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SINOPSIS
Hobbs y Shaw deben unir sus fuerzas cuando un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton, se hace con el control de una peligrosa arma biológica, enfrentándose el mundo a una de sus mayores amenazas. Cuando Shaw se entera de que además Brixton ha derrotado a su hermana, una aguerrida agente secreto del M16), él y Hobbs no tendrán más remedio que dejar su mortal enemistad a un lado para salvar el mundo...
INTÉRPRETES
DWAYNE JOHNSON, JASON STATHAM, IDRIS ELBA, EIZA GONZÁLEZ, VANESSA KIRBY, EDDIE MARSAN, JOE ANOA'I, TERESA MAHONEY, STEPHANIE VOGT, SONIA GOSWAMI,VIKTORIJA FAITH, CONLAN CASAL, JAMES MERRILL, HELENA HOLMES
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DOS ALFAS UNA PELÍCULA...
Desde la primera entrega en 2001, la franquicia Fast & Furious se ha convertido en un fenómeno global que atrae cada vez a más espectadores y aumenta la recaudación con cada nuevo capítulo, entusiasmando y divirtiendo a sus seguidores con una acción tan espectacular como innovadora, y unos personajes que forman una familia y se han ganado el cariño y la simpatía del público, sin importar la nacionalidad ni el idioma.
FAST & FURIOUS – HOBBS & SHAW, el primer capítulo independiente de la saga, se basa en un humor mordaz y en una trepidante acción nunca vista aún para llevar a los seguidores por parajes desconocidos mientras dos grandes favoritos de la franquicia, Luke Hobbs y Deckard Shaw forman una inesperada alianza que nos permitirá saber mucho más acerca de sus respectivos pasados.
El guionista y productor Chris Morgan, el arquitecto narrativo de la mayoría de la saga, empezó con A todo gas: Tokyo Race, la tercera entrega, que sirvió para insuflar nuevas energías a la franquicia. Transformó a los vaqueros de las carreras urbanas en reticentes fugitivos decididos a realizar peligrosos atracos a escala internacional antes de hacerles enfrentarse a adversarios letales.
Con seis entregas de Fast & Furious a su nombre, Chris Morgan sigue creando tramas sorprendentes y audaces, con personajes únicos y momentos asombrosos que dejan al espectador literalmente sin aliento. Esos carismáticos personajes le inspiraron para expandir el universo de la saga con una película independiente centrada en dos favoritos del público: Luke Hobbs y Deckard Shaw. En realidad, la idea nació hace tiempo. Al principio, antes de que Jason Statham apareciera en 2013 en un pequeño papel en Fast & Furious 6, pensó en explorar un spin-off enfocado únicamente en Hobbs.
El descarado y malhablado agente de la DSS (Seguridad del Cuerpo Diplomático estadounidense) Luke Hobbs debutó en 2011 en Fast & Furious 5 con la misión de capturar a Dom (Vin Diesel), Brian (Paul Walker) y Mia (Jordana Brewster), era un adversario de lo más dinámico. Hobbs no tardó en pasar al otro lado y convertirse en el aliado del equipo durante las siguientes cuatro entregas, pero se sabe muy poco de su historia personal. En Fast & Furious 7 supimos que tenía una hija de corta edad llamada Samantha, pero poco más.
Dwayne Johnson, que nombró a su cachorro de bulldog como el personaje que interpreta, estaba convencido de que Hobbs era una mina de oro esperando a ser descubierta. “Desde el principio, con Fast & Furious 5, el personaje de Luke Hobbs cayó bien al público; siempre me ha gustado su trayectoria en las últimas cuatro películas”, dice Dwayne Johnson. “Ahora bien, desde una perspectiva creativa, también sabía que se necesitaría un spin-off para entrar en su vida personal, su familia y descubrir qué le hace ser como es, por qué reacciona así cuando todo va bien o cuando algo va mal. Centrarse en un personaje es muy difícil trabajando con un reparto tan grande como en la saga de Fast & Furious, pero también me apetecía que se le conociera mejor, se lo merecía”.
Chris Morgan reconoce que siempre disfruta con el desbordante agente. Asimismo, ya había trabajado con Dwayne Johnson e Hiram Garcia, el presidente de Seven Bucks Productions, la productora del actor, en las anteriores películas con la idea de construir el personaje. En general, los tres acababan muriéndose de risa durante las reuniones y con una buena colección de frases típicas al estilo Hobbs. No fue complicado pasar de esto a unas sesiones de brainstorming para llegar a una película centrada en Hobbs.
“En toda la serie de Fast, lo mejor ha sido colaborar con directores geniales y un increíble elenco”, reconoce Chris Morgan. “En cuanto al spin-off sobre Hobbs, Dwayne, Hiram y yo nos lanzamos de lleno a aportar ideas acerca de qué haría y qué no haría el personaje. Nos reímos mucho, lo pasamos en grande, y creo que se nota al ver la película. El personaje es tan entretenido porque todo nace de momentos divertidos”.
Dwayne Johnson e Hiram Garcia querían presentar la historia personal de Hobbs, y para eso había que encontrar una historia viable.
Entretanto, los seguidores ya habían catado la dinámica entre Hobbs y Shaw, interpretado por Jason Statham, gracias al épico enfrentamiento en Fast & Furious 7, donde Hobbs acaba en el hospital, pero sale vencedor cuando lleva al desacreditado espía Shaw a una cárcel de máxima seguridad al final de la película.
En la siguiente entrega, Fast & Furious 8, la familia se rompe por culpa de las intrigas de una mujer maquiavélica, pero entretanto, los corrosivos y desternillantes intercambios verbales entre Hobbs y Shaw en la prisión dan pie a otra increíble confrontación entre los dos cuando Shaw intenta fugarse y Hobbs trata de impedirlo.
Durante el rodaje de estas escenas, los dos actores comprendieron que habían creado una pareja cinematográfica única, como nunca se había visto antes, y las ruedas empezaron a girar. “Al principio del rodaje de Fast & Furious 8, Jason y yo encontramos un ritmo”, recuerda Dwayne Johnson. “No se trataba solo de insuflar nueva energía a las escenas; los dos notamos que había una química. Fue algo inmediato. Y no fuimos los únicos en notarlo. Hice un discreto aparte con Chris y con Hiram, y los dos estaban totalmente de acuerdo. Hobbs y Shaw son dos alfas y, aunque existe un resquicio de respeto mutuo entre los dos, se odian a muerte, y esto último puede ser el mejor impulso para una película”. Fuese como fuese, no tardó en ser obvio para todos que Luke Hobbs y Deckard Shaw debían tener una película solo para ellos. Acababa de nacer la idea de Hobbs & Shaw.
La rivalidad y la tensión existentes entre los dos también hicieron que Chris Morgan tuviera la oportunidad de dar una vuelta de tuerca adicional a la vertiente cómica que siempre está presente en cualquier entrega de Fast & Furious. “La franquicia de Fast es mucho más que un drama de acción”, dice el productor y guionista. “Es grande y divertida, entusiasma al público. Seguimos en el mundo de Fast con HOBBS & SHAW, pero la premisa nos permite adentrarnos más en el reino de la comedia de acción, y funciona a todos los niveles”.
Para Jason Statham era una puerta abierta que le permitía meterse más a fondo en la historia de Shaw, por lo que no solo quiso protagonizar la película, sino también ser productor. Shaw sigue siendo el mismo, pero la historia nos hará cambiar de punto de vista. “Por fin se sabe mucho más de Shaw”, dice el actor. “Siempre me había parecido un hombre de principios, con una moral firme y respetable, que va a cuidar de su familia pase lo que pase. Shaw es capaz de todo si se trata de ayudar a su hermana y volver a unir a la familia. La etiqueta de ‘chico malo’ está equivocada”.
ASUNTOS DE FAMILIA: LOS LAZOS QUE UNEN A HOBBS Y SHAW...
Con Dwayne Johnson y Jason Statham como protagonistas y productores, todos los esfuerzos se volcaron en desarrollar el guion. El tema de la familia siempre ha sido uno de los hilos conductores del universo de Fast. En el caso que nos ocupa, cobra aún más importancia al ser la base de las decisiones y motivos que impulsan a los personajes a actuar.
Luke Hobbs es un hombre estricto con un código moral inquebrantable, pero también es alguien que se separó de su familia hace más de 20 años por algo de lo que no quiere hablar. Cuando su hija Samantha (ELIANA SU’A, que debuta en la gran pantalla) quiere saber más de la familia, Hobbs evita la conversación, pero la trama de la película acabará por devolverle a sus orígenes en Samoa, donde no tendrá más remedio que enfrentarse al pasado y hacer las paces con sus cuatro hermanos, Jonah (Cliff Curtis), Kal (JOHN TUI), Timo (JOSH MAUGA), Mateo (JOE ANOA’I), y su madre Sefina (LORI TUISANO).
Por otro lado, Deckard Shaw también tiene problemas familiares. En el transcurso de cuatro películas, el elegante espía británico ha pasado de enemigo a ser un caso aparte, una transición peligrosa en muchas ocasiones.
El público conoció a Shaw cuando apareció en la sorprendente “posdata” de Fast & Furious 6, donde aprendimos que tenía mucho que ver con la muerte de Han (Sung Kang). Pero hasta Fast & Furious 7 no nos enteramos de que Shaw, un despiadado asesino al que encargan operaciones secretas, tenía una deuda pendiente. Avisó a Dom, a Brian y al resto del equipo que iba a por ellos para vengar a Owen (Luke Evans), su hermano pequeño, que se debatía entre la vida y la muerte en un hospital.
En la siguiente entrega, Fast & Furious 8, llegamos a conocer mejor al hombre que se esconde detrás de la máscara de un asesino a sueldo, cuando Shaw rescata y protege a Nico, el hijo de Dom, y a su hermano Owen. También descubrimos a su madre, Queenie Shaw (Helen Mirren), una mujer con contactos en el hampa londinense que no se detendrá ante nada con tal de proteger a los suyos.
La relación de Shaw y Queenie, una mezcla de cariño y respeto profesional, nos permitió comprender las bases del particular código moral de Shaw, al tiempo que empezábamos a descubrir quién estaba realmente detrás de esta apariencia letal.
