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SINOPSIS
Cuenta la escalofriante historia de cómo Ed y Lorraine Warren, renombrados investigadores de fenómenos paranormales, fueron requeridos por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una aislada granja. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas...
INTÉRPRETES
PATRICK WILSON, VERA FARMIGA, LILI TAYLOR, RON LIVINGSTON, SHANLEY CASWELL, HAYLEY McFARLAND, JOEY KING, MACKENZIE FOY, KYLA DEAVER, SHANNON KOOK, JOHN BROTHERTON, STERLING JERINS, MARION GUYOT, MORGANNA BRIDGERS, AMY TIPTON, SEAN FLYNN
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La realidad supera a la ficción…y es mucho más aterradora. Nadie lo sabía mejor que Ed Warren y Lorraine, su esposa vidente, quienes, gracias a sus numerosas experiencias personales combatiendo a las fuerzas inhumanas, consiguieron gran fama en el campo de la demonología mucho antes de la gran popularidad cinematográfica de lo paranormal. Mucho antes Ed y Lorraine se enfrentaron a la amenaza del presentimiento en un pequeño pueblo llamado Amityville, donde tuvieron que hacer frente al mal más peligroso jamás hallado.
James Wan, que había oído hablar de la pareja antes de encargarse de la dirección de “Expediente Warren: The Conjuring”, cuenta, “Siempre he sido un gran admirador de los Warren. Realmente me fascinan. Fueron los precursores del estilo actual de caza de fantasmas con equipo técnico, grabando pruebas en audio y en video. Puesto que han servido de inspiración para muchas historias, libros y películas, la idea de hacer una película, en la que no sólo la casa que están investigando sino que descubrir quiénes eran los Warren también fuese el centro de atención, me pareció genial”.
La película revela los verdaderos horrores escondidos en una apartada granja secular en la aparentemente tranquila campiña de Harrisville, Rhode Island, que compraron Carolyn y Roger Perron en 1970. Sin embargo, la pareja y sus cinco hijas no tardarán en enfrentarse a un peligro extremo e indefinible.
Patrick Wilson aceptó el papel del famoso experto en demonología porque le fascinaba la idea de interpretar a una persona real en un serio conflicto con unos poderes que una persona normal no podría entender.
Vera Farmiga interpreta, junto a Wilson, a la cariñosa esposa y talentosa pareja de Ed, Lorraine, quien, junto con su esposo, se ve inmersa en la violenta trayectoria de la presencia malévola.
Peter Safran, productor, cree que el caso influyó mucho en los Warren porque no sólo querían proteger a las hijas de los Perron, sino también a su pequeña Judy.
Paradójicamente, los Perron se habían mudado al campo para criar a sus hijas en un entrono seguro, sin saber que se ponían en peligro.
“Siempre habían querido escapar de los peligros, sin embargo, el aislamiento también puede ser aterrador. Se preguntaban, ¿es el principio de nuestra nueva vida o el principio del fin? ¿Dios está realmente cuidándonos o estamos solos aquí? Cuando las cosas malas empeoran, creo que la gente se identifica con esas preguntas de un modo visceral, y muchas de las respuestas pueden ser inquietantes”, comenta Livingston.
Rob Cowan, productor, comenta, “Todo el mundo se identifica con la idea de que hay algo debajo de la cama o en el armario, sin embargo, esto ha pasado realmente, así que hace que todo sea más espeluznante”.
Los guionistas, Chad Hayes y Carey W. Hayes tuvieron una oportunidad única, contar la historia desde los dos puntos de vista, el de los Warren y el de los Perron. “Lo que nos encantó a la hora de escribir el guión es el contraste entre las dos parejas: los Warren, que son muy católicos y respetados expertos en demonología, y los Perron, que no son nada religiosos. Y sus vidas se ven unidas. ¿Quién soluciona qué y cómo se soluciona?”, comenta Chad.
Durante el desarrollo del proyecto, Wan y los hermanos Hayes repasaron los expedientes de los Warren, unos 4.000 casos. “Encontramos mucho material bueno”, comenta Wan. “Mi objetivo era incorporar algunos de los casos más descabellados con los que se habían encontrado en su vida, aunque manteniéndonos fieles a la historia de esta familia en concreto”.
Durante las larguísimas conversaciones telefónicas de los hermanos Hayes con Lorraine, normalmente había una especie de interrupción como de otro mundo, en forma de sonidos e interferencias, que con frecuencia hacían que la línea se cortara completamente. Carey cuenta que cuando preguntaban si era normal Lorraine respondía “Sí, cariño, oscuridad, luz… es una lucha constante, ¿sabes?”.
Roger Perron y sus hijas tuvieron la oportunidad de visitar el plató y coinciden en que trae a la memoria recuerdos intensos, empezando con el fatídico día que se mudaron a la granja.
Wan también experimentó una noche un extraño incidente mientras enviaba un correo electrónico sobre el guión. Empezó con su perrita gruñendo en una esquina de su despacho. “No había nada”, recuerda. “Entonces hizo algo aún más escalofriante, empezó a rastrear todo lo que estaba mirando fijamente, que no era nada, por toda la habitación, sin alterarse. Yo estaba alucinado…y fue en ese preciso momento cuando supe que la historia me había obsesionado y que me estaba afectando enormemente.
