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NOTAS DEL DIRECTOR...
Y de pronto, de la noche a la mañana, se paró el mundo.
'Extinction' es un thriller post-apocalíptico, con sus momentos de terror, escalofriantes, pero es también una película de personajes, con una fuerte carga dramática e interpretativa. Es una película sobre monstruos blancos que se confunden en la nieve, pero es, sobre todo, una película sobre el odio de dos hombres – de entre los pocos que quedan en el planeta- y el amor que sienten por una niña de nueve años, Lu. Es una película sobre el odio, el amor, el perdón y la redención. Y, sobre todo, la esperanza.
Imaginaros un pequeño pueblo abandonado en medio de la nieve. Sólo dos casas muestran signos de estar habitadas, ambas valladas y fortificadas. Dos familias, dos hombres y un odio que les divide. Un lugar olvidado por todos, incluso por las horribles criaturas que pueblan el planeta… hasta hoy.
Tras “Secuestrados” me encontré con el desafío de hallar un siguiente proyecto que fuera atractivo y novedoso, pero, sobre todo, buscaba algo que me emocionara como director. Así, un día llegó a mis manos la novela “Y pese a todo…”, de Juan de Dios Garduño, que consiguió excitarme por el nuevo enfoque que aportaba al género. No sólo presentaba momentos terroríficos y un gran punto de partida visual así como unos monstruos que no había visto antes sino que, sin olvidar el género en el que cabalga, sabe fundirse con la emoción de una historia de personajes. Porque para mí eso es lo más importante en cualquier historia, la emoción e identificación que crean los personajes protagonistas. El drama. Debemos reír con ellos, llorar con ellos y, sobre todo, pasar miedo con ellos.
'Extinction' trata sobre muchas cosas pero, en última esencia, es una historia de aprendizaje en la que nuestros protagonistas deberán aprender que vivir sin dignidad y esperanza -aunque sea a salvo- no es vivir (Jack) y que la redención y el perdón de los pecados cometidos empiezan en el perdón de uno mismo (Patrick). Siempre he visto a estos personajes como unos náufragos en esta isla desierta que es Harmony, rodeada por un mar que es ese manto de nieve perpetua y llena de misterio y peligros tras la cual, ninguno de los personajes sabe lo que hay.
Me encantaba la idea de crear una historia de terror en un pueblo en mitad de la nieve. Me parece un escenario precioso, idílico y casi mágico, que choca con la idea misma del terror. De esta forma, a parte de la metáfora sobre unos personajes congelados en el espacio y en el tiempo, tenemos ese escenario de fábula que otorga a la historia una característica casi atemporal y, sobre todo, universal. Harmony puede estar ubicada en cualquier lugar del mundo, o, mejor dicho, en el último lugar del mundo.