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CONTEXTO...
   Durante más de 20 años, Lorenz Hart y su socio Richard Rodgers (Rodgers componía la música y Hart la letra) combinaron sus respectivas genialidades para crear una serie de musicales de éxito como Pal Joey, Los Hijos de la Farándula, Muchachos de Siracusa y On Your Toes. A menudo también conocidos como los “Gilbert y Sullivan Americanos”, Rodgers y Hart serán siempre recordados por canciones como ‘My Funny Valentine’, ‘The Lady Is A Tramp’, ‘Where or When’, ‘With A Song In My Heart’, ‘Isn't It Romantic?’, ‘My Heart Stood Still’, ‘Bewitched’, ‘I Didn't Know What Time It Was’, ‘Manhattan’ y ‘Blue Moon’.
  BLUE MOON, de Richard Linklater, cuenta la historia del legendario letrista Lorenz Hart enfrentándose con valentía al futuro mientras su vida, tanto profesional como personal, se desmorona en la noche inaugural del musical ¡Oklahoma! creado por su antiguo compañero creativo.
  Tras esa noche y a lo largo de más de 16 años, Rodgers y Hammerstein se convirtieron en el tándem de compositores de más éxito de la historia del teatro musical estadounidense, con títulos como Al Sur del Pacífico, Carrusel, El Rey y Yo y Sonrisas y Lágrimas.

LA PRODUCCIÓN...
  Hace más de una década, el guionista y director Richard Linklater, nominado en cinco ocasiones al Óscar (la trilogía de Antes, Boyhood (Momentos de una Vida)), recibió de su amigo y colaborador Robert Kaplow el guion de BLUE MOON en su formato más primigenio. Linklater admite estar apasionado por la forma de pensar de Kaplow: “Es historiador y un romántico, le gusta mucho adentrarse en determinados momentos del pasado. Me encanta la música de los años 30 y 40, y ahí es donde Robert y yo conectamos: ambos somos personas de otra época. Me envió esta pieza en la que había estado trabajando: una noche en la vida de Lorenz Hart, pero en la noche del estreno de ¡Oklahoma! Era una idea loca y retorcida, ver el triunfo de ese musical pero a través de los ojos del viejo letrista”.
  Linklater habló del proyecto con Ethan Hawke hace muchos años y recuerda que a ambos les conmovió la fuerza emocional del guion de Kaplow. “Ver cómo la cultura te deja atrás es algo igual de hermoso que triste. Sabía que era algo difícil de sacar adelante como película porque prácticamente todo transcurre en una sola habitación. Me preguntaba si una película entera podía sostenerse en un único espacio, tanto en el tono como en las interpretaciones. Cuando Ethan y yo hablamos por primera vez del proyecto, él era demasiado joven. No resultaría creíble en un papel de hombre mayor, pero han ido pasando los años y ha crecido hasta poder convertirse en ese personaje”.
  “Tanto Rick como Ethan se sintieron conmovidos por la compasión que despertaba la historia de un genio como Lorenz Hart y por cómo ese momento en la historia estaba dejándolo atrás”, recuerda el productor John Sloss (I’m Not There, La Última Bandera). “La transición de Rodgers, que pasó de trabajar con Hart a trabajar con Hammerstein, fue inmensamente importante”.
  La película se inspira en la correspondencia que mantuvieron Hart y una joven, cartas que Kaplow investigó para el guion. De la mujer no se sabe mucho, más que se llamaba Elizabeth y que mantenía una fluida correspondencia con Hart, lo que dio pie al guion de Kaplow. “Hart mantenía correspondencia con una estudiante de la Universidad de Yale”, explica el productor Mike Blizzard (Hit Man. Asesino por Casualidad, Clemente). “Se conservan once cartas que ella le escribió. Partiendo de un solo lado de la conversación, puede intuirse el otro. No sabemos con certeza si llegaron a conocerse, pero él la envió flores. Así que Robert se hace la pregunta: ¿y si realmente se conocieron? ¿Y si Lorenz se enamoró de ella?”.
