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OSO VICIOSO
INFORMACIÓN
Titulo original: Cocaine Bear
Año Producción: 2023
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 95 Minutos
Calificación:  No recomendada para menores de 16 años
Género: Thriller
Director: Elizabeth Banks
Guión: Jimmy Warden
Fotografía: John Guleserian
Música: Mark Mothersbaugh
FECHA DE ESTRENO
España: 31 Marzo 2023
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Universal Pictures


SINOPSIS

Cuenta la historia de un narcotraficante cuyo avión se estrella con un cargamento de cocaína que es encontrada por un oso negro, el cual se la come...

INTÉRPRETES

O'SHEA JACKSON JR., RAY LIOTTA, KERI RUSSELL, ALDEN EHRENREICH, ISIAH WHITLOCK JR., KRISTOFER HIVJU, MARGO MARTINDALE, JESSE TYLER FERGUSON, BROOKLYNN PRINCE, CHRISTIAN CONVERY, AYOOLA SMART, KAHYUN KIM, AARON HOLLIDAY, SCOTT SEISS, J.B. MOORE

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LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA...
   Alrededor de la una de la mañana del 11 de septiembre de 1985, Andrew Carter Thornton II, un ex paracaidista reconvertido a entrenador de caballos de carreras reconvertido a policía antidroga reconvertido a agente de la DEA reconvertido a abogado reconvertido a traficante de cocaína (ah, sí, no olvidemos supuesto agente de la CIA), tomó una serie de atrevidas decisiones en un momento de gran tensión mientras volaba a considerable altura (literalmente, pero puede que también de manera figurada) dando pie a una cadena de acontecimientos que, cuatro décadas después, culminaron en una importante película.
  Apodado “El vaquero de la cocaína” y recordado por su personalidad a lo Rambo y su impresionante calzado, Thornton estaba muy acostumbrado a transportar cocaína por vía aérea desde más allá de la frontera y dejar caer el cargamento en zonas deshabitadas del sureste de Estados Unidos para que sus socios lo recogieran posteriormente. En la madrugada del 11 de septiembre de la década del “Just Say No” (la famosa campaña “Di no” contra las drogas), Thornton pilotaba un bimotor Cessna de cinco plazas con 400 kilos de cocaína colombiana (al menos 14 millones de dólares una vez distribuida) camino de Knoxville, Tennessee, vestido con una chaqueta de color caqui cubriendo un chaleco antibalas, guantes negros y zapatos Gucci. Según consta, su compañero de fatigas era Bill Leonard, instructor de kárate, culturista y guardaespaldas ocasional, que siempre dijo haber sido engañado e ignorar el verdadero propósito del viaje. Cuenta la leyenda que, antes de despegar, habían cenado loro en las Bahamas y que Leonard, en pleno vuelo, vomitó por toda la cabina.
  Se sabe que Thornton, al menor indicio de peligro, tenía por costumbre sobrevolar el océano y deshacerse de la carga, pero nunca se aclaró que esa fuera su intención aquella madrugada. Según una entrevista realizada por el periódico The Knoxville News-Sentinel a Bill Leonard en 1990, Thornton estaba convencido de que los federales les seguían desde que habían entrado en el espacio aéreo estadounidense en Florida, por lo que decidió no arriesgarse. Se deshicieron de tres bolsas de unos 40 kilos cada una que aterrizaron en perfecto estado en el parque nacional de Chattahoochee, en el norte de Georgia. A continuación, Thornton le explicó rápidamente al pobre Bill Leonard cómo usar un paracaídas – cosa que nunca había hecho antes – y le empujó al vacío. Este también aterrizó intacto y nunca fue acusado de nada. Pero se especula que Thornton reaccionó así porque el Cessna tenía problemas mecánicos y había planeado fingir su propia muerte. Solo Dios sabe la verdad.
  Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que al acercarse el avión al punto en que los estados de Tennessee, Georgia, Carolina del Sur y del Norte se encuentran, Thornton puso el piloto automático y decidió imitar a Bill Leonard. Llenó los bolsillos de sus pantalones con 4.586,76 dólares en billetes y monedas, seis Kurggerand de oro de una onza cada uno, varios cuadernos llenos de códigos y números de teléfono, además de llevar dos bolsas con una pistola de asalto Browning de 9 mm, un Derringer del calibre 22, munición para ambas armas, gafas de visión nocturna, comida, una navaja multiusos y un altímetro. No contento con eso, se ató a la cintura una bolsa de nailon con tres metros de cuerda con 35 bolsas amarillas de cocaína, cada una con un peso de 100 gramos, un total de 35 kilos, o el equivalente a la friolera de 1.225.000 dólares del total de la carga. Se puso unas gafas y saltó (o se dio en la cabeza y se cayó) en plena noche encima del este de Tennessee. Entre la 1:30 y las 2:30, el Cessna cayó en una pequeña colina cubierta de arbustos a unos 90 km del bosque Natahala, Carolina del Norte.
  Tampoco se sabe lo que ocurrió durante el salto de Thornton. La policía encontró la campana principal del paracaídas a unos 700 metros del cuerpo de Thornton; parece ser que se separó del arnés sin abrirse. Consiguió abrir un paracaídas secundario, pero no le sirvió de nada, probablemente porque llevaba demasiado peso. Así fue como “El vaquero de la cocaína” acabó en un camino de gravilla de una urbanización de Knoxville, Tennessee, y murió en el acto sangrando por la nariz y la boca. Duces sueños, Rambo el elegante.
  Por desgracia, Thornton no fue la única víctima del vuelo nocturno. Cuatro meses después se descubrió que un oso negro de unos 80 kilos estaba paseando por el bosque de Chattahoochee, cerca de Blood Mountain (montaña Sangre), y encontró una de las bolsas que Thornton y Leonard habían tirado desde el avión. La olió y decidió probar el contenido. Cuando por fin se encontró el cadáver del oso, la autopsia reveló que la muerte se debía a una hemorragia cerebral, a hipertermia, fallo respiratorio, fallo renal y fallo cardíaco. El estómago del animal contenía 16 kilos de cocaína, pero solo se le encontraron cuatro gramos de farlopa en la sangre. (Según Internet, haría falta casi el doble para matar a una persona de ese mismo peso). Dado que las 40 bolsas de plástico, unos 35 kilos en total, estaban destrozadas y vacías, los agentes creyeron que otros animales insensatos, algunos de estos de tipo humanoide, aprovecharon la ganga colombiana durante los cuatro meses que precedieron al descubrimiento del cadáver del oso.

