Squamish. Otra localización espectacular cercana a la propia localidad de Squamish era el punto más alto de la famosa atracción turística del teleférico Sea to Sky, con las imponentes vistas que ofrece de Howe Sound. La zona está rodeada de enormes monolitos de granito que atraen a algunos de los principales escaladores del mundo.
“La Columbia Británica es un lugar precioso”, afirma el director Charles Martin Smith. “He vivido aquí a temporadas durante muchos años, en parte por su belleza natural. La zona en la que rodamos, a las afueras de Squamish y junto a la autopista Sea to Sky, que asciende hasta el monte Whistler, es tan hermosa que sabía que teníamos que incluirla en la película”.
Fue en la Columbia Británica donde el equipo de rodaje localizó a los compañeros de reparto de Shelby y Amber en algunas de las escenas cruciales de la película, en las que Bella se ve perseguida por una manada de coyotes por parajes naturales. Aunque la mayor parte de los demás animales salvajes de la película están creados mediante efectos digitales, el equipo de rodaje tuvo la suerte de encontrar unos híbridos locales de coyote y perro en la Columbia Británica.
La adiestradora Bonnie Judd explica que sus perros son “parte border collie y parte coyote, así que tienen la inteligencia de un border collie que adora a la gente y el aspecto de un coyote. Tienen un poco de la personalidad de un coyote y poco de la personalidad de un perro”.
Al igual que no todos los perros de la película podían ser rescatados, no todos los animales podían ser reales. En un determinado momento del filme, Bella se encuentra con un puma. “La verdad es que no hay forma de adiestrar a un puma”, comenta el productor de efectos visuales Chris B. Schnitzer. “Así que lo generamos por ordenador”.
“La creación del puma fue el mayor reto que tuvimos que afrontar”, opina el supervisor de efectos visuales Matthew Welford. “El gran felino es básicamente un actor animal creado completamente por ordenador. Durante el rodaje, no dejamos de aprender más y más sobre la personalidad de Bella y cómo hacer que interactuara con el gran felino digital”.
La otra labor importante del grupo de efectos visuales consistió en borrar las piernas de los adiestradores animales de los planos, ya que a veces tenían que estar muy cerca de los perros para conseguir la interpretación deseada. También se creó una Bella completamente digital para ciertas escenas consideradas demasiado peligrosas para un perro de verdad.
ACERCA DE LA SEGURIDAD DE LOS ANIMALES EN EL RODAJE...
En cualquier rodaje en el que participen animales, la seguridad y bienestar de los mismos siempre es la principal preocupación, y el equipo responsable de UNO MÁS DE LA FAMILIA hizo todo lo que estuvo en su mano para cuidar de los animales que tenían a su cargo.
“Estaba muy claro que tanto Shelby como Amber contaban con tres humanos muy entregados, que estaban allí exclusivamente para ocuparse de su cuidado, bienestar y seguridad”, explica Ashley Judd. “Y ellas eran las que mandaban, respetábamos su liderazgo, respetábamos su autoridad y respetábamos su autonomía”.
Teresa A. Miller, adiestradora principal del equipo Bella, hace hincapié en la importancia de mantener a los perros cómodos y seguros. “Nuestra principal preocupación es la seguridad de los animales en el set, y simular cualquiera de las reacciones o comportamientos en los que parezca que el perro esté triste o asustado. Nuestra primera prioridad es el perro, así que siempre vamos a asegurarnos de que estén seguros y no se los someta a ninguna presión innecesaria”.
Además de los adiestradores, el equipo de rodaje también contó con dos asesores de seguridad animal independientes. American Humane observó toda la acción animal para darle a la película su designación de “Ningún animal resultó herido...” y, además, Jami LoVullo, una asesora de seguridad independiente, estuvo presente en todo momento durante el rodaje, vigilando de cerca cada toma.
ACERCA DEL DIRECTOR...
