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SOBRE LA PELÍCULA...
A muchos les sorprenderá el pasado como distribuidor de cine independiente de Steve Bannon. En 2003 su fondo de inversión adquirió la compañía Wellspring, encargada de estrenar en USA películas de directores como Vincent Gallo, Bruno Dumont o Marina de Van. Bannon era entonces el jefe de Marie Therese Guirgis, productora de este documental. Era un jefe complicado, extremadamente exigente y saltaba a la mínima, pero también era un gran motivador y le apasionaba el cine que distribuíamos. Cuando Guirgis empezó a ver a Bannon al lado de Donald Trump, defendiendo ideas que a ella le resultaban repulsivas, no dudó en escribirle un mail pese a que hacía años que no tenían contacto. Le expresé mi conmoción, enojo y malestar y, para mi sorpresa, me contestó. Guirguis pensó entonces en producir un documental sobre su figura y se lo propuso a Bannon. Este aceptó al cuarto intento. Le encanta provocar y disfruta de su imagen de supervillano, explica.
Guirgis entendió que la persona más apropiada para dirigir la película era alguien tan poco dada al escándalo como Alison Klayman (“Ai Weiwei: Never Sorry”). Klayman tuvo acceso privilegiado a los entresijos de la actividad política de Bannon, en sus reuniones y charlas a lo largo del mundo en sus meses de mayor exposición mediática. Los medios le representaban como un intelectual o como el encapuchado de la guadaña, y ninguna deesas imágenes acababa de convencerme. La joven realizadora acompaña al ideólogo de laextrema derecha en sus reuniones con figuras tan relevantes como Matteo Salvini, PrimerMinistro de Italia, buscando a la persona detrás del mito. Mi objetivo no era humanizar aBannon, sino desmitificarlo, aclara.
Quieres que tu enemigo sea un monstruo, pero es un ser humano, lo que lo hace más aterrador, reflexiona Klayman sobre lo que ha aprendido en todos estos meses junto a Bannon: Sé que hay partes de él que aun no logro entender. Y no sé qué hay en su corazón, pero me trae sin cuidado.