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Se trata de una película coral, cruda y dura que ha sido interpretada por actores naturales, ha tardado casi cinco años en ver la luz, impulsada con el esfuerzo desinteresado de un equipo de profesionales apasionados capitaneados por su productor Rubén Fernández y más de 120 personas que participan en el reparto.
'Criando Ratas' se puede definir como un modelo de terapia empleado con sus actores no profesionales. Muchos de ellos han llevado una vida marcada por las drogas y los delitos y han encontrado en el cine una forma de escapar de ese mundo, de evadirse y de dar un paso al frente en un acto de superación y reinserción.
Se puede entender la interpretación como una forma de profesionalizar su tiempo de ocio, de sacarlos de las calles y hacer que descubran una serie de talentos que permanecían ocultos en ellos. Una forma de utilizar su experiencia vital para la creación de una obra de arte.
El trabajo en equipo necesario para la producción de una película, la empatía, la asertividad, o la puntualidad, son requisitos imprescindibles para el éxito de estas obras y, a la vez, son herramientas que permiten desarrollar a estos jóvenes sus habilidades sociales. Además, con el fruto de su trabajo aumenta el sentimiento de recompensa, de realización y superación personal.
La película se convierte en una herramienta para canalizar sus emociones, sus sentimientos internos, su rabia... Se convierte en la forma de hacer visible su sufrimiento, un método para dar voz a los barrios marginales. El sufrimiento y la dureza con la que la vida les ha tratado por fin será reconocible para el gran público. La sociedad ya no tiene por qué permanecer ajena a esta realidad oculta. A través de su obra se realiza un trabajo de crítica social, una forma de plasmar su realidad y darle visibilidad.
Alejada de un modelo convencional, “Criando Ratas” abandona la narración clásica para buscar un estilo cinematográfico hiperrealista, que presenta las cosas “tal como son”. La película tiene como protagonistas a los vecinos de zonas periféricas que viven en primera persona la delincuencia.
Sin apenas presupuesto y con interrupciones policiales, que a menudo cacheó al equipo, “Criando Ratas” se adentra en los barrios humildes de Alicante -Colonia Requena, Mil Viviendas o Virgen del Remedio-, para crear, desde el cine, un documento social y cultural que refleja una problemática real e invita a la reflexión.