LA GRAN OPORTUNIDAD DEL OSO VICIOSO...
  El Oso Vicioso no pasó de ser una anécdota de los años ochenta a un espectáculo multiplex para las masas hasta hace cuatro años, cuando el guionista Jimmy Warden decidió hacer lo que mejor se les da a los escritores, es decir, no escribir nada. “Buscaba excusas para no empezar un trabajo pendiente y me metí en Twitter o puede que fuera Instagram”, recuerda. Encontró por casualidad unas líneas acerca de la historia y empezó a escarbar. “Fue como entrar en una madriguera, no podía parar de pinchar enlaces hasta saber toda la historia. Fue un descubrimiento”.
   A medida que Jimmy Warden se abría paso por la información en la pantalla de su ordenador, lo que más picó su curiosidad no fueron las sórdidas hazañas de un traficante, sino la hasta entonces muy poco explorada pregunta de qué le pasa a un animal si se coloca con cocaína. En la página de Reddit encontró un post con lo siguiente: “Puede que en los cinco minutos anteriores a la muerte del oso, este se convierta en el depredador más peligroso del puto continente”. En ese momento, Warden tuvo una idea.
  “Fue lo que me inspiró para el guion de la película”, reconoce. “Pero también sabía que debía tener más que al oso muriendo de sobredosis, sería un poco deprimente. Se me ocurrió que antes podría matar a mucha gente. Desde el primer momento en que me topé con la historia del oso cocainómano, supe que tenía que convertirla en un guion. No iba a dejar pasar una oportunidad semejante. Nunca me lo había pasado tan bien escribiendo un guion hasta que empecé a imaginar las formas en que un oso super colocado mata a gente en el bosque”.
  El guion de Jimmy Warden solo es fiel a la última noche de Andrew Carter Thornton II, cuando describe el momento en que decide ensuciar un parque nacional tirando cocaína. El resto es pura comedia negra y ficción. Warden transmutó al desafortunado oso de 80 kilos en una máquina de matar de 225 kilos con un increíble metabolismo. Llenó el bosque de Chattahoochee con un despliegue de personajes de lo más ecléctico para que “Cokey” (Coco) – es el nombre que dio al oso – pudiera aterrorizarlos, dándoles a cada uno conflictos de primera y jugosas misiones personales. Entre estas personas destacaremos 1) una madre soltera en busca de su hija perdida en el bosque y el novio de la chica; 2) una guardabosques desesperada por conquistar a un inspectora de PETA; 3) dos delincuentes intentando recuperar su amistad después de una tragedia; 4) un policía con una relación emocional de lo más ambigua con un bichón maltés; 5) senderistas noruegos, valientes paramédicos, una panda de punks pretenciosos enganchados al artista conceptual francés Marcel Duchamp (porque sí) y muchas más. Jimmy Warden también se inspiró en las películas de los ochenta, sobre todo en el escapismo de las producciones Amblin, donde personas normales viven encuentros con cosas tan inexplicables como extraordinarias. “Las películas de Steven Spielberg me influyeron mucho cuando era niño”, dice. “Me encantaba la idea de un concepto de peligro diferente, pero que siempre estaba basado en personajes reales que superan luchas reales”.
  Jimmy Warden le pidió a su amigo, el productor Brian Duffield, que le diera unos consejos. Duffield entendió inmediatamente que la película era una estrafalaria crítica de la América de la era Reagan, sobre todo de la muy dudosa “guerra contra la drogas” y sus tremendas consecuencias. Y también es, añade el productor, “una película acerca de un oso que se traga mucha coca y destruye muchas vidas”.
  Brian Duffield le pasó el guion a Aditya Sood, presidente de producción de la empresa Lord Miller, que se lo leyó de una sentada y lo compró al día siguiente. “Lo que había escrito Jimmy estaba muy por encima de lo que cualquier película titulada OSO VICIOSO podía llegar a ser”, dice. Concertó una reunión entre Jimmy Warden y los oscarizados productores Phil Lord y Cristopher Miller. El guionista ya había trabajado con ellos en la exitosa Infiltrados en clase. “Siempre decimos que vemos las películas que producimos como bromas”, explica Lord. “Y nos pareció que el colmo de la broma sería rodar una buena película titulada OSO VICIOSO”. Miller añade: “Jimmy siempre cuida mucho todo lo que escribe. Lo más inesperado en esta película es que tenga corazón a pesar de haber mucho asesinato osuno”.
  Para llevar adelante una broma de este calibre, los productores necesitaban un director capaz de plasmar en la pantalla una violencia animal sin límites, mezclada con romanticismo y otros géneros. Hablaron con la talentosa Elizabeth Banks, a la que ya conocían bien después de que hubiera encabezado Dando la nota – Aún más alto y Los ángeles de Charlie (2019) y que, como actriz, trabajó en películas de todo tipo de género, entre otras, las dos entregas de LEGO, producidas por Lord Miller. “Hace mucho que Elizabeth es amiga nuestra y nos entendemos de maravilla con ella”, explica Miller. “Conoce el anverso y el reverso del negocio, es genial dirigiendo actores, concibe las películas con inteligencia y es pura energía”.
  Elizabeth Banks también estaba encantada de trabajar de nuevo con los productores Lord y Miller. “Nos conocemos bien y sabemos cómo funciona nuestro sentido del humor”, dice la directora, que también produce la película con su marido y socio Max Handelman. “Phil, Chris y yo vimos exactamente lo mismo en el guion. Supe desde el primer momento que no debía preocuparme por no estar en la misma onda que ellos en cuando al tono y los chistes. Tienen un gusto impecable. Soy una metafan de ambos”.
  Para el guionista Jimmy Warden era el guion soñado. “Escribir algo así y al poco ver cómo algunas de las personas de más talento de la industria lo convierten en realidad fue una experiencia surrealista”, dice. “Desde Elizabeth como directora, pasando por unos productores maravillosos, hasta un reparto y un equipo espectacular, todos se esforzaron en que Coco llegara a la gran pantalla”.

