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SINOPSIS
Nueva York, principios de los años 60. Con el telón de fondo de una vibrante escena musical y una convulsa vida cultural, un enigmático joven de 19 años procedente de Minnesota llega al West Village con su guitarra y un talento revolucionario, destinado a cambiar el curso de la música estadounidense. Mientras entabla sus relaciones más íntimas durante su ascenso a la fama, empieza a enfrentarse al movimiento folk y, negándose a ser definido, toma una decisión controvertida que repercute culturalmente en todo el mundo...
INTÉRPRETES
TIMOTHÉE CHALAMET, MONICA BARBARO, ELLE FANNING, EDWARD NORTON, BOYD HOLBROOK, SCOOT McNAIRY, WILL HARRISON, JOE TIPPETT, DAN FOGLER, CHARLIE TAHAN, P.J. BYRNE, LAURA KARIUKI, DAVID ALAN BASCHE, ELI BROWN, JAMES AUSTIN JOHNSON, ERIC BERRYMAN, NICK PUPO, BIG BILL MORGANFIELD
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Al hablar de A COMPLETE UNKNOWN, James Mangold, el realizador nominado al Oscar®, dice: "Esta es una historia sobre un momento concreto de la vida de una persona, no sobre toda su vida. Y trata de un mundo en el que se comunica en gran medida con canciones". Lo que le interesó aún más de esta época de la vida de Dylan fueron los interrogantes personales que planteaba el material: los conceptos de genio y talento inherentes con los que ciertos artistas vienen al mundo, y las satisfacciones y cargas de ese talento que pueden, al mismo tiempo, hacerte tremendamente popular y sentirte completamente solo.
El enfoque de Mangold, inspirado en Amadeus, de su mentor Milos Forman, explora a Dylan a través del prisma de los demás: sus relaciones más cercanas, e incluso sus fans, proyectan sus propias aspiraciones sobre este prodigio enigmático. Vemos a Dylan luchar bajo el peso de esas expectativas hasta que finalmente logra liberarse.
El título A COMPLETE UNKNOWN refleja la intención de Mangold de evitar explicaciones psicológicas fáciles para un hombre que ha eludido una definición fácil durante seis décadas. En su lugar, nos invita a sacar nuestras propias conclusiones, utilizando la música intemporal y profundamente personal de Dylan para impulsar la historia y descubrir el personaje a través de la interpretación.
A principios de la década de 1960, Estados Unidos era una nación en plena redefinición, lidiando con una profunda agitación social, política y cultural, con el activismo contra la guerra y la defensa de los derechos civiles en primera línea. Fue un momento de apertura en las artes y todo parecía estar sucediendo en Lower Manhattan. Asistimos al florecimiento del jazz moderno con Miles Davis, a la evolución de la comedia atrevida con Lenny Bruce, a la explosión del arte pop y el famoso estudio Factory de Andy Warhol, y al movimiento de la música folk, liderado por Woody Guthrie y Pete Seeger. El joven Bob Dylan llegó en enero de 1961 con su guitarra al hombro y se unió a un movimiento que, sin saberlo, buscaba un líder.
Ese es el telón de fondo en el que se desarrolla A COMPLETE UNKNOWN, que recorre los cuatro años que marcaron su ascenso de vagabundo en apuros a icono del rock and roll.
“En una de las primeras escenas, Dylan conoce a Woody Guthrie, internado entonces en un hospital de veteranos de Nueva Jersey, y le canta una canción que escribió para él”, explica Mangold. “Esta comunidad lo acoge y la cultura acaba elevándolo hasta que se convierte en algo más grande que el movimiento que lo acogió”.
Mangold se dejó llevar inmediatamente por las corrientes de esta historia: la del Dylan iconoclasta, las relaciones que lo rodeaban y su particular ascenso al estrellato en un lapso de cuatro años. También quería capturar la alegría y el entusiasmo de Dylan cuando enchufó su guitarra por primera vez y tocó con una banda eléctrica. Mangold, cuya visión y estilo combinan sus variadas y premiadas películas con temas humanistas, actuaciones íntimas y una puesta en escena e iconografía impactantes, ya había explorado el espacio de las películas biográficas musicales. La multipremiada En la cuerda floja, que escribió, dirigió y produjo, fue la que llevó a Reese Witherspoon a ganar un Óscar® por su interpretación de June Carter Cash. También había explorado el rico terreno de las relaciones interpersonales y la narración sutil en su exitosa película independiente de 1995, Heavy, que ganó el Premio Especial del Jurado a la Dirección en el Festival de Cine de Sundance. Y después de años de éxito con películas nominadas a los Oscar®, que abarcan desde westerns hasta superproducciones de superhéroes como El tren de las 3:10, Le Mans '66 y Logan, estaba deseando explorar otra historia que retratara la encrucijada de la música, la fama y la cultura. Pero sabía que una película biográfica convencional no era la receta adecuada para explorar a un artista, especialmente a Bob Dylan. Y ahora, después de 19 películas que abarcan todo el multiverso de géneros cinematográficos, Mangold cierra el círculo con A COMPLETE UNKNOWN, un drama musical ambientado en un momento y un lugar cruciales para la historia de la música.
