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INFORMACIÓN
Titulo original: Rock'n Roll
Año Producción: 2017
Nacionalidad: Francia
Duración: 123 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de años
Género: Comedia
Director: Guillaume Canet
Guión: Guillaume Canet, Rodolphe Lauga, Philippe Lefebvre
Fotografía: Christophe Offenstein
Música: Maxim Nucci
FECHAS DE ESTRENO
España: 30 Marzo 2018
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Adso Films


SINOPSIS

Un actor metido en la cuarentena decide hacer un repaso de su vida cuando una joven actriz con la que participa en su última película le dice que ya no está en la lista de actores más deseables por las mujeres...

INTÉRPRETES

GUILLAUME CANET, MARION COTILLARD, PHILIPPE LEFEBVRE, GILLES LELLOUCHE, CAMILLE ROWE, KEV ADAMS, BEN FOSTER, MAXIM NUCCI, YAROL POUPAUD, YVAN ATTAL, ALAIN ATTAL, JOHNNY HALLYDAY, FABRICE LAMY

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ENTREVISTA A GUILLAUME CANET...
¿De dónde surge la idea de la película?...
Tenía la idea en mente desde hace unos años.
Quería realizar un proyecto cinematográfico sobre el mundo que rodea a las celebrities y la opinión pública hacia los famosos. Una especie de mockumentary sobre un famoso que su vida real fuese años luz de la versión que la gente tiene de él. Pues bien, hemos seguido a ese tipo, el cual sabía que iba a ser filmado y que ocasionalmente preguntaría al equipo técnico para dejar la cámara.
Hemos pretendido hacer eso. Y el tipo empezaría diciendo algo así como… “No os creáis todo lo que la gente os dice, no veáis solo lo que queréis ver. Hay miles de cosas detrás de todo ello, no necesariamente mejores y puede que incluso peores, pero definitivamente no son lo que piensas”. Ya había escrito algunas escenas de COSAS DE LA EDAD cuando la película I’M STILL THERE de Casey Affleck (protagonizada por Joaquin Phoenix) salió a la luz. Era exactamente el mismo mockumentary que quería hacer y por lo tanto, opté por descartar la idea.

¿Qué es lo que le hizo retomar el tema?...
Fue hace dos años, durante una entrevista cuando un periodista empezó a hablarme en términos que no podía entender... Y me dijo que era la imagen que daba a la gente. Fue entonces cuando volvió el deseo de actuar sobre el concepto de la imagen que damos. Se me ocurrió hacer un pequeño film en el que pudiese interpretarme a mí mismo, mostrándome como lo que no soy y dejando que la gente pensase que ese era mi verdadero yo. Llamé a mis dos colegas, Philippe Lefebvre, con el que coescribí MON IDOLE y NO SE LO DIGAS A NADIE, y Rodolphe Lauga, el cámara con el que he trabajado en casi todas mis películas y que me llevo muy bien. Así que nos pusimos a trabajar.

COSAS DE LA EDAD no es demasiado el tipo de proyecto que usted describe…
Quería hacer una comedia con profundidad que capturase por ejemplo el exceso y la discriminación de edad que sufrimos actualmente en gran parte del mundo. Por ejemplo, me he topado con el siguiente problema, particularmente en EEUU: las mujeres de sesenta o setenta años no tienen ni una sola arruga; hombres que empiezan a ponerse inyecciones de botox, dejando caer su pelo y visitando con regularidad el salón de bronceado porque no saben lidiar con el envejecimiento. Esto nos llevó a la idea de una película sobre un tipo que, habiendo alcanzado la cuarentena, se diese cuenta de que se está haciendo mayor. Y ver con sus propios ojos que ya no está en la onda. Quería hablar justo sobre eso e incluso es más interesante por el hecho de ser un hombre.

En la película, no haces excepciones. Ni con Marion Cotillard…
A veces, Marion y yo tenemos una imagen pública que no es la real. Ella tiene la imagen de una mujer dulce y amable, que definitivamente lo es. Sin embargo, a la gente le sorprendería descubrir que vive la vida al máximo, es firme y se impone cuando quiere y puede también ser fanfarrona. Nunca le agradezco suficiente el hecho de saber reírse de sí misma, porque este proyecto no hubiera existido sin ella. En lo que a mí respecta, tengo poca consideración sobre la imagen que la gente tiene de mí. No obstante, me preocupo por proteger mi vida privada. Ser famoso no significa revelar cualquier aspecto de uno mismo. Tienes que ser capaz de mantener al margen ciertas cosas de la mirada del público. Preservar un elemento de misterio es crucial, especialmente para un actor que se permite resistir a ser categorizado. Con este film quería decir “¿quieres verme desde el interior? Está bien, te lo enseñaré, te lo enseñaré todo. Mi madre, yo en la cama con Marion… Es un trato para todos. Quería grabar sobre el tema de la imagen y la fama, pretendiendo abrir nuestra puerta y estar abiertos ante la posibilidad de escuchar cosas estúpidas sobre nosotros… Entonces, ¿por qué no inventarlas? Todo bastante natural en este supuesto documental sobre nuestras vidas que revierte a ficción.

¿Cómo se hace un guion poco convencional?...
Philippe Lefebvre, Rodolphe Lauga ni yo nos contuvimos, realmente nos dejamos ir. Al principio fue muy fácil para mí reírme de mí mismo pero luego terminó siendo más complicado cuando los chicos vinieron con ideas más o menos poco halagadoras. 
Pero me acostumbré e incluso disfruté. 
Los tres nos reuníamos cada mañana para lanzar ideas, entonces yo escribía las escenas por la tarde para que al día siguiente las retomáramos. La estructura del guion y la trayectoria del chico que quiere estar en la onda (aunque nunca lo estuvo), encajó rápidamente. ¿Cómo hacen las celebrities para conseguir acabar viéndose en una imagen en particular? Era muy importante para mí que la película dentro de la película se pudiera rodar en estudio: el héroe necesitaba estar confinado y librarse del sentimiento de estar encerrado solo cuando se empezase a sentir mejor.

