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SINOPSIS
Un empresario que sufre un cáncer terminal decide someterse a un procedimiento radical en el que su conciencia es transferida a un cuerpo sano además de joven. Todo va como la seda hasta que descubre que el cuerpo nuevo perteneció a una persona que lo vendió por dinero para su familia. Ahora su vida se encuentra en peligro...
INTÉRPRETES
RYAN REYNOLDS, MATTHEW GOODE, NATALIE MARTINEZ, BEN KINGSLEY, MICHELLE DOCKERY, MELORA HARDIN, VICTOR GARBER, SAM PAGE, DEREK LUKE, MARIANA PAOLA VICENT
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Como guionistas, los hermanos David y Alex Pastor consideran que su proceso creativo está motivado por las cosas que les quitan el sueño. «Creo que todo el mundo puede identificarse con ese sentimiento de “Ojalá tuviera más tiempo”», dice David. «Queríamos escribir sobre un personaje poderoso que lo tiene todo, pero cuyo cuerpo le está fallando, y que descubre que su dinero podría permitirle comprar una nueva vida. Y aunque la clave de esta nueva vida es una tecnología revolucionaria, decidimos que no íbamos a dejarnos frenar por los tecnicismos, y que nuestra historia sería ante todo una fábula. Las consecuencias morales eran lo que más nos interesaba.»
Alex recuerda: «Cuanto más debatíamos el tema, más me apasionaba la idea de que alguien pudiera “comprar tiempo”, ya que a veces la gente con dinero consigue cosas que nos están vedadas a los demás mortales. El tipo de ciencia ficción sobre el que nos gusta escribir a David y a mí es el que explora asuntos morales y éticos; para escribir Eternal, nos centramos en una fantasía en la que la tecnología pudiera librarnos de nuestra propia muerte, y en el coste no económico que eso tendría. Es una premisa que toca temas universales».
David apunta: «La muerte es algo que todos tenemos en común; es el gran signo de inter-rogación que hay al final del camino que compartimos. Pero, ¿alguna vez llegamos a estar preparados para morir?».
Alex responde: «Yo no creo que estemos nunca preparados para morir, porque en nuestros genes está la lucha por la supervivencia, por seguir moviéndonos y por seguir viviendo todo el tiempo que podamos».
El planteamiento de cuestiones morales y de temas como la mortalidad ha sido siempre carac-terístico de las grandes historias de ciencia ficción. El guión de los hermanos Pastor llamó la atención de la industria del cine al ingresar en la «Lista Negra de los mejores guiones de cine no producidos».
Uno de los principales fabuladores del cine, el director Tarsem Singh, estaba buscando algún proyecto en el que trabajar «que fuera menos fantástico». A Singh le pareció que el guión de los hermanos Pastor se encontraba «a 20 minutos en el futuro, así que no lo consideraba realmente como ciencia ficción. Pero sin duda es un thriller, tiene acción, y yo estaba buscando precis-amente un guión con esos ingredientes».
Respecto a la mortalidad, Singh se pregunta: «¿Alguno de nosotros querría vivir para siempre con un cuerpo que envejece, con un catéter, o querríamos otra alternativa? Hoy en día, que puedes comprar cualquier cosa que desees en el mercado negro (como un riñón y muchas cosas más), el debate está servido».
«Nuestra mente puede vivir mucho más tiempo de lo que nuestro cuerpo físico ha evolucionado para vivir, pero ¿qué podemos hacer al respecto? Si Einstein o Steve Jobs hubieran podido vivir un poco más, seguramente habrían contribuido mucho más a la humanidad.»
El productor Ram Bergman señala: «Cuando recibí el guión, sentí que era un concepto con el que todo el mundo se podía identificar; está anclado en la realidad, incluso con sus elementos de ciencia ficción. Era una película que podía funcionar como thriller y al mismo tiempo plant-ear algunas cuestiones. Es una historia con contenido. Llamé a Jim Stern, porque habíamos pro-ducido juntos Looper, y a mí me pareció que ésta era una película de ciencia ficción igual de provocadora y emocionante, que entretendría al público y a la vez le plantearía dilemas mo-rales».