Farmiga comenta que el proceso de investigación fue inquietante y a la vez fascinante. Leyó muchos libros sobre las ciencias ocultas y vio grabaciones de las conferencias de los Warren antes de conocer a Lorraine. La actriz considera que todo el trabajo de Lorraine es fascinante, desde los pastores evangélicos y los rabinos judíos hasta los chamanes y jefes indios, y su firme propósito inspirador.
Wan vuelve a confiar en el código de comunicación que ha establecido entre su equipo creativo habitual para crear la atmósfera de terror cada vez mayor que da lugar al sobrenatural callejón sin salida de “Expediente Warren: The Conjuring”. “Naturalmente, como cineasta, te permites alguna licencia artística, pero había ciertas cosas en las que no quería ceder porque esto era real”, señala Wan.
En lugar de simplemente grabar material cinematográfico descarnado para recrear los años 70, “Quería que pareciera una ventana en una época distinta, pero mirando a través del filtro de la tecnología actual”, comenta Wan.
“Expediente Warren: The Conjuring” es la cuarta colaboración de Wan con el director de fotografía John R. Leonetti, que probó cámaras y objetivos para conseguir esta apariencia, decidiéndose por una combinación de la cámara digital Arriflex Arri Alexa, que permite la misma libertad que la película, es más sensible a la luz y puede captar toques de luz y detalles en las sombras, y los objetivos Leica, que son ópticamente planos y representan de manera marcada y exacta lo que se ve.
La fotografía principal tuvo lugar en Wilmington, California del Norte, donde los cineastas buscaron la casa perfecta para reproducir la residencia de los Perron. “Recuerdo la primera vez que salimos de búsqueda. James tenía que dar una vuelta y asegurarse de que todas las luces estaban encendidas y de que no había nada en su habitación del hotel. A pesar del tipo de películas que hace y del género en el que ha tenido tanto éxito, no es uno de esos tipos a los que les gusta la idea del horror, sabe lo que asusta a la gente porque a él le asustan las mismas cosas”, revela Cowan.
La diseñadora de producción, Julie Berghoff, que ha colaborado con Wan en otras tres películas, comenta “Desde el principio James nos dijo: ‘No quiero que al principio estás apariciones se vean, quiero que se sientan’. Yo creo en los fantasmas y estoy de acuerdo con James en que no siempre ver lo que causa estragos es con frecuencia lo suficientemente perturbador”.
Encontraron una casa con un extenso terreno que bajaba hacia el río Black, que se usó para varias escenas exteriores. Leonetti filmó el paisaje de alrededor para crear un ciclorama de casi 360 grados que captara el lugar a escala completa, una estructura de dos plantas y unos 560 metros cuadrados construida a semejanza en un plató de filmación. Todo el mundo coincidía en que era tan real que casi daba la sensación de que podías pasear por la calle.
Para Wan y Leonetti, el uso de una iluminación funcional era indispensable para marcar la pauta. “Básicamente usamos una paleta básica, creando luz natural en muchos niveles”, explica Leonetti.
Wan, Berghoff y Leonetti analizaron el ajuste de la réplica interior de la casa de cinco habitaciones para que cubriera todos los ángulos que necesitaban para la acción, a la vez que se mantenía la penumbra de las esquinas. También se construyeron pasillos de cristal en el salón principal y en la habitación de al lado, que permitieron que la cámara mirara a través para que los espectadores vieran que la acción que tenía lugar en la habitación se precipitaba directamente sobre ellos. Fiel a la época, así como a la estética de la iluminación funcional, una instalación de techo sirvió de fuente de iluminación y el equipo de Berghoff colocó más luces en estanterías y muebles para añadir fuentes de luz.
La casa propiamente dicha se construyó en 1736 y la última vez que estuvo ocupada fue a finales de la década de los 40 o los 50.
Para aumentar la tensión en algunas escenas de la película se utilizó otro dispositivo, el zoom. “No es un zoom rápido. Se va introduciendo muy lentamente para crear suspense”, comenta Leonetti quien también señala que la técnica es “una sutil vuelta a la década de los 70”.
Se grabaron imágenes de exorcismos reales de los expedientes de los Warren para proyectarlas durante la conferencia. Los Warren usaban 8mm, sin embargo, Leonetti eligió 16mm para poder proyectarlas mejor en el gran espacio. El equipo de efectos visuales, dirigido por el supervisor de efectos visuales, Ray McIntyre Jr., retocó ligeramente las grabaciones para aumentar los signos de posesión.
Tanto el equipo de efectos visuales como el de efectos especiales, dirigido por David Beavis, fueron esenciales para manifestar los distintos poltergeist que acosaban a los Perron.
GALERÍA DE FOTOS
https://cineymax.es/estrenos/fichas/104-e/79552-expediente-warren-the-conjuring-2013#sigProIde80ff220b8