El ascenso de Dylan se produjo en un momento crucial, con la Guerra Fría amenazando todos los aspectos de la vida. La crisis de los misiles de Cuba llevaría al mundo al borde de la catástrofe, seguida del asesinato de JFK en 1963, que haría añicos la inocencia de toda una nación. En medio de toda esta agitación, el Movimiento por los Derechos Civiles cobró fuerza, como quedó patente en la Marcha sobre Washington de 1963 en el Monumento a Lincoln, donde Dylan actuó poco antes de que Martin Luther King pronunciara su discurso “Tengo un sueño”. Esta época fue testigo de un intenso choque entre las viejas normas y los ideales emergentes. Mientras muchos salían a la calle a manifestarse, Dylan canalizó sus creencias en una música que inspiró a toda una generación y, a lo largo de las siguientes seis décadas, acabaría consolidando su estatus de figura icónica. Artistas de todos los géneros y épocas seguirían interpretando sus canciones y letras imperecederas. Sin embargo, a pesar de su influencia, Dylan, negándose a encasillarse en las normas artísticas, también ha logrado mantenerse como un enigma para la cultura en general.
Mangold también había dirigido a la superestrella Angelina Jolie en su primera nominación a los Premios de la Academia (y su última victoria) con Inocencia interrumpida, así que conocía el valor de trabajar con una estrella de cine carismática a la vez que un actor intuitivo. Mangold y Timothée Chalamet, que acababan de recibir la aprobación de la crítica y el reconocimiento de los premios por películas como Call Me by Your Name y Dune, se embarcaron en una dinámica asociación creativa. Chalamet reconoce que sabía muy poco de Dylan, aparte de su estatus de icono musical estadounidense, pero estaba dispuesto a abordar el papel porque reconocía al ser humano fascinante con múltiples facetas que estaba en el origen de esta increíble producción artística.
El productor Jeff Rosen, representante de Dylan desde hace mucho tiempo, había estado trabajando en una película de este tipo. En un principio adquirió los derechos del libro de 2015 del escritor Elijah Wald titulado Dylan Goes Electric!: Newport, Seeger, Dylan, and the Night That Split the Sixties y trabajó con el guionista nominado al Oscar® Jay Cocks para adaptar el libro, que documenta el momento decisivo de 1965 cuando Dylan sorprendió al mundo con un concierto eléctrico y acompañado de una banda en el Newport Folk Festival. En 2018, Searchlight Pictures y el equipo creativo y de producción formado por Mangold, Chalamet, Fred Berger, Alex Heineman, Bob Bookman, Peter Jaysen, Alan Gasmer y Rosen se unieron para llevar a la gran pantalla a esta historia icónica.
EL ICONO. TIMOTHEE CHALAMET COMO BOB DYLAN...
En palabras de Chalamet: “Se pueden hacer dos versiones de una película sobre Bob Dylan. Una versión que es una clase magistral de comportamiento sobre un tipo que no solía mirar a los ojos a la gente y el misterio que lo rodeaba, o hacer algo que podría ser falso en cuanto a su vida y su obra, una recopilación de sus grandes éxitos que ignora el hecho de que su carrera no fue una trayectoria en línea recta. Jim actuó rápidamente para mantener el equilibrio entre desmitificar a Bob y no caer en la adulación”.
Tras la llegada de la COVID-19 en 2020, se sucedieron una serie de huelgas en el sector que mantuvieron la producción paralizada. El retraso supuso un largo periodo de preparación para Chalamet, que le permitió sentirse aún más cómodo con el papel y comprender mejor al hombre que iba a interpretar, además de mejorar su destreza como músico y cantante.
“Una vez que me metí en el papel, no había vuelta atrás”, dice Chalamet. “Ya era un auténtico feligrés de la Iglesia de Bob”.
Chalamet tenía mucho trabajo por delante. Para Mangold, no cabía ninguna versión de A COMPLETE UNKNOWN en la que los actores no cantaran ellos mismos. Mangold se basó en la gran acogida que tuvieron las voces reales de Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon como Johnny y June Carter Cash en En la cuerda floja, como intérpretes cuyas representaciones en la pantalla estaban impregnadas de la autenticidad de las grabaciones en directo. Después de todo, A COMPLETE UNKNOWN sería una película sobre música sin adornos y sin artificios. La visión de Mangold para este tipo de películas es evitar caer en la copia y esforzarse por lograr algo más trascendente. Sabía que, como espectador, la mejor forma de transmitir sentimientos era a través de la interpretación en directo, como hizo Dylan durante décadas en sus giras para conquistar a sus fans.
El director dice: “No quería que Timmy desapareciera. Se trata de una actuación. Quería que Timmy mostrara quién es a Bob. Si se convierte en una serie de gestos e imitaciones vocales, es como si no hubiera nadie”.
El productor Heineman añade: “Como diría Jim, tienes que crear tu propia versión del personaje. No puedes limitarte a imitar o intentar recrear exactamente quién es esa persona. Así que, aunque Timothée estudió muchísimo a Bob y obviamente aprendió la música y todo lo relacionado con el mundo en el que vivía, también creó su propia versión de Bob”.
Chalamet se dedicó a estudiar y prepararse intensamente musicalmente durante cinco años, lo que le permitió no solo perfeccionar las habilidades necesarias, sino también explorar las canciones de Dylan y hacerlas suyas. Mientras tanto, él y el célebre entrenador vocal Eric Vetro visionaron horas de actuaciones y entrevistas de Dylan, prestando mucha atención a pequeños detalles como su postura y cómo influía en su voz.
“Si de verdad quieres capturar la esencia de Bob, hay que tener en cuenta que tiene muchas capas” , dice Vetro. “Su voz tiene muchas cualidades diferentes. Es como un vino. Y Timothée tiene muy buen oído. Puede captar una idea muy rápido y sabe cómo ejecutarla como actor”.
La habilidad del actor también se reflejó en el instrumento elegido por Dylan, según el profesor de guitarra Larry Saltzman. A lo largo de los años de retrasos del rodaje, Chalamet aprendió a tocar la guitarra y la armónica. Su interpretación incluye interpretaciones en directo de las canciones icónicas de Dylan, lo que añade profundidad y autenticidad a la película.
