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"El caracol y la ballena" es la adaptación cinematográfica de un cuento. La escritora Julia Donaldson y el ilustrador Axel Scheffler son el tándem creativo más popular de Gran Bretaña por sus libros infantiles, llenos de humor, rimas disparatadas y personajes entrañables.
Muchos de sus cuentos ilustrados, como "El Grúfalo o la Navidad del Hombre Rama", son clásicos de la literatura infantil y han llegado a la gran pantalla.
La calidad de la animación de "El caracol y la ballena" es uno de los valores subrayados de la película tanto por la parte de la crítica como del público.
Para construir las imágenes de la película, se parte del código gráfico del libro. Después de varias evoluciones, los personajes se modelan y se animan en 3D. La elección artística pretende ser realista, en particular en cuanto a la morfología y el movimiento de las diferentes especies animales (peces, cetáceos, aves y moluscos). Después los personajes se integran en los decorados submarinos que constituyen la pieza más impactante del film.
No es nada fácil reproducir en un ordenador las múltiples modulaciones naturales de la luz, la transparencia y el color del agua del mar. La composición del fondo marino requiere de paciencia, rigor y miles de millones de píxeles por parte de los animadores y creadores de efectos especiales.
Para el codirector Daniel Snaddon, el paso más difícil de conseguir fue la salida hacia el horizonte de la ballena y el caracol antes de adentrarse en el fondo del océano. Se necesitaron meses de trabajo intensivo para poder finalizar esta secuencia tan mítica.
La actividad humana amenaza la supervivencia de la vida marina. El cambio climático, la acidificación de los océanos y los desechos de plástico hacen que cada vez más especies de peces tengan que mirar a aguas que no son propias para su reproducción.
En cuanto a las ballenas, a pesar de que en 1986 se prohibió la captura comercial en todos los paises miembros de la Comisión ballenera Internacional, algunos de estos, como Japón, islandia o Noruega, continúan cazandolas, y argumentan finalidades científicas y culturales. El ritmo lento de reproducción de estos mamíferos y el hecho que todas las poblaciones se han visto seriamente reducidas, o casi extinguidas, convierten la protección de las ballenas en una prioridad.