Stern comenta: «Me pareció que, al igual que Looper, ésta podría ser una gran experiencia de la que la gente seguiría hablando al salir de la sala, algo que caracteriza a muchas de las mejores películas de ciencia ficción. Eternal sigue también la tradición narrativa clásica de cuestionarse el coste de los tratos fáusticos, y supe que la premisa del guión daría que hablar. La investi-gación de David y Alex les hizo pensar en lo que hacen las serpientes: mudar la piel. De ahí proviene el término “muda”»
«Había muchos aspectos universales en la película: la redención, las segundas oportunidades, y la posibilidad de aprovechar la oportunidad de seguir disfrutando de la vida.»
Bergman recuerda: «Entonces, Jim dijo: “Vamos a llamar a Peter Schlessel —habíamos traba-jado con él en Looper— para que sea productor asociado”. Peter leyó Eternal en su oficina y dijo: “Hagámoslo”».
Todo el mundo estaba deseando conocer a Tarsem Singh. Alex comenta: «Su aportación a los guiones es fascinante».
«Era ideal para nuestro guión», dice David. «Crea una imaginería increíble, aunque este proy-ecto ha sido algo nuevo también para él.»
Bergman dice: «Siempre he admirado la estética de Tarsem, pero más difícil aún es encontrar un director con una visión. Durante nuestra primera entrevista, me dijo que imaginaba Eternal como inspirada en los thrillers de Roman Polanski de los 60 y los 70».
Stern apunta: «Tarsem tenía una gran comprensión de lo que podría ser esta película, y de lo que quería hacer con ella. Con los personajes en primer lugar, los elementos de misterio y cien-cia ficción se colocaban en su sitio. Eternal dio a Tarsem la oportunidad de explorar los per-sonajes de una forma más profunda, y le entusiasmó mucho la historia».
«La humanidad siempre está intentando superar los límites de la ciencia, y se han hecho avances con seres vivos en el campo de la clonación, el uso de la robótica para las prótesis y el transhumanismo. Así que el acceso a la transferencia de consciencia no queda tan lejos. Presen-tamos estos elementos narrativos de una forma fundamentada, para que el público aceptara la idea de: “Si para entonces sigo vivo y tengo el dinero suficiente, quizá pueda hacer eso...”.»
El actor Ryan Reynolds añade: «Yo creo que los espectadores se sienten atrapados cuando uno de los elementos clave de una película es un anhelo universal. Prolongar la vida, eludir la muerte... si un día se aplican los recursos necesarios, tal vez un avance así no sea algo tan lejano».
«Me gusta interpretar personajes que tienen que tomar decisiones de tipo moral, y el personaje de Damian es especialmente interesante, porque tiene una moral flexible. El público se pregun-tará: “¿Haría yo eso?” 'Eternal' da mucho que pensar.»
Los hermanos Pastor concibieron a su protagonista como un hombre que había trabajado en el negocio inmobiliario, un constructor, debido a las grandilocuentes personalidades que estas profesiones suelen atraer. «Uno de mis libros favoritos es The Power Broker, de Robert Caro», confiesa David. «Su protagonista, Robert Moses, ocupó varios cargos públicos en Nueva York durante el siglo XX, y el libro de Caro te permite hacerte una idea de su decisiva participación a la hora de conformar la ciudad que hoy conocemos. Nos pareció que había algo muy atractivo enexplorar un personaje que se había construido monumentos a sí mismo, pero que al mismo tiempo se daba cuenta de que quizá eso tampoco fuera bastante para él.»
Así pues, el personaje de Damian Hale, que ha sido portada de la revista Time con el titular «El hombre que construyó Nueva York», es ahora un gigante que ya no se siente inmortal. Alex apunta: «Damian ha sido egoísta, ha impuesto su voluntad a todos los que le rodeaban, y siem-pre se ha salido con la suya sin importarle los sentimientos de los demás. Aunque eso le ha proporcionado una gran fortuna, en este viaje se encontrará cara a cara con los daños colater-ales de su actitud, y tendrá que aceptar la forma en que ha vivido su vida».
Reynolds añade: «Hay un elemento de narcisismo en la decisión de Damian de someterse al proceso de “muda”, pero también creo que ha tenido que luchar internamente con algunas de las cosas que ha hecho en su vida... por eso una segunda oportunidad resulta tan atractiva para él».