“Cuando se aprende a tocar la guitarra, tiene que surgir algo rítmico, y creo que la gente nace con esto o no lo tiene”, dice Saltzman. “Y es muy importante cuando ves tocar a Bob porque es una orquesta de una sola persona. Le enseñaba una canción a Timmy y le explicaba: 'No te pongas nervioso si te cuesta un minuto. Esto es muy difícil'. Pero de repente, en 90 segundos, el chico lo conseguía. Se había metido de lleno en la persona y el músico que es Dylan”.
En A COMPLETE UNKNOWN, la música en sí misma es un elemento fundamental para contar la historia. Cada clásico consagrado y cada letra elegida forma parte del tejido narrativo de Mangold. La fluidez era clave, y el talento que demostró Chalamet fue asombroso, según el productor musical Nick Baxter.
“Sabíamos que teníamos que grabar muchas cosas en el plató y que nuestros actores tenían que estar preparados para hacerlo”, dice Baxter. “El hecho de que Timmy aprendiera las canciones y pudiera interpretarlas en todas las circunstancias, por ejemplo, en escenas en las que está escribiendo, o enseñando una canción a alguien por primera vez, o actuando, es algo increíble. Nada lo detiene. Puede parar, alejarse del micrófono, equivocarse con una letra, añadir un solo de armónica, subir y bajar el tempo y marcar el ritmo de la canción de forma diferente. No sé si esta película funcionaría realmente sin su talento”.
LA COMUNIDAD – UN MOVIMIENTO DE INADAPTADOS Y SOÑADORES...
Lo que más le llamó la atención a Mangold cuando se puso a trabajar con el material fueron sus fabulosas cualidades. Según su visión, el joven Dylan tenía una idea de su propio destino cuando viajó a Manhattan en 1961 sin nada en los bolsillos y con una guitarra a la espalda para conocer a su héroe, Woody Guthrie.
“No queríamos hacer conjeturas que hubieran desmitificado cómo era la vida de Bob en Minnesota”, dice Chalamet. “Por eso me encanta el título de la película, A COMPLETE UNKNOWN. Algunas cosas se dejan a la imaginación, porque el espíritu de Bob como artista es el mito de la autocreación”.
En esta época, Woody Guthrie estaba considerado como una figura divina de la música folk. “Es una especie de dios moribundo con el que te encuentras al principio de la película”, dice Chalamet, cuando Dylan descubre que su héroe ha sufrido los estragos de la enfermedad de Huntington. Mientras tanto, Pete Seeger, amigo íntimo de Guthrie, está preparado para asumir el trono del folk. Pero entonces, gracias a una combinación de talento, intuición y determinación, llega Dylan, que acaba apoderándose del movimiento.
El actor Scoot McNairy, que interpreta el papel del héroe de Dylan, Guthrie, dice: “Bob se mete de lleno en ese mundo. Se entrega a esa relación, y es una relación que crece con el paso del tiempo, hasta la muerte de Woody”.
McNairy se crio en el oeste de Texas y conoce la música y el activismo de Guthrie. Era consciente de que, en ese momento, cuando conocemos a Guthrie en la película, había perdido la capacidad de hablar debido a la progresión de su enfermedad neurodegenerativa. “Es uno de los papeles más difíciles que he interpretado”, afirma. “Intentas actuar sin todas las herramientas a las que estás acostumbrado. Te quitan tus gestos, tu tono, tu físico, todo lo que tienes. Lo único con lo que puedes hablar son los ojos”.
Para el papel de Seeger, Mangold eligió al actor nominado al Oscar® Edward Norton en una especie de movimiento atípico. “Edward no solo tiene un parecido físico con Pete que es sorprendente, sino que creo que también era una oportunidad para que hiciera algo diferente”, dice Mangold. “Edward suele interpretar personajes más oscuros. Pete es una especie de ángel, es una versión de Fred Rogers en clave de música folk. Es muy difícil encontrar historias en las que Pete pierda los estribos. Aunque lo persiguiera el gobierno o tuviera conflictos con otros por los derechos civiles o cualquier otra cosa, siempre encontraba la forma de dirigirse a sus némesis de una manera amable”.
Para Norton, la oportunidad de aprender y tocar la música de Seeger con el banjo fue un gran gancho. Es un actor que se siente atraído por ese tipo de trabajos enriquecedores y complicados.
“Pete Seeger tocaba un estilo antiguo de banjo que incluso algunos de los mejores intérpretes de hoy ya no tocan”, dice Norton. “Tocaba con un estilo muy folklórico y sencillo, pero hacía algo complejo. Peter Yarrow [de Peter, Paul and Mary] dijo que Pete Seeger era la única persona que cantaba una canción tres veces al mismo tiempo. La cantaba, te enseñaba a cantarla y armonizaba con ella una vez que te había enseñado a cantarla.”
Pero dejando de lado los obstáculos técnicos, tanto Norton como Chalamet se sintieron atraídos por la oportunidad de acercar a una nueva generación a las aportaciones de Seeger y Dylan al tejido cultural. Su colaboración sigue siendo una de las más trascendentales de la historia de la música, sobre todo por cómo se distanciaron, un hilo narrativo importante en A COMPLETE UNKNOWN.
En palabras de Norton: “Hay un aspecto que me parece muy interesante en la evolución de su alianza. Las razones por las que uno puede admirar a Bob Dylan y a Pete Seeger pueden ser divergentes sin que eso reste mérito a ninguno de los dos. Lo interesante de su relación radica en la forma en que las personas pueden cruzarse, seguir el mismo camino y luego divergir sin juzgarse. Hoy en día hay demasiada polarización, y esta relación trata, en última instancia, de encontrar empatía y ser capaz de entender el punto de vista de la otra persona”.