En cuanto al gusto musical de su personaje, el de Guillaume…
Es de todo menos rock’roll.
Deliberadamente intenté ampliar lo cursi y sensiblero, aunque eso no cambia el hecho de que personalmente me guste Demis Roussos y 'Aphrodite’s Child'.

Hay algunos momentos muy divertidos en la película. Por ejemplo: que le llamen “Mister Cotillard” en el mercado, usted y su pareja envueltos de relojes de cucos que repican la hora en vuestra casa, Marion Cotillard practicando el quebequés…
Fue divertido seleccionar momentos y luego subvertirlos.
Todo el mundo piensa que los relojes de cucos son una metáfora de cómo va enloqueciéndose mi personaje a medida que pasa el tiempo.
El acento de Marion es algo así como una venganza. 
Durante 9 años de convivencia, he superado alguna que otra situación surrealista y divertida cuando ella se mete de lleno en un papel. Cuando estábamos escribiendo COSAS DE LA EDAD, Marion estaba preparándose para una película de Xavier Dolan, y era divertido imaginarla trabajando en el acento. A menudo Marion encarna personajes complejos y es una trabajadora nata. Era gracioso verla diciendo que “un rol debería tener en cuenta el acento”. Una vez más, hacemos comedia sobre nosotros mismos. Al mismo tiempo, muchos aspectos de la película son genuinos: mis gustos musicales, la pasión de Marion por lo orgánico.
Cualquier persona que nos conozca un poco y conozca la amistad de Marion con Pierre Rabhi, no se sorprendería al ver el jardín de vegetales en medio del salón.

El trabajo del personaje dentro del estudio de rodaje y sus preocupaciones sobre el papel que está interpretando, le permite dibujar un retrato original de la industria cinematográfica (el asistente torpe, el becario preguntando constantemente si quieren café…).
Quería mostrar al personaje en su entorno profesional pero sin hacer una película para los de dentro de la industria. De repente todo le sale mal cuando su co-star inocentemente le dice que ya no es un “rock’nroll”. Este comentario le hace dar un vuelco a su vida y se obsesiona con todo lo que tiene que ver con su imagen y el retrato que la gente tiene de él. Obviamente eso incluye también su trabajo.

Es un comentario banal, pero suficientemente potente para hacerle perder el control de las cosas…
El lenguaje importa. Cada palabra es importante. Puedes destruir a alguien con una sola palabra.
Camille hace sembrar en Guillaume una pérfida idea en su cabeza (diciéndole que ya no es un rock’n’roll y que es muy mayor para las comedias románticas). Todo actor sabe que el paso del tiempo significa que ya no podrá actuar más en ciertos papeles debido a su edad. Pero él no es capaz de entenderlo ni sabe cómo manejarlo. Se dará cuenta tarde que el personaje que ha aceptado interpretar llegará a hundirlo como persona. Se dice a sí mismo, “OK, voy a interpretar a este padre de familia, pero voy a intentar darle un poco más de caña, ser un poco más rock’n’roll.”

¿Por qué traer a Johnny Hallyday?...
Pensábamos en que si íbamos a hacer añicos “una imagen”, ¿por qué no traer al rey del rock en Francia? Johnny Hallyday explicaría a Guillaume que ya no existe eso de “ser un rock’n’roll” y la idea de destrozar la habitación de un hotel está totalmente trillada. Completamente desilusionado, el personaje se da cuenta de que su misión es en vano, no tiene ningún sentido ser un rock’n’roll.
Entonces es cuando se da cuenta que la raíz del problema se encuentra en otro lugar, empezando por su edad. Johnny y yo hemos tenido varios encuentros, pero apenas nos conocemos. Fue sorprendente que aceptase formar parte de la película en la que tiene un papel que se burla de sí mismo. Y genuinamente es rock’n’roll.

¿Cómo realizaste el casting de una comedia que es parcialmente autobiográfica?...
Lo tenía claro: acudí a aquellos que me conocen mejor, tanto a nivel personal como profesional. Mi representante, Marion, mis amigos… Incluso mi asistente tiene un personaje en la película (llevo trabajando con él desde hace 8 años). Mi hijo real es el único que no está en el film. Obviamente, no quería involucrarlo en todo esto.

Alain Attal (el productor del film) y Yvan Attal (el actor y el director) no están relatados. ¿Cómo es tenerlos interpretando a hermanos que son socios?...
Al principio no podía convencer a Alain para que estuviese en el film… Lo rechazó y no pude encontrar a un actor desconocido para interpretar al productor. Un día descubrí que Yvan Attal quería estar en COSAS DE LA EDAD. No tenía un papel para él. Justo después de colgar el teléfono (tras una conversación con Yvan) tuve una idea brillante: si podía conseguir que Yvan dijese las líneas más importantes de Alain, entonces podría convencer a Alain para estar en el film. ¡Y funcionó!

¿Cómo decidiste escoger a Camille Rowe, que no es parte de tu círculo cercano?...
Estuve mirando entre jóvenes actrices que no hubiesen actuado en demasiadas películas. Quería un fuerte carácter que es el catalizador de todo, y que destacase ese sentimiento familiar que domina en el resto del casting. También necesitaba a una actriz que pudiese pasar como una buena chica en el set de rodaje y luego por la noche, con maquillaje y bien vestida, fuese una mujer atractiva que disfrutase de la fiesta.

