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NOTAS DEL DIRECTOR...
El mar siempre ha sido un motor muy importante en mivida. Es donde están todos mis recuerdos de la infancia. Para mí siempre ha significado libertad, paz e independencia, pero también distancia, soledad, confusión y caos, temas muy recurrentes a lo largo de la película. Mi estrecha relación con una familia que vive un caso de autismo similar, y la muerte de mi padre cuando yo era joven, me llevaron a plantearme una serie de preguntas que funcionaron como punto de partida para empezar a escribir esta historia.
Siempre tuve muy claro que iva a ser muy importante lo que no ves en pantalla. Quería entender de donde vienen los personajes y qué les ha pasado en sus vidas para sentirse como se sienten. El propio título de la película, El radioaficionado, nos sugiere a alguien encerrado en una habitación rodeado de aparatos de radiofrecuencia para comunicarse con el mundo. Pero la película arranca en el momento en que se rompe esa rutina y su curiosa conexión con el mundo, para abandonar ese refugio y enfrentarse al mundo real, un mundo que no conoce y que no le acepta, que le expulsa de una manera cruel. Sentía que era desde ahí desde donde tenía que empezar a trabajar.
Siempre he querido que el guion estuviese vivo. Durante el proceso de casting me interesó especialmente la mezcla de actores profesionales con actores naturales, y la combinación de diálogos improvisaos y naturalidad a la película, saliéndome de las escenas rigídas y encorsetadas, que a mi juicio, restan credibilidad a una historia y a sus personajes.
He buscado la sencillez y el minimalismo para contar esta historia, utilizando la radio y su espectro de frecuencias como metáfora del autismo, generando situaciones que podrían parecer banales en un príncipio para muchos, pero que para nuestro protagonista son de tal intensidad que le hacen sentir como lo había hecho antes.
Siempre he creído que tenía que haber algo muy físico en como tenía que rodar esta película, la cámara debía estar viva, pero sin grandes movimientos para mostrar las cosas. He querido viajer con un personaje valiente y magnético, intentando entender cómo se sentía al enfrentarse a un mundo que desconoce y que no está preparado para relacionarse con alguien como él. Quería crear una sensación de desconcierto e intriga en el espectador, trabajando las pausas dramáticas y el misterio que generan las personas con autismo como recursos narrativos.
El radioaficionado es la historia de todas las personas que desean ser aceptadas y no reciben más que rechazo, órdenes, y normas que tienen que cumplir durante toda su vida. Es el viaje de todo aquel que lucha por hacerse con un lugar en el mundo y en nuestra sociedad.