  Cuando Blizzard leyó el guion por primera vez, lo entendió como un juego que transcurre dentro de un único espacio. “La película transcurre casi por completo en el famoso restaurante Sardi’s, en el barrio teatral de Nueva York. Era el lugar de reunión de la gente que trabajaba en teatro. Todo el drama sucede allí y es casi como una película de ruptura. Rodgers está dejando atrás su larga colaboración con Hart, de modo que es una historia cargada de emoción”. 
  Ethan Hawke (la trilogía de Antes, El Reverendo, Training Day (Día de Entrenamiento)) interpreta a Lorenz Hart y recuerda que el guion era uno de los mejores que había leído hasta la fecha. “Rick me envió el guion hace unos diez o doce años y me reí a carcajadas. Le llamé y le dije: ‘¡Hagamos esta película!’. Él me dijo que yo no era lo bastante mayor y que teníamos que esperar. Así que, cada dos o tres años nos juntábamos y lo leíamos en voz alta. Con el paso de los años el guion fue mejorando hasta que, por fin, llegó el momento de rodar la película”.
  Bobby Cannavale (El Irlandés, Boardwalk Empire, Blue Jasmine) interpreta a Eddie, el camarero de Sardi’s y fiel confidente de Hart. “Linklater y Hawke fueron a verme a una obra de teatro y me dijeron que tenían una película que transcurre en Nueva York y que tenían que rodarla en Irlanda. Necesitaban que la esencia de Nueva York estuviera en la sala. Así fue como me lo vendieron. Me dijeron que necesitaban que personificase Nueva York. Y así es como acabé interpretando al camarero Eddie”.
  Margaret Qualley (La Sustancia, Kinds of Kindness) interpreta a Elizabeth, el objeto de fascinación de Hart. Qualley se sintió atraída por el proyecto debido a la colaboración creativa entre Richard Linklater y Ethan Hawke. “La combinación de Rick y Ethan es extraordinaria y una oportunidad única en la vida. He soñado durante mucho tiempo poder trabajar con ellos. Soy una gran admiradora de todo el trabajo que han hecho juntos”.
  Andrew Scott (All Of Us Strangers, Ripley) interpreta a Richard Rodgers. Scott se quedó prendado de la forma en la que el guion mostraba lo efímera que es la vida. “Trata sobre la creatividad y la vulnerabilidad. Habla del reparto de talento entre las personas. A todos se nos da una cierta cantidad de talento, pero a algunas personas a las que se les concede una enorme cantidad no reciben, a cambio, mucha capacidad de resistencia y les cuesta vivir en su mundo. La película también trata sobre la amistad y las grandes relaciones que se crean en el teatro y el cine. Para mí, esa es la verdadera esencia del guion”.

LORENZ HART – SUS LUCES Y SOMBRAS...
  La aportación de Hart a la industria del teatro musical estadounidense no puede subestimarse. El ingenio afilado de sus letras, que a menudo reflejaban su turbulenta vida privada, ha hecho que su nombre sea sinónimo de las luces brillantes de Broadway. Linklater describe a Hart como “probablemente el mejor letrista estadounidense de todos los tiempos. Esas letras y esa música perdurarán para siempre. BLUE MOON es fundamentalmente una película de ruptura. Rodgers en parte ha seguido con su vida. ¡Oklahoma! ha sido un éxito enorme, aunque hay rumores de una futura reunión con Hart. Sus vidas se están separando. Este es el comienzo de la segunda mitad de la carrera de Rodgers, que ya era bastante fructífera pero que luego alcanza cotas sin precedentes. Hart es el tipo que se queda atrás. Siempre hemos considerado que esta película habla de la ruptura, pero en lugar de dos amantes, son dos artistas. Hay amor entre ellos, pero también exasperación”.