Cuando Guillaume va a ver al cirujano plástico, la comedia se vuelve más oscura…
Una noche me asusté al soñar en que me despertaba con los labios llenos de botox. Al día siguiente les dije a los chicos “su problema no es que ya no es un rock’n’roll, sino el miedo a envejecer. Irá a hacerse tratamientos de botox”. Esto fue clave en la película, igual que la obsesión de cierta gente en controlar su imagen al exterior. Hay muchísimos espejos en la película, quería que el público viese como los personajes se miran repetidamente y se hacen selfies.

¿Un adicto que se hace sentir bien de nuevo?...
Sí, se siente renacido. Es joven y ha entrado de nuevo en el juego. Es patético pero también es emocionante. Es horrible pensar que el tipo podría llegar aún más lejos. Igual de terrible es ver a su pareja como sufre (como él) cuando una actriz más joven que ella le arrebata el papel interpretativo que deseaba. Me gusta la idea de la pareja reencontrándose de nuevo. Vuelven a conectar.

Mencionaste el deseo por realizar una película pequeña. ¿Crees que COSAS DE LA EDAD encaja dentro de esa categoría?...
Empecé diciendo a Alain Attal, verás solo una localización. El personaje estará en casa o en el set, una de dos. Pero luego empezaron a venir ideas de efectos especiales, el final en Miami con cocodrilos y la película cambió de dimensión. De repente, el guion lo demandaba.

Después de MY IDOL, es la segunda película en la que eres actor y director a la vez. ¿Cómo es combinar las dos facetas?...
Uno necesita olvidarse que es director. La ventaja para mí es que preparo el camino que vendrá. 
Antes de rodar, descompongo el film en mi mente.
Cuando escribo soy muy preciso visualizando cada escena. Sé cómo voy a rodar, las posiciones de los actores, los encuadres de la cámara… Llego en el set de rodaje por la mañana con las escenas del día ordenadas al detalle. Gracias a esto, puedo centrarme en mis actores. Formar parte del cast es una ventaja porque tienes que marcar el tempo, incluso si ocasionalmente te sientes algo esquizofrénico al actuar con los compañeros de escena mientras vigilas también en la visión global.
La parte más dura fueron las 3 horas de maquillaje de cada mañana, a primera hora. Me obligaban a estar alejado del resto del equipo. Deseaba desesperadamente levantarme de la silla.

¿Cómo consigues la atmósfera de documental cuando estás haciendo ficción?...
En un inicio, pretendía rodar esta película como un docudrama. Insistía en rodar con la cámara en mano para la primera parte del film. Seguíamos a Guillaume y Marion con la cámara, estábamos justo ahí, con ellos. A medida que entrabamos en la vida privada, la simplicidad de manejo de la cámara daba paso a momentos de fantasía, como el de la secuencia del sueño de Céline Dion o las imágenes más pulidas grabadas mediante steadicam o dolly. Luego, abandonamos el estilo simplificado que habíamos utilizado al principio. El modo es diferente, hay mucha luz. Y al final acabamos rodando con la grúa.

¿Tuviste alguna referencia en mente?...
Cuando estaba escribiendo no podía evitar pensar en MALA FAMA de Michel Blanc, obviamente.
Que trata sobre la imagen y la burla de uno mismo.
Hay muchas películas sobre lo mismo, pero sobre todo quería contar mi historia. Si puede haber un paralelismo… sería con mi primer film, MY IDOL. Quería conseguir el mismo tono poco convencional. Un poco de comedia extravagante, pero creíble y genuina.

¿Cómo ha sido el procedimiento?...
Siempre trabajo con la misma gente, que ha estado conmigo desde mis primeros cortos. Mi director de fotografía Christophe Offenstein y yo somos como hermanos. Toda esa gente me conoce muy bien. Ellos saben que quiero que hagan el mismo esfuerzo que yo, así lo pido. Y son muy tolerantes con mis peticiones. En COSAS DE LA EDAD tuve la suerte de tener las localizaciones una semana antes de empezar a rodar, por lo que pude ensayar ciertas escenas con Marion y definir ángulos con Chritophe Offenstein y Rodolphe Lauga, el operador de cámara.

Esta es la segunda película tuya instrumentada por Yodelice. Esta vez, más orquestal, menos casual...
Quería que la música tuviese un papel importante durante el desenredo mental, y para ello debía de ser muy desestructurada, muy psicológica, reproduciéndose con disonancia. El mismo tema desde el inicio hasta el final, discordante al principio, con instrumentos disonantes (como acordeón y piano), entonces gradualmente entran juntos cuando el personaje siente que ha encontrado su verdad. La música de Yodelice acompaña perfectamente esa trayectoria. Me encanta trabajar con él, tiene tanto talento y creo que compartimos las mismas sensibilidades musicales. Con frecuencia, la música es un personaje extra en la película. Necesito tener completa fe en un compositor, con el que yo pueda ser muy abierto y sincero si tengo alguna duda sobre algo. Con Maxim esa conexión es inmediata.

