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Etiquetas: 2016ThrillerFranciaPierre NineyAna GirardotYann Gozlan
INFORMACIÓN
Titulo original: Un Homme Ideal
Año Producción: 2015
Nacionalidad: Francia

Duración: 104 Minutos

Calificación: No recomendada para menores de 12 años

Género: Thriller

Director: Yann Gozlan
Guión: Yann Gozlan, Guillaume Lemans, Grégoire Vigneron
Fotografía: Antoine Roch
Música: Cyrille Aufort
FECHAS DE ESTRENO
España: 13 Mayo 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Karma Films


SINOPSIS

Mathieu es un joven que pretende convertirse en un reputado escritor, un sueño de momento imposible de momento. Mientras que su sueño se hace realidad se gana la vida junto a su tío en una empresa de mudanzas. Un buen día su vida cambiará cuando se encuentre con el manuscrito de un anciano recién fallecido. Mathieu lo publicará con su nombre y convirtiéndose de esa forma en la nueva promesa del país...

INTÉRPRETES

PIERRE NINEY, ANA GIRARDOT, LUDOVIC BERTHILLOC, VALERIA CAVALLI, MARC BARBÉ, ANDRÉ MARCON, LAURENT GRÉVILL,  THIBAULT VINÇON

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ENTREVISTA AL DIRECTOR...
¿Cómo nace la idea de la película?...
.- Después de CAUTIVOS, mi primer largometraje, quería hacer un thriller; una película de género estilizada que
cuenta la historia de un personaje dispuesto a pactar con el diablo para conseguir su sueño; hacer el retrato de un joven en busca de su identidad y que terminará perdiéndola.
La identidad es un tema que me apasiona desde siempre, es universal y particularmente novelesca. ¿Cuál es el abismo que existe entre lo que eres y lo que aspiras a ser? ¿Qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo? ¿Cuál es el precio a pagar? Al robar el manuscrito de un muerto, Mathieu Vasseur, el protagonista, se enreda en una primera y gran mentira que le empujará por una espiral de la que ya no podrá salir.
Puedes perderte en la mentira, puedes volverte loco. Me parecía que el tema era de plena actualidad: historias de plagios que se han multiplicado y proporcionado una fama fulgurante…

Mathieu - interpretado por Pierre Niney -, contrariamente
a muchos impostores para los que lo único que cuenta es el éxito social, está literalmente invadido por el amor a la escritura...
.- No quería convertirlo en un Christophe Rocancourt. Mathieu no quiere triunfar tontamente, por casualidad. Tiene sinceramente la ambición de convertirse en novelista y está rabioso porque no lo consigue. Desde el principio teníamos que conseguir empatía por él para entenderle y no rechazarle luego cuando empieza a cometer actos censurables. Su problema es que le falta talento, aunque tiene, y mucho, para mentir.

A Mathieu, además le anima otra razón poderosa: Alice,
la mujer a la que ama, una intelectual procedente de una familia de la alta burguesía, se siente ante todo atraída por su talento de novelista...
.- Publicando el texto de otro, no sólo se convierte en lo que siempre había deseado, sino que además conquista a la mujer que ama y que le parecía inaccesible. Aunque pudiera soñar por un momento que le ama tal y como es, sin talento ni inspiración, su relación está basada en esa mentira inicial, en ese pecado original, y es una auténtica tortura psicológica para él. Alice termina por convertirse en el motor de cada uno de sus actos. Está dispuesto a todos los sacrificios para que ella mantenga intacta la imagen del hombre con el que cree vivir, hasta la última estratagema, que termina convirtiéndole en un fantasma. El mecanismo me apasionaba.

Al descubrir EL HOMBRE PERFECTO, es imposible no
hablar de A PLENO SOL, de René Clément, y del “El talento de Mr. Ripley”, de Patricia Highsmith, que es la novela que adapta en la pantalla...
.- Evidentemente, la película hace referencia a ambas obras. A PLENO SOL, en mi opinión, forma parte de las grandes obras maestras de la historia del cine. Y siento debilidad por Patricia Highsmith. Posee un increíble conocimiento científico del relato y de la mecánica del suspense consiguiendo dibujar, al mismo tiempo, personajes de una extraordinaria complejidad.

