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Desde que comenzamos nuestros estudios en la Escuela de Cine hemos querido hacer una película sobre la novela Black de Dirk Bracke. Su historia y su escenario son muy familiares para nosotros dos ya que hemos crecido en una ambiente similar y hemos experimentado la vida en bandas juveniles en Bruselas. Para la mayoría de la gente, la realidad de las bandas callejeras es un mundo totalmente diferente, una realidad con la que no tienen ningún tipo de conexión. Aunque tampoco la tenía Dirk Bracke pero, ha sabido contar la historia más allá de la dura apariencia de las bandas. Ha sabido contarnos por qué un joven se mete en una de esas bandas, cómo funcionan internamente y cuales son los motivos por los que puede aparecer la violencia en ellas.
Las bandas callejeras, los denominados distritos conflictivos y los problemas multiculturales han sido siempre los principales temas en nuestros trabajos cinematográficos.
Con 'Black' estábamos listos para subir un peldaño más en nuestra carrera como directores.
En nuestras películas anteriores habíamos logrado experimentar y, sobre todo conectar, con las partes “prohibidas” de la ciudad. Con 'Black' esperamos haber conseguido una calidad similar a la película francesa 'El Odio' (1996) de Matthieu Kassovitz.
Esta película ha sido un buen ejemplo para nosotros no solo como directores sino también como jóvenes extranjeros. Black va dirigida no solo a los que viven en estos barrios de Bélgica sino a todos aquellos que viven en barrios conflictivos de cualquier ciudad.
'Black' es una película brutal y realista sin llegar a ser un pseudo-documental. Queremos mostrar lo difícil que es la realidad de estas bandas a un público mucho más amplio.
Como directores nos gusta tener un estilo accesible, comparable al cine americano, tanto a nivel de imágenes como en el montaje. Con Black deseamos dar a los jóvenes una imagen muy concreta de la realidad de las bandas en Bruselas, mezclada con la historia de 'Romeo y Julieta' en la ciudad.