El espíritu activista de Dylan fue despertando de forma progresiva, pero sobre todo a través de su relación con dos mujeres que aparecen en la película: la valiente artista y luchadora por la libertad Sylvie Russo, un sustituto de la Suze Rotolo en la vida real, y la famosa cantante Joan Baez.
“Sylvie es un alma creativa, una intelectual, realmente comprometida, con una gran motivación política, hermosa y vibrante”, dice Mangold. “Y ve a Bob de una manera que no muchos pueden: ve a través de él. Ella es la única persona normal en este mundo de excéntricos, nuestra embajadora que, en cierto modo, lo mantiene a flote”.
Para el papel, Mangold eligió a la actriz Elle Fanning, nominada a los premios Emmy®. “Su relación es tan especial porque, a medida que su fama crece, ella quiere estar con él porque lo ama, pero ya lo amaba antes de que fuera 'Bob Dylan'“, dice Fanning. “Ella no necesitaba todo ese brillo y glamour, y nunca se conformó. Era única y estaba muy segura de sí misma”.
Chalamet, que ya había trabajado con Fanning, añade: “Estaba muy agradecido, porque Elle es alguien a quien conozco desde hace mucho tiempo. La ventaja que tiene trabajar con un actor o una actriz con quien ya has trabajado en el pasado es que ya existe una relación, y eso fue una ventaja para Bob y Sylvie. Tienen esa intimidad que solo se da en los primeros amores, cuando parece que se conociesen desde hace mucho tiempo. Es un primer amor que, hasta el día de hoy, Bob protege con fiereza. Tanto es así que la única petición de Bob, cuando leyó el guion de Mangold, fue que cambiara su nombre”.
Por su parte, Joan Baez entra primero en la vida de Dylan como un símbolo del éxito que busca, pero acabará siendo una compañera de viaje en la lucha contra los tiempos que tenían que cambiar.
En palabras de Mangold: “Al principio, Joan tenía cierta ventaja sobre él, porque ella ya había triunfado desde su adolescencia. Así que, al conocerla, él se encontró con alguien que ya había alcanzado un gran éxito y se sentía como pez en el agua tanto en el mundo del espectáculo como en el de la música. Cuando busqué a alguien para interpretar a Joan, lo quise a alguien que pudiera encarnar ese tipo de aplomo”.
Encontró a su Joan en la actriz Monica Barbaro. Al igual que Chalamet, Barbaro pasó por el calvario de los profesores de canto y el estudio de la guitarra, hasta encontrar su propia versión de una leyenda para hacerse con el papel.
“Cuando conocemos a Joan, ya es la reina del folk”, dice Barbaro. “Pero ella quería tener una música que dijera más. Y Bob compone una música contundente. Además, habla con valentía y dice lo que piensa. Esto causó una gran conmoción en la comunidad folk. Creo que Joan fue una de las primeras personas en hacer suyas esas palabras y en utilizar su propia posición para impulsar los inicios de la carrera de Dylan”.
De hecho, la grabación de la canción de Dylan It Ain't Me Babe, y sus duetos en directo con él en otras como Blowin' in the Wind, jugaron un papel importante en el ascenso a la fama de Dylan.
“Lo que han encontrado el uno en el otro es alguien que puede hacer algo que el otro no puede, lo que produce tanto rivalidad como admiración y además chispas”, dice Mangold. “Cuando buscas actores para que actúen uno contra otro, quieres actores que tengan una energía interior diferente. Monica aporta ese peso, esa fuerza y esa conciencia de su valía. Por su parte, Timmy siempre está pensando en cómo va a atacar la escena”.
Barbaro se encargó de encontrar el número de teléfono de la siempre formidable y vital Báez y se puso en contacto con ella directamente durante la preproducción. Quería saber todo lo que pudiera sobre la persona real.
“Cuando colgamos el teléfono, creo que me deshice por fin de la obsesión de querer impresionarla”, dice Barbaro. “Al hablar con ella, me di cuenta de que nunca podría ser ella, de que no había forma de estudiar o esforzarme lo suficiente para convertirme en ella. Ella es un ser único”. Barbaro se sintió aliviada después de la conversación, lo que le permitió encarnar plenamente el papel.
Para completar el trío de influencias artísticas de la película en la trayectoria de Dylan, tenemos al propio Hombre de Negro, Johnny Cash. Interpretado por el actor Boyd Holbrook, Cash, protagonista de la película de Mangold de 2005 En la cuerda floja, apoya la rebeldía de Dylan y se convierte en un compañero de viaje. “Haz ruido, B.D. Deja un rastro de barro en la alfombra”, le dice Cash en la película.
“Johnny Cash es un personaje extremadamente masculino y con los pies en la tierra, y me encanta la contradicción entre él y Bob”, dice Mangold. “Me encanta esta amistad entre Johnny y Bob que existió en la vida real en ese periodo, y también lo tremendamente diferentes que eran estos tipos. Johnny es una especie de figura poderosa del sur, enorme, con gran presencia escénica. Toca rock and roll y es una estrella mucho antes de que Bob lo sea. Pero también se enfrenta a demonios similares a los de Bob”.
Cash y Dylan fueron una especie de amigos por carta hasta que finalmente se conocieron en el Festival de Folk de Newport de 1964, un año antes de que Dylan electrificara al mundo desde ese mismo escenario. Holbrook reconoce que estaba nervioso ante la idea de interpretar al personaje, pero encontró algo cautivador en la naturaleza reservada de Cash en la historia.
