Fichas de peliculas
  • Registro
ASUNTOS FAMILIARES
INFORMACIÓN
Titulo original: Frère Et Soeur
Año Producción: 2022
Nacionalidad: Francia
Duración: 110 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Género: Drama
Director: Arnaud Desplechin
Guión: Arnaud Desplechin, Julie Peyr
Fotografía: Irina Lubtchansky
Música: Grégoire Hetzel
FECHA DE ESTRENO
España: 24 Febrero 2023
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Vercine


SINOPSIS

Alice y Louis son unos hermanos de poco más de cincuenta años... Alice es actriz; Louis es maestro y poeta. Alice ha odiado a su hermano durante más de veinte años, no se han visto en todo ese tiempo. Si por casualidad Louis se encontrara con su hermana, ella lo ignoraría y huiría... Pero tras la repentina muerte de sus padres, ambos se verán obligados a volver a verse...

INTÉRPRETES

MARION COTILLARD, MELVIL POUPAUD, GOLSHFTEH PARAHANI, PATRICK TIMSIT, BENJAMIN SIKSOU, JOËL CUDENNEC, MAX BAISSETTE DE MALGLAIVE, NICOLETTE PICHERAL, COSMINA STRATAN, FRANCIS LEPLAY, CLÉMENT HERVIEU-LÉGER, ALEXANDRE PAVLOFF, CLAIRE DUBURCQ

MÁS INFORMACIÓN DE INTERÉS

icono criticasCRITICA

icono trailersTRÁILER'S

icono bsoBANDA SONORA

icono clipsCLIPS

icono featurettesCÓMO SE HIZO

icono videoentrevVIDEO ENTREVISTAS

icono audioAUDIOS

icono premierPREMIERE

Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Podemos imaginar que los miembros de la familia Vuillard, que están en el corazón de tu filmografía, sigan amándose y odiándose a tus espaldas y bajo nuevas formas?...
De hecho, creo que los Vuillard viven de forma independiente. Esta vez llamaron a mi puerta con una pregunta muy teórica: ¿cuándo se acaba el odio, esa otra cara del amor? ¿Cómo puede secarse el odio? Pero por mucho que “Un cuento de Navidad” se construyera en torno a digresiones, “Asuntos Familiares” no debía contener ninguna, sino dirigirse hacia un único objetivo: el fin del odio.

El odio de Alice por su hermano Louis es tan intenso que evoca figuras arcaicas como Eteocles y Polinices o Caín y Abel. Esto conecta la vida más íntima y cruda a una base universal...
Tengo un gran defecto: en cuanto toco la vida cotidiana, no puedo evitar convertirla en mito. Y tengo una modesta cualidad: tan pronto como toco el mito, ¡no puedo evitar convertirlo en vida cotidiana! Mi preocupación con esta historia, para mí que nací como católico, era encontrar una salida al odio que no fuera cristiana. Cómo encontrar en términos de cine algo que no sea insulso. Intenté encontrar dos respuestas: la secuencia en la sinagoga. Y la reunión en el supermercado, cuando de repente, Alice tropieza con Louis. Alice es prisionera del odio, como Louis es prisionero de la posición que ocupa como objeto de este odio, y de repente, uno cae sobre el otro como si tropezaran con una piedra, y esto les devuelve a la vida. Este encuentro, me ofreció, cinematográficamente hablando, una salida del odio. El odio es siempre una pérdida de tiempo.

Esta secuencia emocionalmente poderosa tiene lugar en un contexto que no podría ser más trivial: ¡en la sección de productos frescos del supermercado!...
Estaba pensando en dos perros que se encuentran en una superficie de plástico iluminada con luces de neón a la una de la mañana. De repente, las cabezas chocan en este escenario completamente trivial, los ojos finalmente se abren. Y en un instante, el “Otro” existe. La existencia de la persona que tenemos frente a nosotros se hace evidente, independientemente de si la amamos o la odiamos. Entonces, volvemos a colocar los artículos en la bolsa de la compra
y continuamos: no ha pasado nada, y ha pasado de todo. Esta iluminación me encantó. Fue una escena muy fuerte para rodar, y todos la esperábamos con ansiedad e impaciencia.