HOBBS & SHAW sigue explorando esos profundos lazos familiares cuando Shaw visita a Queenie en la cárcel. Nos enteramos de que tiene una hermana llamada Hattie (Vanessa Kirby) con la que apenas se habla. Hattie, una agente del MI6, desaparece después de intentar recuperar un arma biológica secreta, y Shaw decide encontrarla antes de que lo hagan las agencias de inteligencia británica y estadounidense, y antes de Hobbs, que no tiene ni la menor idea de que se trata de la hermana de Shaw.
Durante la película, los dos protagonistas se verán obligados a enfrentarse y a reparar su situación familiar mientras intentan detener una amenaza de proporciones desconocidas para el mundo.
UNA VISIÓN ATÓMICA...
A continuación, los productores se centraron en buscar a un director que tuviera la visión, la profundidad y las habilidades necesarias para controlar una película con acción, personajes y humor llevados a la décima potencia como ocurre en HOBBS & SHAW.
David Leitch era de los pocos directores con la versatilidad necesaria. Sus tres recientes éxitos, Deadpool 2, Atómica, de Focus Features, y John Wick/Otro día para matar, que codirigió con Chad Stahelski, eran la prueba palpable de que sabe moverse por géneros muy diferentes y de que imprimiría a la película una visión innovadora. No es habitual encontrar esta versatilidad en un director, pero David Leitch tampoco es una persona habitual.
De ser un veterano especialista con mucha experiencia – fue el especialista que dobló a Brad Pitt en Sr. y Sra. Smith, Troya y otras películas – pasó a coordinador de especialistas (TRON: Legacy), antes de dirigir la segunda unidad (Jurassic World y Capitán America: Civil War) dejando patente su don para integrar secuencias de acción de lo más innovadoras en géneros inesperados sin abandonar la trama. No tardó en hacerse un renombre entre los productores que requerían una perspectiva diferente para las secuencias de acción, lo que le llevó a su debut como director, junto a Chad Stahelski, con John Wick/Otro día para matar, protagonizada por Keanu Reeves.
Para David Leitch, un fan de la franquicia Fast & Furious, no hay nada más atrayente que meterse en territorio desconocido para crear algo genuino e inesperado. Cuando se enteró de que el proyecto del que hablaba Dwayne Johnson en las redes sociales iba en serio, se volcó completamente con él. No podía dejar pasar la oportunidad de trabajar con dos de las mayores estrellas de acción del momento, ni de dejar su impronta en una franquicia internacional multimillonaria. Además, ya había colaborado con Jason Statham en películas como El mecánico y Parker, y se llevaban realmente bien. Incluso tenía una idea de cómo inyectar una dosis adicional de energía a la clásica película de “compañeros” de los ochenta y trasladarla al explosivo universo de Fast.
“La química entre Dwayne y Jason en las últimas dos películas era bastante especial, y no es algo que se dé a menudo”, dice el director. “A mi parecer, canalizaban los mejores momentos de Límite: 48 horas y Arma letal. Me entusiasmó la idea de poner mi experiencia en el cine de acción a disposición de los dos personajes, pero también de aprender más de su historia personal y así construir un mundo en torno a una relación que me interesaba”.
La idea que tenía David Leitch no solo gustó a Dwayne Johnson, sino que también convenció a Jason Statham, Chris Morgan, Hiram Garcia y a los ejecutivos de Universal Pictures. “David nos ofreció una visión incomparable para Hobbs & Shaw en la que se equilibraba el peso de los personajes con la historia, además de incorporar la acción en el corazón mismo de la trama para empujar a los personajes y a sus historias”, dice Dwayne Johnson. “Actualmente es uno de los mejores directores de Hollywood y está en la cresta de la ola. Sabe cómo contar una historia de primera; sabe cómo utilizar la cámara para crear una reacción visceral en los espectadores que les haga disfrutar. Es exactamente lo que buscábamos; en otras palabras, incorporar el espíritu de las películas Fast a esta historia sin dejar de lado nuestro ADN, nuestra identidad y nuestra voz en ningún momento”.
Jason Statham también estaba encantado de volver a trabajar con un compañero especialista, y más aún como director. “En las grandes películas de acción hay muchos momentos complicados y siempre he necesitado confiar plenamente en el director”, dice. “Hace falta alguien muy preparado para captar momentos de acción con realismo, sobre todo tratándose de personajes tan físicos como Hobbs y Shaw. Aparte de contar a Dave entre mis amigos, me parece un auténtico genio. Es un soberbio conocedor de las artes marciales que sabe coreografiar y dirigir escenas de mucha acción. Ha estado allí, lo ha vivido en sus carnes, y sabe cómo conseguir que funcione. Tratándose de dirigir una película de acción del calibre de Hobbs & Shaw, quiero al mejor, y David Leitch es el mejor”.
El cineasta sabía desde el primer momento cómo quería presentar al dispar dúo formado por Luke Hobbs y Deckard Shaw. Tenía muy claro el tono de la película, y también que debía conservar los temas básicos de familia y compañerismo intrínsecos en las entregas de Fast. Su idea era mezclar lo anterior con una acción visceral coreografiada al milímetro que conquistaría a los seguidores de la franquicia. La innovadora visión de David Leitch proponía lanzarse a una trayectoria innovadora, diferente y nueva, con un toque cómico de lo más grave.
“Aportar toques de humor a Hobbs & Shaw no es tan difícil como parece”, dice el director. “Estamos acostumbrados a verles meterse el uno con el otro, y esa dinámica hace que queramos estar más tiempo con ellos para ver qué pasa sencillamente porque es muy gracioso. Bastaba con pensar en eso y repartirlo en dos horas”. Cualquiera pensaría que mantener la tensión cómica no tiene nada de sencillo, pero David Leitch tenía un plan. “Basta con que sigan llevándose fatal y que se vean obligados a funcionar juntos. Con esto ya tenemos la tensión cómica resuelta para la duración de la película”, explica. “Si los diálogos son buenos, podemos ir más allá de las clásicas y habituales réplicas del universo en el que se mueven”.
Los productores nunca dudaron de la habilidad de David Leitch para salpicar la historia con momentos cómicos cuando menos se espera. “Hay muchos momentos graciosos en Hobbs & Shaw, y gracias a esto, Dave ha podido llevar los intercambios verbales entre los dos a niveles realmente inesperados”, dice el productor Hiram Garcia. “Con un malo del calibre de Brixton, al que da vida Idris Elba, no queda duda de que hay mucho en juego para Hobbs y Shaw. Aun así, estábamos convencidos de que debíamos encontrar el humor en los momentos adecuados. Con un director como Dave, que tiene mucha experiencia mezclando géneros, sabíamos que conseguiría hacer algo totalmente diferente en el universo de Fast, y así ha sido”.
LAS LOCALIZACIONES...
Varias escenas clave de HOBBS & SHAW se rodaron en Hawái y en Los Ángeles, pero la mayoría de la filmación se llevó a cabo en el Reino Unido, en decorados repartidos entre Londres y Glasgow, desde una central eléctrica cercana a Doncaster hasta la zona sur del condado de Yorkshire.
El primer capítulo de la saga Fast & Furious empezó en las calles de Los Ángeles, centrándose en las carreras urbanas ilegales, pero no tardó en cruzar fronteras y en recorrer a toda velocidad Japón, México, Brasil, las Canarias, el mar de Barents y Cuba, antes de llegar a Londres en 2013 con Fast & Furious 6, cuando Dom y todo su equipo conocen a Owen Shaw.
Londres tiene aún más importancia en HOBBS & SHAW, mientras el dúo intenta evitar a sus perseguidores (las autoridades y Brixton) en una carrera contrarreloj. Es un Londres muy diferente del que se mostró hace unos años.
Ahora, el telón de fondo es la ciudad de Deckard Shaw, aquí nació. En la primera secuencia de la película descubrimos a Shaw, el perfecto caballero inglés, rodeado de lujos. Nada que ver con el barrio del este de Londres donde se crió con su madre, su hermana y su hermano.
Sin embargo, durante el recorrido realizado por Shaw, Hobbs y Hattie por la ciudad, descubrimos otras zonas, desde el nuevo y elegante barrio de moda del este de Londres, pasando por Picadilly Circus, Leadenhall, en el distrito financiero, y la histórica cúpula de la catedral de San Pablo, hasta el puente Millennium que cruza el Támesis.
Hubo una localización que sedujo a todos los actores y miembros del equipo: el rodaje nocturno frente a la catedral de San Pablo, cuya cúpula es uno de los símbolos del skyline de Londres. El director de fotografía Jonathan Sela y su equipo iluminaron la iglesia para que sirviera de deslumbrante telón de fondo a la llegada de un helicóptero – algo que jamás se había rodado en Londres – como parte de la alucinante secuencia en la que Hattie consigue escapar de la trampa que le ha tendido Brixton y corre por el puente Millennium mientras vuelve la cabeza atrás permitiendo que descubramos la fachada de San Pablo iluminada.
La abundancia de decorados que ofrece Londres y el Reino Unido en general fue de gran ayuda para el cineasta y los productores, que escogieron localizaciones cercanas a la ciudad y otra en la que se debía volar a Glasgow.
Un hangar vacío del aeropuerto privado de Farnborough, a las afueras de Londres, sirvió al diseñador de producción David Scheunemann y a su equipo para construir la sede de Eteon, la organización que lanza a Brixton Lorr a la caza y captura del agente patógeno y de Hattie. El enorme espacio, donde se rodó casi dos semanas, se llenó con toda clase de vehículos militares, laboratorios, lo último en tecnología y armas de última generación.
West Wycombe House, una preciosa mansión de época con maravillosos y cuidados jardines en High Wycombe, no lejos de Londres, se convirtió en una propiedad rusa de la que se apropian la seductora Madame M y su tropa de gánsteres femeninas y transforman en base de operaciones.
EL DISEÑO...