  Hawke considera que el estilo lírico de Hart es mágico y verdaderamente dinámico. “Sus letras tienen algo que le encanta a la gente; son agridulces y melancólicas. Es tremendamente divertido y emotivo al mismo tiempo, algo que probablemente sea mi tema favorito en la poesía: algo divertido y profundo. No era una persona grande. Era un hombre diminuto y estaba luchando constantemente por llamar la atención de cualquier forma posible”.
  Hawke no era plenamente consciente de quién era Hart cuando leyó el guion por primera vez. “Rodgers y Hart fueron una especie de Lennon y McCartney de su época”, comenta Hawke. “Conocía un montón de sus canciones, que hoy son clásicos, pero no sabía que eran suyas, en gran parte porque Rodgers y Hammerstein llegaron a ser el dúo más importante del teatro musical en la historia del género, así que Hart quedó eclipsado. Es como si la banda Wings se hubiera hecho más grande que The Beatles”.
  El declive profesional de Hart se debió, en parte, a su adicción al alcohol, que lo convirtió en un compañero creativo distante y complicado. “Larry es un tipo que sufre mucho, y el alcohol es un analgésico, así que depende enormemente de él”, señala Hawke. “Pero no es una película sobre la adicción, sino sobre una persona adicta y cómo quienes sufren de adicción buscan aquello que piensan que les va a sanar”.
Lorenz Hart era un hombre muy pequeño. Medía menos de un metro cincuenta, algo que probablemente contribuyó a su baja autoestima e inseguridad. “Cuando la gente vea a Ethan en esta película, no le van a reconocer”, apunta Sloss. “Físicamente, Lorenz Hart no podía ser más distinto de Ethan Hawke, pero él lo encarna en cuerpo y alma”.
  Para Latham Gaines, el consultor de estatura, la altura era esencial para comprender a Lorenz como persona. “La altura de Larry explica mucho sobre su carácter y su relación con el mundo que le rodea. No es solo una cuestión visual, para Ethan también ha sido una cuestión emocional, algo que le ha ayudado a encarnar al personaje”.
  Hawke trabajó junto al diseñador de maquillaje David Keith Atherton (Deuda de Honor, Oz, Un Mundo de Fantasía) para transformarse en Hart. “David ama la interpretación”, comenta Hawke. “Esta realmente concienciado en ayudar a que el actor se meta en el papel. Ha sido un compañero inestimable a la hora de construir a Larry y eso ha sido maravilloso. Era importante que fuese un cambio sutil pero a la vez drástico. Larry Hart es muy distinto de mí, así que necesitaba un cambio que no resultara forzado. El maquillaje tenía que permitir que Larry saliera a la luz”.

EL REPARTO QUE SOSTIENE A HART...
  Durante el transcurso de BLUE MOON, Rodgers y Hart siguen manteniendo relación, pero están en diferentes etapas de sus carreras y con planes de reunirse en un revival de Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo.
  “Rodgers y Hart tenían una amistad extraordinaria, creativa y hermosa” comenta Andrew Scott. “Siempre es fascinante ver cómo esas relaciones y sus dinámicas se van revelando. Yo diría que, en este punto de la historia, Richard Rodgers está más interesado en dejarse guiar por lo que dicta su corazón. Quiere inyectar a sus musicales más emotividad y eso es lo que exploró junto a Hammerstein. Sin embargo, siente un profundo respeto por Larry Hart y lo quiere muchísimo. Así que resulta agridulce verlos interactuar”.
  “Es un gran reto interpretar a alguien tan legendario, pero creo que el mayor desafío es saber incorporar y entender la naturaleza de su amistad”, continúa Scott. “La amistad entre Lorenz Hart y Dick Rodgers es lo más importante. Eso es lo que quieres que sienta el público: que son dos amigos muy íntimos que están en momentos muy diferentes de la vida. Todos hemos sentido alguna vez que ya no estábamos en el mismo punto vital que un amigo. Era importante dejar de lado lo famosos que son y recordar las dinámicas de su relación”.
