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SINOPSIS
En un entorno natural de agua y bosques, diez animalitos de diferentes especies nacen, crecen, se observan y se persiguen. ¡Buenos días, mundo! es un paseo por la naturaleza muy bien documentado que nos acerca a una fauna y una flora de papel, que a la vez es muy realista. La naturaleza nos acompaña y con ella conocemos los seres vivos que la habitan mientras nos enseña a respetar todo lo que nos rodea. Con esta observación del entorno tan agradable también aprendemos sobre nuestra propia vida y la aventura de crecer....
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NOTAS DE LOS DIRECTORES...
Cerca del agua, donde hace millones de años apareció la vida por primera vez en nuestro planeta, nace un pequeño lucio. Lo acompañamos mientras descubre el mundo y la riqueza y belleza que lo rodean. Irá encontrando criaturas microscópicas y todo tipo de insectos, aves y mamíferos que, como todas nosotras, nacen, se quieren y se perpetúan. Hacerse mayor también es cambiar la manera de ver el mundo.
Todos estos animalitos siguen el curso de la vida cerca del agua rodeada de vegetación. El paisaje cambia con el paso de las estaciones, la alternancia de la noche y el día y por el efecto del sol y de la lluvia.
En este mundo, a veces, los más débiles son los más fuertes y a veces estos son los más débiles, porque en esta gran aventura que es la vida, no siempre ganan los más fuertes.
Cada criatura vive una experiencia diferente y a través de sus pasiones y su carácter vemos una visión diferente, divertida y poética del mundo. Una visión coral de un mundo muy diverso y, a la vez, compartida por todos.
A medida que se van haciendo mayores, cada animalito descubre sus capacidades y sus sueños evolucionan. Qué tienes que comer o quién se los puede comer son cosas que se aprenden enseguida, pero también hay muchos otros factores que rigen la vida, como la simbiosis, la adaptación, la metamorfosis, etc.
Las aventuras y los encuentros de estos animales muestran los vínculos que se establecen entre los distintos seres vivos. Nadie está solo en este mundo, todas estamos relacionadas unas con las otras. Las dudas, las preguntas y los diferentes puntos de vista ofrecen una visión complementaria y construyen un mundo complejo y fascinante: el nuestro.
Las miradas de sorpresa y entusiasmo de todos los animales de ¡Buenos días, mundo! nos hacen redescubrir una naturaleza que pensábamos que ya conocíamos. Nos invitan a volver a hacernos la pregunta universal: ¿Quién soy yo entre toda la vida que me rodea?
En esta obra cinematográfica, los títeres, las esculturas, la pintura y la animación reinterpreta la naturaleza y nos la muestran como nunca la habíamos visto.
Es el mundo visto desde la mirada creativa del arte.
¡Buenos días, mundo! es un film de animación naturalista, una herramienta pedagógica para que el público descubra la fauna y la flora que nos rodea y para ayudar a conocer la alteridad animal. En este film, los animales piensan en voz alta, hablan con la naturaleza y comparten sus deseos y sus esperanzas y alegrías.
El respeto por todos los seres vivos es primordial, del más pequeño al más grande, del más débil al más fuerte; cada animal y cada planta tienen su función a la hora de mantener el equilibrio de los ecosistemas.
Unos 110 títeres y centenares de esculturas representan 76 especies animales, 43 especies vegetales y 4 de setas. Una labor minuciosa en que cada rama, cada hoja, cada brizna de hierba es una obra de arte en sí misma. Esta naturaleza de papel presenta un mundo esculpido, pintado, muy bien documentado y creado a partir de una observación muy rigurosa.
Por este motivo, Anne-Lise Koehler se rodeó de naturalistas expertos y apasionados como Jean Chevallier, Michèle Lemaire i Laurent Arthur del Museo de Historia Natural de Bruges, miembros del Parque Natural Regional de Brenne y de la asociación Charente Nature; también trabajó con el director de documentales Patrick Luneau, que es un especialista en la tortuga de lago.
Los materiales que se han utilizado se detectan sutilmente en la obra final: papel, telas y pintura. Para construir los títeres y los decorados, el material principal que se usó fueron las hojas de papel de los libros la prestigiosa colección La Pléiade comprados en diferentes mercados y anticuarios. El papel es un material muy humano, un vehículo de cultura, de símbolos y de sueños. Utilizar papel combinado con la técnica del stop-motion era una manera de trasladar a la pantalla lo que sentíamos: habitualmente tenemos dificultades para entender qué le ocurre a nuestra vecina, no sabemos cómo piensan un erizo y una salamandra. Sólo conocemos los animales a través de nuestra propia cultura, pero ¡Buenos días, mundo! les da voz propia.
ENTREVISTA A LA DIRECTORA ANNE-LISE KOEHLER...
La génesis del proyecto...
El origen del proyecto surge de mi interés por los animales y las plantas «salvajes» y de la necesidad que tenía de transmitir este entusiasmo. Cada vez nos alejamos más de este mundo natural y vivimos en conexión con nuestras vidas urbanas y en vinculación constante con el ser y el tener que hacer. Estos espacios y pensamientos tan «reducidos» nos desconectan de la gran diversidad de la vida y nos alejan de nuestro propio ser, de nuestros deseos y de nuestras preguntas esenciales. La naturaleza es sobre todo una gran lección de libertad. Hay muchas maneras de vivir y de buscar la felicidad. Observar y analizar esta vida salvaje nos hace cambiar la manera como vemos el mundo y como enfocamos nuestra existencia.