COSAS DE LA EDAD es un film extremadamente audaz. ¿Hubo alguien que intentó disuadirte la idea de realizarla?...
Por supuesto, pero también había multitud de gente entusiasmada con la idea de hacerla. Tuve un periodo de duda, perdí el deseo de dirigirla durante más de un año. Paré de trabajar, empecé a montar a caballo y a competir de nuevo y disfruté de un tiempo increíble. Durante ese año recapacité y me ayudó a darme cuenta de lo siguiente: si no bastaba con tener la suerte de actuar y dirigir a la vez, entonces lo más probable es que sería un infeliz. Mi trabajo realmente me llena. Entonces me dije a mí mismo: “he actuado en más de 45 películas como actor, he realizado 4 como director, muy diferentes entre ellas. Si voy a rodar otro film, permitidme que sea con total libertad y con la mayor despreocupación posible. ¡Vamos a tomar riesgos, vamos a hacer algo incluso aún más diferente!” Y eso es lo que hice. Y haciendo eso, redescubrí un placer que daba por perdido.


ENTREVISTA A MARION COTILLARD...
¿Cuál fue tu reacción cuando descubriste sobre qué iba la película?...
Pensé que era una idea muy inspiradora. Incluso en los primerísimos borradores de guion pude ver el alcance de escenas genuinamente graciosas mientras se explora el tema de la imagen.

Que naturalmente te afecta…
Por supuesto. Siempre hay una disparidad entre la persona que eres, la imagen que proyectas en los medios de comunicación (o que te gustaría proyectar) y la imagen que la gente tiene de ti. La desigualdad se ve agravada cuando con una sola palabra o con una frase es suficiente para malinterpretar la realidad y ampliar los huecos entre la fantasía, el mito y la verdad.

En la película, una rutinaria entrevista desencadena un tsunami...
Me gusta la idea esa de sembrar una minúscula semilla en el cerebro de otra persona y esta hará resultar una completa transformación. Muestra de qué manera puedes sentirte profundamente afectado por la forma en que te ve otra gente. Los cuarenta es una edad en la que uno puede llegar a dudar y cuestionarse cosas. Es muy fácil perder el rumbo a menos que uno trabaje en conocerse a uno mismo.

¿Sentisteis algún temor al aparecer como “vosotros mismos” en un film que juega con el código del celebrity?...
No, ni por un momento. Por dos razones: por el tono de la comedia y por la fe absoluta que tengo en Guillaume. Sabía que nos iba a respetar como individuos, y resultó tener éxito la combinación de momentos alegres y profundos. COSAS DE LA EDAD es un conjunto de nuestras vivencias, en las que algunas de ellas están exageradas. Todo lo que hay en el film está parodiado, por lo tanto, no hay motivo para ser aprensivos.

La Marion Cotillard en la película declara que un buen papel necesita una discapacidad o un acento. La película no tiene piedad contigo… 
Obviamente la película caricaturiza con la idea que alguien podría tener de mí en cuanto a la elección de mis interpretaciones. Guillaume se venga de mí por todo este tiempo que me ha escuchado trabajando con diferentes acentos. El primer momento en que mencionó el proyecto pensé “¡por fin una película francesa en la que no tendré que pasar horas entrenando el acento!”.
A continuación, vi una sonrisa en su cara y fue entonces cuando leí el primer borrador del guion. Pensé que era muy divertido y que estaría contenta en trabajar con un profesor estudiando el dialecto, de nuevo.

Guillaume subió el tono…
Sí, porque el dialecto quebequés va más allá de ser un simple acento. Es casi como aprender un nuevo idioma. Cuando empezaba difícilmente entendía las líneas del guion. Tuve que trabajar en la comprensión del dialecto antes de enfrentarme al acento. La presión era doble porque aparte de la supervisión de Guillaume, estaba la de Xavier Dolan, al que Guillaume había pedido ayuda para perfeccionar el primer guion y la traducción al real quebequés. Aunque yo me tranquilizaba a mí misma pensando que realmente no estaba actuando en un dialecto quebequés real… seguía trabajando duro en el papel.

Suenas como la perfeccionista de la película…
Reconozco que mi acento no es perfecto. Alguna “O” no es suficientemente “A” y alguna “A” no es suficientemente “O”. Deseaba rehacer algunas cosas en postproducción, pero Guillaume se negó rotundamente, dijo “está todo bien”. Por lo que tuve que lidiar con mis frustraciones. 

¿Cómo lo haces para actuar sobre ti pero a la vez alejándote de ti?...
La dificultad fue atenuada por el condenado acento que me mantenía bastante inmersa en la película. Eso provocó que inmediatamente creara distancia y zambullera al público dentro de la comedia. Simplemente por trabajar en ello, me convertí en una actriz inmersa en el personaje. 
Fue estimulante. La Marion Cotillard en la película actúa de una forma más desfasada que como yo lo hago cuando preparo un film.

Presentimos que tanto Guillaume como tú realmente disfrutasteis de la historia dentro de la historia...
Muchas escenas están basadas en la realidad, aunque llevadas a un límite extremo. Sumergiéndote en un rol a veces te lleva a un comportamiento curioso (dependiendo de lo que se requiera) puede desencadenar en momentos intensos.
Aún puedo ver la cara de Guillaume cuando le dije que hacía de Lady Macbeth en la película de Justin Kurzel. También recuerdo mi cara cuando me dijo que Cédric Anger le había fichado para hacer de asesino en serie.

El huerto en el comedor es irresistiblemente divertido. ¿Qué nivel hay entre realidad y exageración en este ejemplo?...
Realmente tengo un huerto en casa, en París. 
Pero está en el balcón. Tener la posibilidad de coger judías o tomates con mi hijo es profundamente emocionante para mí.

¿Y la secuencia del sueño cuando representas el número de Céline Dion?...
Mi personaje ha hurgado en la parte en que ella se convierte en la principal mujer quebequense.
Su exploración de Quebec ha ido tan lejos… ¡Es capaz interpretar a cualquiera de la provincia!
Me pasé varias semanas observando el estilo de actuación de Céline Dion con el objetivo de capturar la esencia de su energía. Era estimulante rodar esas escenas porque era posible jugar con ciertos clichés.

