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INFORMACIÓN
Titulo original: La Rançon De La Gloire
Año Producción: 2014
Nacionalidad: Francia, Suiza, Bélgica
Duración: 110 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 7 años
Género: Comedia, Drama
Director: Xavier Beauvois
Guión: Etienne Comar
Fotografía: Caroline Champetier
Música: Michel Legrand
FECHAS DE ESTRENO
España: 2 Octubre 2015
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Golem


SINOPSIS

Eddy sale de la prisión marchando hasta la casa de su amigo Osmane donde cuidará de la hija de éste. La falta de dinero se hace cada vez más latente justo cuando llega hasta sus oídos la muerte del actor Charles Chaplin. A Eddy no se le ocurre otra cosa que robar el féretro y pedir un rescate...

INTÉRPRETES

ISABELLE CAILLAT, DOLORES CHAPLIN, PETER COYOTE, NADINE LABAKI, CHIARA MASTROIANNI, BENOIT POELVOORDE, OLIVIER RABOURDIN, ROSCHDY ZEM, JEAN DOUCHET

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ENTREVISTA AL DIRECTOR...

¿Cómo surgió el proyecto de 'El precio de la fama'?...

- Con Chaplin, sencillamente. Un día, hace al menos cinco años, mi mujer y yo vimos 'Candilejas' (1952) en DVD, antes de que rodara 'De dioses y hombres'. Creemos conocer a Chaplin, pero siempre sorprende descubrir un sinfín de ideas en sus películas. Empezó en los albores del cine, cuando las películas duraban dos minutos. Él lo inventó. Fue el primero en explorar realmente las posibilidades del cine. Por eso quería mostrarle en la película con una pala en la mano, excavando los cimientos del estudio Associated Artists, haciendo un paralelismo con las palas de los protagonistas cuando desentierran el ataúd. Puede que todo se deba a una asociación de ideas, que la imagen de Chaplin excavando los cimientos del estudio me hiciera pensar en el secuestro del ataúd.

¿Conocía la historia?...

- Muy por encima. Mi mujer, Marie-Julie Maille, la montadora de 'El precio de la fama' y 'De dioses y hombres', no sabía ni que hubiera ocurrido, incluso pensó que le tomaba el pelo. Pero buscó un poco en Internet y se convenció de lo contrario. Chaplin murió el día de Navidad de 1977 en su mansión de Vevey. Tres meses después, dos emigrantes empobrecidos, un polaco y un búlgaro (dos vagabundos, como los describió el fiscal durante el juicio), robaron el ataúd y pidieron un rescate a la familia. Pensé: “Tengo una película”.

¿Siempre han sido importantes Chaplin y sus películas para usted?...

- Desde luego. De pequeños, hay personajes que nos hacen soñar, como Fantômas, Tarzán… Pero cuando se ve a Chaplin, se descubre a un maestro. Y es lo que quería mostrar en la película, el genio de Chaplin como actor y director. He incluido imágenes de 'Luces de la ciudad' (1931) y 'Charlot en el balneario' (1917). Jean Douchet me dio la idea. Me gusta que Chaplin use su cuerpo, que lo muestre. Se le ve de cuerpo entero. Es testigo de un masaje algo brutal al lado de una piscina. No hace nada, ni una mueca, ni un gesto. Se limita a mirar. Es una lección de cine, incluso una lección de cine moderno.

¿Qué fue lo primero que hizo cuando se decidió a rodar esta increíble historia?...

- Lo primero fue profundizar, enterarme de toda la historia. Llamé a mi amigo Jean-Eric Troubat, que trabaja en la policía y que había participado en la escritura del guión de 'Le petit lieutenant' (2005). Me proporcionó un contacto con la policía suiza, pero me dijeron que no podían hacer nada sin la autorización de la familia. Me puse en contacto con los Chaplin, que me contestaron de forma positiva, sin ninguna condición previa. El éxito de mi anterior película, De dioses y hombres, debió tener algo que ver. Tuve acceso a los archivos y leí la correspondencia entre los secuestradores y Oona Chaplin.

¿Cómo se enfrentó al guión?...