ELIZABETH BANKS SE HACE CON EL TIMÓN...
  La directora Elizabeth Banks creció viendo películas de finales de los setenta y de los ochenta. Se dio cuenta inmediatamente de que OSO VICIOSO tenía el potencial de rendir homenaje a esa época, además de ofrecer un momento de entretenimiento tan hilarante como sangriento. “Como miembro del público, y como alguien que ha querido hacer cine, siempre me han gustado las películas donde se mezcla el terror y la comedia”, explica. “En mi opinión, el terror y la comedia son las dos caras de una misma moneda. Lo mejor es conseguir llevar al público por una montaña rusa, que se muera de risa y de miedo, que se sobresalte. Y ese ha sido el objetivo de la película. Me pareció la oportunidad perfecta para injertarle a una auténtica comedia momentos de suspense y mucho gore, y pasarlo superbién con un oso muy grande que va a joder a mucha gente”.
  La combinación de comedia y terror no es habitual en la gran pantalla, quizá porque no es fácil hacerlo bien. Si la película es aterradora, la comedia no funciona, pero si es demasiado chistosa, nadie pasa miedo. Elizabeth Banks tenía ganas de enfrentarse a semejante reto. “Creo que lo mejor que hago como cineasta es andar por la cuerda floja”, dice. “En esencia, ruedo comedias, pero las envuelvo con otro tipo de cine. Por ejemplo, mi primera película, Dando la nota – Aún más alto, era una comedia metida dentro de un musical. Los ángeles de Charlie era una comedia dentro de una película de acción. Esta es una comedia dentro de una película de terror. Estaba segura de que podríamos hacer algo especial y único, un poco como ‘los hermanos Coen conocen Posesión infernal’”.
  También era una oportunidad de dirigir una película con muchos efectos visuales. “Fue una de las razones por las que me apunté al proyecto”, reconoce Elizabeth Banks. “Me parece que muy pocas mujeres tienen la posibilidad de dirigir películas con mucha pantalla verde, muchos efectos y mucha acción porque se presupone que a las mujeres no nos interesan estas cosas. Quería demostrar que son ideas preconcebidas, un mito. Es uno de los desafíos que más me atrajo, me encantan los retos. Además, podía aprender cosas nuevas”.
  Durante el proceso, disfrutó mucho con todas las pruebas para conseguir el efecto requerido. “Reconozco que es una de las cosas que más me gusta del cine”, dice. “Indagar para ver cómo va a funcionar algo, y eso implica el espesor de la sangre, el aspecto de las entrañas, de los sesos, cómo se ve la cocaína, cómo se mueve si soplas o esnifas, de qué tamaño son los ladrillos de cocaína y qué aspecto tienen cuando se cortan. Hablamos de cada detalle hasta la saciedad, nos reunimos un sinfín de veces hasta asegurarnos de que todo estaba perfecto y podíamos llevarlo a la pantalla”.
  Además de kilos de entrañas, hectolitros de sangre, caídas, golpes y risas a tutiplén, la película también rebosa de unos personajes muy especiales. “Son personas con muchos problemas en sus vidas y no les queda sitio para un oso enganchado a la cocaína”, dice. Sobre todo el personaje de la preadolescente Dee Dee, encarnada por Brooklynn Prince, que cobra vida a partir de los recuerdos de Elizabeth Banks cuando vivía en Pittsfield, Massachusetts. “Dee Dee tiene doce años en 1985, yo tenía doce años en 1985. Vivía en un pueblo y debía cruzar un bosque para ir al colegio, tuvimos muchas aventuras en ese bosque”, recuerda Elizabeth Banks. “Por ejemplo, un día vimos un nido de avispas y solo se nos ocurrió tirarle piedras para ver lo que ocurría. En fin, cosas así”.
  Ahora, Elizabeth Banks es madre de dos niños y también se reconoció en Sari, la madre de Dee Dee, interpretada por Keri Russell. “Soy madre de una niña de doce años y entendía a Sari; es un momento en que una madre se siente algo desconectada de sus hijos porque sus amigos son lo más importante de todo”, dice. “Cada vez pasas menos tiempo con ellos, intentas vivir tu vida y ser una gran madre a la vez. Cuando leí la primera escena del guion, una escena genial entre Sari y Dee Dee en la cocina, pensé que era una buena oportunidad para incluir un momento mío en la película”. Pero sin la cocaína, el oso y la sangre, se entiende.

LOS PERSONAJES...
LA FAMILIA:
  Sari, encarnada por Keri Russell, es una buena enfermera con mucha agallas, divorciada, y cuya relación con su precoz hija Dee Dee (Brooklynn Prince), de doce años, es bastante tensa. Dee Dee decide hacer pellas con su amigo Henry (Christian Convery), que está colado por ella, para pintar una cascada cerca de Blood Mountain con la intención de presentar el cuadro para ser admitida en un prestigioso campamento artístico de verano. Cuando Sari se da cuenta de lo que ha hecho su hija, va a buscarla sin demora, cruzándose en la trayectoria del último ser peludo en engancharse a lo bestia en el estado de Georgia que, casualmente, también es una madre feroz.
  Para el papel de la principal heroína de OSO VICIOSO, Elizabeth Banks no dudó en escoger a Keri Russell, cuyos papeles icónicos en las series “Felicity” y “The Americans” – sin mencionar que ya tiene experiencia trabajando con animales enloquecidos después de El amanecer del planeta de los simios – la habían preparado para un personaje que requería inteligencia emocional, reacciones rápidas y mucho coraje. “El papel de Sari debía recaer en una actriz capaz de aportarle veracidad”, dice la directora. “No quería a alguien que guiñara el ojo al público, sino a una madre que solo quiere encontrar a su hija. Sabía que Keri, por sus papeles anteriores, disfrutaría con esta película, pero que interpretaría el papel con total seriedad, y que el público se identificaría con ella. Keri Russell no puede caer mal a nadie”.
  La actriz recuerda que OSO VICIOSO le llegó cuando el mundo salía de la larga hibernación pandémica. “Fueron dos años bastante extraños, todos vivíamos en una especie de burbuja protectora; la mía estaba llena de niños, había que cocinar y limpiar. Me mandaron el guion y me pareció una locura. Hablando con unas amigas, les dije: ‘Acabo de leer un guion divertidísimo’. Y me contestaron: ‘Si no aceptas el papel, dejaremos de ser tus amigas’”.
  Otro punto a favor era la posibilidad de volver a trabajar con su compañera de “The Americans”, Margo Martindale, que encarna a la guardabosques Liz en la película. “Margo me mando un sms preguntándome si iba a hacer la película”, comenta Keri Russell. “Y le contesté: ‘¿Estás en la película? Entonces yo también’”. (La reunión de compañeros de “The Americans” no acaba aquí; Matthew Rhys, marido de Keri Russell en la vida real y su marido en la serie, también tiene un cameo como Andrew Thornton II).
  Las primeras escenas que Russell filmó para la película fueron con Martindale y Jesse Tyler Ferguson, que da vida a Peter, un defensor de los animales. “Digamos que la primera mitad del rodaje transcurrió en medio de un bosque con Margo y Jesse enfrentándonos a un oso supercolocado y haciendo tremendos esfuerzos para no reírnos a carcajadas”, dice la actriz. “Fue genial trabajar con ellos, una auténtica experiencia”.
  Resuelto el casting de la actriz principal, Elizabeth Banks empezó a buscar a Dee Dee, la hija de Sari, tarea que no fue nada fácil. No podía ser una niña, pero tampoco una adolescente; debía mantener una cierta inocencia y, a la vez, un deseo de independencia, de vivir una aventura y la sensación de que todos coartan su vida típica de esa edad, pero también debía ser lo bastante profesional y madura como para enfrentarse a una película para adultos y ser cómica. Los productores y el estudio consideraron transformar a los dos niños en adolescentes, pero la directora estaba convencida de que debían ser niños para que la película funcionara. “Su inocencia es esencial para el humor y para equilibrar la locura de los adultos”, explica Elizabeth Banks. “Siempre pensé que eran la clave de la película. Brooklynn y Christian lo demostraron”.
  Brooklynn Prince, que tuvo un debut memorable en The Florida Project, en 2017, al que siguieron papeles en la película de terror Otra vuelta de tuerca y en la serie de misterio “Home Before Dark”, vio el papel como la oportunidad de rememorar la vida de sus padres. “Mis padres crecieron en los ochenta, y fue un poco como crecer en su época”, dice.
  Dee Dee es una amalgama del estilo de los comienzos de MTV y obsesiones pop con zapatillas Keds de colores, pulseras a lo Madonna y Duran Duran en los cascos. La joven actriz estaba encantada con la idea de trabajar en una comedia, y además dirigida por Elizabeth Banks, a la que considera su modelo. “Quiero ser como Elizabeth de mayor”, reconoce. “Soy actriz y me gusta serlo, quiero seguir siendo actriz de mayor, pero también quiero dirigir. La observo, es la jefa. Se presentó el primer día vestida con un esmoquin y pensé: ‘No se puede hacer mejor’. Primero nos explicó cuáles eran las reglas que debíamos seguir y luego nos dejó jugar con la comedia. Me sentía superfeliz cada vez que conseguía hacerla reír, significaba que lo había hecho bien”.
  Al poco de arrancar la historia, Dee Dee y su inseparable amigo Henry deciden saltarse las clases e ir al bosque. Después de descubrir la cocaína por casualidad y de paso al oso, se separan. Cuando Sari descubre a Henry subido a un árbol, los dos unen sus fuerzas y van en busca de Dee Dee. Para el actor Christian Convery, estar en el árbol fue uno de los muchos grandes momentos del rodaje de OSO VICIOSO. “Me ataron a un arnés para que trepara por el árbol, me sentara en una rama que se rompe, me agarrara como pudiera y acabara saltando”, recuerda. “Me lo pasé realmente bien con esa escena porque el oso cocainómano también intenta cogerme y tengo que salir pitando. Fue muy intenso, genial”.