El tema de la mirada es central en esta película. Tanto Marion Cotillard como Max Baissette poseen miradas fascinantes. Alice y Louis se esfuerzan por mirarse el uno al otro. Y el personaje de Lucía devora a Alicia con la mirada...
¡Es en parte una película sobre miradas! Me parece que Max Baissette (Joseph) y Cosima Stratan (Lucia) aportan una dimensión poética a la película. Joseph tiene algo del fantasma de Marley, como le cuenta Louis al principio de la película, quien cree ver a su hijo fallecido en su sobrino. Joseph se encuentra atrapado entre su madre y su tío y, de repente, aquí está él, encarnando al fantasma de su primo y teniendo que interpretar ambos papeles. En cuanto a Lucía, ella está en las sombras, y es Alicia quien la trae de vuelta a la luz. ¿Qué quiere Lucía? ¿Luces o sombras? ¿Quiere devorar a Alicia con la mirada o ella misma quiere ser devorada? Cuando aparece saliendo del teatro, también ella tiene algo de fantasma.

Después de Abel y Junon en “Un Cuento de Navidad”, los padres aquí se llaman Abel y Marie-Louise, esta última no podría ser más popular...
Le había advertido a Nicolette Picheral, que interpreta a Marie-Louise y cuyo rostro me parece muy hermoso, que sería más una modelo de fotógrafia o de artista, que un personaje, ya que la iba a filmar solo mientras está en coma. Ella no aparece como una figura mitológica y no podría llamarse Juno. Ella debe permanecer postrada en cama, y eso es todo lo que le queda, estar con soporte respiratorio. Una masa de preguntas triviales la acompaña: ¿Está respirando? ¿Se morirá? Tenía en mente para este poderoso momento la hospitalización de Jean Douchet. Vi en él tanta nobleza, tanto humor en el rostro ante su hospitalización, que eso me enriqueció. Esta madre que Louis odiaba, ¿cómo reconciliarse con ella sin hacer las paces? La magia juega un papel en la escena en la que Louis se va volando. Pero Marie-Louise, sí, no se podía encontrar un nombre más francés. Y en el nombre de la que no amaba a su hijo, escuchamos 'Louis'. Louis es llamado por el nombre de su madre. ¡Abel es más mitológico! ¡Y pensar que le di “El rey Lear” a Joël Cudennec para que lo leyera! Es magnífico como padre, a la vez tierno y autoritario.

En esta película, los cuerpos se deslizan, caen, están en peligro de desintegración...
Eso es lo que tiene el cine, ¿no? Los actores en carne viva. La violencia de sentimientos y acontecimientos que recorre la película se desborda, y debe atravesar sus cuerpos. Me siento abrumado cuando los actores me lo ofrecen todo. Especialmente cuando Alice y Louis empiezan a llorar. Me recuerda el hermoso título del libro de Stanley Cavell, “Contesting Tears”. De repente el cuerpo habla, se exhiben los cuerpod y los personajes, como la propia actriz/actor, quedan al desnudo.