Hace tiempo que no te vemos en una comedia…
Guillaume conocía muy bien cuanto deseaba volver al género. También conocía mis preocupaciones (era un territorio poco familiar). Me dio un amplio espacio y sentí su confianza en mí. Como actor y director, Guillaume tiene un sexto sentido para la comedia. Nunca me olvido que empezó haciendo monólogos.

¿Qué clase de director es Guillaume?...
Es extremadamente meticuloso, un perfeccionista que le gusta establecer unas bases fuertes y claras. Raramente delega, presta atención al más minúsculo detalle y no deja nada al azar. También el hecho de ser actor le ofrece una dimensión extra.
Guillaume conoce la montaña rusa emocional en la que se encuentra un actor con inquietantes dudas y miedos al pensar que no es lo suficientemente bueno, a todos nos pasa de vez en cuando. En esta película en particular, sabía que podía volcarme sobre él. Con la breve experiencia que tengo en la comedia y el ritmo que esta requiere. Llegaba al set un poco tensa, insegura de donde situar el cursor entre la honestidad del personaje y la necesidad de apariencia de poco convencional. Necesitaba encontrar mi payaso interior. Guillaume estaba ahí para tranquilizar y ayudarme a adaptarme. El hecho de que me conozca tan bien y sepa mis preocupaciones con respecto a la comedia fue de enorme ayuda. La confianza es esencial en el set.

¿Tu lado perfeccionista impide que no dé paso a la improvisación? O pasa lo contrario, ¿permite que haya una mayor libertad?...
Hace soltar la creatividad. Personalmente requiero mucha rigidez en el borrador para que yo pueda aportar algo en él. Me siento molesta cuando el proyecto está vagamente definido. En esta película tuve una agradable nueva experiencia: pude visionar mis escenas en vídeo, cosa que normalmente nunca hago porque me desconcierta ver mis personajes.
Sin embargo, para esta película, viendo mis actuaciones fue mucho más fácil para mí y pude ser testigo de cómo iba emergiendo gradualmente el film, con esa atmósfera singular y poderosa.

Más allá del aspecto cómico, COSAS DE LA EDAD, habla sobre temas serios como el temor a envejecer...
En un momento u otro, todos aquellos que nos vamos haciendo mayores delante de la pantalla, tenemos ese miedo, inevitablemente. Es palpable, y en particular, entre los actores. Vemos también que nuestros roles van cambiando con la edad.
Aquellos que continúan identificándose en la versión joven de ellos mismos puede llegar a ser perturbador o desconcertante. En respuesta a todos esos miedos, la sociedad moderna ofrece inmediatos remedios. Sintomático al mundo en el que vivimos. En lugar de ofrecer ayuda para asimilar la edad de uno mismo y aceptarse, te ofrecen inyecciones o una rápida cirugía plástica. Es algo que nos afecta a todos, aquí y ahora. El film nos muestra esto con una sonrisa burlona pero también con un profundo y verdadero afecto.

¿Cómo ves/llevas este fenómeno?... 
A menudo escucho a gente de mí alrededor burlándose de que si fulanito está acercándose a los sesenta: “¿Has visto a fulano de tal? ¡Está muy mayor!”. Incluso es mucho más violento y exagerado porque esta es la manera de que funcione, es normal. Entonces es cuando lees en los periódicos que tal actriz (operada quirúrgicamente) no envejece con la edad. ¡Pues claro que lo hace!
Siento mucha compasión por aquella gente que recurre a intensivos programas de cirugía plástica. 
Es como si mostrasen al exterior su caos interior.
Un enorme defecto que intentan ocultar detrás de una máscara, exactamente igual que el personaje de Guillaume. La trayectoria del tipo que pierde el rumbo, que no asume sus miedos realmente me conmueve.

La metamorfosis de Guillaume es casi espeluznante...
Esto hace que el film sea verdaderamente dinámico.
Empezamos con esta visión de la realidad que es aparentemente cercana a la de todos nosotros.
Continúa con el engranaje de la ficción para alcanzar una especie de apoteosis que abre la puerta a la absurdidad y que además parece terrorífica.

Sí, parece que le hace feliz...
Es una serenidad muy temporal. ¿Cómo puedes vivir con una cara así durante 10 años sin someterte a un nuevo cambio de imagen?

¿Sin embargo, cómo explicas que Marion se vuelva a enamorar?...
A mi parecer, ella nunca dejó de amarlo.

Seguiste muy de cerca la evolución del guion. ¿Qué me dices del proceso de edición?...
Guillaume y yo hablamos siempre en cada una de sus películas. Por ejemplo, en la composición del guion, fue testigo de la evolución desde el inicio hasta el final del proyecto, igual que con su edición.

Hace varios años que su carrera es internacional. ¿El lanzamiento de una película francesa le aporta una sensación diferente a la de película extranjera?...
No, cada película es diferente, una nueva aventura.
Esta fue verdaderamente especial. Estaba muy feliz de volver a estar en el set con Guillaume. La experiencia con LAZOS DE SANGRE (una película que adoro que no encontró su público) fue muy intensa. Después es esto, Guillaume se tomó un tiempo como director, por lo que verlo de nuevo en el set, en lo alto, con esta historia tan personal y con la agilidad que caracteriza a la comedia, fue realmente emocionante.