Además de los numerosos decorados naturales en los que se rodó en Londres, el diseñador de producción David Scheunemann tuvo que construir varios decorados importantes que permitirían al director y a los productores plasmar su visión de la historia. Desde el cavernoso búnker debajo de la planta abandonada de Chernóbil donde Eteon tiene su base secreta, hasta el profundo acantilado en Samoa donde se estrella el Blackhawk de Brixton Lorr y empieza la batalla final, cientos de carpinteros prepararon los decorados para las secuencias de acción.
En los platós de los estudios Shepperton, que fueron la sede del rodaje londinense, se construyó el decorado del lugar seguro donde se esconde Hattie y donde Shaw se enfrenta a un grupo de agentes británicos, así como el local de tatuajes en Los Ángeles donde Hobbs sonsaca información de alguien demostrando su inimitable estilo.
Pero el decorado más importante construido en los estudios Shepperton fue la gruta de varios pisos de altura en Samoa, con cascada incluida, donde transcurre el épico enfrentamiento final entre Hobbs, Shaw y Brixton Lorr. En el decorado, que llenaba un plató de casi 2.800 metros cuadrados, debía caber la imponente cascada, además de los restos del Blackhawk derribado y un camión Peterbilt. Los diferentes departamentos implicados en la construcción instalaron un sistema que bombeaba miles de litros de agua para la cascada y simular lluvia, además de efectos prácticos para emular un incendio y humo. Rodar la escena llevó dos semanas.
Todo el equipo se trasladó a Doncaster, a varias horas de Londres, para rodar en la recientemente desmantelada central eléctrica de Eggborough.
La enorme zona, con sus ocho torres de refrigeración hiperboloides, sirvió de decorado para la tristemente famosa central nuclear de Chernóbil. La central eléctrica, que funcionaba con carbón, era el lugar ideal y ofrecía numerosas opciones a David Leitch y a SIMON CRANE (Rogue One: Una historia de Star Wars, Jason Bourne), el director de la segunda unidad, así como a la unidad aérea comandada por el veterano piloto de helicóptero FRED NORTH (Bumblebee, Fast & Furious 8). Las tres unidades se dedicaron a rodar desde todos los ángulos posibles mientras Brixton Lorr y sus hombres, en varios Range Rover y motos, persiguen a Hobbs, Shaw y Hattie dentro y fuera de la planta en su desesperado intento de fuga.
Los tres protagonistas van en dos vehículos modificados, un Rock Crawler y un camión MAN, diseñados por ALEX KING (La liga de la justicia, Wonder Woman), el supervisor de vehículos cinematográficos. El supervisor y coordinador de especialistas Chris O’Hara y su equipo aprovecharon cada rincón del decorado para coreografiar y ejecutar una versión que desafiaba la gravedad de la perfecta persecución.
“La central de Eggborough fue exactamente el decorado que necesitábamos”, dice Chris O’Hara. “Visualmente, era inmejorable. El terreno y el entorno nos permitían hacer todo lo que queríamos. Tanto la unidad principal como la segunda rodaron allí con el Rock Crawler y el camión MAN perseguidos por varios Range Rover y motos. Era el equivalente de un asombroso terreno de juego en el que podíamos hacer lo que nos parecía antes de que lo demolieran por completo. En otras palabras, el paraíso para los especialistas”.
El rodaje de las secuencias samoanas empezó en enero de 2019, después de terminar de filmar en el Reino Unido y antes de las fiestas de Navidad. A David Leitch, Dwayne Johnson, Jason Statham, Idris Elba y Vanessa Kirby se les unieron unos cuantos técnicos británicos encantados de abandonar los invernales y grises días londinenses para unirse al resto del equipo estadounidense en la isla Kauai, en Hawái.
Basándose en las conversaciones previas que había mantenido con el director y los productores, David Scheunemann sabía que los nuevos decorados no tenían nada que ver con los que había diseñado hasta entonces para la película. La exuberante isla debía ser la otra cara de la moneda de Londres con la propiedad de la familia Hobbs como núcleo.
El diseñador de producción recorrió las islas hawaianas hasta encontrar una planta azucarera abandonada, reconquistada por la naturaleza, en un terreno de casi diecisiete hectáreas en la zona sur de Kauai.
Era el lugar ideal para las exigencias del guion. El lugar ofrecía inmejorables vistas al mar y a la montaña; los edificios podían ser el hogar de los Hobbs y también almacenes del negocio familiar, y había bastantes caminos sin asfaltar para persecuciones, explosiones y cosas similares.
Para el hogar de la familia Hobbs, David Scheunemann se inclinó por una versión algo más elaborada de la tradicional “fale” (cabaña) samoana con su habitual estructura ovalada y pilares de madera. En este caso, el tejado era una cúpula metálica en vez de cañas.
Imaginó un hogar familiar al que cada generación añade algo, lo que se refleja en las capas de chapa ondulada, las estructuras originales de pequeñas dimensiones, así como las cabañas instaladas en la parte trasera y las nuevas más adelante. El diseñador y su equipo incluso decoraron las zonas que, en principio, no iban a usarse durante el rodaje por si alguien cambiaba de idea.
La otra estructura de importancia en la zona era la fábrica propiamente dicha, un edificio medio derruido e invadido por la vegetación que despertó la imaginación de David Scheunemann. “Me gustó desde el primer momento que lo vi porque el nivel de deterioro era perfecto para contar la historia de la familia Hobbs”, explica. “No quise limpiarlo mucho. Nos esforzamos en respetar el estado original y limitarnos a añadir toques de color samoanos y polinesios”.
La primera impresión al entrar en los terrenos de la familia Hobbs es la de un edificio medio abandonado rodeado de árboles sin podar y varios vehículos oxidándose aquí y allá. Pero a medida que nos adentramos en el edificio, descubrimos el verdadero negocio familiar, el Hobbs Custom Garage (Taller Hobbs de coches personalizados) rebosante de equipos de alta tecnología y con una flota de coches clásicos en los que están trabajando antes de venderlos en el mundo entero.
El equipo de David Scheunemann diseñó y construyó el decorado idóneo para que el coordinador de vehículos DENNIS McCARTHY (Vengadores: Endgame, Capitana Marvel) lo llenara con decenas de magníficos coches y motos.
EL VESTUARIO...
La diseñadora Sarah Evelyn (la serie “American Horror Story”) no había trabajado antes en el universo de Fast & Furious y llega con una perspectiva totalmente distinta del vestuario de HOBBS & SHAW. Sarah Evelyn es una perfeccionista nata y se molestó en ver cada entrega de la saga varias veces con el fin de documentarse antes de empezar a conceptualizar el diseño del vestuario. A partir de ahí, y una vez segura del estilo base de cada uno, se permitió ciertas libertades en cuanto al corte, colores, estilo y telas. También vio las anteriores películas de David Leitch para no desentonar con sus gustos. Descubrió que el director se inclinaba por un vestuario que encaja con la paleta de colores del diseño de la película. “Me di cuenta rápidamente, después de un par de conversaciones con David, de que tenía una idea muy clara de lo que quería para HOBBS & SHAW”, dice Sarah Evelyn. “Son dos personajes conocidos a los que se les saca de sus ambientes y situaciones habituales, ofreciendo una nueva perspectiva. David quería ser atrevido y crear algo inesperado con Hobbs y Shaw que el vestuario de los dos protagonistas también debía reflejar”.
Basándose en su experiencia, la diseñadora se inclinó por un vestuario influido en parte por el osado Errolson Hugh, la lujosa marca belga Maison Margiela y otros diseñadores para dar toques fuera de lo común al vestuario muy americano de Dwayne Johnson y al clasicismo británico de Jason Statham.
Los dos actores estaban muy abiertos a los cambios propuestos y no dudaron en expresar su opinión en cuanto a los estilos de sus personajes.
Desde Fast & Furious 5 a Fast & Furious 8 hemos visto a Luke Hobbs vestido con el habitual “uniforme” que reparte el gobierno estadounidense entre sus agentes, y durante un periodo más estresante con el también habitual mono naranja de los presos de cárceles de máxima seguridad. Pero gracias a HOBBS & SHAW descubrimos un lado totalmente desconocido de la vida del personaje, lo que permitía a Sarah Evelyn mayor flexibilidad a la hora de definir un estilo más personal. En esta película, el vestuario de Hobbs se compone de una serie de camisetas y vaqueros funcionales y elegantes. La mayor dificultad a la que se enfrentó la diseñadora fue adaptarlos a los dos metros de altura y a los 117 kilos de Dwayne Johnson.
“Dwayne tiene un cuerpo maravilloso perfectamente proporcionado, y le quedan fenomenal las camisetas y los vaqueros”, dice Sarah Evelyn. “En general, no tuvimos problemas con la ropa, bastaron unos pocos cambios. Lo más difícil fue encontrar calzado fuera de lo común a su medida. Una vez solucionado esto último, bastaba con que sonriera para conquistar al mundo. Además, es un colaborador genial y nos dio muchas ideas sobre las prendas idóneas para su personaje”.
Cuando Jason Statham se unió a la saga de Fast & Furious, solía ir vestido de negro, un color acorde con su oscuro personaje. Los trajes que llevó en Fast & Furious 7 y 8 sentaron las bases para el estilo de Shaw, pero Sarah Evelyn decidió ir un paso más allá y pasar directamente a los trajes hechos a medida. “El personaje de Deckard Shaw alcanza otro nivel en HOBBS & SHAW”, explica la diseñadora. “Jason tiene un gusto exquisito vistiendo y es muy fácil trabajar con él. Decidimos recurrir directamente al sastre al que encarga sus trajes en Savile Row; eso fue lo primero. Añadimos un poco de color, y escogimos otro tipo de telas. Por ejemplo, un traje azul “birdseye” con corbata y pañuelo en el bolsillo, o incluso un esmoquin azul marino Dries Van Noten. También lleva una serie de impermeables geniales porque gran parte de la acción transcurre en Londres y allí es una prenda más que necesaria”.
El estilo del tremendo malvado al que da vida Idris Elba no deja lugar a dudas gracias a un traje de motero inspirado en Rick Owens. La diseñadora, el director y los productores se inclinaban al principio por un traje de diseño especial acorde con un ser mejorado cibernéticamente, pero acabaron por escoger una prenda de cuero hecha a medida para un hombre aparentemente a prueba de balas. Sarah Evelyn se inspiró en una casa de moda británica con una técnica particular con el cuero, un material idóneo para un traje amenazador a la vez que funcional.