  Es la noche del estreno de ¡Oklahoma!, la primera producción del dúo Rodgers y Hammerstein. Se percibe claramente la tensión con Hart, algo de lo que Simon Delaney era consciente a la hora de construir a su personaje. “Hammerstein y Hart tenían una relación profesional. Se movían en los mismos círculos. Cuando Rodgers se separa de Hart y forma equipo con Hammerstein las relaciones empiezan a ser un poco conflictivas. Así que, el 31 de marzo de 1943, había mucha tensión en el ambiente”.
  Alejada de los pesos pesados del musical neoyorkino encontramos a Elizabeth, el amor no correspondido de Hart. “Elizabeth admira a Hart e intenta aprender de él”, describe Qualley. “En principio Hart está enamorado de Elizabeth, aunque no se sabe si eso realmente ocurrió o no es más que una proyección. Lo cierto es que tienen un vínculo muy especial”.
  Durante la vida de Hart y tras su muerte se especuló sobre su sexualidad. Tenía amigos que creían que era un hombre homosexual no declarado. Para Hawke, esta suposición y la relación de Hart con Elizabeth crean una dinámica muy interesante en la película. “Es interesante que un hombre de cuarenta y siete años pueda ser homosexual y estar locamente enamorado de una mujer de veinte. Es una circunstancia fascinante, ¿por qué se enamoró tan profundamente de ella? Ella no ve la relación del mismo modo, pero Hart piensa que ella podría salvarle la vida”.
  Eddie, el camarero del Sardi’s, es casi como un terapeuta para Hart tras haberle servido copas y escuchado sus divagaciones en innumerables ocasiones. “Larry considera a Eddie su amigo”, afirma Cannavale. “Es un gran apoyo. De algún modo le da seguridad. Esa noche se está celebrando un éxito musical y Larry no tiene nada que ver con ello, así que es una noche difícil para él. Sin embargo, mientras Eddie esté en la barra, Larry tiene un lugar seguro al que acudir”.

ESCOGIENDO AL REPARTO...
  Linklater y Hawke tenían muchas ganas de volver a coincidir es BLUE MOON. “Este es probablemente el trabajo más exigente que le he visto hacer a Ethan”, afirma Linklater. “Es un personaje pequeño y prácticamente calvo. Ha sido un proceso muy duro para Ethan, pero ha estado entusiasmado de meterse en el personaje”.
  “Pensé en Margaret Qualley, me reuní con ella hace un año más o menos y me encantó que estuviera interesada en el papel”, comenta Linklater sobre cómo escogieron a Elizabeth. Elizabeth es un personaje misterioso y dramatizado, así que Linklater buscaba a alguien capaz de captar su energía y la admiración que Hart siente por ella. “Necesitábamos a alguien que pudiera darle vida de forma creíble y encarnar a ese personaje. Trabajar con Margaret ha sido realmente divertido. Ha encarnado a esa chica universitaria alegre y libre a la perfección”.
  “Llevábamos unos años pensado en Bobby Cannavale para el papel de Eddie. No es un papel extenso, pero es crucial para la historia. Bobby ‘es’ Eddie, es muy Nueva York, así que hemos tenido muchísima suerte de contar con él”. Linklater conoció a Cannavale hace veinte años, pero solo habían trabajado juntos una vez. “Me siento muy afortunado de que esté en esta película”, admite Linklater. “Todo lo que hace es muy fresco y real. Si esto fuera deporte, lo querrías en tu equipo. Es el que hace que ganes el campeonato. Es un actor con un talento increíble. No puedo decir suficientes cosas buenas sobre él”.
  Hawke estuvo hace muchos años de viaje familiar en Londres donde vio una obra de Hamlet protagonizada por Andrew Scott y quedó completamente impresionado por su talento. “Quería llevar a mi hijo a ver Hamlet, y cuando fuimos aluciné con el joven actor protagonista. He visto esa obra muchas veces, y a gente muy buena interpretarla, pero esa fue la mejor producción que había visto. Me quedé con su nombre a la espera de poder trabajar con él algún día. Entonces saltó a la fama y se convirtió en una gran estrella. Sabíamos que las escenas entre Hart y Rodgers iban a ser diálogos complicados, así que necesitábamos a alguien apasionado con el guion y que le gustase la forma de trabajar de Rick. He encontrado en Andrew Scott al compañero perfecto”.