LOS DELINCUENTES:
  En la vida real, Andrew Carter Thornton II tuvo un papel de gran importancia en una amplia red de tráfico de cocaína conocida como La Compañía, dirigida por el tristemente célebre Jamiel “Jimmy” Chagra. En OSO VICIOSO, el jefe de Thornton es Syd (Ray Liotta), un narco afincado en St. Louis cuyo despacho suele ser un tugurio de comida rápida. Además, Syd cuida de su nieto, el hijo de Eddie (Alden Ehrenreich), porque este no lo está pasando bien. Su mujer acaba de morir de cáncer, está deprimido y ahoga sus penas en alcohol mientras contempla la idea de abandonar el negocio familiar.
  Cuando Thornton deja caer la cocaína en un bosque de Georgia y muere antes de poder decirle a Syd en qué punto soltó lastre, este necesita que alguien la recupere. Harto de la auto conmiseración de su hijo, y desconfiando de sus capacidades, le pide a Daveed (O’Shea Jackson Jr), su hombre de confianza y el mejor amigo de Eddie – al menos antes – que le ayude a recuperar la carga. Como es de esperar, la petición da lugar a mucha fraternidad, catarsis y el más puro caos.
  “En realidad, se trata de una historia de amor entre dos grandes amigos que se han alejado por culpa de la tremenda pérdida que uno de ellos ha sufrido, con el telón de fondo de las situaciones más inesperadas causadas por un oso al que le va la coca”, explica Ehrenreich, que ya tenía cierta experiencia trabajando con criaturas peludas en situaciones difíciles después de encarnar a Han Solo, el compañero de Chewbacca, en Han Solo: Una historia de Star Wars. “Lo que más me atrajo del guion fue que era de lo más raro. Las películas de los grandes estudios no suelen ser tan extrañas ni divertidas. Me hizo pensar en una versión alocada de Tiburón”.
  O’Shea Jackson ya era un fan de OSO VICIOSO antes de formar parte del elenco. “Vi en Twitter que Elizabeth Banks iba a dirigir una película titulada OSO VICIOSO, y pensé que era un título de la leche”, recuerda el actor, cuya larga lista de papeles desde Straight Outta Compton le llevó a codearse con uno de los grandes monstruos creado por la locura de los hombres, Godzilla: Rey de los monstruos. “Busqué un poco más de información e hice un retuit. No tenía ni idea de que ya habían pensado en mí para el papel”.
  Después de leer el guion, Jackson aceptó el papel, pero pidió que Daveed pudiera redimirse, y la directora aceptó al comprender que sería mejor para la película. Fue uno de los muchos pequeños cambios que hizo con el guionista Jimmy Warden después de escoger a los actores. “Daveed es el Grinch de OSO VICIOSO, su corazón cuadruplica de tamaño en la película”, dice Banks. “Se da cuenta de lo malvado que es su jefe y decide proteger a su amigo. La idea se le ocurrió O’Shea”.
  Eso no significa que el camino a la redención fuese un lecho de rosas para Daveed y que Jackson no lo pasara mal interpretando el papel. Lo peor quizá fue rodar una de las principales secuencias de acción de la película – un tiroteo en un cenador un día de viento en Irlanda. “Detesto la sangre falsa”, dice el actor. “Si pudiera trabajar más con menos sangre, sería un hombre feliz. La sangre falsa es pegajosa, y cuando hay viento se forma una costra. No sé si han estado en Irlanda, pero siempre hay viento, y tampoco sé si conocen a muchas personas negras, pero los bosques no son lo nuestro. Ahí estoy con dos cosas en mi contra, el viento y el bosque, además de la sangre falsa, y encima aparecieron avispas. Creo que no hay abejas en Irlanda, solo vi avispas, y les encanta la sangre falsa hecha con jarabe de maíz. La escena también requiere que me quite el jersey y me lo envuelva alrededor de la mano cuando pierdo dos dedos. Así que, genial, ahí estoy, en camiseta, como si fuera 50 Cents, con viento, cubierto de sangre costrosa e intentando alejar a las avispas. Estuve de mala leche todo el día”.
  Quizá debamos aclarar que hubo muchos otros días llenos de felicidad para Jackson en el rodaje de OSO VICIOSO, sobre todo cuando tuvo que trabajar con Ray Liotta. “En ese momento pensé: ‘Pero mírale, respira el mismo aire que nosotros”, dice el actor.
  Elizabeth Banks había trabajado con la leyenda de Uno de los nuestros en la película The Details y reconoce que no esperaba que Ray Liotta aceptara prestar su fuerte presencia a un papel tan pequeño – aunque de crucial importancia – como el de Syd, sobre todo porque muchas de sus escenas incluían complicados efectos especiales. “Era uno de los grandes y me pareció algo enorme que Ray aceptara trabajar en la película”, dice la directora. Ray Liotta falleció el 26 de mayo de 2022 a los 67 años. “Fue una enorme suerte que confiara en mí desde el primer momento y que estuviera dispuesto a todo. Tenía una presencia tremenda y la capacidad de hacer creer a los espectadores que estaban allí mismo, con él, en cualquier sitio, viviendo su aventura. Era necesario que Ray anclara al personaje, le aportara realismo, y lo hizo. ¿Y sabe qué más? Tenía un gran sentido del humor”.