Para Hattie Shaw, encarnada por Vanessa Kirby, la diseñadora recurrió a una variedad de estilos que encajan con las diferentes situaciones en las que se encuentra el personaje, tanto si su tapadera requiere que sea la elegancia personificada como si está luchando codo con codo con su hermano y Hobbs. “Vanessa es naturalmente elegante y segura de sí misma”, explica Sarah Evelyn. “Da igual lo que lleve, desde un uniforme de combate a una sencilla chaqueta de cuero, lo transforma en algo sofisticado y fuera de lo común”.
Una de las opciones fue el atrevido vestido con dibujos florales de Dolce & Gabbana que lleva Hattie cuando intenta eludir a las autoridades. Aunque no suele usarse una prenda tan poco convencional en un rodaje porque atrae demasiado la atención, en este caso David Leitch estuvo totalmente de acuerdo.
Pero no bastó con escoger el vestido, también debía valer para varias secuencias de acción y peleas. La diseñadora, la actriz, el director, la productora ejecutiva Kelly McCormick, el coordinador de especialistas Chris O’Hara y el coordinador de peleas GREG REMENTER (Vengadores: Infinity War, Atómica) ensayaron la coreografía de la secuencia para saber cómo “deconstruir” el vestido para permitir que Vanessa Kirby pudiera moverse libremente durante la pelea. Se hicieron varias versiones de la deslumbrante prenda de Dolce & Gabbana para un enfrentamiento épico.
La idea de Sarah Evelyn en cuanto al diseño del vestuario de Madame M, a la que da vida Eiza González, era que reflejara el poder y el peligro de alguien con un oscuro pasado. Imaginó a Madame M como una mujer cuyo atractivo es tal que asusta a la mayoría de los hombres presentes, por lo que la vistió con lujosa ropa interior negra, una funda de pistola hecha a medida encima de pantalones de talle alto y botas Azzedine Alaïa con plataforma y tacones de 12 centímetros.
LA COREOGRAFÍA DE LA ACCIÓN...
Cualquier actor que se apunte a una película de David Leitch sabe que deberá someterse a un intenso programa de preparación y entrenamiento para estar a la altura de unas secuencias de acción llevadas al límite. La resistencia física, la agilidad y la complicada coreografía para conseguir plasmar la visión del director ponen a prueba a menudo al atleta más preparado.
Los espectadores tuvieron ocasión de apreciar los resultados cuando Keanu Reeves se transformó en el legendario matón de John Wick/Otro día para matar, o cuando Charlize Theron acabó siendo un equipo de demolición unilateral en el thriller de acción Atómica. El trabajo del director con la cámara subraya la acción al tiempo que eleva la narración con fuerza y visceralidad.
Tres atletas del nivel de Jason Statham, Dwayne Johnson e Idris Elba estaban más que preparados para trabajar al nivel requerido por David Leitch y sabían que el director no dudaría en pedirles lo imposible. Todos aportaron sus conocimientos en diferentes tipos de lucha. Idris Elba es un profesional del arte marcial muay thai que ganó su primera pelea de competición en 2016.
David Leitch se inclina por el enfoque “jefe de equipo” y trabaja muy de cerca con los actores y los especialistas, apoyándoles en todo momento. Planifica cada segundo de las secuencias de acción, sean de pelea u otras, con el director de fotografía Jonathan Sela, el supervisor de especialistas Chris O’Hara, y su habitual colaborador y coreógrafo de peleas Greg Rementer. Incluso subraya el impacto mediante una música creada para incrementar la adrenalina de los actores durante el rodaje con la finalidad de que el espectador disfrute de una secuencia cuya tensión vaya siempre en aumento.
Sin embargo, conseguir el efecto deseado plantea numerosas dificultades. Primero se debe lograr la perfecta cadencia para que cada movimiento esté sincronizado con la música, por lo que Chris O’Hara y Greg Rementer estudian con lupa la coreografía. “Dave imagina el resultado”, dice el supervisor de especialistas. “Es un experto de las escenas de acción, algo esencial para una película a esta escala, pero no olvida a cada personaje y al actor que lo interpreta. Para él, lo primordial es la historia, y no la intercambia por un movimiento espectacular. No se le escapa nada, por eso es perfecto para este tipo de cine”.
Desde un principio, David Leitch y su equipo querían que Hobbs, Shaw y Hattie demostraran sus conocimientos en diferentes estilos de lucha enfrentándose al imprevisible Brixton Lorr, que parece indestructible gracias a sus mejoras cibernéticas. “Muchas veces no nos damos cuenta de que la acción es tan importante para el desarrollo del personaje como la narración”, explica David Leitch. “Una buena secuencia de pelea bien construida puede decir tanto del personaje como un buen diálogo. Es posible definir a los personajes por cómo luchan. En el caso de Dwayne y de Jason, sus personajes ya tenían una presencia física, una forma de pelear, pero decidimos ir más lejos y mejorarlo”.
Hobbs se basa en la fuerza bruta, el insulto, y va a matar. Shaw usa la cabeza y el cuerpo, basándose en la velocidad, la agilidad y sus recursos intelectuales para ser el ganador. “Hobbs tiene un enorme poder físico que le permite coger a un contrincante y tirarlo al otro lado de la habitación”, dice el director. “Shaw, al contrario, piensa a medida que lucha. Es muy rápido y ágil, y se servirá de todo lo que tiene a mano para ganar. Es un ritmo totalmente diferente. Sus estilos no tienen nada que ver, pero deben formar uno si cabe la posibilidad de vencer a los superpoderes de Brixton”.
Ahora solo quedaba construir las necesarias capas en la acción y tejerlas en la trama desde la escena en que Hobbs y Shaw son estrepitosamente derrotados por Brixton Lorr, o cuando Hattie, una mujer de recursos, le enseña a Hobbs de lo que es capaz en la oficina de la CIA en Londres.
La mayor dificultad a la que se enfrentaron Chris O’Hara, Greg Rementer y sus equipos fue diseñar peleas para varios protagonistas a la vez, sobre todo cuando Hobbs y Shaw unen sus fuerzas para enfrentarse al terrible Brixton. Ante todo debían respetar los estilos de lucha de cada uno, impedir que se molestasen mutuamente y, sobre todo, asegurarse de que la escena fuera visualmente dramática y dinámica. “Cada movimiento, cada patada, cada bloqueo tiene su importancia dentro de la historia de la pelea”, explica Chris O’Hara.
Las secuencias de acción siempre captan la atención del público, pero David Leitch es conocido por mantener dicha atención sin aburrir nunca al espectador, utilizando a menudo un largo plano secuencia que refleja la pasión de cada momento. Lo más impresionante de este estilo de rodaje es que los actores son la pieza clave para que la escena sea creíble, al filmarse en continuo sin los habituales cortes que permiten a los especialistas doblar a los actores en los momentos más intensos y peligrosos.
Idris Elba, desde el primer momento, pensó en Brixton Lorr como en una máquina de pelear. Un Superman negro mejorado cibernéticamente y seguro de sí mismo. El actor, que mide 1,90 metros, estaba dispuesto a entrenarse para encarnar a Brixton a la perfección. Desde sus primeras conversaciones con David Leitch, y posteriormente cuando se reunió con Chris O’Hara y Greg Rementer, entendió cada vez mejor cómo funcionaba el proceso que exigía el director. “Pensé que con mi experiencia en la lucha muay thai, no sería difícil adaptarme a la coreografía”, dice. “Pero para este papel hacía falta más. Chris, Greg y el resto del equipo saben perfectamente lo que quieren y no me quedó más remedio que deshacerme de algunas costumbres mías y trabajar con el estilo propio de Brixton, más visceral, violento, tremendamente ágil y carismático”.
Para alcanzar tal intensidad y precisión, tanto Idris Elba como los otros tres protagonistas debían confiar plenamente en el director, y el actor estaba más que dispuesto. “David Leitch es un genio con la cámara”, dice. “Sabe meterse en el ritmo de la pelea. Cada movimiento está perfectamente coreografiado dentro de una visión de conjunto. La coreografía de Greg encaja con el estilo de rodaje de David. No había hecho nada tan complicado hasta ahora. Además de estar en buena forma física, también debíamos ser muy precisos en los movimientos y en el ritmo para que funcionara la complicada coreografía. Hay que sumergirse en la escena y saber de qué va; fue una maravillosa experiencia. Me encantó trabajar con ellos. Saben lo que hacen”.
Vanessa Kirby trabajó en Misión imposible: Fallout, pero le habría gustado tener un papel con más escenas de acción. La actriz insiste en que no era nada atlética de joven y que la coordinación no es lo suyo, pero que el entrenamiento al que la sometió Greg Rementer la convenció de que físicamente podía hacer más de lo que creía. Con la ayuda de las lecciones del coreógrafo y con el apoyo de su equipo, la actriz sacó a la luz una vertiente intrépida totalmente desconocida para ella.
Hattie Shaw no es una luchadora refinada. Es lista y rápida, y su estilo es directo, muy propio del barrio donde se crió. Al igual que su hermano mayor, utiliza todo lo que tiene a mano, pero sin la perfección y elegancia de la que Shaw hace gala.
La actriz se entrenó durante meses con Greg Rementer y su equipo para obtener la forma y la resistencia física necesarias para el rodaje. Solo entonces empezó a aprenderse la complicada coreografía de las secuencias de pelea. Cuando llegó el momento de rodar, estaba más que preparada.
“Vanessa mejoraba cada día”, dice Greg O’Hara. “Es una perfeccionista. Trabajó con nuestro equipo y llegó al punto en que, por muy sutil que fuera la señal, sabía exactamente qué ajuste debía hacer para el bien de la escena. Gracias a su tremenda ética profesional, nunca deja de esforzarse. Hizo un trabajo asombroso”.
El primer día de rodaje con Dwayne Johnson, la actriz debía luchar con él en el decorado de la oficina de la CIA en Londres. La escena le exigía hacer un movimiento triangular para deslizarse debajo de él y pasarle las piernas alrededor del cuello al mismo tiempo que le apunta con la pistola. La idea era dejar claro desde un principio que Hattie está a la altura de Hobbs y de Shaw.