  Rodgers es un personaje tan importante y conocido que fue más difícil de encontrar. “Pensé en Andrew Scott, pero supuse que estaría ocupado”, comenta Linklater. “Aun así, le enviamos el guion y nos emocionamos cuando le gustó el material. Estoy muy feliz con el reparto, es simplemente perfecto”.
  Scott tenía muchas ganas de trabajar con Hawke, especialmente en las escenas más íntimas dentro de ese espacio tan bullicioso. “Ha sido un placer trabajar con Ethan”, comenta. “Me encanta ver lo que hace. Es un compañero de escena extraordinario, es muy generoso. Ethan entiende la naturaleza de una noche de estreno y lo abrumadoras que pueden ser, así que hemos intentado captar esa sensación y la forma de mantener una conversación con alguien en un entorno tan tenso”.

EL DIRECTOR DE ORQUESTA...
   Hawke tenía veintitrés años y estaba protagonizando una obra cuando conoció a Linklater y, según él, “hicieron migas al instante”.
“Rick y yo estuvimos hablando toda la noche y, poco después, hice una audición para Antes del Atardecer”, explica Hawke. “Esto fue en el verano de 1994, así que en los últimos treinta años hemos tenido tiempo para trabajar en ocho películas juntos. BLUE MOON es la novena. Me encanta su forma de pensar y de trabajar y su interés por la humanidad. Los actores anhelan tener una colaboración significativa con un cineasta, y trabajar con cineastas brillantes es clave para tener una carrera de éxito. Nosotros hemos trabajado y colaborado juntos durante más tiempo del que Rodgers y Hart lo hicieron, así que sabemos de lo que hablamos”.
  Blizzard solo tiene elogios para la atención al detalle de Linklater y su capacidad para elevar el trabajo de quienes le rodean. “Casi todos los personajes de la película están basados en una persona real”, comenta. “Una de sus especialidades es coger un guion, sacar lo mejor de los actores y convertirlo todo en cine”.
  Qualley estaba encantada de tener la oportunidad de trabajar con Linklater. “Ha sido increíble. He disfrutado cada minuto. Lo admiro muchísimo. Soy muy fan de su forma de pensar y de su corazón. Tiene un enfoque absolutamente único del cine y de la vida. Esta ha sido una experiencia realmente de ensueño”.
  Delaney siempre ha apreciado la forma que Linklater tiene de trabajar con los actores. Sabe cuándo ensayar los momentos clave y cuándo permitir que los actores simplemente se lancen a la aventura. “Richard Linklater es uno de los mejores de la industria. Es el tipo de director que los actores adoran. Antes de cada escena se conversa y se ensaya. Puedes trabajar la escena una y otra vez. Cuando llega el momento de rodar, te deja avanzar y jugar con ella. Un actor quiere un director que confíe en él y con Rick eso es lo que tienes”.
  Scott destaca la creatividad de Linklater como cineasta, especialmente al trabajar en un único escenario. “Te da tiempo para entender y aprender el tono de la obra. Eso es realmente necesario cuando estás haciendo una película que transcurre en un solo espacio y que además celebra el teatro. Debes tener un grado de humildad ante eso. Escucha a los actores, especialmente a quienes tienen experiencia teatral. Sentí que podía contribuir, hablar y ser libre, que es lo que deseas cuando estás en un set de rodaje”.

LA ESTÉTICA DEL NUEVA YORK DE LOS AÑOS 40...