“Está intentando mantenerse a flote, y creo que se aferra a Bob”, dice Holbrook. “Es esa sensación que te recorre la espalda cuando escuchas algo y se te ponen los pelos de punta. Admiro mucho eso de Johnny que, a pesar de ser el mayor del grupo y un pilar de la música desde hace mucho tiempo, le escribe a este chico tan joven y le dice: 'Eres un fenómeno. Lo que estás haciendo me deja alucinado'“.
El productor Rosen facilitó a Mangold y a la producción mucha correspondencia entre las dos leyendas de la música, un tesoro inestimable para ahondar en una relación que apenas se ha explorado.
El resto del mundo de Dylan está formado por su famoso y duro mánager Albert Grossman, interpretado por Dan Fogler, y su amigo y mánager de gira Bobby Neuwirth, interpretado por Will Harrison, así como por varios personajes clave de la escena musical folk estadounidense, como el promotor paternalista Harold Leventhal (P.J. Byrne) y el dogmático musicólogo Alan Lomax (Norbert Leo Butz), entre otros.
Las figuras clave de la banda de Dylan son Charlie Tahan como el organista Al Cooper y Eli Brown como el guitarrista Mike Bloomfield. La película también cuenta con Eriko Hatsune como Toshi, la esposa de Pete Seeger, Big Bill Morganfield como el músico de blues Jesse Moffette y David Alan Basche como el productor musical John Hammond.
EL LOOK – RECREANDO UNA ERA...
A principios de la década de 1960, Nueva York era un país de las maravillas que rebosaba esa energía artística y bohemia que Mangold estaba deseando revivir en la pantalla.
“Jim imaginó una película con textura, descarnada y cochambrosa, con yeso desconchado y paredes en ruinas, óxido, hollín, colillas y basura”, afirma François Audouy, el diseñador de producción de Mangold durante la última década. “Sin embargo, la Nueva York actual tiene una atmósfera más aséptica. Lo hemos limpiado con una máquina de chorro de arena y hemos descubierto que esa textura y esas capas fijas se han convertido en un gran activo para nosotros. Resulta que la otra orilla del río Hudson se parece más a Nueva York que la propia ciudad.
MacDougal Street en Greenwich Village se convertiría en el escenario central de la película y del movimiento que Dylan estaba a punto de liderar. Audouy llega a llamarla el “personaje principal” de la película, repleta de clubes, galerías y cafés, todos llenos de poetas, pintores y músicos que se alimentan unos de otros.
La producción transformó Jersey Avenue, en el centro de Jersey City, en la MacDougal Street de la época, con escaparates que imitaban a lugares famosos como The Kettle of Fish, Café Reggio, Café Wha, Don and Elsie's Music Box, Minetta Tavern y The Gaslight. Audouy se tomó algunas libertades artísticas con la geografía, pero mantuvo vivo el espíritu vibrante del lugar.
“Es imposible recrear una manzana de la ciudad de Nueva York de forma exacta”, afirma. “Tienes que adaptarte a los activos y a los edificios que tienes a tu disposición, pero intentas que tenga buen aspecto para recrear un recuerdo más que una simple copia”.
Eso no quiere decir que los detalles no fueran exhaustivos. Si por ejemplo te fijas en un quiosco, verás que está lleno de revistas antiguas y caramelos. Si miras hacia arriba, al segundo piso de un edificio, verás ropa colgada en un tendedero, algo típico de la época.
Audouy afirma: “No dejé de presionar a los pintores de escenarios y a los decoradores para que añadieran ese tipo de capas viscerales. Como dice la letra de Bob Dylan: `How does it feel?` ¿Cómo podemos hacer que estos escenarios transmitan algo al público?” Y, fiel a la visión de Mangold, había basura vintage y suciedad auténtica esparcidas cuidadosamente por toda la manzana.
Además, la película incluye muchas escenas de locales de música en directo. Se utilizaron varios teatros y bares antiguos de Nueva Jersey para recrear los interiores de lugares como el Carnegie Hall y el Gaslight. Pero las escenas de los festivales de música al aire libre de Monterey (California) y Newport (Rhode Island) son momentos cruciales de la historia, sobre todo el clímax que se produce en Newport en 1965. Para el rodaje, se encontró un parque cerca de Westfield (Nueva Jersey) que era lo suficientemente grande para construir escenarios para estas secuencias.
“Era un festival que cualquiera podía permitirse. Fue antes de que las corporaciones se hicieran con el control”, dice Audouy. “Quería crear un ambiente en el que sólo hubiera unos pocos puestos a disposición de los jóvenes: un vendedor de camisetas, un tipo que vendía un boletín. De hecho, era muy popular y entrañable”.
Rosen lleva décadas profundamente inmerso en el mundo de Dylan, pero aun así se sorprendió cuando pisó el escenario del festival de Newport. Ha sido una parte crucial del espíritu y el legado de Dylan durante todo este tiempo, pero A COMPLETE UNKNOWN dio a Rosen la oportunidad de experimentarlo por primera vez.
“Nunca había estado en el Festival de Música Folk de Newport, pero he hecho documentales sobre este tipo de cosas y he visto todo el material; en lo que a mí respecta, el Festival de Cine de Newport era en blanco y negro”, dice. “Así que ir allí y ver las carpas de color azul me partió el corazón. Todavía no me lo puedo creer”.
El único escenario que se recreó minuciosamente mediante una réplica forense fue el Estudio A, el legendario espacio de grabación de Columbia Records donde Dylan grabó temas que cambiaron el mundo como “Mr. Tambourine Man” y “Like a Rolling Stone”. Audouy se basó en las miles de fotografías que existen del estudio, que fue vendido a A&R en 1967 y posteriormente demolido en 1983.