Vanessa Kirby quedó satisfecha con el resultado. “Dave quería que Hattie fuera un personaje duro”, recuerda. “Para mí, el momento más gratificante fue cuando Dave me dijo que yo era la más resistente de todos. Estaba en medio de una peliaguda escena con Dwayne y me hice daño en la rodilla, empecé a sangrar, pero seguí adelante. No tenía la menor intención de parar por algo así. No fue la última vez que me corté o que me di un golpe en esta película, pero era parte del proceso. Me encantó poder hacerlo todo yo, y creo que tuve mucha suerte en aprender tanto gracias a Dave. Fue algo asombroso”.
Brixton Lorr y sus hombres llegan a Samoa para acabar de una vez por todas con Hobbs, Shaw y Hattie, a los que superan ampliamente en número. Para equilibrar la balanza, deberán contar con los miembros de la familia de Hobbs y el espíritu guerrero de los samoanos. Las escenas de acción finales no solo son totalmente innovadoras y no tienen nada que ver con lo que se ha visto en la gran pantalla hasta ahora, también desde la perspectiva de la narración, son cruciales en cuanto a la relación de Hobbs con sus hermanos, la relación de Shaw con Hobbs y la relación de ambos con Hattie. A pesar de no llevarse bien, de sus enfrentamientos y desacuerdos, no les queda más remedio que unir sus fuerzas por una causa común.
El equipo estudió detalladamente cómo se podía perfeccionar la acción. Buscaron coreografías totalmente originales para los combates cuerpo a cuerpo, además de incluir acción con vehículos, efectos especiales, explosiones y pirotecnia en general. El objetivo era crear un clímax cinematográfico que tuviera al espectador en vilo preguntándose si realmente ha visto eso o se lo ha imaginado.
Greg Rementer y su equipo se encargaron de diseñar una secuencia de lucha que jamás ha sido vista antes. Lo primero fue documentarse en la cultura bélica samoana y polinesia, así como estudiar en detalle todas las peleas filmadas protagonizadas por Dwayne Johnson para que pudiera añadir algo inesperado a una técnica utilizada previamente. En palabras de Greg Rementer, era un sueño hecho realidad para un coreógrafo de peleas.
“Tratándose de actores del calibre de Dwayne, Jason, Iris y Vanessa, sabes de antemano que estás trabajando con oro”, dice, “Teníamos la sensación de ser niños en una tienda de chuches. Lo único que nos preocupaba era encontrar algo nunca visto antes”. Era más fácil decirlo que hacerlo. “Fue un auténtico reto porque no hay mucho que no se haya filmado”, sigue diciendo. “Pero necesitábamos algo con sello propio. Ahora bien, puedo coreografiar una pelea a puñetazos, a patadas o a base de bloqueos, pero ¿con qué intención? ¿Cuál es la motivación? ¿Qué sentirá el espectador cuando la vea? También hay que preguntarse si realmente aporta emotividad, si es útil para la historia. Por eso, Dwayne y yo decidimos hablar seriamente para ayudarme a entender el significado de la Siva Tau, la danza guerrera samoana”.
La Siva Tau no es una mera danza ceremonial. Equivale a prometerle al enemigo que se le derrotará y que morirá. Más o menos la letra viene a decir lo siguiente: “Samoa os da las gracias por darnos vuestras vidas y que hayáis regado la tierra con vuestra sangre… Miradme a los ojos, pues será lo último que veréis antes de morir”.
Era exactamente lo que Greg Rementer y su equipo buscaban. El espíritu de la Siva Tau estaría presente en cada brutal golpe de la batalla final. Nunca se había rodado nada parecido antes. “En ese momento se me hizo la luz”, recuerda el coreógrafo con una sonrisa.
El rodaje de la secuencia de la Siva Tau con actores polinesios reavivó en Dwayne Johnson su sangre samoana y, por otra parte, le conectó de forma directa con su padre, el luchador profesional afroamericano Rocky Johnson, y con su abuelo samoano Peter Maivia. Por su parte, Jason Statham sintió como si fuera suya la emoción de su compañero. “Fue maravilloso verlo”, dice el actor. “Es algo muy emocional, y creo que irá más allá de la pantalla. Es un momento brutal, visceral, en el que todos se solidifican en una sola persona a través de esas armas antiguas. Era asombroso ver cómo afectaba a Dwayne, tremendo”.
Todos los que vieron la escena están de acuerdo en que es memorable y que está llena de significado. “Fue algo muy especial, sobre todo cuando Hobbs y Mateo luchan espalda contra espalda, protegiéndose mutuamente, sabiendo de dónde vienen y dónde están ahora”, dice Greg Rementer. “Se palpaba la conexión física, estaban totalmente sincronizados. Se palpaba su amor por esta profesión, pero también el amor por su cultura y los personajes que interpretaban”. No cabe duda de que el público no se quedará indiferente. “Los dos buscaron algo en lo más profundo de sí mismos que la cámara pudo captar”, sigue diciendo. “No exagero si digo que los especialistas contra los que luchaban se llevaron unos cuantos golpes en el proceso. Todos se esforzaron al máximo en dar algo especial en esta escena y en demostrar por qué Brixton Lorr y sus mercenarios no podían vencer a la familia Hobbs”,
Con el fin de describir con exactitud la cultura samoana, el director y los productores contaron con KAP TE’O-TAFITI, al que todos llamaban “Kap”, un samoano que trabaja en el Centro Cultural Polinesio con sede en Hawái. De hecho, también tiene un pequeño papel en la secuencia samoana.
Dwayne Johnson quería que HOBBS & SHAW iluminara la cultura samoana a través de un antiguo y sagrado estilo de lucha. “Llevaba esperando toda mi vida profesional como actor una secuencia de acción como está, basada en la rabia pura, en algo primitivo, donde sobran las armas, cualquiera que sea”, dice. “Puede parecer extraño, pero rodar esta secuencia me dio una gran alegría”.
LOS VEHÍCULOS...
La acción trepidante siempre ha sido uno de los componentes base del éxito de la saga Fast & Furious, pero los coches, desde los japoneses con motores propulsados con óxido nitroso, pasando por los elegantes modelos europeos, hasta los poderosos estadounidenses de toda la vida, nunca han dejado de cautivar y entusiasmar a los seguidores, sean de donde sean.
Dennis McCarthy, el coordinador de vehículos habitual de la saga, regresa en HOBBS & SHAW para ocuparse y personalizar una flota incomparable. El coordinador y su homólogo londinense, Alex King, este como supervisor de vehículos, dieron rienda suelta a su pasión y preferencias en esta película para exhibir unos coches impresionantes desde Londres a Hawái pasando por Los Ángeles.
Teniendo en cuenta que se necesitaban varios modelos totalmente personalizados y repartidos en varias unidades en dos continentes, Dennis McCarthy y Alex King decidieron que lo mejor era dividir la tarea entre los dos para entregarle vehículos totalmente diferentes a David Leitch y a los productores. La lista incluye todoterrenos, varios Range Rover, motos, camiones militares, pick up, coches “normales” y vehículos de elevado rendimiento, todos ellos absolutamente esenciales para conformar la visión del director.
Entre los sorprendentes coches que aparecen en HOBBS & SHOW, sobresale el elegante e impecable McLaren 720S azul. Ya hemos visto varios McLaren en anteriores entregas de Fast & Furious, pero en esta ocasión el famoso coche protagoniza el capítulo rodado en Londres conducido por el espía más sofisticado de la franquicia, Deckard Shaw. “Son coches asombrosos”, dice Alex King. “El motor, la conducción, la aceleración, la fuerza, la frenada. Resumiría el McLaren describiéndolo como un coche hecho a medida para cada uno de sus propietarios”.
Jason Statham reconoce que le pareció una excelente elección. “Llevo esperando este momento desde Fast & Furious 7”, dice, riendo con ganas. “Shaw es un británico puro que viste en Savile Row y es un as del volante. Se merece conducir algo superelegante hecho en Gran Bretaña. Ha sido una idea genial colocarlo al volante de un McLaren, encaja con él. La diferencia entre Shaw y Hobbs se ve reflejada en sus vehículos, y eso me gusta. Dwayne prefiere las marcas estadounidenses, y me parece bien”.
Jason Statham visitó la sede de McLaren en varias ocasiones para conducir el 720S en sus pistas de prueba. Alex King estuvo presente uno de los días. “Jason fue a probar el McLaren y descubrió que estaba equipado con ‘launch control’ (control de aceleración desde parada)”, recuerda el supervisor. “Aquel día yo estaba al final de la pista y me di cuenta por el ruido del motor de que había pulsado el botón de ‘launch control’. El coche llegó lanzado a toda velocidad y vi a Jason con una enorme sonrisa de oreja a oreja. En ese momento supimos que habíamos hecho la elección perfecta. El diseño, el aspecto, la carrocería son impecables, y su agarre en carretera no tiene par. Es un coche excepcional”.
El equipo de producción acabó trabajando mano a mano con el personal de McLaren y el fabricante acabó por ofrecer a los productores la posibilidad de que filmaran en sus edificios. El edificio McLaren fue transformado en la sede de Eteon.
El departamento encabezado por Alex King pudo usar dos McLaren auténticos, pero construyó dos versiones de rodaje. Como ocurre en cualquier rodaje de acción, son necesarias varias versiones del mismo coche para hacer frente a las dificultades de las secuencias, para incorporar una cámara, para ser conducido por especialistas, etcétera.
Al igual que Dennis McCarthy, el supervisor británico se desvivió para solucionar cualquier problema, por complicado que fuera, que le plantearan el director y los productores. Una forma de resolver las peores dificultades fue trabajar con el diseñador de producción David Scheunemann, el coordinador y supervisor de especialistas Chris O’Hara y el supervisor de efectos especiales ALISTAIR WILLIAMS (Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Aliados).
“Mi departamento se encargó de fabricar una serie de vehículos hechos a medida, además de plataformas motorizadas para que el director pudiera obtener los mejores planos”, explica Alex King. “Disfruto mucho enfrentándome a todos estos retos, es como encajar las piezas de un rompecabezas, pero con imágenes reales”.