En el corazón de “Asuntos Familiares” hay un misterio: el odio de Alice hacia Louis. Siembras pistas aquí y allá en cuanto al por qué, pero sin imponer nunca una interpretación...
Cuando se encuentran en el restaurante, Faunia (Golshifteh Farahani) le pregunta a Louis por qué Alice le odia. Louis responde que no sería muy ético responder a esta pregunta; él es el objeto del odio de Alice y eso es suficiente para él. “Asuntos Familiares” pertenece al género del cine familiar, íntimo, pero quise seguir dando juego a la pregunta para ubicar la película en un espectro más amplio. ¿Por qué odias a alguien? ¿Por qué? Nunca hay respuestas satisfactorias. Al igual que Louis, creo que hacer la pregunta "¿por qué?" es inmoral. No hay razón para odiar a alguien más allá de uno mismo. Alice es una prisionera de eso. Su padre le dice que está en una prisión y debe salir de ella. Alice ha perdido el hilo de este odio. ¡Por supuesto que la película siembra pistas! Alice nunca deja de evaluar su vida con Lucia. Y no habrá una palabra final para eso. El odio simplemente debe cesar. Deben dejar de jugar al juego del odio. O podría decirlo al revés: ¡Alice y Louis deben empezar a jugar de una vez! Sus padres se están muriendo, y Alice y Louis se encuentran en la habitación de sus padres... Louis se mete desnudo en la cama donde está acostada su hermana, por fin tienen ocho o nueve años. Aquí, finalmente, se ríen.

Alice ha elegido ser actriz, una intérprete. ¿Por qué eligió esta profesión para ella y para Louis ser poeta, autor?...
En la escena del bar, Alice propone ser la voz de Louis leyendo sus textos, y él se niega de un modo descortés y grosero. La discusión entre hermano y hermana tiene lugar en este momento de su historia. Alice le ofrece algo, y Louis ni siquiera se da cuenta de que la ha herido tan profundamente que no se curará. No quería que Louis fuera novelista. Me interesaba más que fuera poeta. Sabía que usaría un fragmento del poema de Peter Grizzi, “Some Values of Landscape and Weather”. Me guió hacia esta situación. Me encanta hablar de profesiones que no conozco. ¿Cómo vive un poeta? ¡Nadie lo sabe! Louis se gana la vida renovando casas en el campo y vive de su amigo, Zwy. Louis también da clases particulares. Quería que estuviera un poco al margen de la sociedad. Alice es una actriz famosa. Al contrario que Louis, ella vive en el mundo real.

¿En qué obra de teatro aparece Alice en el escenario?...
“Dublineses”, una adaptación de la película de John Huston, de la que soy un absoluto fan, y que a su vez es una adaptación de un cuento de James Joyce. No pude evitar hacer la conexión entre el título, “Dublineses”, y el pequeño difunto Jacob, lo que se suma a la naturaleza irremediable de la disputa. Encontré este final muy hermoso, con la nieve cayendo, que le da un aspecto de cuento de hadas al espectáculo.

La nieve, a la que encontramos en su forma natural en una secuencia donde Louis camina por la calle. La película contiene un gran número de rimas y contrapuntos. ¿Cómo trabajaste con Julie Peyr a la hora de escribir el guión, sobre el estrecho entrecruzamiento del presente y el pasado en esta historia en la que el transcurso del tiempo parece congelado?...
Julie Peyr y yo construimos el guión en torno a juegos de patrones, capas. Inventar estos juegos de ecos y entretejerlos de una escena a otra fue un proceso largo. Encontrar el límite de cada escena nos tomó tiempo. A la mitad de escribir el guión, escribimos la adaptación de “Fantasías de un Escritor”.
Por cierto, el valor de las lágrimas en “Fantasías de un Escritor” es una lección que aprendí para “Asuntos Familiares”. Louis y Alice se han querido, pero en verdad, algo se congeló. No se trataba de explicarlo, sino de deshacerse de ello, para volver a la vida, para abrirse, para salir. No hay necesidad de buscar la genealogía del odio, te ahogarías en él. La película tenía que avanzar como una flecha, pero al mismo tiempo, ese pasado nunca deja de perseguirlos. Julie y yo sentimos que estos recuerdos deberían ser breves. Estas escenas del pasado regresan a sus memorias. Están acosados por los recuerdos y no saben qué hacer con ellos.