Fue durante el período de adiestramiento en Los Ángeles cuando el director Charles Martin Smith conoció a Shelby en persona, después de haber visto fotos y grabaciones de vídeo. Tras haber aparecido y dirigido una serie de películas sobre animales, entre ellas las dos entregas de gran éxito de “La gran aventura de Winter el delfín”, Smith admite sentirse cautivado con el género. “Soy seguramente el único director de la industria que prefiere trabajar con niños y animales”, asegura Smith. “Me fascina hacer películas sobre animales y la naturaleza, y UNO MÁS DE LA FAMILIA combina eso de una forma que resulta muy emocionante para mí. De joven, cuando actué en ‘Los lobos no lloran’, el director de esa película, Carroll Ballard, me enseñó mucho sobre trabajar en la naturaleza, trabajar con animales y saber cómo plasmar todo eso en un filme. Intento transmitir todo eso en las películas que hago en la actualidad”.
“La cuestión con los animales, a diferencia de los actores humanos, es que los animales son siempre sinceros”, prosigue Smith. “Nunca tendrás un momento falso de un animal; poseen una inocencia y una pureza como personajes de una película que me resulta infinitamente interesante. Demasiado a menudo, cuando la gente hace películas sobre animales, se tiende a imponerles hasta cierto punto cómo consideramos que deberían ser. A mí me interesa mucho más captar cómo son de verdad”.
Cuando conoció personalmente a Shelby, Smith estaba preparado para dejarle espacio a la perra si parecía en algún momento incómoda, pero resultó ser del todo innecesario. “No me lo podía creer”, recuerda. “Se acercó corriendo hasta mí, como si supiera que yo era a quien tenía que conocer. Vino hasta mí y empezó a darme lametones, fue enternecedor. Me quedé encantado. Supe que nos íbamos a llevar estupendamente. Es una perra magnífica”.
El particular currículum de Smith –primero como actor, y luego como director de películas con animales– inspiraba confianza en su reparto. “Charles Martin Smith, menuda joya”, opina Edward James Olmos. “Una persona verdaderamente amable y generosa que consigue que todo el mundo se sienta mucho más tranquilo. Nunca mostrará inseguridad ni miedo de que no vaya a conseguir el plano; te sientes seguro y sigues adelante con una sensación de equilibrio”.
“Charles es genial”, agrega Jonah Hauer-King. “Lo estupendo del trabajo de Charles es que fue actor antes que director, así que es realmente un director de actores. Entiende que cada uno tiene su propio proceso. Es muy comprensivo con los actores y entiende lo que necesitan para una escena. Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido con un director”.
ACERCA DEL REPARTO...
Ashley Judd vuelve a colaborar con el director Charles Martin Smith después de protagonizar las dos entregas de Winter el delfín. “Interpreto a Terri, una veterana con trastorno de estrés postraumático que se pasa el día en casa o alicaída por la Administración de Veteranos. No siempre se siente especialmente bien, pero su vida se alegra significativamente cuando su hijo, Lucas, trae a casa un cachorro que encuentra bajo una casa abandonada de nuestro barrio. Eso no es más que el principio de la aventura de Bella”.
Trabajar con Shelby resultó ser un placer desde el primer momento para Judd. “Shelby es una cuadrúpeda maravillosa, increíblemente llena de vida, cariñosa e inteligente. Es sumamente lista”, opina Judd. “Reaccionó muy bien al hecho de convertirse en una estrella de cine, que es algo que exige mucho adiestramiento. Es muy buena actriz. Es muy centrada, se concentra, lo hace excepcionalmente bien en los primeros planos. Es muy emotiva. Tiene una cara preciosa y muy sensible. Y es encantadora. Es absolutamente encantadora”.