Uno de los días de rodaje más importante para el equipo de Alex King tuvo lugar en las instalaciones subterráneas de Eteon, dedicadas al entrenamiento y a la investigación, localizadas debajo de la central nuclear de Chernóbil. El decorado, construido en un hangar vacío del aeropuerto de Farnborough, contenía un arsenal compuesto por todas las armas imaginables, así como una flota de vehículos y aeronaves comparable a una base militar.
El camión militar de carga MAN 464, con un peso de seis toneladas, fue rediseñado por David Scheunemann para adaptarse a la secuencia, sin por eso perder nada de su formidable aspecto. Se usaron cuatro camiones para la filmación. Dos para rodar tomas en movimiento, y otros dos que fueron desmontados y montados de nuevo en plataformas especiales para simular movimiento. “Estos camiones aplastan cualquier cosa que se interponga en su camino”, dice Alex King.
El Rock Crawler, otro miembro de la flota de Eteon, es un diseño totalmente original y uno de los vehículos más complicados de construir. La carrocería se fabricó en el Reino Unido, pero está propulsado por un poderoso motor Chevrolet LS376/480 que le permite realizar saltos que desafían la gravedad. También se construyeron cuatro versiones desde cero con la ayuda de la empresa británica Off-Road Armory. El vehículo aparece en escenas en el difícil terreno de Chernóbil y en la bella Samoa.
La moto de Brixton Lorr es la impresionante Triumph Speed Triple 2019. Se realizaron dos versiones de la montura del superhombre: una de campo retocada especialmente por Chris O’Hara y su equipo para aguantar las escenas en Chernóbil, y otra para la persecución londinense.
En esta última, Brixton Lorr, montado en su Triumph, persigue a Shaw, Hattie y Hobbs, que van en el McLaren 720S intentando huir a toda velocidad por las calles de la capital británica. En realidad, la escena se rodó en Glasgow, una ciudad de calles anchas donde ya se había rodado Fast & Furious 6 y que facilitaba el rodaje de una persecución de este calibre, algo imposible en las calles de Londres. Los habitantes de Glasgow estaban encantados de ser testigos de un rodaje semejante y muchos compartieron fotos en las redes sociales que se propagaron por todo el planeta.
Dennis McCarthy ha modificado un sinfín de vehículos para la saga Fast & Furious en los pasados años, pero en lo más profundo de su corazón prefiere los poderosos coches estadounidenses y, sobre todo, los vehículos 4X4 de rally. El director y los productores le dieron carta blanca para que se inventara vehículos de lo más sorprendente en las escenas de Samoa.
El coordinador encontró varios coches clásicos para llenar el taller de la familia Hobbs y fabricó toda una selección de vehículos 4X4. Entre estos se encuentra el coche grúa Peterbilt de Hobbs al que ensanchó el chasis para conferirle un aspecto más agazapado y al que después pintaron con colores que recuerdan a un caballo tribal de batalla.
Dennis McCarthy tampoco quería el típico camión sobredimensionado y decidió alejarse de los enormes vehículos militares que Hobbs había conducido anteriormente. El Peterbilt es el camión de Hobbs, y tanto el coordinador de vehículos como el director querían algo con clase, clásico, que encajara con la personalidad del personaje.
El Rat Rod, llamado así por ser un vehículo centrado en el poder mecánico y no en la belleza, es otro de los coches Franken personalizados por Dennis McCarthy. Está diseñado para alcanzar elevadas velocidades. Shaw conduce el mal encarado camión y causa ciertos daños en la propiedad de la familia Hobbs, preparando al espectador para el enfrentamiento con Brixton Lorr.
“El tercer acto, que tiene lugar en Samoa, es mi parte favorita”, reconoce el coordinador de vehículos con una gran sonrisa. “Me lo pasé en grande construyendo toda una selección de camiones 4X4, el Peterbilt, el Rat Rod y otros con muchos caballos y una suspensión genial para que los protagonistas levantaran mucho polvo. En la secuencia final aparecen todos mis vehículos favoritos. Pero lo mejor fue trabajar con David Leitch. Es un director asombroso que viene del mundo de los especialistas, sabe de qué va la acción y llevar los coches al límite”.
Puede que el mayor reto para Dennis McCarthy y su equipo fuera construir vehículos antes de que supieran realmente en qué consistiría la secuencia final en Samoa y qué se esperaba de cada coche. Pero no les pillaba por sorpresa.
En numerosas ocasiones, el taller de Dennis McCarthy empieza a modificar vehículos mucho antes de que empiece el rodaje. Hace falta tiempo para ensamblar un vehículo modificado, pero tratándose de cuatro o más, algunos en más de una versión, estamos hablando de una tarea hercúlea que requiere una planificación milimetrada y una superdosis de creatividad.
Pero en este caso le ofrecieron un lienzo en blanco, y el veterano gurú de los coches para cine era consciente de que debía dar el todo por el todo. Una vez más iba a superarse a sí mismo para sorprender a las legiones de fans en todo el mundo con vehículos nunca vistos antes.
“No estábamos muy seguros de lo que se pediría a los coches. En una situación semejante, cuanto más, mejor”, explica el coordinador. “Construimos vehículos capaces de aguantar un salto de veinte metros o una caída de ocho metros, aterrizar, enderezar y seguir avanzando a todo gas. No me quejo, al contrario. Era la excusa que necesitábamos para ir aún más lejos. Por suerte, cuando llegamos a Hawái antes del rodaje, tuvimos la oportunidad de probar los vehículos y realizar algún que otro retoque. Créame si le digo que cuando vea la película, no le decepcionará”.
La regla en las secuencias de Samoa era la autenticidad, y eso también incluía a los vehículos. Afortunadamente, Dennis McCarthy no tardó en descubrir que incluso en una isla del océano Pacífico hay expertos mecánicos. Al leer el guion, se dio cuenta de que tendría que documentarse sobre la afición por el motor que sienten los samoanos, sobre las carreteras e incluso los agentes de tráfico del país.
Aprendió que los samoanos hacen gala de ingeniosidad cuando fabrican autobuses a partir de camionetas pick up de la marca Toyota y decoran la carrocería con vistosos dibujos, etiquetas y logotipos. Le recordó un poco su experiencia en Cuba para el rodaje de Fast & Furious 8.
Dennis McCarthy es un apasionado de los coches y siempre le interesan los detalles de cualquier vehículo modificado. Decidió mandar a varios miembros de su equipo a Samoa para hacerse con piezas auténticas.
Tuvieron suerte y encontraron una mina de oro con casi doce bólidos, entre los que estaba un Chevy Nova superalimentado de 1967, un T-Bucket (o sea un modelo T de Ford totalmente modificado) y una camioneta grúa de 1932 que acabarían en el decorado del taller de la familia Hobbs. También encontraron piezas en otros talleres para completar los vehículos modificados en California que llenarían este último decorado. A continuación trabajó con el diseñador de producción David Scheunemann para no salirse de la paleta de colores escogida y dar la pátina correcta a algunos de los vehículos.
Es el monstruo de los vehículos de la familia Hobbs. En este caso se rediseñó para que la cabina y el chasis originales pudieran aguantar cualquier choque. Tal como lo imaginó el coordinador de vehículos, es pura fuerza.
Tanto David Leitch como Dennis McCarthy creían que era importante dejar claro desde el primer momento que la familia Hobbs sabía lo que se hacía. Y para eso debían conseguir que los espectadores se quedaran atónitos cuando Jonah abre las puertas del taller para que entre su hermano.
Lo primero que se ve es la versión australiana del Ford Falcon XB de 1976, seguido por un Camaro de 1968 y un Chevy 122S de 1963 con motor Volvo, así como varias motos, entre ellas la Confederate X132 de 2012, unas cuantas chopper Harley-Davidson personalizadas y otra Harley-Davidson de 2017 para carreras de resistencia. El Valhalla de los coches.
LOS PERSONAJES...
Hobbs y Shaw, Dwayne Jason y Jason Statham:
Los seguidores de la saga Fast & Furious ya conocen a Hobbs y Shaw, pero David Leith quiso volver a presentarlos y desvelar su vida aparte del equipo de Fast. En la primera escena de la película descubrimos el enorme contraste entre la vida hipertranquila de Hobbs en California y la extravagante vida de Shaw en Londres mediante una pantalla partida para subrayar que los dos protagonistas son polos opuestos.
“La primera secuencia es brillante; es uno de mis momentos favoritos de la película”, reconoce Jason Statham. “Da en el clavo porque Hobbs y Shaw son totalmente diferentes, pero también tienen muchos puntos en común. Creo que Dave ha sabido plasmarlo en toda la película”.
El rodaje empezó en Londres, y los dos actores no tuvieron ningún problema en volver a meterse en sus papeles, pero como productores también se centraron en los elementos creativos de la película. Durante todo el rodaje trabajaron muy de cerca con David Leitch, Chris Morgan e Hiram Garcia para mantener el equilibrio entre la comedia, la historia y la acción. Delante de la cámara se esforzaron en elevar sus pullas a otro nivel. El director les alentó a improvisar, y la energía carismática de la pareja se hizo con todo el equipo. “Hay una química espontánea entre Dwayne y Jason que se palpa en la pantalla”, dice el productor Hiram Garcia. “Basta con ponerles delante de una cámara para que empiece a funcionar. Sus personalidades y su profunda amistad se hacen patentes gracias a estos dos personajes. Nos aseguramos de crear bastantes oportunidades para que se metieran el uno con el otro tal como harían en la vida real”.
Hattie Shaw, Vanessa Kirby:
Las mujeres de la franquicia Fast siempre han demostrado ser tan competentes, abnegadas y resistentes como sus compañeros. Los productores y el director de HOBBS & SHAW querían incluir personajes femeninos fuertes y carismáticos en la película, y se inclinaron por Vanessa Kirby para dar vida a Hattie Shaw, una dura y capacitada agente del MI6 que da pie a la trama de la película, y cuya valentía y entrega son irreprochables.