Stern alaba a Reynolds, a quien califica de «nuestra primera opción para el papel. Es un actor experimentado y tremendamente sutil, capaz de ser serio y encantador al mismo tiempo, es lo bastante inteligente y seguro como para saber que no necesita ser “grande” para los es-pectadores».
Al ser contactado por los cineastas para interpretar al primer Damian Hale, el oscarizado Ben Kingsley se centró en las dicotomías del personaje. El actor reflexiona: «Creo que Damian ha tenido siempre un ego enorme. Es tremendamente creativo e imaginativo. Pero este hombre tan poderoso no se juzga a sí mismo con severidad. Aunque no le queda mucha vida por delante, todos los días se hace la manicura, se da un masaje, va al barbero, al sastre y se dice a sí mismo: “No me voy a morir”. Tuve que mostrar también su vulnerabilidad, para que el público pensara: “Es igual que mi tío”, o “Me recuerda a mi padre”».
Kingsley añade: «En Tarsem Singh teníamos al director perfecto para esta historia. Él tiene sus raíces en el subcontinente indio, y un aspecto de esa cultura tan inmensamente rica es el lugar que ocupa la reencarnación en el imaginario de su gente, como principio, como creencia. Es algo que a los occidentales nos resulta bastante ajeno. Damian necesita reencarnarse, y encuentra a este genio, Albright, que va a ayudarle a esquivar la muerte, aunque le cueste una fortuna. En la poesía de Tarsem, y en la mitología de esta historia, Damian es el rey que muere para conver-tirse en príncipe».
Singh dice: «Damian es un hombre que tiene todo de su parte salvo la edad, pero ha sido una persona egoísta que nunca ha sabido poner en orden su vida personal y que nunca podrá borrar su pasado. Creo que el cerebro lo es todo, y que el corazón es sólo el motor. En 'Eternal', Damian tiene una segunda oportunidad, y se enfrenta a la decisión de convertirse en una persona diferente».
Stern afirma: «Con la dinámica interpretación de un actor tan extraordinario como sir Ben, puedes llegar a sentir la soledad de Damian a pesar de su riqueza y su poder»
Bergman comenta que, a medida que Damian se sumerge en una zona moralmente ambigua (incluso para él) en su pacto con Albright, «vemos algo de Steve Jobs en este personaje tan carismático de Albright: es un científico, un visionario y un hombre de negocios, todo en uno. Yo siempre he sido fan de Matthew Goode, porque aporta una fina inteligencia a sus interpre-taciones. Para encarnar a Albright, queríamos a alguien que fuera acorde con Ryan Reynolds, tanto físicamente como por edad».
Goode bromea: «Si vas a tener una segunda vida, ¡Ryan Reynolds es una opción c...nuda! Mi personaje está en el lado equivocado, pero dentro de él hay un buen tipo que piensa: “Ojalá Einstein hubiera vivido un poco más y hubiera podido continuar con sus teorías”. Eternal aborda grandes temas, porque ¿quién no ha pensado alguna vez en vivir eternamente? Han confluido muchas circunstancias para que aceptara este trabajo, y una de ellas fue Tarsem Singh; recuerdo haber visto La celda y pensar: “¿Quién es este tío? Nunca he visto tomas como ésta”. Es maravilloso trabajar con él».
El actor también disfrutó «el reto de transmitir todos los detalles científicos que Albright tiene que revelar». Reynolds alaba a Goode, que dice que «lo hace de una manera tan natural que te tragas lo que vende Albright, incluso entiendes sus convicciones, y, en cierto modo, su forma de ver el mundo».
Singh apunta: «Yo nunca he visto a Albright como un villano; él sigue las reglas del juego, hasta que Damian se descontrola y a él no le queda otra elección. Las emociones entran a formar parte de una ecuación en la que no tienen cabida, según él la había previsto. Pero también hay una tragedia en la propia historia de Albright, y eso contribuye a que los argumentos que utiliza puedan convencerme».
