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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Empecé la historia de Pepa en un momento de mi vida en el que no entendía la razón de mi existencia. Las ga- nas de desaparecer eran el motor de mi día a día. Estaba inundada de miedos, inseguridades y tristezas.
Acompañada de mi madre, empecé a recibir terapia psi- cológica y psiquiátrica. El diagnóstico de mi depresión fue: trastorno de ansiedad. ¿De dónde venía todo esto?. Mediante el trabajo con mi psicóloga llegamos a una po- sible respuesta: miedo al abandono. ¿Cómo a una mujer de 20 años le podía generar tanto dolor el abandono cuando a ella nunca la habían abandonado ni había ex- perimentado nada semejante?
A partir de ahí decidí indagar en mi trayectoria para en- contrar de dónde venía este temor. Todo este viaje lo hice acompañada de mi madre quien un día expresó: “Creo que todo lo que te pasa es por mi culpa. Por cómo te he sobreprotegido y te he educado desde el miedo, por te- mor a que te pasara algo”. Esta culpabilidad aun persiste en ella. Me niego a justificar mi “enfermedad” por como mi madre ha enfocado la maternidad. Todas las mujeres vivimos bajo el exigente mito de la maternidad; “si te sales de ahí, eres una mala madre y consecuentemente, una mala mujer”.
Pepa nace desde la denuncia, una denuncia contra un sistema que nos exige como mujeres, que nos oprime y nos hace creer que siempre seremos imperfectas y falli- das.
AMA da voz a la maternidad como relación humana, con falta de referentes reales y mujeres expuestas en soledad al fracaso asegurado por el mito de la maternidad.
La creación de AMA ha sido posible gracias a obras artísticas que nos han servido como referentes imprescindibles para dibujar el universo de Pepa y la maternidad que queremos manifestar y acoger. Directoras como Andrea Arnold, Iciar Bollaín, Isabel Coixet o Lucrecia Martel nos han permitido materializar la historia de una mnujer expuesta en soledad a la mitificada maternidad en un entorno de ruptura familiar, crisis económica, social y emocional.
Los espacios que rodean a Pepa son barrios muy humildes. AMA busca la belleza en todo aquello que ha sido categorizado como "feo, pobre y sucio". En los barrios también ilumina el sol y las imágenes cotidianas están dinujadas por diferentes tonos. Este escenario se puede encontrar en obras como "Fish Tanjs" o "American Honey", de Andrea Arnold; películas protagonizadas por mujeres ubicadas en una sociedad de clase obrera, exponiendo a las protagonistas enormes dificultades para conseguir sus objetivos.
AMA también narra la infancia compuesta por una mezcla de inocencia y dureza, de alegría y desamparo, de ilusión y desesperanza. Este universo infantil se puede ver reflejado en películas como "Mustang" de Deniz Gamze Ergüvven o "Pelo malo" de Mariana Rondón.
Por último, un elemento muy importante para nuestro largometraje es el color. Queremos encontrar en él la expresión de los personajes y la propia narrativa. El color es un personaje más para la historia. Acompaña a Pepa en todo momento y la completa. Para ello, un referente claro que hemos querido seguir es "The Florida project" de Sean baker, en la que un color como el rosa, nos permite empatizar y escuchar a cada uno de los personajes que conforman la narrativa de la obra.