En la historia de la evolución de los seres vivos, la humana es una de las especies más jóvenes. Todavía tenemos que aprender mucho de todas las otras especies. Las tortugas son admirables, prácticamente no han cambiado desde la prehistoria.
Son fuertes y tranquilas y se adaptan a prácticamente todos los entornos.
Si observamos la naturaleza a lo largo de nuestra vida, aprenderemos de las libélulas, que son muy valientes, desarrollaremos la paciencia gracias a los avetoros y nos maravillaremos con el entorno como los lucios.
Con esta película, queríamos observar el mundo desde otro punto de vista, desde un lugar y una experiencia que todos los seres vivos tenemos en común: el momento de nacer.
Tanto los seres humanos, como las águilas, los gusanos de tierra y las brizas de hierba nacemos y vivimos el momento de la infancia. Tenemos muchas cosas en común y, a la vez, hay muchas cuestiones increíbles y sorprendente que nos diferencian que es muy interesante descubrir.
Preguntar qué es lo más importante de la vidapara un castor o para un lucio, también hace que nos lo preguntemos y pensamos sobre qué nos aporta felicidad.
Enfoque creativo...
El proyecto se ideó en conjunto con Eric Serre desde el principio. Estudiamos juntos y trabajamos habitualmente en los mismos proyectos desde hace más de veinte años.
Yo había escrito el guion y Eric propuso utilizar la técnica de animación stop-motion. Me gustó mucho compartir esta aventura juntos porque combina mi experiencia como escultora y su talento, sus ideas y sus propios intereses además del entusiasmo y el dominio que tiene en la animación y la puesta en escena.
ENTREVISTA AL DIRECTOR ERIC SERRE...
Relación con el proyecto...
La aventura de formar parte de ¡Buenos días, mundo! fue un viaje de descubrimiento.
Mientras paseaba per la ribera del río, miraba bajo tierra o me adentraba en el bosque, descubrí un mundo muy diverso y lleno de colores, un mundo muy parecido al mío y, a la vez, muy diferente.
Sólo tuve que observar con atención y con mucho amor el mundo de papel que había creado Anne-Lise Koehle para dejarme llevar por la fuerza y la belleza natural. Cada día que pasaba me sentía más identificado con el paisaje. Este viaje me permitió descubrir animales que no conocía y plantas sorprendentes.
Después de muchas horas de observación y búsqueda, mi mirada se volvió aún más respetuosa y cambió mi punto de vista respecto a este entorno, en el que incluso una planta cualquiera del lado del camino, mal nombrada «vulgar», es una joya.
Al final de este viaje, que duró más de nueve años, me parece muy importante compartir y expresar mi admiración por el universo de una artista que también es una gran amiga, Anne-Lise Koehler, y quiero destacar su mirada tan respetuosa y delicada de la naturaleza. El mundo en que vivimos es sorprendente, increíble y está lleno de una riqueza que va más allá de nuestra imaginación. Es muy, muy recomendable introducirse y pasar un buen rato para honrarlo.
La codirección...
Además de tener una concepción artística muy similar y una experiencia compartida a la hora de trabajar con imágenes en movimiento, con Anne-Lise nos une una amistad de hace más de veinte años. Por eso decidimos compartir todo el proceso de creación de este film desde el inicio del proyecto para compartir los retos artísticos y técnicos que presentaba. A la hora de trabajar, ambos hacíamos propuestas y desarrollamos cada una de las 1200 escenas del film. Los dos hicimos de dibujantes, de escultores, de escenógrafos y de directores. Esta fluidez a la hora de hacer todos los papales es la esencia de nuestro sistema de trabajo, nos estimula intelectualmente y nos permite trabajar muy cerca de los equipos de producción. Haciendo este proyecto con Anne-Lise aprendí técnicas de modelaje y de escultura. Incluso tuve la oportunidad de hacer los gasterópodos y los ratones además de hacer director, de diseñador y de encargarme de la animación.
La animación...
¡Buenos días, mundo! es una obra cinematográfica híbrida, a medio camino entre la fotografía, la escultura y el dibujo. Fue fantástico dirigir el rodaje y supervisar todo el proceso de animación. Cada personaje escondía sorpresas y tenía su carácter particular, no fue un trabajo en absoluto monótono ni rutinario. Cada escena se tenía que animar fotograma a fotograma con los animalitos delante de la cámara, hicimos 90.000 fotografías. Esta técnica también desgasta físicamente y requiere mucha concentración y destreza. Hay que ser muy minucioso para evitar cualquier dificultad. A un ritmo de unos segundos por día, con la animación daba vida a cada personaje con todo tipo de detalles, después de mucha documentación para asegurarme de que reproducía y de que había entendido los movimientos de cada animal.
Este vínculo que se establece entre el animal y el animador es clave para dotar a la criatura de papel de un carácter propio para que cautive al público. Todo el proceso de creación de este film fue fascinante. Pude crear con esta nueva técnica y espero volver a utilitzarla muchas veces más.
GALERÍA DE FOTOS
https://cineymax.es/estrenos/fichas/101-b/146973-buenos-dias-mundo-2019#sigProId907ec4d65e