Goode confiesa: «La única vez que me sentí intimidado por el encargo fue cuando tuve que re-cordar mi diálogo con sir Ben; él era muy generoso, pero yo estaba teniendo una especie de experiencia extracorpórea, pensaba: “¡Estoy rodando una escena con Ben Kingsley!”».
Para Reynolds no había ninguna perspectiva de rodar escenas con Kingsley, ya que, como éste último apunta, «la oruga no conoce a la mariposa». Reynolds confiesa que fue «un privilegio poder decir que he actuado en la misma película que sir Ben. En realidad sí que nos conocimos, y estuvimos intercambiando opiniones sobre cómo aprovechar al máximo el tiempo de que dis-ponemos, que es uno de los principales temas de la película».
Stern ya tenía experiencia con dos actores diferentes interpretando el mismo papel, concreta-mente en la película Looper, con Bruce Willis y Joseph Gordon. El productor comenta: «Estuvi-mos hablando con Tarsem sobre la continuidad para Ryan y sir Ben. Cada actor dejaba indica-ciones para el otro; por ejemplo, Tarsem le decía a sir Ben: “Ryan está haciendo esto, ¿crees que puedes incorporarlo tú también?”. Para ambas encarnaciones de Damian, el suspense psico-lógico es un elemento fundamental de su recorrido; cuando los espectadores tienen infor-mación que los personajes desconocen, están más pendientes».
«En el guión hay muchos giros que no esperaba; conforme la historia avanza, descubres (junto a los personajes) que hay muchas más implicaciones de las que habías pensado», señala Victor Garber, que interpreta a Martin, el leal amigo y socio de Damian. «Creo que el guión es muy inteligente y sorprendente. Y también original. Ahora hay mucha obsesión con vivir más tiempo, pero la gente lo lleva al extremo. Por mucho que intentemos cambiar, en esencia somos siempre los mismos.»
Ben Kingsley y Victor Garber, que son amigos en la vida real, aportaron una credibilidad adi-cional a sus escenas juntos. «Victor es un actor que se permite mostrarse vulnerable ante otro actor, y yo también soy así», confiesa Kingsley.
Singh comenta maravillado: «Martin fue muy empático interpretando a Victor, y cuando sir Ben tenía escenas con él podías ver que lo miraba como pensando: “Éste es un amigo al que quiero”. Y no está muy avanzada la película cuando este vínculo ya se ve puesto a prueba».
A Ryan Reynolds y Derek Luke, también amigos en la vida real, les resultó fácil transmitir la camaradería entre Damian y su nuevo amigo, Anton, al que conoce después de la «muda». «Derek es un actor con el que puedes contar cuando estás rodando una película, día tras día», declara Reynolds.
Luke comenta: «Lo que más me gusta de ser actor es que sigo reaccionando a los guiones como un fan. Lo que más me gustó de Eternal fue que tenía la combinación perfecta de drama, sus-pense, ciencia ficción y emoción; para mí, como actor, la clave estaba en que resultara creíble. Ryan tiene la capacidad de hacerme creer en la historia. Anton le enseña a Damian a vivir la vida un poco mejor, para que pueda abstraerse de su pasado y centrarse en lo que está por venir, disfrutando del sabor de Nueva Orleans y de la hospitalidad sureña. Tarsem y yo hablamos sobre cuánto podríamos canalizar mi propia sensibilidad hacia Anton, que es un per-sonaje fascinante de interpretar, porque es un tío encantador... ¡pero las cosas se ponen muy difíciles para él!».
«Los personajes se encuentran cara a cara con una organización que esconde algo muy im-pactante bajo su superficie y que tiene mucho que ocultar», apunta Reynolds. «Damian, en su nueva identidad de Edward, se convierte en un hombre perseguido. Él, que está acostumbrado a llevar las riendas, de repente ya no las lleva.»
Aprovechando que los giros del guión llevaban la historia al terreno de la persecución y la huida, Singh y Reynolds trabajaron con los guionistas para «dejar migas de pan por el camino, al estilo de Hansel y Gretel», apunta el director. «Me gusta plantear las preguntas y las respuestas de manera visual, así que la idea fue que Damian viera cosas (a veces en su mente, a veces en una foto) que luego tenía que investigar a fondo.»
