INFORMACIÓN EXCLUSIVA

NOTAS DEL DIRECTOR...
  «Pensaba en las "anteojeras" u "orejeras", esas piezas que se colocan junto a los ojos de loscaballos para impedir que miren a los lados y se descarríen. Así es como percibo yo a Aharon,cegado en su camino, minimizando sus necesidades para satisfacer las de su hijo autista,plenamente consagrado a cuidarlo y protegerlo de cualquier daño. Qué difícil sería mirar hacia otrolado, ver que existe otra vida, otro camino tras esas anteojeras. Unas anteojeras que le sirventambién para ocultar de sí mismo su propio pasado, para protegerse de la introspección, de lidiarcon sus errores, con la fragilidad de su vida.
  Tengo curiosidad por saber si Aharon descubrirá una verdad nueva cuando tenga que hacer frentedurante su viaje a la espinosa realidad. Tal vez se dé cuenta de que se está escondiendo del mundodetrás de su hijo, de que no solo intenta protegerlo a él.
  Mientras tanto, yo mismo me pongo las anteojeras y, como Aharon, solo veo ante mí a Uri. No estan difícil: al fin y al cabo, todos nos ponemos las anteojeras cuando somos padres, ¿no? Sinembargo, mientras nuestros hijos crecen y se independizan, los niños autistas siguen siendovulnerables y estando expuestos. Cuesta mucho ver que ellos también han crecido».

NOTAS DE LA GUIONISTA...
  «De pequeños, lo único que veíamos mis hermanos y yo eran películas de Charlie Chaplin en VHS.La primera vez, no entendíamos qué podía tener de interesante una película muda, pero, a lospocos minutos, nos cautivó, y Charlie Chaplin se convirtió en nuestro héroe.
  Hemos crecido mucho desde entonces, nos hemos ido de casa y cada uno vive en su propio piso(con su propia televisión por cable). Mi hermano pequeño, Guy, es el único que sigue viendopelículas de Chaplin todos los días, sobre todo El chico, que retrata la conmovedora relación entreel famoso Charlot de Chaplin y el niño al que adopta. O, más bien, el niño que lo adopta a él.
  No es casualidad que Guy le tenga cariño a esta película porque la relaciona con la peculiar relaciónque tiene con mi padre. A Guy le diagnosticaron autismo de manera tardía, y, tras el diagnóstico, mipadre sintió que tenía un hijo nuevo al que debía cuidar.
  La relación entre mi hermano y mi padre es extraordinaria. Se entienden sin palabras y tienen unarelación muy divertida y simbiótica: son ellos contra el mundo dentro de una burbuja de protección,de sobreprotección a veces. Son mis personas favoritas del universo, como dúo y de maneraindividual, y escribo sobre ellos desde la necesidad de compartir su relación única e inigualable, superspectiva del mundo y, sobre todo, el enorme miedo que planea sobre ellos y sobre mí: ¿quéocurrirá cuando llegue el inevitable momento en que se tengan que separar?
  Es importante para mí recalcar que esta no es una película sobre el autismo. Tampoco es unapelícula sobre el padre de un hijo autista. Ni sobre las dificultades de un hombre con un hijo denecesidades especiales. Es una película sobre un padre y un hijo. Sobre la inevitable separación delos padres y los hijos».

SOBRE LA PELÍCULA...
  ¿Quién está en mejor posición de saber qué es lo mejor para un hijo único, un padre o una madre?Si ese hijo tiene una discapacidad social y los padres no se ponen de acuerdo, tenemos elargumento de esta película.
  El hijo es diametralmente opuesto al chico de la película de Charlie Chaplin que tanto le gusta. Él esalto y el chico, menudo; él es patoso y el chico, hábil; él es pasivo y el chico, activo. Es quizás larelación de padre e hijo lo que ambos niños tienen en común. El amor y las emociones los hanunido, para lo bueno y para lo malo.
  En Siempre contigo , en un giro de la situación más común, es el padre quien lo deja todo paradedicarse en cuerpo y alma a su hijo, excluyendo por completo a la madre. Su abnegación,admirable en algunos aspectos, se acaba revelando como un mecanismo de control. El padre losabe todo de su hijo. Solo él puede consolarlo cuando se ve sobrepasado por sus estereotipias ysus fobias, y el hijo solo puede pensar con ayuda de las afirmaciones de su padre. No hay terceraspartes que puedan penetrar en esa relación simbiótica.
  La madre entra en escena únicamente para imponer su voluntad: que su hijo pueda socializar por fininternándolo en un centro adaptado a sus necesidades. Para escapar de ese fatídico momento, elpadre se da a la fuga con su hijo, dando lugar a su inevitable separación.
  Esta película única, sensible y maravillosamente interpretada hará sentirse identificados a todos lospadres, tengan o no hijos con discapacidades sociales. Pero sí es cierto que la discapacidadcomplica el dilema emocional: ¿Un centro especializado (¿y cuál?) puede ser más beneficioso queel amor de un padre?
  Sin pretensiones morales, lo extraordinario es que la respuesta a esa pregunta solo la tiene el niño(el adolescente, en realidad), y el padre debe ceder.

GALERÍA DE FOTOS