LOS AGENTES:
  Mientras Eddie y Daveed (a los que acaba uniéndose Syd) recorren el bosque Chattahoochee en busca de la cocaína perdida, el policía Bob (Isiah Whitlock Jr) se prepara para llevar a cabo un objetivo de años: acabar de una vez por todas con la familia de delincuentes de Syd antes de jubilarse. Bob siente un amor incondicional por su perra Rosette (encarnada por dos bichones malteses llamados Nueva York y París). Cuando su búsqueda le obliga a adentrarse en el bosque, no se le ocurre otra cosa que entregar a Rosette a la novata agente Reba (AYOOLA SMART, la serie “Killing Eve).
  Como muchos miembros del reparto, el actor, cuya carrera de cuarenta años incluye una gran cantidad de títulos para cine y televisión, como “The Wire – Bajo escucha”, y numerosas colaboraciones con Spike Lee, no sabía nada de la verdadera historia del oso y dio por hecho que el título era irónico. “Cuando me mandaron el guion, no pensé que tuviera algo que ver con cocaína ni con un oso”, recuerda Whitlock. “Me sonaba más a una extraña metáfora para otro tipo de película. Pero no, tiene que ver con cocaína y un oso”.
  Sin embargo, al leer el guion, no tardó en darse cuenta de que había algo más profundo escondido entre el escandaloso delirio. Bob, en su unión con Rosette y, posteriormente, en su encuentro con Coco, refleja la difícil relación del ser humano con la naturaleza y cómo basta querer y cuidar a los animales para sentir empatía. Pero reconoce que aún sigue siendo “una obra en construcción”, y dice. “No me van mucho los perros. Cuando trabajé con los perros en la película, se me ocurrió que no estaba tan mal, pero aun así, me llevará más tiempo”. Como buen neoyorquino, no se dejó impresionar por su compañero canino bautizado con el nombre de la ciudad. “Cuando vean a Rosette, entenderán que no es de Nueva York”, explica. “Ese perro debería llamarse Rodeo. De Nueva York no tiene nada”.
  Mientras Bob sigue la pista de Syd, la guardabosques Liz (Margo Martindale) se desvive por proteger su territorio de cualquier depredador, además de desplegar todos sus encantos para atraer a una potencial pareja, el animalista Peter (Jesse Tyler Ferguson), que solo tiene ojos para los pobladores del bosque, a los que llama sus “amigos”. Tanto Martindale, ganadora de tres Emmy (“Justified: La ley de Raylan” y “The Americans”), como Ferguson, nominado a cinco Emmy (“Modern Family”), reconocen que aceptaron el papel sobre todo para trabajar juntos, lo que subraya aún más la desconexión entre sus personajes. Liz está colada por Peter, y Peter ni se entera. “La guardabosques tiene una fijación, pero todo lo que cree que ocurre está en su imaginación”, explica Margo Martindale.
  Los planes románticos de Liz mientras recorren los senderos de Blood Mountain se ven trastocados cuando debe ayudar a Sari (Keri Russell) a buscar a los dos niños. Sari aparece pidiendo ayuda, y Peter se ofrece inmediatamente, pero Sari es más reticente. “Liz y Peter iba a recorrer los senderos, y ahora hay una tercera en discordia”, dice Ferguson. “Para Peter es una oportunidad de conocer a una mujer muy simpática; pero para Liz solo es una cortarrollos. Ahora bien, tal como puede deducirse por el título, acaban encontrándose con un oso cuyo comportamiento es de lo más errático. Peter se queda muy confundido. Es su amigo, pero el amigo en cuestión hace cosas que no deben hacer los amigos”.
  El actor añade que también le atrajo la idea de que le dirigiera Elizabeth Banks, con la que ya había trabajado en varias ocasiones en “Modern Family”, y de hacer un papel muy físico. “Liz es una de mis mejores amigas e interpretó a mi mejor amiga en “Modern Family” en siete episodios, por lo que fue nominada a un Emmy”, dice Ferguson. “Por eso, cuando me llamó y me dijo: ‘Creo que el siguiente paso en nuestra relación es que un oso te ataque en un árbol’, me pareció muy lógico. Siempre estoy al acecho de papeles que me alejen de lo que he interpretado para televisión durante los pasados once años. No iba a dejar pasar semejante oportunidad”.
  Ferguson disfrutó con las dificultades físicas requeridas por su papel en OSO VICIOSO, sentimiento que Martindale no compartió. Lo más difícil fue rodar una hilarante secuencia en la que Coco persigue a la ambulancia con Liz y los dos paramédicos, Beth (KAHYUN KIM, la serie “American Gods”) y Tom (la sensación cómica de TikTok SCOTT SEISS). El resultado de la persecución es bastante sangriento. Martindale debía estar atada a una silla especial y arrastrada por el suelo. La idea no era algo que le encantase. “Le dije a Elizabeth: ‘¡No sabía que tendría que hacer esto, esto y esto!’ Y ella me contestó: ‘A ver, leíste le guion, ¿verdad?’ Y yo: ‘Sí, pero pensé que de todo esto se encargaba la magia de los efectos especiales…’” Los magos de efectos especiales diseñaron un aparato específico para la actriz, que confiaba plenamente en la directora: “Elizabeth es una loca de la organización”, dice. “Sabe exactamente lo que quiere. Lo visualiza todo. Me fascina su exactitud, creo que es un don”.