Reynolds apunta: «A Damian lo mueve la curiosidad, pero los flashes que está experimentando le aportan pistas que no puede evitar seguir, y que aportan revelaciones sobre el oscuro trasfondo de la historia».
Stern comenta: «Esos flashes son para Damian como destellos de un sueño recurrente, y Ryan transmite muy bien cómo su personaje se da cuenta de que pertenecen a acontecimientos que tiene que intentar recordar. Al no recrearnos demasiado en ellos, dejamos al espectador con una sensación de sorpresa y expectación».
«En la pantalla no duran mucho, porque el personaje quiere deshacerse de ellos en cuanto aparecen», explica Singh. «Son como el tipo de metraje que suelo utilizar en mis películas; son flashes invasivos, más que hermosos.»
Bergman explica: «Tarsem y [el director de fotografía] Brendan Galvin tuvieron la inspirada idea de rodar esos flashes cámara en mano con dos cámaras pequeñas, por lo que el resultado es una visión a la altura de la vista para el espectador. El resto de las escenas están rodadas con lentes más anchas [con una relación de aspecto de 2:39/1], en un estilo más clásico; esta película está hecha para ser vista en una pantalla panorámica».
Singh aclara: «Cuando etiquetan tu estilo cinematográfico de “realista”, la gente se imagina una cámara temblorosa o unas escenas rodadas con un teléfono móvil, algo que, equivocadamente se ha atribuido al realismo. Para que la base científica de la historia resultase realista, busqué una estética ligeramente estilizada, con un trabajo de cámara más estático».
«La preparación de Tarsem es incomparable», explica Stern. «Tiene todo en la cabeza, cada escena, cada momento. No recuerdo haber visto ningún storyboard, porque lo tiene todo pen-sado, y además con mucho entusiasmo.»
«Cuando nos pusimos a producir Eternal, me di cuenta de que nuestro director tenía un gran sentido del humor, y mucha energía», apunta Bergman.
Reynolds coincide: «La energía que Tarsem transmite en el rodaje es palpable. Crea un poco de magia, es un hombre incombustible. Yo lo seguiría a cualquier parte».
«Tarsem tuvo que dar saltos unas cuantas veces para explicarle a uno de los especialistas cómo quería que hiciera un movimiento determinado», revela Bergman. A un nivel menos arriesgado, el productor añade que el director y su diseñador de producción de confianza, Tom Foden, «siempre están evaluando cómo quedará cada cosa en la pantalla».
Singh dice: «Tom siempre encuentra lo que hace falta, y soluciona cualquier escollo. Para las secuencias del laboratorio, yo no quería que pareciera que Albright había redescubierto la rueda; todo tenía que parecerse a lo que las personas de cierta edad sienten cuando se en-frentan a su propia mortalidad, o a la de un ser querido. Teníamos que estar, una vez más, a 20 minutos de distancia en el futuro».
La diseñadora de vestuario, Shay Cunliffe, subraya que cuando le propusieron trabajar en Eter-nal no lo dudó «por el guión, y por la ilusión que me hacía colaborar con Tarsem. Estaba un poco nerviosa, porque iba a ser el miembro nuevo del equipo; Tarsem lleva mucho tiempo traba-jando con Brendan y con Tom... y el vestuario de sus películas siempre lo había hecho hasta ahora la gran Eiko Ishioka, ya fallecida. Así que Tom y su equipo me pusieron rápidamente al corriente de lo que le gustaba a Tarsem, y cuál era su idea para Eternal. Entonces fue cuando él y yo debatimos los aspectos prácticos y estilísticos del Damian joven y del mayor, intentando conservar el espíritu del hombre durante toda la película, así como el hilo conductor de su gusto por lo caro».
Cunliffe añade: «Esta historia está un poco adelantada a nuestros tiempos, pero buscamos una escala cromática ajustada y sutil, para darle un efecto más atemporal. Tarsem pensó que man-tener un aire más realista le iría mejor a esta película con elementos fantásticos. Yo apliqué sus directivas, y él confió siempre en que yo daría lo mejor de mí».
