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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Después de realizar varios retratos de mujeres, me apetecía hacer una película para olvidarme del pasado y regresar a mi otro tema favorito, las "películas de hermanas" (Schwestern oder die Balance des Glücks, Las hermanas alemanas, Amor y deseos), y al presente. Barbara Sukowa y Jutta Lampe, Fanny Ardant, Greta Scacchi, Rosemarie Fendel y Cornelia Froboess. Ahora, Barbara Sukowa y Katja Riemann.
El tema: dos hermanas que no se conocen ni saben que existen, y lo descubren ya de adultas. Mi historia personal inspiró esta película. Cuando falleció mi madre, recibí una carta de una mujer preguntándome si mi madre había nacido en Moscú y se llamaba Elisabeth. Contesté que así era y que mi madre había muerto recientemente. Si podía hablarme de ella, le estaría muy agradecida. Al final de su vida, mi madre padeció demencia senil. La mujer, entonces una desconocida, contestó inmediatamente: "Soy su hermana". Sabía cómo me llamaba, pero creía que llevaba el apellido de mi padre. Cuando me oyó explicar en una entrevista que mi madre jamás se había casado y que, por lo tanto, yo llevaba su apellido, pensó que también podía ser su madre. Sabía el apellido de nuestra madre porque sus padres adoptivos debieron probar que no habían adoptado a una niña judía durante el régimen nazi.
Nos conocimos poco después. Se parecía mucho más a mi madre que yo, fue un poco como una resurrección. Mi hermana tiene 15 años más que yo. Mi madre la entregó para que fuera adoptada sin que su familia se enterase.
En mi película 'Schwestern oder die Balance des Glücks', de la que soy autora del guión, una de las dos hermanas se llama Anna, y la otra, María. Al principio, me parecieron nombre muy bíblicos, pero algo me impidió cambiarlos. Mi madre murió una vez terminada la película. Y seis meses después, mi hermana se puso en contacto conmigo. Su segundo nombre es Anna y el mío, Maria. Puede considerarse una prueba de que existía una conexión inconsciente entre las dos. Es algo que me persigue y en lo que pienso desde hace tiempo. Sin embargo, hasta ahora no había sido capaz de transformar lo ocurrido en una historia, aunque solo sea una referencia indirecta a mi propia historia y a la de los dos padres de la película.
Las dos hermanas son cantantes; una de ópera, la otra de jazz y de blues. Hace tiempo que Barbara Sukowa interpreta "Pierrot Lunaire", de Arnold Schönberg, y Katja Riemann tiene un grupo donde compone y canta. Nunca habían trabajado juntas y me apetecía darles una oportunidad para que demostraran su talento como cantantes porque las quiero y aprecio. En realidad, es una especie de homenaje a ambas.