Louis deplora el "gusto aterrador por la santidad" de Alice. Su "amor por el bien" lo aterroriza, dice...
Bueno, Alice la fastidió con su sobrino, eso es seguro. Ella paga el precio cuando abre el relicario de su madre. Pero aparte de eso, ella siempre ha querido estar del lado del bien. A Louis, por otro lado, no le preocupa el bien y el mal. Como dijo Naïla Guiguet, - quién fue nuestros ojos
durante todo el escrito -, queremos ver a Alice comportándose como una persona ordinaria y grosera. De ahí la escena en el restaurante en la que tira la silla. Al final, en el suelo con Louis, se muestra burlona y dura. Tuvo que dejar de comportarse como una santa. ¡Ser tú misma ya es mucho trabajo! Estar del lado del bien, ¡eso me parece muy peligroso!

Louis posee, con su esbelta constitución, su gusto por el opio y el alcohol, su presencia etérea, tiene algo de “Poeta Maldito”. La película juega así, en su geografía, entre arriba y abajo, y las secuencias en la cueva o de vuelo se hacen hueco entre sí...
Louis posee una combinación de agresividad y extrema dulzura, que proviene del mismo Melvil Poupaud, a quien encuentro increíblemente encantador. Louis tiene un lado excesivo, mientras que en Alice todo es moderación. Ella necesita aprender sobre el exceso. Pensé que era romántico. Tras la muerte del pequeño Jacob, Louis y Faunia huyen a un lugar aislado de los Pirineos. La localización en la que rodamos es espectacular. No pueden recuperarse de la pérdida de su hijo y han encontrado el lugar donde no enterrarlo. Es esta casa la que el sobrino de Louis extraña. Me gustó que la declaración de amor de Louis a Faunia tuviera lugar en un lugar mitológico como una cueva, donde se hicieron las primeras marcas humanas. Así que, hay en la película esa mezcla de violencia y dulzura que permite que su alma alce el vuelo.

En diferentes niveles, y esta escena contribuye a ello, “Asuntos Familiares” está atravesada por fuerzas arcaicas...
Me encanta esta escena de la cueva. Como decía, hay mitos anidados en los recovecos de la película. Son como pequeñas herramientas aquí y allá, que nos permiten reparar la vida, crear aperturas.

La palabra “miedo” a menudo entra en juego en el diálogo...
Antes de rodar, me gusta leer los diálogos con todos los actores, por separado. Con Marion Cotillard, después de escribirnos y vernos, hicimos una lectura. Marion me preguntó si Alice odiaba o no a su hermano. ¡Yo le dije que no lo sabía! Le correspondía a ella encontrar la respuesta, o a los dos juntos… Cuando leímos el guión, nos dimos cuenta de que la palabra "odio" aparecía con demasiada frecuencia. Sin embargo, no era eso lo que yo quería decir. Por supuesto, el odio es otra cara del amor, una cara incómoda. Mantuvimos la palabra en algunos lugares, especialmente cuando Alice le dice a Louis: "Creo que te odio". Pero la verdad es que Alice no sabe odiar. Así que al final, la palabra que se quedó fue “miedo”. ¡Una buena palabra! Louis y Alice están aterrorizados por sus sentimientos, no por lo que les sucede a sus padres, no por la brutalidad de la vida. Pensé que este miedo era más interesante porque es mucho más humano que el motivo del odio. Así fue como Marion y yo creamos juntos la película.

A través de la presencia del personaje de Lucia, que es rumana, de Golshifteh Farahani, que es iraní, y de África en el epílogo, “Asuntos Familiares” es una película de fronteras abiertas, que la sitúa, de nuevo, en una perspectiva mucho más amplia que la cuestión estricta de la familia...
Me cuesta hablar de eso, pero los libros de Jean Hatzfeld me causaron una gran impresión… No dejaba de pensar en cómo iba a abrir al mundo esta historia de una familia caucásica, en el norte de Francia. Pensé en la madre de un amigo, un judío iraní… Cosima Stratan trae Rumanía y su cine. ¡Salif Cissé, que interpreta al farmacéutico, trae recuerdos recientes de “All Hands on Deck!”. Patrick Timsit aporta una forma de hacer cine ¡tan diferente a la mía! Y la película termina en BenÍn…
Quería huir, y esto fue estratégico por mi parte. ¿Nos íbamos a quedar encerrados en una reunión a puerta cerrada familiar como en “Un cuento de Navidad” o íbamos a salir de él? En este caso, realmente tenía ganas de ir a otro lugar. Al final, Alice se va a África, hacia su infancia, pues evoca los libros que leía de niña sobre “El Reino de Abomey”. Además, Benín está marcado por la figura de Behanzin, el primer rey que consiguió derrotar al ejército francés con la ayuda de las amazonas. Realmente me gustó esa historia.