Cuando conocemos a Hattie, encabeza un equipo cuya misión es recuperar “El copo de nieve”, un misterioso frasco que contiene el letal agente patógeno que, transformado en arma, podría cargarse a gran parte de la población del planeta. Sin embargo, Brixton Lorr (Idris Elba), un ser modificado genéticamente, tiende una emboscada a Hattie y a su grupo. Cuando Hattie, la única superviviente, se da cuenta de que no podrá impedir que Lorr se haga con el agente patógeno y matarla después, decide inyectarse el contenido del frasco.
Emprende una carrera contrarreloj para encontrar el antídoto antes de que se active el agente patógeno, lo que no solo la matara a ella sino a millones y millones de personas. Sin embargo, los servicios secretos británicos y estadounidenses creen que se ha pasado al enemigo, y mandan a Hobbs y a Shaw – sin que ninguno de los dos lo sepa – para encontrarla, capturarla y traerla.
La actriz, conocida sobre todo por sus papeles en la serie “The Crown” y Misión imposible: Fall Out, era perfecta para contrarrestar los disparates que se dicen Hobbs y Shaw, y pasar de momentos hilarantes a la gravedad máxima cuando encarna (literalmente) el futuro del planeta. “Vanessa Kirby es una actriz alucinante”, dice David Leitch. “Nunca dudé de que después de un buen entrenamiento emularía la fuerza y dureza física del personaje de Hattie. Su calidad interpretativa le permite mostrarse fuerte y, a la vez, vulnerable, estoica y emocional, y siempre es auténtica. Una actriz de su nivel ayuda a comunicar que hay mucho en juego de una manera realista”.
En opinión de Hattie Kirby, David Leitch era el director soñado que se empeñó en demostrar que Hattie puede con Hobbs y con Shaw. “Lo que más me gustó de la idea de Dave es que siempre defendió que Hattie era tan fuerte como Hobbs y Shaw, y que podía luchar como ellos”, dice la actriz. “No necesita que la salven, está a la altura de los chicos. Me parece importante que las espectadoras jóvenes vean que las mujeres también salvan al mundo, y me sentí responsable de incorporar la fuerza suficiente al personaje de Hattie”.
El heroísmo de Hattie también obligará a Deckard Shaw, su hermano, a volver hablarle y a reconciliarse con ella después de muchos años. Hasta entonces es poco decir que su relación había sido tensa y complicada. Hattie se distanció de su hermano cuando corrió el rumor de que se vendía al mejor postor, que era un mercenario. Ahora, la madre de ambos está encarcelada y llevan años sin intercambiar una palabra.
Cuando Hobbs y Shaw consiguen atraparla, después de muchos esfuerzos, Hattie reflexiona y decide que lo mejor es quedarse con los dos rivales mientras piensa en cuál será su próximo paso. La situación se complica aún más debido a la incipiente atracción entre Hattie y Hobbs, y el más que obvio disgusto de Shaw. Hattie y Hobbs no tardan en entender que se parecen mucho y que se comprenden más de lo que están dispuestos a reconocer. “Los dos tienen un punto en común: haberse alejado de sus familias, y es su primer vínculo”, explica Hattie Kirby. “Podría haber un romance, pero no se debe tanto a una atracción mutua como a la soledad de cada uno. Conectan, se entienden”.
Brixton Lorr, Idris Elba:
Con cada nuevo capítulo de la saga Fast & Furious, la apuesta es mayor y los malos se hacen exponencialmente más peligrosos. En apariencia, Hobbs y Shaw son dos fuerzas de la naturaleza, y juntos deberían poder derrotar a cualquier enemigo. Hobbs posee la fuerza física, pero la elegancia de Shaw es letal. En teoría, nadie se les resiste si se unen. Por eso hacía falta crear un nuevo tipo de némesis que aún no se había visto en la franquicia, un adversario a la altura de dos héroes tan intrépidos.
Aquí aparece Brixton Lorr, un supersoldado indestructible, uno de los primeros prototipos mejorados cibernéticamente por Eteon, una organización secreta multinacional que ha llevado la cibertecnología hasta sus últimas consecuencias. Brixton no se limita a ser una máquina con inteligencia artificial, es un hombre muy listo con profundos conocimientos militares y experiencia en operaciones secretas que hace cualquier cosa a la perfección. Por si esto fuera poco, no se trata de un psicópata o un mercenario codicioso, cree realmente en una causa global, Su misión es salvar al planeta de la superpoblación. Brixton está realmente convencido de que si Eteon planea matar a gran parte de la población mundial y, de paso, a todos sus rivales, es por el bien de la humanidad.
“No cabe duda de que Brixton es el adversario más terrible al que han tenido que enfrentarse nuestros protagonistas, sencillamente porque se le ha diseñado para ser imparable”, explica Chris Morgan. “Es superior en todo, pero su mayor peligro reside en su convencimiento de que sirve a una buena causa. No va a rendirse, no le motiva el dinero ni el poder. No hay forma de convencerle de que está equivocado. Es un creyente y, por desgracia para Hobbs y Shaw, el destino ha planeado que se encuentren”.
Brixton dispone de los enormes recursos de Eteon y de un supercuerpo humano. Lo tiene todo a su favor para deshacerse de Hobbs y de Shaw, a los que solo les queda apoyarse mutuamente, conscientes de que el tiempo corre para Hattie. “La verdad es que están seguros de que no se necesitan”, explica Chris Morgan. “Solo después de que Brixton empiece a machacarles vivos, a derrotarles una y otra vez, se dan cuenta de que si quieren vencerle tendrán que sincronizar sus esfuerzos por primera vez en su vida”,
Encontrar a un actor que encarnase la inteligencia, fuerza e intensidad de Lorr, y que representara una amenaza plausible para Dwayne Johnson y Jason Statham en la pantalla, se convirtió al principio en una imposibilidad, pero Idris Elba (Thor: Ragnarok, la serie “Luther”) superó lo que parecía imposible. “Cuando salió el nombre de Idris, nos gustó la idea”, recuerda David Leitch. “Lo tiene todo: una tremenda presencia física, no le asusta la acción, es un gran actor. No dudamos de que su profesionalidad y dignidad se reflejarían en el papel, a la vez que lo transformaría en algo tremendo. Eran los rasgos que necesitábamos para un malvado tan enorme”.
Idris Elba es conocido por interpretar papeles complejos, personajes conflictivos y dramáticos, pero la idea de un personaje modificado cibernéticamente despertó su curiosidad. “El mundo de Fast siempre me ha interesado, no solo porque es una de las franquicias más exitosas de la historia, sino porque me gusta la idea de hacer cosas que vayan en una dirección desconocida”, dice el actor. “David, Dwayne y Jason querían enfrentarse a algo diferente y me apunté de inmediato. El personaje de Brixton no tiene nada que ver con mis papeles habituales. No es la primera vez que encarnó a un malo, pero este es el más complejo al que he debido enfrentarme. Puede describirse como una máquina de guerra, nada le detiene”.
Gracias a su gran experiencia militar, Brixton Lorr siempre da en el clavo y va por delante de Hobbs y Shaw estratégica y físicamente. También disfruta enfrentándose a otros alfas sabiendo que lo tiene todo a su favor. A medida que Idris Elba se metía más en el personaje, el actor y Chris Morgan empezaron a crear un pasado para el soldado sobrehumano. ¿Quedaba algo de un ser humano en su interior o lo había borrado todo el código binario?
“Brixton es consciente de sus ‘mejoras’ y sabe en quién se ha convertido”, explica Idris Elba. “Se vanagloria de ser una versión mejor de sí mismo, pero su personalidad sigue siendo la misma, es un hombre torturado que ha sufrido mucho. Hay una sombra en su mirada. Como cualquier experimento, es una anomalía, y sus capacidades asustan. Sabe lo que quiere y nada le impedirá conseguirlo”.
Brixton es especialmente peligroso porque es un ser humano con las capacidades de un Terminator. Esto, añadido a la eterna rivalidad de la pareja, podría llevarles a la caída final, lo que casi ocurre en el primer enfrentamiento con Lorr. Juntos tienen más posibilidades de detener a Eteon y detener un exterminio a escala mundial, pero al principio son incapaces de ver más allá del odio mutuo. Y Brixton Lorr no dudará en usar la ceguera de ambos en su contra.
Queenie Shaw, Helen Mirren:
Los espectadores recordarán a la madre de Shaw, Queenie, interpretada por Helen Mirren (La reina), a la que vimos por primera vez en Fast & Furious 8. Bastaron dos escenas memorables para que la actriz dejara claro que Queenie es una cariñosa madre tigresa astuta y peligrosa; una matriarca que ha adquirido su saber en negocios turbios y que tiene contactos en el hampa. Los seguidores se enamoraron de ella. “La respuesta a mi papel en Fast & Furious 8 fue maravillosa, sobre todo los comentarios on line”, recuerda Helen Mirren. “Reconozco que me lo pasé de maravilla y estaba más que dispuesta a volver a probar suerte otra vez”.
En HOBBS & SHAW descubrimos que Queenie cumple condena en una cómoda celda y que, como buena madre, se preocupa por la brecha existente en su familia. Exige a Deckard que se reconcilie con su hermana. No importa que esté en la cárcel, ella decide. “Queenie manda esté donde esté”, dice Helen Mirren. “Es de esas personas que siempre saben arreglárselas, pase lo que pase”.
Para Queenie, la familia es lo más importante e inculcó esa regla en sus hijos desde su más tierna edad. En unos cuantos flashbacks vemos a Queenie, una madre cariñosa y experimentada estafadora afincada en el este de Londres, enseñando a sus hijos las reglas del negocio familiar, con el énfasis puesto en “familiar”. Puede que sus hijos estén cada uno en un lado de la ley, pero siguen siendo familia.
“Los Shaw son una familia del este de Londres, y la unidad familiar es primordial en esos barrios”, dice la actriz. “La familia es lo más fuerte y la lealtad prevalece por encima de todo. La actitud es un poco ‘nosotros contra el mundo’. Es algo bastante común en familias trabajadoras que pasan por dificultades. Ante todo te debes a la familia”.