  Cuando el director de fotografía Shane F. Kelly (Hit Man. Asesino por Casualidad, Dónde Estás, Bernadette) descubrió que la película tendría una única localización, enseguida pensó en cómo crear imágenes dinámicas y cinematográficas. “Empecé a plantearme cómo mantener el interés visual a nivel técnico. Cuando solo tienes una localización siempre existe el temor de si vas a poder encontrar suficientes encuadres para contar la historia bien. En cuanto empecé a hablar con nuestra diseñadora de producción Susie, y vi sus bocetos y la distribución del espacio, supe cómo crear algo fresco”.
  Al tratarse de una película de época, la fotografía es visualmente distinta a la mayoría de trabajos anteriores de Linklater. “Aquí trabajamos con una paleta diferente”, explica el director. “Shane y yo hemos hecho películas de todo tipo. En esta rodamos en anamórfico, un reto que nos ha resultado divertido. Shane ha respondido a las exigencias de la película y se ha superado. Ha hecho un trabajo fantástico, pero eso es algo a lo que nos tiene acostumbrados”.
  Cuando la diseñadora de producción Susie Cullen (Abigail, Mrs. Wilson) leyó el guion, lo que consideró más importante fue recrear con exactitud la esencia del Sardi’s y, al mismo tiempo, crear un espacio visualmente interesante para la cámara. “Sardi’s es un lugar real de Nueva York”, dice Cullen. “Fue muy popular en el mundillo del teatro en los años 40 y lo sigue siendo hoy en día. Gran parte de nuestra historia transcurre en el restaurante, así que era importante aportar muchas capas sin perder su esencia”.
  Cullen describe sus conversaciones con Linklater como un proceso muy colaborativo en el que él estaba muy abierto a nuevas ideas. “Charlamos y yo le envié dibujos y modelos hechos a ordenador para ver cómo aprovechar el set lo máximo posible. Una vez que estuvo seguro de que la distribución le ofrecería suficientes ángulos nos pusimos manos a la obra”.
  Cullen tuvo la suerte de encontrar mucha documentación de la época, ya que la gente que frecuentaba estos lugares era muy famosa y solía ser fotografiada. “Hay muchísimas fotos desde esta época hasta la actualidad, y algunas cosas no han cambiado tanto. Luego elegimos la esencia de lo que queríamos usar y llevar a nuestro set, que aunque está basado en lo que había, no es absolutamente fiel a la disposición real. Como todo transcurre en un único espacio, intentamos añadir todas las capas posibles al decorado, incorporando texturas en las paredes siempre que fuera posible”.
  En las paredes del Sardi’s real cuelgan cientos de caricaturas de celebridades que han comido en el restaurante. Al recrear el restaurante en el set de Ardmore, Cullen pudo incluir caricaturas de miembros del reparto y del equipo –incluida la de Richard Linklater– para conmemorar su colaboración.
  La diseñadora de vestuario Consolata Boyle (Florence Foster Jenkins, The Queen (La Reina)) recuerda que en sus primeras conversaciones con Linklater él resumió la película como “una historia de amor”, algo que mantuvo presente durante todo el rodaje. “Esa ha sido mi premisa todo el tiempo. Así que, si alguna vez me sentía perdida o sin saber muy bien por dónde tirar, volvía a eso. Richard y yo tuvimos esa primera conversación y luego hablamos sobre aspectos concretos de cada personaje. Fueron charlas muy inspiradoras”.
  La ambientación de la época es algo que llamaba mucho la atención a Boyle. “Creo que es un momento muy importante de la historia”, continúa. “Es increíble toda la música de aquel tiempo y lo que estaba ocurriendo en Broadway. Los años 40 son un período alucinante. Hay mucha belleza y fealdad. Todo eso es muy tentador, son una mezcla irresistible de elementos. Eso que estaba ocurriendo hacía que todo resultase tremendamente relevante”.
  Para los personajes de Hart, Rodgers y Hammerstein, Boyle encontró una cantidad ingente de imágenes de su vestimenta más formal, aunque tuvo que emplear un poco la imaginación a la hora de construir su historia personal. “A esta gente la fotografiaban constantemente, así que no falta material. Sin embargo, hay menos información sobre sus vidas privadas. En cierto modo, lo que hacemos es una interpretación. Así que todo era fiel, pero la fidelidad era solo uno de los muchos elementos. Hemos intentado contar una historia maravillosa, triste, compleja y real, una historia humana sobre un genio que voló demasiado cerca del sol y cayó estrepitosamente, pero dejando algo maravilloso a su paso”.