“Está repleto de pequeños detalles y guiños”, dice Audouy sobre esta nueva versión del espacio. “Hemos recreado la mesa de sonido y la mesa de mezclas en la sala de sonido. Hemos reproducido todas las paredes y cortinas, el mismo suelo, todos los instrumentos, micrófonos y altavoces”.
Uno de los decorados favoritos de Audouy era el apartamento de Dylan en la Calle 4, cuyo interior se construyó en un plató de cine. Es un lugar que destila historia.
Según Audouy, “puedes aprender mucho sobre Bob Dylan y cómo era de joven con solo sentarte tranquilamente en ese espacio y absorber los detalles, sobre todo con todas las capas de detalles que nuestra decoradora de sets, Regina Graves, añadió al set”.
LA FOTOGRAFÍA...
El tomo de looks de Audouy para A COMPLETE UNKNOWN, repleto de imágenes y fotografías inspiradoras, alcanzó la friolera de 200 páginas. Audouy compartió gran parte de ese libro con Phedon Papamichael, el director de fotografía habitual de Mangold nominado al Oscar®, e incluía el trabajo de fotógrafos como Don Hunstein, por supuesto, cuya sesión con Dylan y Suze Rotolo dio lugar a la icónica portada de The Freewheelin' Bob Dylan.
Los dos hablaron mucho sobre el aspecto Kodachrome de los años 60 y la forma en que se capturaba el color en las películas de entonces. Pero en cuanto a las especificaciones, el pasado chocó con el futuro ya que Papamichael, cuya colaboración con Mangold se remonta a hace 20 años, al thriller Identidad de 2003, rodó la película con la cámara digital Sony Venice 2.
“No soy un director de fotografía muy técnico, pero esta herramienta me parece increíble porque tiene una altísima sensibilidad a la luz”, dice. “Y tengo unas lentes hechas a medida que son un híbrido de unas lentes anamórficas muy antiguas de las series B de los años 60 y 70. Tienen el tacto y la textura de The French Connection o El último deber. Y con Jim solemos trabajar con lentes más anchas. La relación de aspecto anamórfica permite hacer primeros planos que siguen capturando el entorno, incluyendo el blocking y las interacciones”.
La gran sensibilidad de la cámara Venice permitía filmar con poca luz con mayor facilidad, lo que resultaba útil para captar muchas texturas y detalles hermosos, especialmente en las escenas nocturnas de la ciudad.
EL DISEÑO DE VESTUARIO...
La relación de la diseñadora de vestuario Arianne Phillips, nominada a los Premios de la Academia®, con Mangold se remonta aún más atrás que la de Papamichael, a Inocencia interrumpida, el drama de 1999 ganador de un Oscar®. Estaba emocionada de reunirse para trabajar en la historia de otro icono musical, después de haber pasado gran parte de su primera etapa profesional vistiendo a estrellas del rock como Madonna y Lenny Kravitz. “Sentí una conexión muy personal con el entorno y con lo que estaba sucediendo en ese momento”, dice Phillips. “Y sé que esas primeras experiencias, para mis padres, marcaron a las personas en las que se convirtieron, en términos de sus valores, sensibilidades, su sentido del deber y la justicia”
En esta película, los trajes cuentan una historia muy concreta, que va desde Dylan, un joven y apasionado debutante, hasta su transformación en una superestrella segura de sí misma e influyente. Al principio, está muy influenciado por su héroe, Woody Guthrie. Se viste como un trabajador: camisas a cuadros, chaquetas Pendleton, vaqueros de carpintero. Se alejaba de la forma de vestir de los adultos de la época.
. “Fue una rebelión”, como dice Phillips, una identificación con el proletariado, que se convirtió en sí mismo en un modelo de resistencia.
“Había un protocolo en la forma de vestir de antes de los años 60”, dice Phillips. “Era bastante formal si lo comparamos con cómo nos vestimos hoy en día. Llevaban sombreros. No se usaban petos para trabajar ni para la calle. En la película vemos a los jóvenes cambiando las cosas aunque este período es anterior a los hippies. De hecho, va de 1961 a 1965”.
A medida que avanza la película, Dylan encuentra su voz y su lugar en el mundo, pero también su propio estilo, que es el resultado de sus experiencias en Estados Unidos y en el extranjero. En palabras de Phillips: “Se nota la influencia de cuando iba y venía de Inglaterra y empezó a salir con músicos. Es interesante porque era un gran fan de Buddy Holly cuando era más joven, y eso se nota en su pelo y su ropa. Luego llegó Woody Guthrie. A continuación, se nota la influencia de cuando conoció a los Beatles. Estaba creando su propio estilo que duraría casi 60 años. Hoy en día, es el arquetipo de rock and roll que conocemos: las chaquetas de cuero, los chaquetones negros, los pantalones de rayas”.
Pero aunque la película es, en cierto modo, un estudio íntimo del personaje, Phillips señala que también abarcó mucho más en términos de vestuario. Vistió a más de 4.500 actores secundarios para la película, además de los más de 100 papeles con diálogos y las aproximadamente 15 estrellas principales. De hecho, solo el personaje de Dylan tiene más de 60 cambios de vestuario.
“Esta película tiene una escala y un alcance enormes”, afirma Phillips. “Empecé en Los Ángeles, acumulando un stock de prendas de diferentes compañías de vestuario. Buscamos en tiendas vintage y en mercadillos. Una vez que llegamos a Nueva Jersey y estuvimos todos juntos, fue muy divertido porque se produjo una maravillosa comunicación entre los departamentos. Parecía una fábrica, donde había ensayos y donde los actores venían para las pruebas de vestuario, peluquería y maquillaje”.
Al igual que Audouy y Papamichael, Phillips se sumergió en la investigación cinematográfica y fotográfica, pero comparte con ellos el objetivo de mantener un aspecto auténtico sin caer en la imitación. Los diseños y la paleta de colores también tienen una base realista, sin ser excesivamente estilizados.
