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ENTREVISTA A COSTA-GAVRAS...
El director Costa-Gavras, uno de los directores más galardonados de Francia trata un tema que tiene una enorme resonancia personal. EDÉN AL OESTE narra la historia del destino de un inmigrante, contada con una madurez y una precisión digna de este griego que reside en París desde 1956.
¿A dónde nos lleva EDÉN AL OESTE?...
"A París. Quería que esta película fuera como una Odisea. A semejanza de Ulises, mi personaje cruza el mar (en realidad mi Mar Mediterráneo), luchando contra tormentas y otras tribulaciones. Se enfrenta a algunos monstruos modernos y desafía a los mitos de nuestra época. Ulises buscaba su camino de vuelta a casa mientras que Elías quiere encontrar un nuevo hogar.
En la actualidad, muchos hombres y mujeres se ven empujados al desarraigo para después echar raíces en otro lugar. "Partir es morir un poco", pero inmigrar es morir y renacer en otro lugar. Es una película sobre el arraigo, pero no es en modo alguno una visión estática de lo que significa: el amor a tu tierra, sus montañas, el olor de la hierba por la mañana cuando te despiertas.
Elías se enfrente a un mundo diferente, desconocido, nuestro mundo, y a través de sus ojos, lo vemos de forma nueva y crítica. Y al final eso nos lleva a mirarnos a nosotros mismos".
El principio de la película es como un documental o un reportaje muy realista sobre un carguero repleto de emigrantes...
"Tenía que resultar obvio desde el principio que eran inmigrantes que huían del hambre o la guerra o ambas cosas, eso no importa. Jean-Claude Grumberg y yo queríamos que nuestro protagonista representara a todos aquellos que abandonan su país para sobrevivir. Lo hacen porque ya no pueden alimentar a sus familias, porque el futuro que les espera en su país es muy oscuro, porque el poder establecido quiere destruirlos, o simplemente porque quieren perseguir un sueño. Inventamos un lenguaje e hicimos todo lo que pudimos para que nuestro personaje no tuviera una nacionalidad identificable.
En la primera escena, cientos de inmigrantes ilegales se agolpan en un carguero averiado. Todos tienen una cosa en común: han pagado el viaje que les llevará a Europa, la tierra que les han prometido, el prometido Edén.. Pero después les traicionan y les abandonan. Es una historia común a todos los emigrantes. Pero llegado un cierto punto, cada uno se ve abocado a su propia odisea en función de su sueño, sus necesidades y sus aptitudes".
El sueño de Elías es París...
"No elegimos París al azar. La Ciudad de la Luz es la ciudad de la tolerancia, la cultura, de cierta cortesía. París fue el lugar que yo elegí, al igual que hicieron los padres de Jean-Claude Grumberg una generación antes que yo".
Elías siempre está huyendo...
"Elías no tiene problemas de adaptación. Su problema es que vaya donde vaya, alguien le persigue. Siempre está huyendo, escapando. Hoy en día no se considera que un inmigrante sea beneficioso para un país. Ya no se le necesita, ni siquiera es un problema, es un peligro.
Ahora todos los medios de comunicación lo consideran, de forma directa o indirecta, un peligro, un peligro invasivo para la sociedad. Pero la sociedad europea en su conjunto y la francesa en particular, necesita a los emigrantes".
La película es bastante oscura, pero también tiene trazos de ternura y humor. Eso le da a esta nueva película de Costa- Gavras una dimensión inesperada. ¿Qué influyó en esto?...
"Seguramente se debe al hecho de que el personaje me conmueve, más que otros. La ternura y la amabilidad que irradia un inmigrante se debe a su necesidad de ser aceptado y puede que de ser amado. Pero también proviene de su complejo de inferioridad ante la mirada y el comportamiento paternalista de los que se cruzan con él. Siento un enorme respeto por un hombre que emigra.
Abandonar tu país, viajar a lo desconocido es una experiencia traumática. Exige coraje mental y coraje físico en dosis gigantescas. Y también exige inteligencia, esa inteligencia que da la vida. Necesitas salir adelante, pero también saber interpretar y adaptar una serie de códigos sociales muy diferentes, sin olvidar el tremendo obstáculo que representa la barrera lingüística. Al final, es muy posible que los mejores de nosotros son los que se unen a nosotros en el "Edén".
Jean-Claude Grumberg y yo queríamos que esta película fuera un homenaje a nuestros padres, a nuestros abuelos, y a aquellos de nuestra generación que vinieron a Francia a pesar de los peligros y las tormentas. ¡No nos moverán, no os moverán! Los americanos dicen "Here we stand". Me gusta esa expresión inglesa tan sencilla. Transmite el orgullo de estar ahí, bien derechos. Es probable que provenga del espíritu de los pioneros, pero es muy gráfica".
Febrero 2009, estreno de EDÉN AL OESTE. Febrero 1969, estreno de "Z". ¿Qué ha cambiado en cuarenta años?...
"Cuando hacía películas como "Z", estaba defendiendo banderas, denunciando injusticias, tomando partido en el contexto de un mundo donde todo parecía tomar la senda del "progreso", donde todo se hacía con "la mejor intención". Así que era importante mostrar que la "mejor intención" también contenía "la peor". Hoy, la sensación es que todo va a peor. Y sobre todo la problemática que parece ir unida a la fatalidad. No queríamos contribuir a esta visión dramatizándola más. Al darle un tono más ligero y mezclándola con algunos momentos de gran violencia, intentamos que la problemática de la inmigración fuera menos asfixiante, para acercarnos a este "hombre problemático" desde un ángulo diferente".