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DE LA NOVELA A LA PANTALLA GRANDE...
    Así como la amistad es clave para la trama de CRIADAS Y SEÑORAS (The Help), también lo fue para la realización del film. El director y guionista Tate Taylor y Kathryn Stockett, la autora de la novela sobre la cual se basa la película, fueron amigos desde la infancia y crecieron juntos en Jackson, Mississippi, en la década del 70.
   La profunda amistad de Taylor y Stockett formó las raíces para que, en el camino de este proyecto, encontraran a otro amigo, Brunson Green, también nativo de Jackson y a quien Taylor había conocido 18 años antes en un festival de blues.
Luego de ello, otra amiga, Octavia Spencer, se unió al grupo. Taylor había conocido a Octavia en 1996, cuando ambos trabajaban como asistentes de producción del film “A time to kill”. Cuando la filmación de la película concluyó, Taylor y Spencer empacaron y se mudaron a Los Ángeles.
   Luego de tomarse cinco años para escribir la novela, que comenzó inmediatamente después de los hechos del 11 de septiembre, y por la cual debió enfrentarse a más de 60 rechazos de parte de agentes literarios, Stockett estaba a punto de rendirse cuando le envió su obra a Taylor, para que le diera un vistazo. Como Taylor recuerda: “Comencé a leer el manuscrito y quedé fascinado. Me sensibilizó lo verdadero de la historia de estas mujeres tan dispares, reuniéndose para generar un cambio en la Mississippi de 1963”.
   La autenticidad de la trama resultó familiar para Taylor desde el momento en el que abrió el libro. “Era nuestra niñez. Kathryn y yo no fuimos criados tal como estos personajes, porque nuestra infancia transcurrió en los años 70. Pero nuestras madres fueron madres solteras que debían trabajar. Y ellas, tal como ocurre en la novela, necesitaron contar con ayuda para criar a los niños. Kathryn y yo nos referimos a las mujeres que nos criaron como nuestras ‘co-madres’.   La mía fue Carol Lee y la de ella fue Demitri”.
Entusiasmado por la posibilidad de convertir "Criadas y señoras" en una película, Taylor comenzó a correr la voz y envió el manuscrito al mutuo amigo de ambos, Brunson Green.
   El desafío para Taylor al escribir el guión fue mantenerse fiel a la voz de la novela y condensarla en una película de dos horas.
Taylor y Green trabajaron activamente para hallar un productor veterano que se uniera a ellos en "Criadas y señoras". Ambos coincidían en que su experiencia en films había sido en películas independientes y que, sumar a otro productor, les daría una mayor credibilidad ante los estudios.
   El próximo paso era hallar un estudio que apoyase la visión de los realizadores y que quisiera, al igual que ellos, convertir "Criadas y señoras" en una película. Este proceso no resultaba sencillo y los productores también se toparon con varios rechazos, tal como Kathryn Stockett había vivido al momento de editar la novela.
   Así como la novela atrajo a millones de lectores de todo el mundo, los realizadores esperan que el tópico universal de la historia atraiga también a los espectadores a los cines.

MISSISSIPPI COMO UN PERSONAJE CENTRAL...
   La acción transcurre en Mississippi y, pese a ser una historia de ficción, se desarrolla durante una de las eras más importantes de la historia cultural de Estados Unidos, la alborotada década del 60.
   El director y guionista Tate Taylor supo desde el comienzo que "Criadas y señoras" debía filmarse en la localización de Mississippi, donde la trama se desarrolla. Para él, era vital capturar el periodo donde la acción transcurre de una manera honesta y entretenida, algo que definitivamente no podría haberse logrado en un estudio de filmación. 
   Los productores estuvieron de acuerdo con la premisa de tomar a Mississippi como un personaje más de la película y, pese a que filmar en el agobiante verano sureño era un desafío, acordaron que sería la más fiel representación de cómo lucía el sur de Estados Unidos en 1963. Cuando descubrieron el pueblo de Greenwood, en Mississippi, supieron que sería la locación ideal.
   Acerca de los beneficios de filmar allí, desde el punto de vista de un diseñador de producción, Ricker señala: “Es mi trabajo y el trabajo de todo mi equipo el convertirnos en expertos en el Mississippi de 1963 al hacer un film ambientado en un sitio tan específico. Estar en ese lugar, con la gente que vive allí, comer lo que ellos comen y visitar sus casas, que son históricamente correspondientes con el momento en el que transcurre la acción, enriquece muchísimo la obra del equipo de diseño”.
   Mississippi no se parece en nada a su vecino estado de Luisiana. La arquitectura cambia apenas uno cruza el Río Mississippi.
Para los actores, filmar en Mississippi les dio una perspectiva diferente, que los ayudó a construir mejor sus interpretaciones.

LA APARIENCIA DE "CRIADAS Y SEÑORAS"...
   Para Tate Taylor no sólo era importante estar rodeado de un elenco que apoye su visión sino también por un equipo de profesionales que pudiera recrear esa autenticidad tan añorada por el realizador.
   El diseñador de producción Mark Ricker apreció la oportunidad de trabajar con Tate Taylor, a quien conocía desde hace años.
Para Ricker, rodar en Mississippi fue, en cierto modo, similar a hacerlo en un estudio. “Todo está tan cerca, que nos permitió estar física y emocionalmente en un mismo espacio. Si alguien me necesitaba, yo podía estar en el set en un ambiente y, en 45 segundos, llegar a una distancia de dos cuadras para luego ir a otra locación que estaba a 300 metros de allí”, relata.
   Crear sets interiores que reflejen con honestidad a los personajes y rindan tributo a la novela fue un elemento importante para el diseño pensado por Ricker.
   El director de fotografía, Stephen Goldblatt, habla con confianza acerca de la apariencia del film. “No me gustan esas películas de época que sólo quedan envueltas en el cliché del romanticismo y los colores opacos”, apunta.
  La diseñadora de vestuario, Sharen Davis, también tenía un profundo afecto por el film. Según ella misma cuenta: “Hay algo especial en esta historia que es más profundo que la ayuda o que las vivencias domésticas; es algo acerca de las relaciones entre estas mujeres, en el sur de Estados Unidos en ese momento histórico. Es acerca de lo que han vivido y del secreto que han dejado escapar”.
   Otra atención a los detalles sureños fue responsabilidad el escenógrafo, Chris Ubick. La cocina juega una parte fundamental en el film y debía, por ende, ser auténtica. Tal como Ubick detalla: “En cierto sentido, con la comida, se trataba más de crear una era que una locación; había que recrear la forma en la que la gente cocinaba. Contamos con tres cocineros que nos ayudaron: Martha Foose, quien es una dama maravillosa y una renombrada autora; Lee Ann Fleming, una chef local, también autora y escritora de una columna en el periódico de la zona; y Mary Hoover, otra cocinera de esa zona”.
   Taylor también estaba entusiasmado acerca de todos los detalles de ese período, incluidos los automóviles. “Lo que más me apasiona son los autobuses de la época. Uno de los vehículos con los que contamos –el que las criadas utilizaban para ir a trabajar- se utilizó realmente en Selma, Alabama, en aquellos años. Todo es auténtico. En una escena hay cerca de 70 vehículos de la época estacionando frente al hotel Robert E. Lee”.
   El director de fotografía, Stephen Goldblatt, agrega: “Ha sido una bendición trabajar en esta película y hemos tenido mucha suerte al haber contado con grandes actores y actrices y muy buen clima. Cuando llovía, sólo nos quedábamos todos en el mismo lugar hasta que las nubes se disiparan y todo volviera a estar tan hermoso como lo precisábamos”.

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