“La forma en que Phedon ha rodado e iluminado la película tiene un aire descarnado. Sé que era muy importante para Jim que pudiéramos plasmar ese tipo de pátina descarnada de los primeros tiempos de Nueva York”, afirma Phillips. “Así que, para mí, se trataba de controlar mucho el color en cuanto a sombras y luces y ciertos colores. Siempre estoy calibrando la forma en que se ilumina la película”.
Evidentemente, Chalamet tuvo numerosas sesiones de prueba con Phillips. Descubrió que el actor era increíblemente generoso con su tiempo y muy dispuesto a colaborar. Phillips afirma: “Venía con una guitarra y juntos descubríamos y desenterrábamos a Bob juntos. Creo que he ayudado a guiar el viaje visual de Bob mientras él trabajaba en el viaje musical de Bob. Formamos una especie de maravilloso grupo de reflexión, trabajando para crear quién iba a ser nuestro Bob Dylan”.
DISEÑO DE PELUQUERÍA Y MAQUILLAJE...
El aspecto general de Bob Dylan es sorprendente, reconocible al instante incluso por la silueta o en medio del resplandor de la luz del escenario. Para empezar, una gran parte de esa ecuación es el cabello.
“A Phedon y a mí nos encantó ver cómo el pelo de Bob cobraba vida, al igual que en la portada del álbum Greatest Hits”, afirma Mangold. “Pero creo que hay tres looks realmente identificables en la película. Está el chico que llega a Nueva York. Luego está el joven Bob, una vez que consigue un contrato discográfico. Y luego está el Bob del 64, 65 con el pelo afro y las Ray-Ban. Cada uno de esos looks conlleva una ingente cantidad de trabajo sinérgico que, con suerte, evoca la imaginación, pero que tampoco hace desaparecer al actor”
Según Stacey Panepinto, jefa del departamento de maquillaje: “Estudié cientos de imágenes de Bob durante los años que abarca la película. Su rostro cambió a medida que maduraba. Perdió su redondez. Así que hicimos algunas cosas para disimularlo. También tenía varias longitudes de patillas que utilizamos para mostrar el paso del tiempo. Otros pequeños detalles incluyen su afeitado irregular, sus uñas largas y a veces sucias y las ojeras”.
Chalamet tenía ideas muy claras sobre la prótesis nasal que quería llevar en la película. Al final, se decidió por algo que transmitiera sutileza, creando un cambio en su rostro lo suficientemente grande para que Dylan destacara sin que fuera un tema de conversación.
“En el caso de Timothée, trabajé junto a otro maquillador para aplicarle la prótesis mientras le arreglaban el pelo”, dice Panepinto. “Los tres intentamos que tardara unos 90 minutos en peinarse y maquillarse cada día".
Panepinto también se encargó de transformar a Edward Norton y Boyd Holbrook en Pete Seeger y Johnny Cash, respectivamente. El último le resultó especialmente divertido.
“Boyd es rubio y de ojos claros”, dice, muy alejado del cantante de pelo y ojos oscuros de Cash. Casi todos los días había dos o tres maquilladores trabajando con él a la mismo tiempo para prepararlo. Probamos tres narices diferentes, así como prótesis de las orejas. Teñimos sus cejas, pestañas y cabello y le bronceamos y también le pusimos lentillas oscuras”.
En cuanto a Norton, Mangold dio al actor libertad total para su metamorfosis de Seeger. El cabello y los dientes serían una parte muy importante de este proceso, y al final, Norton se superó a sí mismo.
“Hizo que un dentista estético le modificara los dientes para que se parecieran más a los de Pete en este papel”, cuenta Panepinto.
LA MÚSICA – SONIDO Y FURIA...
Capturar cada día en el plató las numerosas actuaciones musicales improvisadas en directo iba a ser un caos, pero la producción contaba con un arma secreta en su departamento de sonido. El mezclador de producción Tod A. Maitland ha sido nominado a cinco Óscar® y, lo que es más importante, ha sido pionero y ha perfeccionado el proceso de grabación en el plató de actuaciones musicales en directo en películas como The Doors, de Oliver Stone, y West Side Story, de Steven Spielberg.
“Antes, lo que hacías era reproducir una pre-grabación de sonido”, explica Maitland. “Así que, cuando ves la película, los oyes hablar y hablar y hablar, y de repente, ¡bum!, se trasladan a un entorno sonoro precioso que suena totalmente falso. En las películas modernas, intentamos que sean más reales. Aunque tengamos que usar playback, hay formas de hacerlo que dan la sensación de que no hay una ruptura con lo que estamos filmando”.
Cuando Maitland leyó el guion de A COMPLETE UNKNOWN, supuso que toda la música se grabaría en directo en el plató. Pero una vez que empezó el trabajo, quedó claro que el plan implicaría el uso de playback, con la única finalidad de ganar tiempo. Las únicas piezas destinadas a grabarse en directo fueron una escena dedicada a la composición de canciones y el momento en el hospital cuando Dylan canta una canción para Woody Guthrie.
Pero las cosas cambiaron rápidamente gracias a la determinación de Chalamet. Maitland recuerda ese momento crucial al principio del rodaje, la primera vez que había una escena en la que actúa delante de un público, cuando Dylan toca en el Carnegie Hall.
Según Maitland: “Cuando faltaban cinco minutos para rodar esa escena, íbamos a usar playback. Pero Timmy dijo: 'Voy a tocar en directo'. Entonces hubo una gran discusión y Timmy dijo: 'Mira, he trabajado cinco años para conseguir este papel. He estado practicando con la guitarra. He estado trabajando en todo. No voy a usar playback'“.
