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El personaje de la Abuela resulta tremendamente familiar para todos los públicos, de cualquier edad e independientemente del lugar donde vivan.
“Yo creo que todo el mundo conoce a una abuela”, dice Lawrence.
“Quizás no se parezca al personaje que yo interpreto, pero todo el mundo tiene una hermana, una tía o una abuela con un enorme sentido de la honestidad y de gran corazón. Y ésas son las cosas que me gustan de la Abuela”. Añade el productor David T. Friendly, quien junto con Lawrence ha sido parte esencial de las tres películas de la saga.
El éxito de las dos primeras películas de la franquicia condujo a plantearse una tercera entrega, pero Lawrence, Friendly, Whitesell y el guionista Matthew Fogel querían que el nuevo filme supusiera una renovación de la saga y no simplemente la continuación de una fórmula exitosa. De esta forma, abrieron la película a un público que en gran parte no se había explotado en las anteriores, los adolescentes. Básicamente, como señala Friendly, “es un nuevo inicio y hemos hecho algo que no es ni siquiera una sombra de las dos primeras películas”.
“Uno de los secretos de las películas de la saga lo constituye la enorme cantidad de preparativos que hay detrás de la creación de las prótesis, comprobando el maquillaje y realizando pruebas de cámara”, dice Friendly.
Para ESTA ABUELA ES MI PADRE, los realizadores se propusieron la ingente tarea de reinventar un proceso y una tecnología de por sí complicados. Afortunadamente, producción fue una vez más capaz de contar con el talento de Wesley Wofford, ya responsable de la anterior cinta de la saga, para diseñar y aplicar esas fundamentales prótesis. El trabajo de Wofford se complementó con la labor de Spectral Motion Inc., una de las principales productoras de efectos especiales de maquillaje de la industria.
El rodaje tuvo lugar durante la pasada primavera en Atlanta. Tal localización no sólo permitía reflejar las raíces sureñas de la Abuela, sino que enfatizaba las actuaciones musicales del filme.
“Dada la cantidad de música que aparece en la película, yo no podía pensar en un lugar mejor para rodar que Atlanta”, dice Whitesell.
“La cultura y la música de la ciudad surge en muchas de las localizaciones, y la gran disponibilidad de actores en la zona añadió un plus a la producción”.
La mayor parte del rodaje tuvo lugar en el Agnes Scott College, en Decatur, que simulaba ser la escuela donde Malcom y Trent se ocultan bajo la apariencia de la Abuela y Charmaine. También se utilizaron otras localizaciones de Atlanta como Centennial Park, Little Five Points y Ainsley Park.