En Mathieu también encontramos, esa figura de desclasado
o de fuera de sitio de Tom Ripley. Le construye como un proletario propulsado, como un cohete en un ambiente social que no es el suyo…
.- Me interesaba mucho ese toque suyo “working class”. ¡No podemos fingir que las clases sociales no existen! Quería verle llegar vestido de mozo de mudanzas al aula en donde ve a Alice por primera vez. Es hermosa, habla de literatura, representa todo lo que él querría tener.
Cuando era más joven, me acuerdo de algunos realizadores que venían a pedirme DVDs cuando trabajaba como vendedor en la Fnac, soñando con montar mis primeros cortos. Venían todo simpáticos, pero era muy violento para mí. Me hubiera gustado estar de su lado, pero estaba ahí, detrás del mostrador, con mi chaleco de la Fnac. Es duro tener una pasión y tener la sensación de estar en un callejón sin salida. Me identifico mucho con esta escena.
Tenía otra razón para que Mathieu trabajara haciendo mudanzas de manera ocasional: las situaciones a las que se enfrenta en la segunda parte de la película exigían que estuviera en muy buena forma física; que tuviera un aspecto un poco atlético.

Algunas escenas caen casi en lo fantástico, como
cuando Mathieu sangra por la nariz en la mesa o sueña con una situación que, efectivamente, se producirá más tarde...
.- Me parecía que eran escenas de suma importancia, la subjetividad llevada a la exaltación. Penetramos en la mente del personaje, en su psicosis. Ese momento, para mí, es puro cine.
¿Hay alguna razón particular para que el protagonista robe un manuscrito cuya historia se desarrolla durante la
guerra de Argelia? Sí, porque es una parte de la historia de Francia que sigue siendo tabú.
Que el auténtico autor del texto haya participado y, peor aún, que haya muerto, agrava aún más el delito cometido por Mathieu. Aporta una dimensión casi faustiana a su gesto. Quema la novela y destruye la foto de este hombre: es como, si en cierto sentido, se condenara.

Háblenos de por qué eligió a Pierre Niney, realmente
asombroso, en el papel de Mathieu Vasseur…
.- Pierre es mucho más que un actor. Tiene la pasta de un auténtico director. Siente las cosas, no las intelectualiza. Ha aportado muchísimo a la película, en términos de ideas y de preparación. Es todo un currante. Cogió músculo y llegaba al rodaje físicamente afilado como un gato. Me encanta su aspecto juvenil, que contribuye a la empatía que sentimos por su personaje: un niño atrapado en una trampa que le supera; y me encanta ese aire casi felino que desprende.

El guión, paradójicamente, apuesta por la elipsis. No es
algo muy habitual en el cine francés...
.- La historia tenía que avanzar. Cuando encontramos a Mathieu, tres años después de su éxito literario del que
podemos deducir que ha disfrutado muy poco tiempo, está entre la espada y la pared, su director le acosa, está angustiado. A Guillaume Lemans, el coguionista, y a mí nos preocupaba realmente la eficacia narrativa.
Cuando estás escribiendo un thriller psicológico, la mecánica tiene que ira ajustada al milímetro. Pocos meses antes del rodaje, volvimos a trabajar los diálogos con Grégoire Vigneron. Y dio sus frutos: en el montaje, aunque tuve que cortar algunas escenas por cuestiones de ritmo, no tuve que quitar ninguna.

¿Qué tipo de realizador es usted?...

.- Hay directores que prefieren dar rienda suelta a su inspiración en el plató, les admiro pero yo no sé hacerlo.
Creo que la improvisación sólo funciona si se ha trabajado mucho en la preparación. Trato de ensayar lo más posible antes del rodaje. Es una etapa fundamental, sobre todo cuando, como es mi caso, debutas en el cine.
Los ensayos ofrecen la oportunidad de comprobar que las escenas y los diálogos funcionan. Para mí, esa es la fase en la que las cosas se concretan realmente.
Una vez en el plató, la película está mucho más clara en mi cabeza. Antoine Roch, el Director de Fotografía, y yo nos habíamos puesto de acuerdo, desde el principio, sobre el reparto de tareas. Como yo quería que UN HOMBRE PERFECTO fuera una película estilizada, su papel era esencial. Le indiqué las referencias y, luego, le dejé total libertad para la luz. Junto con Jean-Philippe Moreaux, el escenógrafo, llevaron a cabo un trabajo formidable. Sin embargo, quería elegir el encuadre con él: los ángulos, dónde colocar la cámara, los objetivos
y focales, ese es mi trabajo.

La música, obra de Cyrille Aufort, está muy presente…

.- Siento pasión por la música de las películas y, aunque esté de moda la música electrónica, tengo una inclinación especial por la música orquestal. La partitura de Cyrille Aufort trasmite, al mismo tiempo, una forma de lirismo y una extrañeza indispensable para la atmósfera de la película.

EL HOMBRE PERFECTO es muy distinto a CAUTIVOS, su
primer largometraje, que coqueteaba más con el cine de terror...
.- CAUTIVOS es un ejercicio de estilo que reivindico al 200%. A pesar de los códigos tan marcados del género, ya abordaba el encierro físico y mental.

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