Después de eso, nunca volvieron al plan original.
“Hemos hecho el 98% de esta película en directo y sin auriculares”, dice Maitland. “Incluso cuando grabas en directo, muchas veces tienes la música en el auricular. De esta manera, puedes grabar el diálogo en directo y luego editarlo y añadirle la música después, lo que facilita mucho la posproducción. Pero en esta película no hay ningún mecanismo de sincronización ni nada por el estilo, y se ha convertido en una nueva forma de trabajar para mí. Nunca había trabajado de una manera tan libre.
“En muchas escenas de la película solo aparecen Bob y su guitarra, así que, para mí, el espacio adquiere una gran importancia”, dice Maitland. “En todos los lugares en los que grabamos, utilizamos un micrófono vintage diferente para poder crear un verdadero tapiz de sonidos. Cada micrófono suena de forma muy diferente”.
Los días con más sonido fueron los dedicados a recrear el Festival de Folk de Newport de 1965. Había hasta 30 micrófonos. “Grabamos todo el show, nuestro segmento de 22 minutos, de principio a fin”, dice Maitland.
La escena comienza con un grupo de presos cantando en cadena, luego un maestro de ceremonias, luego Baez, Dylan y Seeger. Al mismo tiempo, hay escenas entre bastidores con diálogos mientras los artistas cantan.
“Las grabé todas al mismo tiempo. Además tenía micrófonos situados en el exterior grabando el ambiente, grabando a la multitud”, dice Maitland.
Para el productor musical Nick Baxter y el supervisor musical Steven Gizicki, que han pasado gran parte de sus vidas en estudios de grabación, grabar las secuencias de la sesión en el hiperrealista y completamente funcional plató del Estudio A fue todo un placer. Contrataron a músicos reales para las escenas en las que Dylan y su nueva banda graban clásicos como “Subterranean Homesick Blues” y “Like a Rolling Stone”.
“Tuvimos mucha suerte ya que contamos con las partituras de todas las canciones de la banda y ha sido toda una aventura explorarlas”, afirma Baxter. “Jeff Rosen ha sido de gran ayuda y ha contribuido de manera decisiva a reunir grabaciones históricas. Ver cómo los chicos van encontrando la canción a medida que la graban es fascinante. Bob es conocido por no hacer muchas tomas. Una vez que encuentran la canción, la buena onda, ya está. No hay necesidad de repetirlo”.
Una secuencia que muestra la grabación del éxito imperecedero “Like a Rolling Stone” es un excelente ejemplo de la importancia de esta textura.
“La letra, el ambiente y el espíritu tienen mucha importancia”, dice Baxter. “Si la tocas sin tener en cuenta todo eso, no funciona. La canción se desmorona muy rápidamente. Así que esa fue un verdadero rompecabezas. La redujimos al mínimo y nos aseguramos de hacer todo lo posible para recrear la magia de algunas de esas grabaciones, porque son realmente increíbles”.
OTRA MÁS. DE VUELTA A CASA...
A la vez que evoca momentos culturales específicos de la vida de esta leyenda de la música, A COMPLETE UNKNOWN también aspira a tener un atractivo universal. Al igual que el propio Dylan, su fuerza reside en conectar a través de generaciones.
Mangold se sintió afortunado de poder hablar en persona con Dylan durante el proceso de escritura del guion y de preproducción. Una de las cosas que le quedó clara fue la carga que supone saber qué hacer con tu sueño una vez que lo has hecho realidad.
“Puedes ser muy bueno escribiendo canciones y también muy bueno grabándolas, cantándolas y tocándolas”, dice, “pero eso no quiere decir que aceptes de buena gana lo que el estrellato o la fama traen consigo, ni la carga de brillar y estar disponible para millones de personas que te aman, te odian, te guardan rencor o tienen grandes expectativas sobre ti”.
Para Chalamet, fue una oportunidad para estudiar y absorber una de las figuras más trascendentales de todos los tiempos. Quizás incluso para aprovechar su propia conexión con el público actual para hacer que esa huella sea aún mayor.
Chalamet afirma: “Bob es la inspiración de muchas cosas sin que la gente lo sepa. Así que esta película es como una humilde invitación a tender un puente para llegar a Bob Dylan, no solo para un público más joven, sino para el público que no lo conoce”.
El productor Heineman añade que, aunque es posible que un público más joven no esté tan familiarizado con Dylan como un público de más edad, sí que puede sentirse cautivado por la historia de una persona que ha triunfado por sí misma. Sus letras resuenan tanto ahora como cuando se escribieron en los años 60 y a menudo son versionadas e interpretadas por artistas que se inspiran en la composición intemporal de Dylan. “No se trata solo de Bob Dylan”, dice. “Se trata del nacimiento de un artista. Se trata de alguien, como diría Bob, creándose a sí mismo, y creo que es un mensaje universal que dice que si tienes un sueño, puedes hacerlo realidad”.
Para empezar, A COMPLETE UNKNOWN solo representa una pequeña parte de la vida y la época de Bob Dylan. Pero es una parte con una gran carga temática que permite comprender cómo nació una estrella y cómo cambió una cultura. El polémico concierto de Dylan en el Festival de Folk de Newport de 1965, que continúa hoy en día, eliminó las barreras entre géneros y generaciones. Popularizó el folk rock en un instante y marcó una profunda división entre el pasado y el futuro. Su lanzamiento en agosto de ese año, Highway 61 Revisited, con el himno de la época “Like a Rolling Stone”, fue considerado uno de los mejores álbumes de todos los tiempos. En 2023, lanzó su 40º álbum de estudio, sin mostrar signos de alejarse de la cultura del rock and roll que tanto ayudó a crear.
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