- Tanto a Etienne Comar – con el que coescribí 'De dioses y hombres' – como a mí nos pareció que la película debía ir más allá del género negro. El plan concebido por los dos hombres es tan estrafalario que no podemos tomárnoslo a mal. Fue lo que me permitió ver la historia bajo un prisma más humorístico. Para Eddy y Osman, el robo del ataúd es como haber encontrado la lámpara de Aladino. De ahí la toma aérea en la que se sigue al coche después de desenterrar el ataúd: el poderoso y benévolo espíritu de Chaplin flota por encima de su cuerpo. Hay un momento en que el secretario dice: “El señor ha vuelto a los escenarios”. Está feliz porque desde la muerte de su jefe no ha pasado casi nada. Chaplin no se enfada con sus secuestradores, al contrario, le permiten ser el centro de atención, y por eso les concede un deseo a cada uno. Eddy tiene cincuenta años, está sin trabajo, no ha hecho gran cosa en su vida y, de pronto, es una estrella del circo. Y Osman encuentra la forma de pagar la operación de su mujer.

¿Ocurrió realmente así?...

- No, es pura invención. No había una esposa enferma. Creé una urgencia que no existió en la realidad.

¿Cuál era la situación real de los dos secuestradores?...

- Uno era más listo que el otro, que ni sabía la suma verdadera que se había pedido a la familia. Posteriormente, su mujer pidió disculpas a la Sra. Chaplin, que estaba dispuesta a perdonarles. No me gusta hablar de ellos porque han conseguido que se les olvide. Pero sí diré que ambos huyeron del comunismo, algo irónico si se piensa que Chaplin dejó Estados Unidos porque le acusaron de comunista.

¿Qué conserva 'El precio de la fama' de la historia original?...

- Cuando llegó el momento de escribir, no quise volver a sumirme en la documentación y preferí trabajar de memoria. Siempre llega un momento en que se debe olvidar lo que se ha aprendido. Al final, todo gira más en torno a los lugares y a los detalles que a los hechos en sí. Por ejemplo, la sala del tribunal es la misma en la que fueron juzgados los dos autores reales. Conservo algunas frases del alegato de la defensa y el monólogo de Hamlet del fiscal. Tuve ocasión de filmar en la mansión de los Chaplin, y fue mágico. Hace años que se habla de convertirla en un museo. Por suerte para mí, aún no lo han hecho. Todo está igual, la biblioteca, el piano, su habitación…

¿Qué dificultad planteó reconstruir los años setenta?...

- Lo más importante fue intentar no asaltar al espectador con una reconstrucción demasiado precisa. Todo debía ser correcto, los coches, la ropa, los camiones, pero con la suficiente discreción como para que el espectador tuviera la ilusión de que la historia está transcurriendo, en cierto modo, en el momento presente. Sobre todo quise que la ropa de Eddy y Osman no sorprendería a nadie hoy en día. Fue un equilibrio difícil de conseguir.

Es la primera vez que rueda una película de época, y también es su primera comedia...

- Llevaba tiempo queriendo hacer una comedia. Sé que es más difícil hacer reír que llorar. Hace falta valor, hay que arriesgarse. Siempre ha habido humor en mis películas, pero un “humor” normal. Era el humor de los propios personajes, el humor que cualquiera se atreve a incluir, sobre todo en una situación seria. Para 'El precio de la fama' fue necesario encontrar el humor de la película y no limitarse al humor en la película.
 
  'El precio de la fama' difiere de sus anteriores películas no solo porque es una comedia, sino porque hay dos historias. Por una parte, el robo del ataúd de Chaplin y, por otra, la iniciación de Eddy en el mundo del circo. ¿Estaba pensado así desde el principio?...

- Siempre me pareció obvio: Charlie Chaplin y el circo. Chaplin solía ir al circo como espectador en Suiza. Siempre se sentaba en la primera fila y cuando entraba, todos se levantaban para saludarle. Al final de la representación, un payaso se acercaba y le ofrecía un manojo de paja, símbolo de prosperidad. Chaplin se iba a casa con su manojo de paja.
Al pensar en eso, decidí centrar la historia en el destino de Eddy. Al comienzo de la película, cuando sale de la cárcel, el guardia le dice algo fundamental: “Y deja de hacer el payaso”. Para rodar esta escena, hice instalar una doble puerta con el fin de que el interior de la cárcel estuviera en la total oscuridad. La última toma corresponde al principio. Eddy se ha convertido en un auténtico payaso cuando le vemos por detrás, entrando en un haz de luz cegadora. Caroline Champetier alquiló todas las luces habidas y por haber en Suiza. Cómo pasa alguien de un agujero negro a las luces del escenario, esa era la historia que quería contar con esta película.

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