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NOTA DE LOS DIRECTORES...
Hay algo de autobiográfico en esta historia. Ninguno de los dos se ha acostado con el ídolo del otro (que hayamos confesado), pero como los protagonistas de la película, nosotros también somos pareja desde hace diecisiete años y nuestra relación está llena de complicidad, de sueños compartidos y de fantasías secretas.
Y también de crisis. Nosotros hemos superado unas cuantas. Prometemos que esto sigue siendo una comedia, pero permitid que nos quedemos con un día, porque como dice César en la película: “La historia puede cambiar en un día. El día D o el 11S también fueron solo un día… Pero, joder qué día”.
Ese día de febrero, mientras cada uno trabajaba en su oficina, con las ojeras de haber dormido poco y llorado mucho, y cuando parecía que nuestro mundo se iba a acabar, César le envió un email a Teresa con un link a YouTube. Cuando ella lo abrió, Coque Malla cantaba “No puedo vivir sin ti”. Teresa lloró. Esa canción hablaba de nosotros.
Del sexo de reconciliación cuando volvimos a casa no podemos dar detalles, pero sirva esta confesión para ilustrar el poder de la música, que junto a la mitomanía y la pareja son temas recurrentes en nuestros cortometrajes y en los que ahondamos en nuestra ópera prima.
Buscando a Coque es una comedia romántica sobre una pareja en crisis, que viaja en busca del mito, aunque en realidad quiere recuperar la pasión ahogada por la rutina.
La oportunidad que nos brindó Beatriz Bodegas (La Canica Films) de rodar en Miami gran parte del filme dotó a la historia de la atmósfera que precisaba. Miami se ha convertido en una protagonista más de la película. Una ciudad mastodóntica y llena de contrastes, en la que todo el mundo se desplaza en coche. Un lugar en el que los personajes se encuentran perdidos, porque pese a que todo el mundo habla su mismo idioma, el ruido impide que puedan entenderse (una metáfora perfecta de lo que está sucediendo en su relación).
Los protagonistas de esta historia se llaman igual que nosotros, porque nos hemos desnudado tanto construyendo estos personajes, que mientras escribíamos el guion nos hemos hecho algunas de las preguntas que sobrevuelan la película: ¿Quiénes seríamos nosotros si no lleváramos diecisiete años consensuando todas nuestras decisiones (desde no tener hijos, hasta que serie ver cada noche)? Y más allá: ¿Quiénes seríamos nosotros sin nuestros ídolos?
Alexandra Jiménez y Hugo Silva encarnan a unos Teresa y César que mejoran a los originales (a la vista está). Ambos destilan un talento y una capacidad para la comedia desde la verdad, que es imposible dejar de mirarlos. Ellos son una versión 2.0 de nosotros, manteniendo en la ficción la química que nuestra pareja desprende en la realidad. Porque si algo está claro en César y Teresa (los de la realidad y los de ficción) es que se quieren mucho.
La música de Coque Malla nos inspiró mientras escribíamos el guion y es la banda sonora que acompaña a los protagonistas en su búsqueda del ídolo por Miami. No son casuales la elección de los versos “sinceramente, quiero saber qué estoy haciendo aquí”, “déjate llevar, deja de frenar”, o el mítico “no puedo vivir sin ti”, que articulan la historia a modo de playlist temática y emocional. Coque Malla representa en nuestra película el mito inalcanzable y, como tal, está revestido de un halo de misterio. Es el comienzo y el final de la aventura y también la excusa que los personajes necesitan para ahondar en sus sueños y frustraciones.
Pero Coque no solo es un gran músico y actor, es una persona con un tremendo sentido del humor. Tanto como para embarcarse en este proyecto. Una maravillosa osadía que para nosotros engrandece el mito del artista.
La productora nos ha facilitado también poder contar con un elenco de actrices y actores secundarios que no pasarán desapercibidos, así como la posibilidad de rodar con un equipo de primera que ha hecho crecer exponencialmente la película que un día imaginamos. Por tanto, aquellos a los que no les guste nuestra historia, tendrán la excusa perfecta para comentar lo fantásticas que son la fotografía, el arte, el vestuario, el montaje, el maquillaje y peluquería o el sonido de la película.
Soñábamos con dirigir este largometraje porque además de la música de Coque Malla, un día nos enamoramos de las comedias de los Hermanos Marx, de Woody Allen o de Nora Ephron, entre otros. ¿Dónde estaríamos ahora mismo si nos hubiéramos fijado en otras personas? Nunca lo sabremos. Solo nos queda soñar y fantasear. Esto es lo que hacen nuestros protagonistas. Ese es el gran poder del cine. Y de la música.
Buscando a Coque es para nosotros el hijo que nunca tendremos. Lo hemos cuidado y mimado hasta lo patológico. Ahora sale de casa y ya no será nuestro, sino vuestro. Por favor, tratadlo con cariño.