Jason Statham y Vanessa Kirby interpretan varias escenas importantes con Helen Mirren. La joven actriz reconoce que fue maravilloso trabajar con Helen Mirren: “Trabajar con Helen fue genial porque todo giraba en torno al poder femenino; disfruté mucho con ella. Es increíble, tiene una energía tremenda. Solo estuvo un par de días en el plató, pero demostró ser una fuerza de la naturaleza. Es maravillosa, la adoro”.
Madame M, Eiza González:
Las mujeres en HOBBS & SHAW saben cómo dominar una situación, y esto puede aplicarse casi de forma literal al caso de un misterioso personaje llamado Madame M, encarnado por EIZA GONZÁLEZ (Baby Driver).
Shaw, Hobbs y Hattie escapan hacia Moscú con Brixton Lorr pisándoles los talones, y Shaw no tiene más remedio que ponerse en contacto con una vieja “amiga”, Madame M, una traficante de armas que se mueve en las altas esferas. La exagente y su equipo de mujeres operan en el mercado negro y suelen estar del lado de los buenos, dispuestas a vender armas y consejos para salvar situaciones imposibles. Madame M, una mujer atractiva, brillante y sumamente eficiente, dispone del dinero y de los contactos que el trío necesita para poner en marcha su plan.
Madame M es otra fuerza de la naturaleza que usa su belleza con la misma facilidad que el arma automática que lleva colgada al hombro. Incluso Hattie se rinde ante su ostentación de seguridad y dice: “De mayor quiero ser como ella”.
Eiza González reconoce que se lo pasó realmente bien dando vida a Madame M. “Lo mejor del papel es que jamás siente miedo”, explica la actriz. “Sabe que tiene todo el poder y que controla la situación, pero aun así, da otra vuelta de tuerca para lograr más ventaja. Es dura, decidida y traviesa, además de peligrosamente seductora. Ha sido maravilloso meterse en la piel de un personaje así, me he divertido mucho”.
Profesor Andreiko, Eddie Marsan:
En su desesperada carrera por encontrar un antídoto para el patógeno letal que Hattie se ha inyectado, Hobbs, Shaw y la propia Hattie buscan a la única persona que puede fabricarlo, el hombre que creó el virus.
Encarnado por EDDIE MARSAN (Atómica. Deadpool 2), el profesor Andreiko es el científico al servicio de Eteon que creó el letal patógeno. Presa de un conflicto moral por poder convertirse en el involuntario cómplice del asesino biológico de miles de millones de personas, el científico ruso intentó hacerse con “El copo de nieve” y ahora se esconde. “El profesor Andreiko diseñó un medicamento del que se apoderó una organización y lo convirtió en un posible Armagedón”, explica Eddie Marsan. “Sus intenciones eran buenas; estaba convencido de que este nuevo medicamente ayudaría al mundo, pero acabó siendo parte de una nefasta organización”.
Cuando Hobbs y Shaw le encuentran por fin y se entiende lo que ha hecho Hattie para proteger al mundo del virus que él creó, acaba por querer ayudarla. “El sacrificio y la lealtad de Hattie son increíbles”, dice el actor. “Consigue que Andreiko se cuestione su código moral, que lleva tiempo dormido debido a su situación. Hattie y Andreiko se necesitan si quieren sobrevivir, y ella logra sacar el lado positivo del profesor”.
Eddie Marsan ha trabajado en tres de las películas de David Leitch. “Creo que soy el ingrediente secreto de su éxito”, dice el actor, riendo. Esta vez, el director le ha colocado en una situación nada envidiable. En una escena con Idris Elba, Lorr avanza, amenazante, con un lanzallamas, mientras el profesor está colgado de un gancho como un muñeco. Según Eddie Marsan, rodar esta escena con Idris Elba fue intimidante. “Entré en el plató, vi a Idris, y lo primero que pensé fue: ‘Vaya, este hombre tiene aspecto de estrella de cine’”, dice, riendo. “Creo que le nombraron ‘Hombre más sexy del mundo’ cuando estábamos rodando. Esa misma tarde llamé a mi psiquiatra para que me remontara la moral”.
Jonah Hobbs, Cliff Curtis:
Dwayne Johnson siempre quiso que se incorporara parte de su historia personal al pasado de Hobbs. Como ya saben los seguidores de la lucha libre, Dwayne Johnson procede de un largo linaje de luchadores samoanos por parte de su madre. El gran luchador samoano Peter Maivia es su abuelo, y su padre es el luchador profesional Rocky Johnson, ahora retirado. En HOBBS & SHAW quería homenajear a Samoa, a sus habitantes y a su cultura.
En el tercer acto de la película, Hobbs, Shaw y Hattie intentan desesperadamente encontrar una máquina para crear el antídoto que salve a Hattie, y Hobbs conoce a unas personas que quizá puedan ayudarles; su propia familia.
El problema es que hace muchos años que no ha pisado Samoa. Su padre montó un negocio ilegal y Hobbs le entregó. Es comprensible que la mayoría de la familia, encabezada por el hermano mayor Jonah, encarnado por el actor neozelandés Cliff Curtis (Megalodón, Training Day/Día de entrenamiento), no le espere con los brazos abiertos. “Veinticinco años antes de que ocurra esta historia, Luke Hobbs decidió delatar a su padre y mandarle a la cárcel porque había involucrado a la familia en un negocio ilegal”, explica Cliff Curtis. “Jonah considera que es imperdonable, y cuando Luke regresa al cabo de veinticinco años con un problema muy grave, la tensión es palpable. Pero los dos hermanos deben resolver el conflicto personal en menos de veinticuatro horas si quieren salvar al mundo”.
Desde que Hobbs dejó Samoa, Jonah ha convertido la fábrica de alcohol ilegal de su padre en un negocio internacional, el Hobbs Custom Garage. No se fía de Hobbs, está lleno de resentimiento hacia su hermano, y la reunión no puede describirse como alegre. “Es una escena muy tensa”, dice Cliff Curtis. “Jonah cree que su hermano les traicionó. Luke lleva 25 años fuera y vuelve con un problema. Esta película es más compleja de lo que parece. Además del tema ‘salvemos al mundo antes de que todos mueran’, hay muchos conflictos familiares”.
Para complicarlo aún más, solo los conocimientos de Jonah conseguirán salvar la crisis. “Jonah sabe mucho de tecnología”, explica el actor. “Es un genio y se expresa a través del diseño tecnológico. Los otros hermanos son grandes y superfuertes, pero él se concentra en el aspecto tecnológico del mundo”.
Cliff Curtis, descendiente de maorís, vio la oportunidad de aportar matices poco habituales al retrato que suele hacerse de los nativos. “Me gustó mucho la idea de que un hombre como Jonah, que vive en un sitio tan lejano, sea un as de la tecnología”, dice. “Y me encantó la forma en que disfruta cuando le da un puñetazo en la cara a su hermano”.
La familia Hobbs, Un homenaje a la cultura samoana:
David Leitch y los productores escogieron a varios actores samoanos para dar vida a los otros miembros de la familia Hobbs. El luchador profesional de la WWE Joe “Roman Reigns” (Leati Joseph “Joe” Anoa’i) es Mateo, el más joven y más grande de los hermanos Hobbs. Procede de la dinastía Anoa’i de luchadores samoanos y debuta en la gran pantalla con esta película. Además, es primo de Dwayne Johnson, y le entusiasmó compartir algunas escenas con él. “Me inspiró y motivó ver a D.J. en su elemento”, dice. “Es increíble la pasión y el orgullo que demuestra cada día en el plató”.
Cliff Curtis, que encarna al hermano mayor, reconoce que le impresionó la facilidad con que el luchador se adaptó a trabajar delante de la cámara: “Joe, como luchador profesional, está acostumbrado a trabajar delante del público. Tiene mucho carisma y fue genial ver que no le supuso ninguna dificultad pasar del cuadrilátero al plató”.
Josh Mauga, un exjugador profesional de fútbol americano, también debuta como actor en el papel de Timo, otro de los hermanos Hobbs. Curiosamente, empezó en HOBBS & SHAW como especialista y doble de Dwayne Johnson, pero tanto el director David Leitch como la productora Kelly McCormick pensaron que era perfecto para dar vida a uno de los hermanos cuando empezaron a buscar a los actores.
Otro de los hermanos es Kal, el cabeza loca de la familia, encarnado por John Tui (Hans Solo: Una historia de Star Wars y El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos), un actor de Nueva Zelanda. Surgió una camaradería espontánea entre los “hermanos” nada más llegar al plató. “Me sorprendió la rapidez con que Josh, John, Cliff y yo nos hicimos amigos”, reconoce Joseph Anoa’i. “Fue una experiencia inolvidable”.
El núcleo de la familia es Sefina, la madre, interpretada por Lori Tuisano, una actriz afincada en Hawái. Sefina es la primera en alegrarse del regreso de Hobbs y en perdonarle. Les recuerda a sus hijos que lo único que realmente importa es la familia y abre la puerta de par en par para que puedan reconciliarse. Los taquillazos de acción veraniegos no suelen preocuparse por aportar emociones profundas a la trama, pero es exactamente lo que David Leitch, Chris Morgan y los productores querían incluir en la película. “David ha dado especial importancia a los momentos más emotivos entre los personajes”, explica el actor Cliff Curtis. “Tenía muy claro que todos, a pesar de ser tíos duros, debíamos comunicar emociones y vínculos afectivos”.
Los actores que encarnaban a los hermanos Hobbs no solo se llevaban bien en el plató, sino también fuera. Solían ir al gimnasio y ensayar juntos, además de cenar en grupo en un hotel de la isla Kauai, en Hawái.
Asimismo, HOBBS & SHAW es un escaparate de la cultura samoana, y tanto el director como los productores estaban empeñados en que se representara correctamente. “Contactamos con unos maravillosos asesores culturales que se aseguraron de que todo era auténtico”, dice Cliff Curtis. En una de las escenas más deslumbrantes, los hermanos Hobbs se preparan para la batalla definitiva con el tradicional canto de guerra llamado “siva tau”. Es un momento cargado de auténtica emoción que no dejará indiferentes a los espectadores. “Soy de ascendencia maorí y tenemos una tradición similar, el haka”, explica el actor. “Me parece maravilloso que las tradiciones en las que me crié se muestren en una película y formen parte de la cultura popular”.
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