Como veterana afectada por un trastorno de estrés postraumático, Terri, el personaje de Judd, encuentra que tener a Bella en casa le supone un alivio considerable. Es algo con lo que Judd conecta, dada su propia experiencia en la vida real en esta materia, como explica la actriz: “Como alguien que ha tenido animales de servicio, estoy muy familiarizada con el extraordinario beneficio que estos animales aportan a sus humanos. El trastorno por estrés postraumático tiene que ver con memorias traumáticas que no se almacenan correctamente en el cerebro. Mientras que la pena es un proceso orgánico que al final acaba resolviéndose por sí mismo, volviéndose menos vívido y personal, el trauma se entromete, es repetitivo, surge espontáneamente. Cuando Terri sufre uno de estos episodios, Bella lo reconoce y está allí para apoyarle la barbilla en la pierna a Terri, reconfortarla y ayudarla a regresar al momento presente, regresar a su cuerpo, en lugar de quedar atrapada en el acontecimiento traumático pasado que le sucedió mientras formaba parte de las Fuerzas Armadas estadounidenses”.
Judd comenta que el don de Bella para consolar a las personas va más allá de Terri: “Es capaz de percibir a los veteranos que están pasando por un momento especialmente difícil, se acerca a ellos y les da lo que necesitan”.
Jonah Hauer-King asegura que trabajar con Shelby fue una experiencia gratificante, sobre todo dado que era la primera vez que trabajaba con animales. “Shelby es asombrosa”, opina. “Es como un perro de ensueño. Es amable, cariñosa y afectuosa. Fue fascinante ver cómo los adiestradores trabajaban con ella, pero, más que nada, fue un placer”.
En cuanto al papel de la joven defensora de los derechos de los animales que se hace amiga de Lucas, Alexandra Shipp recuerda qué fue lo que le atrajo inicialmente del personaje: “Lo principal que me llamó la atención de Olivia era lo apasionada y lo fuerte que era. Es inteligente, sabe exactamente de qué está hablando y quiere ayudar. Resulta emocionante interpretar a personajes que tienen un gesto fortuito de amabilidad, que no pretenden más que ser amables, que no pretenden más que ser de ayuda”.
Shipp agrega: “Creo que a Olivia le atrae la amabilidad de Lucas. Creo que eso es lo que resulta tan dulce y auténtico; hay algo verdaderamente atractivo en un tipo guapísimo que tan solo quiere rescatar a mascotas perdidas”.
Edward James Olmos interpreta a Axel, un veterano sintecho, que también sufre de estrés postraumático, con quien Bella se encuentra en su camino de vuelta a casa. Olmos comenta que su personaje también establece un vínculo especial con Bella. “Bella no solo le ayuda a vivir y lo ayuda a mantenerse caliente, sino que también recibe la amistad de un perro. Es asombroso lo que los animales hacen por las personas”.
El propio Olmos estaba muy familiarizado con las distintas formas en las que los perros de servicio pueden mejorar las vidas de las personas que los rodean. “Tengo un perro para terapia, Mo, que trabaja en hospitales, lleva 11 años formando parte esencial de mi familia”, aporta. “Ha hecho un trabajo extraordinario en distintas situaciones; lo único que tiene que hacer es entrar en una habitación y quedarse junto a alguien que lo necesite y lo ves enseguida. Tiende a ir con la gente que más lo necesita. Recientemente, fue el caso de un joven al que conocía desde hacía mucho tiempo y al que había visto a lo largo de los años en la Motion Picture Home de Los Ángeles. Mo fue capaz de sentir lo que nosotros no pudimos y pudo estar con él cuando falleció. Fue muy emotivo”.
Olmos señala que el estrés postraumático no es precisamente algo nuevo en lo referente a los veteranos. “Hemos tenido estrés postraumático desde que había dos tribus”, comenta. “El trastorno de estrés postraumático es un tema sobre el que apenas hemos empezado a descubrir cosas, pero es maravilloso que lo estemos intentando. Hace mucha falta”.
GALERÍA DE FOTOS
https://cineymax.es/estrenos/fichas/100-a/123157-a-dog-s-way-home-uno-mas-de-la-familia-2019#sigProId20452e5453