LOS DUCHAMP:
   Aunque la guardabosques Liz piensa que un pésimo día no puede ir a peor, se equivoca. Están a punto de demostrárselo una panda de críos lanzados por el bosque apuñalando a la gente y robándoles. Estos chorizos de poca monta se creen perturbadores y agentes del caos, pero no son más que unos pequeños pretenciosos que se hacen llamar los Duchamp, por el bromista dadaísta francés Marcel Duchamp, que convertía objetos sin valor en arte. Cuando no apuñalan a alguien, leen sobre el arte Pop. Es fácil odiar a los Duchamp. Al preguntarles cómo los describirían, los productores Phil Lord y Chris Miller no dudaron en tacharlos de lo siguiente:
- “Los Duchamp son una banda pseudoartística de malhechores”.
- “Unos vándalos”.
- “Alborotadores”.
- “Chorizos”.
- “Malvados”.
- “Estos tíos se merecen todo lo que les pasa”.
  Los Duchamp no tienen nombres verdaderos; se les conoce como Stache (Aaron Holliday, de “Euphoria”), Vest (J.B. Moore, “El joven Wallander”), y Ponytail (Leo Hanna, Wolf). De los tres, Stache, al que también llaman Kid, es el único que consigue estar algo más de quince minutos en la película y acaba formando parte de la trama Eddie-Daveed porque sabe dónde se encuentra la cocaína. “OSO VICIOSO es, en realidad, la precuela de Stache la secuela, así que estén muy atentos y verán dónde acaba todo esto”, explica Holliday. (Suponemos que se trata de una broma). Y sigue diciendo: “Mi personaje no es más que un delincuente de pacotilla metiéndose en muchos líos. Stache es más listo de lo que parece o igual no. ¿Sigue vivo porque realmente no tiene nada en la cabeza y porque delira? ¿O es realmente un genio capaz de jugar con la muerte? Decídanlo ustedes mismos”.
Ya en un tono más serio, el actor, que compara OSO VICIOSO a “Fargo conoce Parque Jurásico”, cree que hay algo más profundo que meras bromas pesadas. “OSO VICIOSO habla de traumas”, dice. “Estos personajes se alimentan de sus traumas y hacen cosas que no les representan; aterrorizan a las personas a su alrededor hasta empujar a un ser querido por un barranco. Entonces se dan cuenta de que necesitan ayuda. Creo que esa es la verdadera moralina de la película”.

LOS TURISTAS:
  El malvado universo de OSO VICIOSO se descubre por primera vez a través de los ojos del senderista noruego Olaf (al que también llaman Kristoffer), interpretado por Kristofer Hivju, de “Juego de tronos”, y Elsa (Hannah Hoekstra, que trabajó en Los ángeles de Charlie, de Elizabeth Banks). Olaf y Elsa acaban de prometerse y han decidido aliviar el estrés causado por la planificación de la boda con unos días recorriendo el famoso bosque de Chattahoochee. (Alerta de spoiler: al menos uno de los dos no llegará a tiempo a la iglesia). “OSO VICIOSO es perfecta para la gran pantalla”, recalca Hivju, que dio vida al guerrero Tormund Matagiganrtes en “Juego de tronos”. “Cuenta con todos los ingredientes de una noche loca con los amigos disfrutando a tope, pero en un momento dado te acuerdas de que solo tienes una vida, y estás agradecido porque nunca sabes cuándo puede aparecer un alce con un colocón de crack o un ratón atiborrado de heroína”.

EL OSO:
  Sin duda alguna, el mayor reto al que se enfrentaron Elizabeth Banks y el equipo de producción fue conseguir que el oso cocainómano saliera bien. Nunca se planteó utilizar un oso de verdad, por lo que debía crearse desde cero. “Sabía que si el oso no parecía real, si perdíamos al público con un oso que no parecía un oso, la película no funcionaría”, dice la directora. “Necesitábamos a los mejores para crear al oso”. Y aquí aparece Weta, la empresa de efectos especiales con sede en Nueva Zelanda, fundada por Peter Jackson y conocida por su trabajo en las entregas de El señor de los anillos, Avatar y El planeta de los simios, decidida a dar vida al personaje principal de la película. “Enseguida se hicieron con el tono”, sigue diciendo Banks. “Y entendían que un oso podía tener comportamientos muy interesantes, sobre todo si va colocado con cocaína. Ese era el superpoder del oso, la magia que podíamos esparcir sobre nuestro oso”.
   El primer paso fue determinar el aspecto de Coco. Elizabeth Banks quería un oso realista y naturalista que no llamase la atención en un documental de National Geographic. Después de estudiar varias especies de la familia Ursidae, decidieron que el animal debía ser una osa. El oso malayo es omnívoro, vive en bosques, es un gran trepador, bajo y fornido, de pelo negro con marcas castañas rojizas, miembros musculosos, patas curvas, garras afiladas y un hocico bastante corto. Ese hocico corto es una ventaja a la hora de pelear y cazar, pero limita su sentido del olfato, lo que a su vez podría limitar la habilidad de discernir entre un alimento natural y seguro y, digamos, cocaína.
   “El oso malayo, de por sí, ya tiene pinta de ir colocado”, explica ROBIN HOLLANDER (Eternals), supervisor de efectos visuales de Weta. “Dan la impresión de ser algo asimétricos, tienen una lengua larguísima y comen con ferocidad, glotonería incluso. Tuvimos la enorme suerte de unirnos al proyecto en sus primeras fases y la oportunidad de moldear el personaje basándonos en un animal verdadero. A partir de eso, empezamos a lanzar ideas: ‘Cuando está colocada, podría hacer esto o aquello, y si está ida del todo y cansada, podría ir en esta dirección’”.
   Para incrementar la personalidad de Coco, se decidió que tendría una cicatriz en el hocico y una oreja desgarrada. “Debía haber algo específico que la hiciera reconocible para que el público entendiera inmediatamente que es el único oso cocainómano, que no hay dos o tres”, añade Elizabeth Banks. “Se sabe enseguida que no es una buena idea meterse con ella, es una superviviente”.
   Weta, además de diseñar a Coco, también ayudó a la directora y al diseñador del storyboard JOEL VENTI (Black Adam) a previsualizar la película mediante una animación de baja resolución, creando mapas para cada una de las secuencias de acción en las que participaba Coco. El proceso permitió añadir nuevas escenas y momentos inesperados a la historia. “Trabajar con Weta fue como un juego”, recuerda la directora. “Supieron aportar humor al oso. Por ejemplo, la toma de Sari mirando desde detrás del árbol no pertenece al guion. Querían mostrar que el oso no estaba y luego sí estaba. Fue un proceso genial. Siempre me lo paso muy bien con el storyboard. Trabajo con una lista de cada toma y me llevo el storyboard al plató para que todos sepan exactamente lo que ocurre cada día. Aquí hablamos de escenas muy complejas, con una gran cantidad de imágenes generadas por ordenador; cada detalle debe estar mapeado de antemano, algo que hicimos durante la preparación. Soy de esas personas que creen que si no se planea, se fracasa, y no me gusta fracasar”.
   Era necesario ver a Coco en el plató durante la filmación para que Banks y John Guleserian, el director de fotografía, pudieran componer la toma, y para que los actores reaccionaran ante un compañero osuno a tope de coca. La interpretación de Coco recayó en ALLAN HENRY, un veterano especialista de captura de movimiento que se ha metido en la piel de una amplia gama de animales fantásticos, criaturas alienígenas y demás bestias en películas como El libro de la selva, Jumanji: Bienvenidos a la selva y Vengadores: Endgame. “Cuando me llamaron por primera vez, me dijeron: ‘Nada, nos hace falta alguien que pueda actuar como un oso loco en un bosque de Kentucky y que se meta con la gente’. Aunque parezca extraño, no era una petición sorprendente en mi profesión”, dice el actor.
   Para prepararse, Henry estudió vídeos de osos en movimiento, aunque ninguno le ayudó mucho a la hora de incorporar el aspecto que diferencia a Coco de otros osos. “Interpretar a un oso ya es difícil”, dice el actor, “pero hacer de oso colocado con cocaína, bueno, digamos que representa un reto. No se han realizado muchos estudios acerca de osos que hayan tomado cocaína. Nadie ha entrevistado a un oso en esos momentos. Debo reconocer que me basé en conjeturas”.
   En el plató, Henry iba vestido con un traje de licra negro y guantes negros, con pelos con parches de pelo, así como un casco con un hocico de oso de silicona montado en dos barras metálicas telescópicas y ajustables. También utilizó extensiones para los brazos y zancos dependiendo de si estaba a cuatro patas o se alzaba sobre las patas traseras. En una escena en que Eddie (Alden Ehrenreich) y Coco acaban abrazados, el actor usó un traje de gomaespuma para emular el tamaño del oso.
   Henry realizó varias escenas de peligro durante el rodaje, como cuando Coco salta de un árbol a otro en una secuencia de acción. Pero insiste en que lo más complicado fue imitar la forma en que los osos equilibran su peso cuando corren a cuatro patas, sobre todo porque pasan con gran rapidez del modo tranquilo al modo ataque. “Viéndoles moverse, no nos damos cuenta de su peso y de la facilidad con que mueven ese peso”, explica el actor. “Son muy fuertes, pueden mover muchísimos kilos de músculo y de hueso con relativa facilidad; todo su cuerpo se mueve como una unidad perfecta. Necesité mucho entrenamiento”.
   Una vez acabado el rodaje, Allan Henry regresó a Nueva Zelanda para ayudar a los animadores de Weta a crear y refinar los movimientos de Coco, por lo que tuvo que reinterpretar una y otra vez numerosas escenas, en parte o en su totalidad, en un plató virtual, esta vez con un traje de captura de movimiento con atención especial al movimiento de los ojos y a las expresiones faciales. Fue un trabajo muy meticuloso. Más de 300 tomas de efectos especiales de un total de 800 en la película son de Coco. “La mayor dificultad es conseguir que Coco sea creíble como drogadicto, a sabiendas de que el animal no tiene nada de cocainómano”, dice Hollander, el supervisor de efectos especiales. “Todos hemos visto películas en las que se esnifa mucha coca, pero Coco no podía limitarse a ser un oso al estilo de Scarface, habría sido risible. Queríamos incluir algunos elementos de Scarface (N.T.: Al Pacino en El precio del poder), pero visto de forma que se sintiera compasión por el personaje. Elizabeth lo dejó claro desde el primer momento: “Coco no es el malo, le encanta la coca, y si alguien se cruza en su camino, bueno… ya se sabe”.
   Elizabeth Banks siempre quiso dejar claro que el sangriento caos y reguero de muertes que Coco siembra a su paso en OSO VICIOSO se debe sobre todo a la locura de los seres humanos y a las consecuencias de sus errores. Coco no es más que un inocente viciado que representa el abuso constante al que sometemos al medioambiente. “Me pareció muy importante que el oso fuera el héroe de la película”, añade la directora. “En realidad, fue víctima de lo que hicieron unas personas. Me parece una tragedia y quería subrayar el hecho. Los daños colaterales de la guerra que se libró contra la droga en los ochenta fueron tremendos; además, tratamos a la tierra de forma destructiva y no parece que vayamos a corregir esta forma de ser. No puede culparse al animal por enloquecer. No puede culparse a la naturaleza por alzarse en nuestra contra, si de lo único que somos capaces es de joder al planeta. Encima creemos que nos saldremos con la nuestra. Somos así de soberbios. Pero ha vuelto para arrancarnos las tripas”.