ENTREVISTA A PHILIPPE LEFEBVRE...
Diez años después de NO SE LO DIGAS A NADIE, has coescrito otra película con Guillaume Canet...
Sí, es verdad que no habíamos escrito juntos desde la adaptación de la novela de Harlan Coben.
Para esta película como director, Guillaume quería contar la historia muy personal de PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA, la cual escribió solo. Entonces, Guillaume se aventuró en LAZOS DE SANGRE, que coescribió con James Gray. En nuestro reencuentro, Guillaume tenía una idea muy clara: hacer una nueva comedia ligera poco convencional al estilo de MY IDOL, la primera película que escribimos juntos.

¿Tenía Guillaume en mente hacer un trio de escritores contigo y Rodolphe Lauga para el proyecto de COSAS DE LA EDAD?...
No. Guillaume y yo empezamos a desarrollar una comedia que no llegó a despegar, mientras él estaba trabajando en un thriller, el cual decidieron también congelar. Fue entonces cuando la idea de COSAS DE LA EDAD echó raíces.

¿En qué momento descubrís que “LA IDEA” vais a llevarla a la gran pantalla?...
Cuando a esa idea no la dejas escapar y quieres ir un paso adelante, crear las escenas que has ideado. El material es entonces cuando se autoalimenta hasta que se desborda. Si brillan los ojos de Alain Attal (nuestro productor) es un buen indicador; si te cambia de tema, mala señal.

Guillaume Canet dice que estuvo pensando durante algún tiempo en hacer un mockumentary sobre él mismo...
Muchos actores ya han hecho eso en sus películas o series. Lo que hace que COSAS DE LA EDAD sea diferente es que todo el mundo se interpreta a sí mismo. La verdadera originalidad es la extrapolación alrededor del protagonista. ¿Qué pasa si Guillaume va por el camino equivocado? ¿Qué pasa si una mañana toma la senda errónea? A partir de este punto… es una especie de fábula.

Todo debido a una ofensa narcisista causada por una periodista…
Esa entrevista tuvo lugar de verdad y fue el inicio de partida de la película. Pero pronto nos movimos al aspecto de mirarse el ombligo y en la reacción que se podía derivar en Guillaume. Esto no era sobre escribir una novela corporativista con actores pavoneándose delante de la cámara, que solo atrajese a la gente de la industria con bromas personales. Desde el inicio, queríamos que la idea fuese tan accesible como fuese posible. Por supuesto, Guillaume es actor, pero todo el mundo debería identificarse con su situación. Hay una generación más joven que es más moderna y que pronto te aparta ligeramente cuando disminuyes el ritmo. Si tienes familia, si eres padre con el más mínimo sentido de la responsabilidad, la vida se vuelve menos rock’n’roll; cuando por ejemplo, tu hijo quiere jugar al Lego contigo. ¡Obviamente, no volverás a ser un Mick Jagger!

En COSAS DE LA EDAD, el tema provoca una ruptura sentimental...
Mencionamos algunos detalles sensibles en una relación de pareja. Excepto en algún que otro momento, prácticamente olvidábamos que se trataba de la relación entre Guillaume y Marion. Aunque también es verdad que ciertos detalles nos hacen recordar que ellos son celebrities. Insisto, una vez más, que es una fábula.

Los personajes se burlan de sí mismos…
No había otra forma de hacer la película. La idea era traspasar los límites tan lejos como pudiésemos, como cuando enfatizamos la vida hogareña del personaje. 
Guillaume tenía dudas en algunas ideas, como es lógico, desde que añadimos abiertamente una pizca de ficción en su vida privada. Lo gracioso es que si venía la idea de él (en términos de burlarse de sí mismo) era capaz de llevarla aún más lejos que nosotros. Es siempre mucho más fácil reírse de uno mismo que de otra gente cuando estás haciendo un homenaje humorístico/crítica.

La escena del César es cruel…
Estábamos escribiendo el guion en la temporada de premios. Todos pensábamos que sería más divertido para la trama si Guillaume no ganaba el premio de Mejor Actor, pero para nada deseábamos que él perdiera. Entonces imaginamos escenarios alternativos para el caso en que ganase, o incluso simplemente olvidando el asunto. Pero cuando Pierre Niney ganó y agradeció a los nominados diciendo que había visto sus películas, fue cuando nos surgió una oportunidad de oro para la película. Estaba convencido que extrayéndolo, haciéndolo más gracioso, incluso con más agallas, únicamente podría ser beneficioso para el conjunto del film.

No le permites nunca suavizar las circunstancias…
No. Todos estábamos de acuerdo. Sin explicaciones, sin excusas, sin justificación para su comportamiento.
Tiene que admitirlo.

El personaje de Camille Rowe es también muy estricto con él...
Hay muchas chicas como Camille, totalmente descaradas, que ven a todos los hombres por encima de los cuarenta como viejos. Es muy común.

Cuéntanos sobre el último tercio de la película...
Nos vino bastante tarde. Habíamos escrito un libreto totalmente diferente, en el que veíamos a Guillaume con su asistente completamente dejado ir, y de veras que nos gustaba, pero finalmente decidimos centrarnos en la historia de Guillaume que afecta a cada actor: ¿cómo coges el control de tu carrera? ¿Cómo encuentras el equilibrio entre las decisiones que tomas y aquellas que vienen impuestas o forzadas? En todo ello hay un enorme aspecto de riesgo.

Guillaume se lo apuesta todo a una sola carta: la juventud...
Es entonces cuando cruza la línea.

En sus intentos por reinventarse para ser joven y atractivo, se distancia de su profesión y va a parar a una serie de TV americana...
Pero vuelve a ser positivo ante la vida. Empieza la película flaqueando y la acaba en plena forma. Redescubre el amor a la vida, aunque tenga que pasar por locas experiencias para llegar a ese punto.