  A la hora de imaginar el aspecto de Elizabeth, Boyle no tenía material de archivo del que partir, así que se inspiró en lo que ella significaba para Hart. “Elizabeth es una mujer maravillosa, vibrante, artística y creativa, pero también con un lado más calculador”, comenta. “Sabe adónde quiere llegar y cuáles son sus objetivos, así que hay un elemento práctico en ella que se refleja en su vestuario”.
  Al interpretar a un personaje tan particular, Hawke agradeció estar rodeado de personas tan creativas que le ayudasen a meterse en el papel. “Todo el equipo –la fotografía, la dirección, la peluquería y maquillaje, el vestuario, los actores– han ayudado a crear este retrato Larry. Hemos puesto muchísima energía en convertirlo en una figura tridimensional que el público pudiese entender”.
  “Es maravilloso trabajar con los mejores profesionales la industria”, añade Linklater. “personas que dominan su oficio y aun así siguen entusiasmadas por los nuevos desafíos y por llevar algo a buen puerto”.

PROFUNDIZANDO EN HART...
  A pesar de ser uno de los letristas más prolíficos que jamás haya pisado un escenario de Broadway, la historia de Lorenz Hart sigue siendo en gran parte desconocida. Muchos miembros del reparto y del equipo de BLUE MOON habían escuchado sus canciones, pero no sabían quién las había escrito.
  Para Blizzard, llevar la vida de Hart a la gran pantalla era una de las razones más importantes para hacer esta película. “Creo que esta es una de las grandes historias no contadas del teatro musical”, comenta. “La mayoría de la gente no sabe quién es Lorenz Hart. Puede que conozcan su obra, pero no a la persona. Es un momento muy importante, en la historia de Broadway y en general, aunque también estamos contando un relato muy personal que empapa todo lo que está ocurriendo. Hemos querido entender qué sentía Lorenz Hart en este gran punto de inflexión y en la culminación de su gran colaboración”.
  Hart puede describirse como un personaje trágico, pero para Hawke, es su humanidad y su ingenio lo que destaca por encima de todo. “Hay algo tan trágico, humano y desternillantemente divertido en Lorenz Hart”, comenta Hawke. “Todos hemos nos hemos sentido en algún momento ignorados, perdidos o confundidos. Larry Hart es una maravillosa encarnación de todo eso. Todos entendemos los celos, lo terrible que es sentirlos y cómo nos hacen comportarnos como idiotas. Si he hecho bien mi trabajo, espero transmitir la sensación que tuve al leer el guion. Espero que la gente se divierta tanto como yo. Todas las películas de Rick tienen ingenio, y eso las hace agradables de ver y que no resulten pretenciosas, así que espero que la gente vea eso en esta película”.
  “Estoy convencido de que va a destacar la virtuosidad de las interpretaciones”, añade John Sloss. “Este es un visionado imprescindible para quienes estén interesados en la historia del teatro musical. También para quienes quieran ver a grandes actores trabajando juntos con unas interpretaciones de altísimo nivel. Richard Linklater es uno de los grandes narradores visuales de nuestro tiempo, alguien que ha reunido a un gran número de seguidores. Creo que cualquiera que aprecie su forma de hacer cine no va a sentirse decepcionado”.
  Cuando necesitaba una luz que guiara la realización de la película, Linklater siempre recurría al trabajo de Rodgers y Hart. “Todo gira en torno al amor o a la falta de él”, resume. “Un amor imposible que simplemente no se va a hacer realidad. En el mejor de los casos, queremos que BLUE MOON sea como una canción de Rodgers y Hart: hermosa, divertida, ingeniosa y triste”.

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