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NOTAS DEL DIRECTOR...
   Mi primer largometraje, YURT, es profundamente personal. Refleja mis propias experiencias y explora la tensión entre religiosidad y laicismo a través de la historia de madurez de un niño. A pesar de los elogios de la crítica, que la calificó como una «Joya cinematográfica» (The Hollywood Reporter) y una «Obra maestra» (AlloCiné), la película enfrentó enormes desafíos: desde la censura y prohibiciones de rodaje hasta una clasificación para mayores de 18 años que limitó el público al que estaba destinada.
  YURT aborda temas complejos como la opresión religiosa, la sexualidad adolescente y el mundo secreto de un dormitorio islámico, temas que chocaron frontalmente con las políticas conservadoras del régimen de Erdogan. Esto provocó un rechazo polémico por parte del gobierno turco. En un clima en el que los artistas librepensadores enfrentan censura o incluso encarcelamiento, YURT no pudo ser seleccionada como la candidata turca a los Oscar, a pesar del reconocimiento de los miembros del comité de selección.
  Una posible nominación a los Premios Goya daría a YURT la visibilidad necesaria para llegar a un público más amplio y garantizar que su mensaje resuene internacionalmente. Este reconocimiento no solo celebraría la película, sino que también se convertiría en un símbolo de esperanza para las voces independientes que luchan por superar la adversidad y contar sus historias al mundo

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