El accidente que sufren Abel y Marie-Louise, a quienes Louis describe como héroes, tiene que ver con el destino. ¿Cómo escribiste y filmaste esta aterradora secuencia?...
La extrema violencia de este accidente emplaza a Alice y Louis hacia sí mismos... Al comienzo de la película, cuando Louis tropieza con un póster de la obra de teatro en la que aparece Alice, Zwy le dice: "Te enfrentas a eso, amigo mío". Tanto Louis como Alice lo hacen.
El accidente que sufren Abel y Marie-Louise, a quienes Louis describe como héroes, tiene que ver con el destino. ¿Cómo escribiste y filmaste esta aterradora secuencia?
La extrema violencia de este accidente emplaza a Alice y Louis hacia sí mismos... Al comienzo de la película, cuando Louis tropieza con un póster de la obra de teatro en la que aparece Alice, Zwy le dice: "Te enfrentas a eso, amigo mío". Tanto Louis como Alice lo hacen.

Tenemos entendido que el apartamento está en Roubaix...
Sí, ¡pero esta vez no rodé en una casa! Abel, siendo representante de ventas, no podía permitirse el lujo de vivir en otro lugar. Esta es mi segunda película rodada en un apartamento, que me recordó a aquel en el que vivía el padre de Nora en “Reyes y Reina”. Y un apartamento pequeño también, ¡así que tuvimos que salir! Al mismo tiempo, en este lugar moderno, los recuerdos del pasado se han acumulado. Podemos encontrar cosas viejas, montones de recuerdos guardados en cajas al final de la película, como en mi documental, “L'Aimée”, que les permite seguir adelante.

¿Cómo elegiste a tus actores?...
Como “Asuntos Familiares” es una película de larga duración, me acostumbré a no escribir para actores. Limitaría mi imaginación. Cuando dejé la pluma, supe que el papel de Louis era para Melvil Poupaud. Estoy muy impresionado por su madurez. Tenía muchas ganas de verlo en un papel rico en desesperación. Simplemente pensé, ¡ya era hora! Nos conocimos, y mencionó a Jack Nicholson en “Mi vida es mi vida”, ¿cómo no podríamos llevarnos bien? ¿Marion? Marion…Hice esta película para Alice, con el fin de liberarla y estaba seguro que Marion sabría cómo liberarla conmigo. Si hay una actriz a la que no podemos juzgar, a la que amamos incondicionalmente, ¡es Marion Cotillard! Ella es notable, evidente, y no puedo explicar por qué. Yo la amo incondicionalmente. La cara de Marion, es como un mapa que nos guía, pero ¿un mapa de qué? De la infancia, de sus terrores, del asombro o de una tristeza que no sé cómo sondear. Al contar la historia de esta familia cristiana caucásica, quería que la película fuera abierta. Después de “Paterson” de Jim Jarmush, donde Golshifteh Farahani interpreta a una mujer con aspecto de niña, quería verla en el papel de una mujer. Zwy es el mejor amigo de Louis y es judío. En esta película no tiene digresiones ni disfraces. Llegó Patrick Timzit, como un cuerpo extraño a mi cine, simplemente nos reconocimos. Para interpretar a Fidèle, abrumado tanto por su hermano como por su hermana, era difícil encontrar un actor que pudiera arreglárselas para existir entre estos dos monstruos. Siksou lo logró con gran encanto. Cosmina Stratan como admiradora rumana era obvio para mí. ¡Vamos, más allá de las colinas! Max Baissette es maravilloso. Es mayor que su personaje, pero parece muy joven. Tuvo la infancia de José y su madurez. ¡La singularidad de Max me encantó tanto como el vuelo de Louis!