En una de las escenas más importantes de la película a nivel visual, Damian, en la piel de Ed-ward, se encuentra cara a cara con Madeline, a la que interpreta Natalie Martinez. Es entonces cuando su consciencia se fragmenta más... y también se eleva. «Los secretos salen a la luz», dice la actriz. «Este hombre aparece en la casa de Maddie; ella se da cuenta de que algo no cuadra... ¡y se desata la locura!»
El director de segunda unidad y coordinador de especialistas Steve Ritzi apunta que la secuen-cia subsiguiente de caos en la casa de Maddie y en torno a ésta tardó «una semana y media en rodarse. La secuencia de la casa de campo y la cocina se rodó primero con dobles, para que a los actores les cuadraran los tiempos».
Martinez revela: «Maddie reparte algunas h...s en la película, pero también recibe algunas h...s. Intenté hacer todas las escenas de acción que me dejaron, porque eso produce reacciones rea-les».
Ritzi explica: «Tarsem prefiere que hagamos todo lo que podamos delante las cámaras, durante el rodaje, antes que en postproducción. Incluso la gran persecución de coches él la veía de un modo diferente a las que solemos ver en las películas; es sugerente, y la carretera se ve bonita. Pero me dejó orquestar la persecución de principio a fin. Ryan estuvo muy colaborativo también, tiene una capacidad atlética innata, y eso nos resultó muy útil, porque es una película con buena parte de acción, siempre justificada por la historia».
Singh añade: «Lo bueno es que la acción se va anticipando. No desensibilizamos al espectador con tiroteos desde la primera escena. La acción aquí tiene una razón de ser, y se produce cuando ya conocemos a los personajes».
Bergman apunta: «Las cosas se salen de madre cuando Madeline aparece en la película, aunque ella es también el núcleo emocional de la historia. Es una mujer fuerte, porque ha tenido que serlo; cuando Natalie vino a la lectura del guión, estuvo muy natural».
Singh recuerda: «Llegó y lo leyó, y yo dije: “Tiene que ser ella”. Leyó la escena más dura, y estuvo perfecta. Cuando rodamos aquella escena, fue en un espacio muy pequeño, en el que sólo cabía una cámara. Así que teníamos que estar muy concentrados. Natalie clavó la escena en la tercera toma; recuerdo haber pensado: “No sé cómo lo hace”».
Reynolds apunta: «En cierto modo, Natalie tiene el papel más difícil de la película, porque se convierte en los ojos y la voz del espectador. Aporta encanto y calidez al papel».
Martinez reflexiona: «La primera vez que leí el guión, me di cuenta de que la mayoría de las escenas de Maddie eran emocionales y dramáticas. Es una mujer que ha sufrido mucho, pero es fiel a sí misma. Me pareció que Eternal era una película sobre segundas oportunidades, y no sólo para Damian; la mayoría de los personajes se enfrentan, o se han enfrentado, a dilemas y decisiones de tipo moral».
Madeline es el catalizador de un cambio aún mayor en la vida (o vidas) de Damian. «Se dice que tu carácter es una combinación de tus genes y de tu entorno, pero el entorno de Damian cam-bia», explica Singh. «Él ha vivido en una burbuja, tiene personalidad de líder, y más dinero del que puede contar; pero no ha sido una persona altruista. Entonces tiene una oportunidad que va más allá de lo que él esperaba, la oportunidad de redimirse y de convertirse en una persona diferente para un grupo de personas también diferente.»
Reynolds comenta: «Cuando Damian transfiere su consciencia y “muere”, deja un poco de caos tras de sí. Ha intentado hacer las paces con su hija, Claire [interpretada por Michelle Dockery] justo antes de someterse al proceso de “muda”, pero no ha conseguido dejar cerrado ese capítulo. Aun así, a medida que las cosas evolucionan en su nueva vida, vuelve a sentirse inspir-ado, incluso a pesar de estar envuelto en grandes peligros. Es un tipo que nunca se ha permitido perder, pero yo creo que acaba aprendiendo que rendirse no necesariamente significa perder.
Damian gana muchas cosas cuando realmente se permite estar presente en el momento, y hacer un sacrificio».
El actor concluye: «El título de nuestra película [en inglés Self/less: “altruista”, pero también “sin yo”] se interpreta de manera diferente por cada uno de los protagonistas de la historia. Cada espectador deberá decidir qué significa también para él o ella».