LA BANDA SONORA...
  Para la música original de OSO VICIOSO, la directora Elizabeth Banks se inclinó por un artista que mezclara estilos muy variados, conocedor de la cultura pop de la época de Reagan y con sentido del humor. Nos referimos a Mark Mothersbaugh, cofundador y cantante principal de Devo, el legendario grupo New Wave, y un conocido compositor que ha colaborado en numerosas películas, series y videojuegos a través de su productora musical, Mutato Muzika, con sede en Los Ángeles. Entre sus trabajos destacaremos Academia Ruhsmore, Thirteeen, Thor: Ragnarok y la famosa serie “Rugrats: Aventuras en pañales”. Ya había trabajado con la productora Lord Miller en Lluvia de albóndigas, La LEGO película e Infiltrados en clase, además de ocuparse de la banda sonora de Dando la nota – Aún más alto, dirigida por Elizabeth Banks.
   “Los osos y la cocaína son dos de mis temas favoritos, y cuando me hablaron de un oso cocainómano me quedé muy intrigado”, recuerda el músico. (Queremos dejar claro que hablaba en broma). Adoptando un tono más serio, añadió que vio una gran oportunidad para trabajar con una cineasta y unos productores a los que admira, y que el guion “era una historia de locos”.
   Al leer el guion se hizo una idea de los personajes, de la estructura de la historia y de cómo enfocar la música. La verdadera inspiración no llegó hasta ver el primer montaje de la película. Hablando del tono, explica: “Me incliné por la seriedad. Es la mejor música para la comedia. Si hubiera añadido golpes de instrumentos de viento para subrayar los momentos humorísticos, habría rebajado los toques cómicos y empequeñecido la película. Por eso me decidí por una música grave cuya tensión aumenta a medida que avanza la historia”.
   Mark Mothersbaugh también quería que la banda sonora reflejara la cultura de los ochenta y que evolucionara tal como ocurrió entonces. “Al principio de la historia, todo es muy popero”, explica. “A medida que avanza, adquiere peso. Las guitarras pasan de ser acústicas y ligeras a un sonido más distorsionado y agresivo, realzado por sintetizadores marcando un ritmo que nunca decrece”.
   Para que fuera realmente auténtico, Mothersbaugh utilizó instrumentos que crearon algunos de los sonidos más emblemáticos de la escena musical de entonces. “Cuando decidimos que nos íbamos a dejar llevar por los ochenta, fui al almacén donde guardo mis viejos instrumentos y las grabaciones con sintetizadores que hicimos para Devo”, dice el músico. “Encontré sonidos que usamos en discos grabados en los ochenta. Los usé muy amplificados y con muchos pedales”.
   Cada grupo de personajes tiene un tema musical propio, desde Sari y los dos niños perdidos, hasta Syd y sus delincuentes. Lo más importante fue buscar una firma musical para el oso Coco, y componer piezas que siguieran su evolución de osa patosa con colocón, a monstruo poseído por el frenesí, hasta llegar a supermamá heroína y protectora del bosque. “Su tema está inspirado en la primera vez que aparece en pantalla”, explica Mothersbaugh. “Me refiero a cuando se ven sus dos patas delanteras antes del resto de su cuerpo. Las baja de una en una, y me decidí por algo muy orquestado, con tres notas de vientos entre cada golpe. Es amenazante. Pero el tema evoluciona. Al final de la película, después de recuperarse del tiro y de la caída, cuando se da cuenta de que sus oseznos están en peligro y un último esnife de cocaína la hace revivir – es tronchante –, la música se hace más heroica, más optimista, más a lo Superman”.
   El músico explica que la composición y la orquestación fueron bastante rápidas, sobre todo gracias a su relación profesional con Elizabeth Banks y porque la directora tiene las ideas muy claras. Podía compararse a una puesta al día humorística e irónica de películas que todos hemos visto anteriormente. “¿Cómo se llama esa con el arco y los ejecutivos que van a hacer rafting un fin de semana? Sí, Defensa”, dice Mothersbaugh. “Hay elementos de esa película, pero quizá más crueles, más divertidos y tiernos a la vez. Elizabeth ha conseguido equilibrar y mezclar tonos totalmente diferentes, y añadir toques de humor tan variados como increíbles. Hay momentos divertidos porque lo son de por sí, pero también lo son por ser inesperados. Me lo pasé muy bien con esta película”.