“Asuntos Familiares” mezcla violencia y dulzura, a veces dentro de una misma escena. ¿Cómo trabajaste con tus actores para conseguir variaciones tan sutiles?...
Estoy en contra de los ensayos en el cine. Leemos los textos para modificarlos. En plató, Melvil respetó el texto hasta la última coma. Marion y yo nos atrevimos a cuestionar el texto original, antes de iniciar cada toma. Todas las noches intentaba refrescarlo un poco, para sorprender a los actores. Estaba abrumado, totalmente conmocionado, por lo que me ofrecieron Marion y Melvil. Nos transportó el príncipe caído de Melvil y Marion, para quien nada es imposible y que hace ligero cualquier obstáculo.

Te reuniste con la directora de fotografía Irina Lubtchansky. ¿Cómo trabajaron juntos en los contrastes y colores de la película, que comienza con la sombra y el luto y termina bajo el ocre radiante de Benín, haciendo eco de los ladrillos rojos de Roubaix?...
Estos colores responden entre sí. Evocábamos los juegos de miradas entre quien mira y quien es observado en la película. Alicia devora a Lucía con la mirada y viceversa. Durante la calificación, Irina y yo queríamos dar la sensación de que Lucía se ilumina cuando Alice la deja, mientras que Louis está en la sombra cuando Zwy se ilumina. Irina lo manejó magistralmente.

¿Cómo trabajaste la gramática cinematográfica?: los movimientos de cámara, el plano-secuencia en el teatro, los intensos primeros planos de los rostros de los actores...
Es maravilloso inventar cosas con Irina. Melvil Poupaud juega con todo su cuerpo en el espacio. Tiene una figura esbelta al estilo de Cary Grant y, sin embargo, interpreta un papel trágico al estilo de Jack Nicholson, y eso fue fácil para Irina. En cuanto a los primeros planos que mencionas, durante el etalonaje nunca dejé de decirle que se llevaba absolutamente bien con Marion Cotillard, ¡estoy pensando en el último plano de la película!

“Asuntos Familiares” termina así: “Estoy viva”. ¿Cine y vida por fin reconciliados en el tiempo presente?...
Bueno, sí. Para mí la función de un espectáculo es que la vida triunfe sobre la muerte, la juventud sobre la vejez, que descifremos los motivos, que consigamos remendar la trama. Sin embargo, Alice dice esta última línea entre lágrimas... Louis comienza la película en el exilio en los Pirineos, Alice la termina en el exilio en Benín. Y concluye con: “¡Estoy viva!”. También puedes escuchar: "¡Esperemos que esté viva!" La función del cine es acabar con el escepticismo. Sí, estamos vivos, somos imperfectos y maravillosos. Me encanta el final de “Con Faldas y a lo loco” de Billy Wilder: "Nadie es perfecto". Evidentemente el mundo se dirige al desastre, no dejamos de disimular y de llevarnos mal y, sin embargo, debemos avanzar hacia la vida.

Su título es la simplicidad misma...
La película dice todo lo contrario de lo que expresan los personajes. “Ya no soy tu hermana”, “Ya no soy tu hermano”. Sí, sois hermano y hermana. El título es tan directo como la historia. Alice y Louis no quieren vivir con esta idea y, sin embargo, al final, viven con ella. Así de simple.

logo radio directo


MOON ENTERTAINMENT LOGO PHOENIX ENTERTAINMENT

26 Abril solo en cines
RED HORN

Sagas del 7º Arte...

Sagas del 7º Arte... LOS ALBONDIGAS