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NOTAS DEL DIRECTOR...
En 2014 colaboré en un evento destinado solamente para mujeres. Cada participante tenÍa un minuto para contar su historia. La de una de ellas fue el cambio brusco que había tenido su vida tras sufrir un accidente de moto, tener que perder una pierna, y ahora participar en campeonatos de snowboard. Los días siguientes no pude sacarme esa historia de la cabeza, hasta que finalmente contacté con ella y la conocí en persona. Desde ese día mi vida en cierta manera cambió. Descubrí una persona y una historia increíbles, a la vez que nació una gran amistad. Le propuse la idea de hacer un video y empezamos a grabar días sueltos en la nieve. En ese momento surgieron varios problemas que nos hizo aparcar el proyecto durante un tiempo. Pasaron un par de años y nuestras carreras profesionales fueron creciendo hasta decidir volver a retomar la historia. Entonces me di cuenta que algo había cambiado. Astrid ya no era la chica que por culpa de un acelerón de moto había perdido la pierna. Ahora su afición y plena dedicación era el snowboard. Aquí es cuando realmente vi lo que era la superación personal, Des del 2009, año del accidente, Astrid ha tenido que ir adaptándose y superando situaciones complicadas que la vida le ha puesto por delante. El accidente, la recuperación, la amputación, el equipo olímpico, el sacrificio, las caídas... Todo lo que le ha pasado, la ha transportado en 2018 hasta Corea y poder marcarse una reto. Por todo ello, tener la posibilidad de ganar un medalla es tan importante.
El espectador acompañará a Astrid en toda esta transformación ayudado por el discurso de su madre y su entrenador. Vivirá de cerca la desgracia que supone para una familia un accidente de coche, qué significa ser deportista de élite, a la vez que sentirá la presión de jugarse el trabajo de 4 años en tres bajadas por una pista. Entenderá que la historia de Astrid no está tan lejos de la suya, ya que ella es solamente una chica del barrio de Sant Andreu en Barcelona, que aceleró cuando tenía un semáforo en verde.
ASTRID FINA, PROTAGONISTA DEL DOCUMENTAL...
Astrid Fina nace en Barcelona un 16 de octubre de 1983. Vive una juventud tranquila junto a su madre y amigos. Después de haber estudiado auxiliar de enfermería acaba trabajando como dependienta en una joyería.
En 2009 sufre un accidente de motocicleta que cambiará su vida: una grave lesión en su pie derecho la mantendrá 3 años en el hospital. Después de 13 operaciones y múltiples complicaciones en la recuperación, una bacteria hospitalaria le produce una infección en el hueso. Astrid se ve obligada a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: amputarse el pie. Con la intervención quirúrgica y el posterior uso de una prótesis, su vida da un nuevo giro: un amigo la invita a probar el snowboard. Fascinada con este deporte y con muy poca experiencia, tiene el valor de presentarse a las pruebas del equipo paralímpico de snowboard. Siendo la única chica como candidata, la aceptan. Tras años de entrenamiento y esfuerzo mayúsculo, Astrid se convierte en un referente dentro del snowboard paralímpico español. Pasa de no poder bajar una pista sin caerse a la alta competición, su objetivo: una medalla en los Juegos Paralímpicos de Corea 2018. En la cita paralímpica Astrid cumple con su sueño y todo el esfuerzo y sacrificio se convierte en una sorprendente y merecida medalla de bronce.