El sentido común dice que los roles van siendo más interesantes a medida que un actor se hace mayor...
La madurez a menudo se postula como ventaja.
Pero, en realidad, yo no creo que ningún actor disfrute demasiado envejeciendo porque habrá personajes que ya no podrá realizar y la jornada que le queda es mucho más corta.

¿La parte final del guion fue complicado de escribir?...
La verdadera dificultad fue volver a juntar a Guillaume y Marion. Cuanto más lejos le llevaba su locura, mayor distancia había entre ellos. Fue
imprescindible encontrar afinidades entre ellos.
Sería todo demasiado simplista decir “conquistas amorosas”. No, el viaje de Marion tenía que llevarla a entender lo que Guillaume había sufrido/superado. 
Ella se siente una actriz más joven cuando él la aparta. Para que esto funcione necesitaba un correcto encaje temporal: tenían que pasar las estaciones, llegar a la separación, el dolor…

¿Cómo fue escribir a seis manos?...
Es más o menos un proceso lineal, una escena tras otra. En el segundo borrador de COSAS DE LA EDAD, acordamos que los tres nos reuniríamos cada mañana y Guillaume escribiría escenas por la tarde. Él fue el conductor de nuestra orquesta de tres. Guillaume y yo hicimos nuestros debuts cinematográficos en la misma película (LA COLLINE AUX MILLE ENFANTS). Entramos juntos en el negocio. Él desarrolló un fuerte vínculo con Rodolphe (operador de cámara en NO SE LO DIGAS A NADIE).
Yo, como director, conocía la importancia que tiene la persona que traslada lo que tienes en mente a términos técnicos. Es decir, la persona que alcanza la extensión de tu visión artística. 
Esta experiencia en común nos llevó a trabajar juntos. Todos conocemos cuál es nuestra posición.
No hay obstáculos.

Apareces en COSAS DE LA EDAD, igual que lo hiciste en MY IDOL, NO SE LO DIGAS A NADIE y PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA. ¿Es fácil alejarse de las líneas en las que participaste previamente a construir?...
Tienes que olvidarte de que conoces el proyecto hasta el fondo, e ir como si fuese la primera vez lo ves, sin ideas ni conocimientos preconcebidos. 
Y aceptar los ajustes y cambios que el director quiera o lo que los compañeros de reparto hagan.

Tu personaje, en la película, tampoco se lo toma con calma… 
Sí. Tienes que ser capaz de burlarte de ti mismo.
Mientras Marion es testigo del colapso personal de Guillaume, yo soy testigo del profesional. El tipo va por mal camino e intenta sentirse mejor haciéndoselo pagar a los demás.

¿Te sorprendió la película, una vez acabada?...
No. Lo que me chocó fue la adecuada libertad, hecha posible por Guillaume estando tanto delante como detrás de la cámara. Y su actuación es extraordinaria.


ENTREVISTA A RODOLPHE LAUGE...
¿Cómo llegaste a coescribir la última película de Guillaume Canet?...
Guillaume y yo nos conocemos desde hace 15 años. He sido operador de cámara en todas sus películas desde NO SE LO DIGAS A NADIE. En el transcurso de esas películas hemos desarrollado una buena y estrecha amistad. Compartimos el mismo universo. En esta película en particular, la cual es incluso una aventura más personal que las anteriores, Guillaume quería estar rodeado por las personas en las que confía. Creo que era una manera favorable para permitirse dejarse ir y así compartir tanto sus dudas como sus convicciones con la gente que conoce y harían lo correcto por él. Es una persona muy instintiva.

¿Jugó aparte el hecho de que tu codirigieses RELATIONSHIP STATUS: IT’S COMPLICATED con Manu Payet?...
Tal vez. Desde luego que Guillaume conocía mi deseo de escribir. He pasado tres años desarrollando un guion que rodaré el próximo año (LA SOURCE). Él lo leyó y le gustó. Supongo que eso influenció en hacer la idea aún más obvia.

¿Cuál fue tu reacción ante el argumento de la historia?...
Guillaume y yo hemos hablando en varias ocasiones sobre la imagen y los asuntos de las celebrities, las cuestiones existenciales que son causadas en la gente que es el target. Me llegó de pleno la idea de la pareja más glamurosa del cine en Francia llevando una vida al estilo hollywoodiense. 
Había visto a Seth Rogen y Evan Goldberg en JUERGA HASTA EL FIN, en la que Jonah Hill, James Franco, Danny McBride y Craig Robinson
se parodian mientras actúan de ellos mismos. El concepto claramente funcionaba y nosotros rápidamente aceptamos ir un paso más allá haciendo comedia más lejos del estilo de vida de Guillaume y Marion, porque sus amigos y familia inevitablemente también se ven arrastrados. Empezamos dando la impresión que seguíamos su día a día, parece obvio que las cosas siguen el curso normal que uno podría imaginar, hasta que de repente, te encuentras de golpe con la sorpresa. Esto es una comedia, es ficción. 

¿Cómo os organizasteis con Philippe Lefebvre y Guillaume Canet en el proceso de escritura?...
Fue el típico caso de grupo de escritores que trabajan juntos: mucho brainstorming y una vez que teníamos la estructura aprendida, cada uno nos encargábamos de varias escenas. O al menos, así es como lo hicimos en el primer borrador. Escribíamos separados y luego poníamos las reacciones en común. 
Guillaume revisaba, corregía, etc. En las posteriores modificaciones de guion, solíamos reunirnos por la mañana y Guillaume durante la tarde, hacía un informe con las discusiones y conclusiones. El proceso no duró demasiado. Philipe y yo conocíamos a Guillaume como amigo y como director. Fue muy fácil para nosotros ser el espectador, el profesional del film y el tipo que está detrás de su colega.