LOCALIZACIONES Y PRODUCCIÓN...
• OSO VICIOSO se rodó principalmente en Irlanda, cuya naturaleza se parece mucho a las montañas de Georgia. El país ofrecía un apreciable número de decorados a muy poca distancia unos de otros. También se rodaron escenas en diversas zonas alrededor de Helen, Georgia, y en estudios de Atlanta.

• El diseñador de producción Aaron Haye reconoce que la mayor dificultad de rodar en Irlanda era encontrar vehículos estadounidenses de la época. La mayoría de coches y camionetas que aparecen en la película se encontraron en países vecinos y se modificaron para ser idénticos a los de 1985. La ambulancia fue la más complicada y se trajo de Alemania.


• La secuencia en que el oso persigue y ataca a la ambulancia se inspiró en las sagas de Fast & Furious y Deadpool. La directora Elizabeth Banks la diseñó como una persecución de coches, con la diferencia de que uno de los coches es un oso. La persecución culmina con una lucha entre oso y humano dentro de la ambulancia inspirada en una lucha entre dos personas en un camión en movimiento en Deadpool.


• Desde un principio, la directora Elizabeth Banks quiso que la película se sumergiera en la cultura de los ochenta, desde la música al atrezo, pasando por el vestuario y los peinados. Bob (Isiah Whitlock Jr) escucha a The Commodores; Sari (Keri Russell) lleva un mono de color rosa neón; las permanentes abundan. Pero la cineasta les dijo a Aaron Haye y a la diseñadora de vestuario Tiziana Corvisieri que tampoco quería convertir los ochenta en un fetiche, sino que todo fuera realista, los personajes y lo que les rodea.


• Elizabeth Banks se inspiró en numerosas películas de finales de los setenta y de los ochenta, como Armas de mujer, Grease, Regreso al futuro, El cazador e Indiana Jones y la última cruzada. El mono rosa de Sari sale directamente de las Pink Ladies (Chaquetas Rosas) de Grease, y sus Rebok, de las zapatillas de Tess McGill (Melanie Griffith) en Armas de mujer. “Era mi calzado favorito, lo que llevaba en 1985, todo el mundo lo llevaba”, dice.


• El centro comercial Four Pines Mall, donde Syd ha establecido su oficina en el restaurante O’Shaughnessy’s Burger Time, es una copia del centro comercial de Regreso al futuro. Se utilizó un viejo hipódromo a las afueras de Dublín para construir el interior del centro comercial. El nombre del restaurante es un guiño a Irlanda, país donde se rodó la mayoría de la película.


• Elizabeth Banks se inspiró en El cazador para la secuencia culminante de la cascada; quería una doble caída de agua parecida a la de la primera película, rodada en Noosack Falls, estado de Washington. Se rodaron planos de situación en Powerscourt Waterfall, en las montañas Wicklow, Irlanda. La plataforma y la cueva se construyeron en un estudio de Irlanda, además de una versión más pequeña a escala en un estudio de Atlanta que se usó únicamente para el salto. La cueva está inspirada en las cuevas que Banks solía explorar cerca de donde creció, en Pittsfield, Massachusetts. El tono de la secuencia de la cueva se inspiró en el final de Indiana Jones y la última cruzada.


• Para la escena en que el oso estornuda cocaína sobre Dee Dee y Henry, se usaron bolsas de edulcorante en polvo que se espolvorearon en los rostros de los actores con un compresor.


• Para la escena en que el oso babea en la boca del paramédico, la producción confeccionó un jarabe transparente totalmente vegano.

LOS BECARIOS DE OSO VICIOSO...
  El programa de becarios de Universal, organizado por Global Talent Development & Inclusion (GTDI) y lanzado en 2021, ofrece prácticas in situ en varios departamentos técnicos de proyectos cinematográficos de NBCUniversal en todo el mundo. Dada la creciente demanda de profesionales y artesanos experimentados en todas las ramas de la industria, esta experiencia innovadora e inmersiva prepara a una nueva generación de diseñadores de vestuario, atrecistas, operadores, técnicos y un sinfín de puestos cruciales en cualquier equipo de producción ofreciendo una colaboración local con el fin de encontrar posibles talentos.
  Universal y GTDI se unieron a Screen Ireland, la agencia nacional de desarrollo cinematográfico, para poner en pie un ciclo de becarios en OSO VICIOSO, el primer programa de este tipo implementado en Irlanda. Cuatro becarios tuvieron la oportunidad de participar en toda la producción cobrando un salario de Screen Ireland. Los becarios trabajaron en contabilidad, la oficina de producción, el departamento artístico y como técnico de imagen digital. Además, Elizabeth Banks invitó a Cathy Brady, una directora novel irlandesa, a acompañarla en todo momento.
   Establecido en 2017 por Donna Langley, presidenta de Universal Filmed Entertainment, GTDI es el primer departamento dedicado a la diversidad, equidad e inclusión (DEI) perteneciente a un gran estudio cinematográfico. El grupo crea programas, iniciativas y estrategias para que la diversidad, equidad e inclusión estén siempre a la vanguardia de la cultura laboral y de la creación de contenido en Universal Pictures, Focus Features y DreamWorks Animation, tanto delante como detrás de la cámara.
  Apoyándose en el compromiso hacia la diversidad, equidad e inclusión de NBCUniversal, GTDI crea accesos a la industria y ofrece oportunidades a talentos poco representados con su homólogo Television and Streaming para tener un impacto tanto en cine como en televisión. Desde su creación, GTDI ha conseguido reunir un amplio e inclusivo grupo de talentos mediante sus programas de escritura para acción real y animación, iniciativas para dirección y composición, así como becas para profesiones detrás de la cámara. Un 70% de los participantes ha obtenido créditos por parte de NBCUniversal.

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