Philippe Lefebvre y tú hacéis muchas cosas al mismo tiempo. ¿Qué os hacen tan complementarios?...
La ventaja de escribir, como operador de cámara, es que te puedes meter inmediatamente en la realización de la escena. Puedes visionar la escena, su rtimo, de qué manera se desenreda, su aspecto visual, su atrezo, la caracterización… Estas son las indicaciones que hago cuando leo el guion a fondo. Además, Guillaume trabaja exactamente de la misma manera. Tiene una particular afinidad con los temas técnicos. Él es consciente de la importancia de todo el proceso cinematográfico y es uno de los pocos directores que les gusta trabajar con técnicos como yo. Por ejemplo, disfruto realmente trabajando con el director de fotografía Christophe Offenstein. A parte de la experiencia en la escritura de guiones, Philippe Lefebvre aporta su formación de actor y director. Él sabe lo que quiere decir ser el jefe de la película, que no siempre es una posición cómoda. Tiene la objetividad de un actor que podría estar en escena y él y Guillaume vuelven 20 años atrás. Es astronómico. 
¿Pero cómo puedo responder una pregunta así? Queríamos escribir una película, los tres, y dar lo mejor de nosotros, al cargo de Guillaume.

¿Qué crees que has aportado en particular al guion?...
Probablemente mi sentido del humor, que comparto con Guillaume desde hace mucho años. Un sentido del humor autodespectivo que mantengo independientemente de las circunstancias.

¿Guillaume os ha contenido a alguno de vosotros con respecto a la construcción de su personaje?...
Guillaume nos ha llevado a una aventura donde él conocía que podía sacar mucho jugo. Conociéndolo tan bien como yo, nosotros estábamos allí para apaciguar las dudas que se presentaban.
A veces preguntaba si estábamos seguros, si finalmente encontrábamos la escena divertida y entonces le respondíamos: “claro, es muy gracioso verte a ti en esta situación. La gente se partirá de risa”. Él mantenía la escena, pero se mantenía el derecho de eliminarla en la sala de edición. “No es de éxito seguro. Veré más adelante si la mantengo”, nos decía. Pero tan pronto empezaba a rodar, ganaba en confianza. Guillaume se daba cuenta que aunque estaba actuando a disgusto de su representante Cécile Felsenberg o su colega Gilles Lellouche, él confiaba realmente estar actuando en una comedia. Desde ese momento, pudimos quitar al doble. Se dio cuenta que cuanto más lejos fuese la película, menos fácil sería atacarla.

Habiendo tenido el papel de coescritor, luego, en la fase de el rodaje, ¿pudiste cambiar con facilidad a operador de cámara?...
Casi durante todo el tiempo. Sabía que para Guillaume es como su base cuotidiana, en el trabajo, de vacaciones, cuando se levanta, antes de irse a dormir… Fue fácil para mí decir “¡Añade eso! ¡Puede ser divertido!”. Especialmente porque conocía cada detalle de su personaje.

COSAS DE LA EDAD es la primera película en la que has estado detrás de la cámara y Guillaume Canet en frente, en un papel protagonista...
Era importante que se sintiese seguro con su equipo, el mismo equipo de siempre. Es increíblemente leal y los chicos se lo devolvieron a montones en sus películas.

Al lado de Christophe Offenstein, has tenido especial responsabilidad desde el punto de vista de interpretación y puesta en escena...
El cámara necesariamente tiene un vínculo estrecho con el director y siempre he entendido mi trabajo desde ese punto de vista y no estrictamente técnico. El hecho de haber coescrito el film y haber codirigido otra película poco tiempo antes, fue de un valor incalculable. Christophe también contaba con una reciente experiencia como director. Éramos la perfecta simbiosis.

Cuéntanos el último tercio de la película, cuando Guillaume se somete a su espectacular cambio de imagen...
Nuestro amigo es tan delgado y fue muy extraño verlo en esa constitución física y con esos músculos hinchados. ¡Por no mencionar su cara… Era de otro planeta! Las prótesis de látex pesaban más de 20 kilos y transmitían mucho calor. En esas circunstancias no fue fácil actuar ni dirigir la película.

¿Una vez acabada la película, te sorprendió?...
Todas las películas de Guillaume son sorprendentes.
Da lo mejor de sí mismo con el objetivo de mantener la magia de las películas con su muy característico estilo de la comedia y su toque más
sarcástico. Me encantó el film. La vida es así. 

¿Después de esta nueva experiencia, cómo describirías tu carrera?...
Supongo que se podría decir anormal. Pero esto es el caso habitual en el cine. A la mayoría de gente que trabaja en el sector le apasiona lo que hace y, como la mayoría de gente apasionada por lo que hace, solo teme cuando se aburre. Es ese miedo en particular que me ha llevado a desarrollar constantemente, desde operador de cámara a operador de steadicam, a director y ahora a guionista.
La ventaja es que cada trabajo conforma a los otros. Nunca he realizado uno en detrimento de los otros, por lo tanto es un enorme entusiasmo. 
También se lo debo a la gente me he ido encontrando por el camino, que ha dado forma a mi carrera. Todos los directores con los que he trabajado siempre me han ayudado (Manu Payet y Guillaume Canet, pero antes de ellos, Dany Boon y Sam Karmann, entre otros, me ayudaron a canalizar astutamente mis inclinaciones). Para mí, es un viaje realizado satisfactorio porque soy completamente autodidacta. Todo lo elaboro por instinto. Otra cosa más en común con Guillaume.

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