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INFORMACIÓN
Titulo original: Invictus
Año Producción: 2009
Nacionalidad: EE.UU
Duración: 132 Minutos
Calificación: Autorizada para todos los públicos
Género: Drama
Director: Clint Eastwood
Guión: Anthony Peckman. Basado en la novela escrita por John Carlin
Fotografía: Tom Stern
Música: Kyle Eastwood, Michael Steven
FECHAS DE ESTRENO
España: 20 Enero 2010
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Warner Bros.


SINOPSIS

Tras 27 años de reclusión Nelson Mandela sale de la cárcel para ser proclamado posteriormente como Presidente de un país roto por el apartheid y donde el racismo, la corrupción y demás están a la orden del día. En 1995 Sudáfrica es seleccionada para celebrar el Campeonato Mundial de Rugby por lo que habla con François Pienaar, capitán del equipo, al que estimula y convence de su liderazgo...

INTÉRPRETES

MORGAN FREEMAN, MATT DAMON, TONY KGOROGE, JULIAN LEWIS JONES, ADJOA ANDOH, PATRICK MOFOKENG, MATT STERN, LELETI KHUMALO

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SOBRE LA PRODUCCIÓN...

    Para la mayoría de la gente, la Final de la Copa del Mundo de 1995, no fue más que un emocionante partido de rugby. Sin embargo, para los sudafricanos fue un momento decisivo en su historia, una experiencia compartida que ayudó a cicatrizar las heridas del pasado dando nuevas esperanzas para el futuro. El artífice de este acontecimiento de referencia fue el presidente de la nación, Nelson Mandela. Sus protagonistas, los jugadores del equipo sudafricano de rugby, los Springboks, capitaneados por Francois Pienaar.  
  Dirigida por Clint Eastwood, “Invictus” describe cómo el Presidente Mandela y Francois Pienaar se unieron para convertir sus esperanzas individuales: la esperanza del presidente unificar su país y la del capitán hacer que el equipo de la nación ganara la Copa del Mundo, en un objetivo compartido bajo el lema “Un equipo, un país”.  Morgan Freeman interpreta el papel de Nelson Mandela y es productor ejecutivo de la película. “Se trata de una importante historia acerca de un acontecimiento asombroso que muy pocos conocen”, señala Freeman. “No puedo recordar ningún momento histórico en el que una nación se uniera de forma tan repentina y tan absoluta.  Estaba orgulloso de tener la oportunidad de contar esta historia y cuando tienes la oportunidad de contarla con las aptitudes de Clint Eastwood…es algo que debes hacer”.     
  “La historia tiene lugar en un momento crítico de la presidencia de Mandela. Creo que fue muy inteligente al valerse del deporte para reconciliar a su país. Sabe que debe volver a unir a todos para encontrar un modo de apelar a su orgullo nacional, algo, quizá lo único, que tenían en común en ese momento. Sabe que, a la larga, blancos y negros tendrán que trabajar juntos, como un equipo, o el país no prosperará, de manera que muestra mucha creatividad usando un equipo deportivo como un medio para lograr un fin”, señala Eastwood.   Para ver la historia con cierta perspectiva, John Carlin, autor del libro  El Factor Humano, en el que se basa la película, explica, “Lo que hay que entender es que, a los sudafricanos negros, la camiseta verde de los Springboks les recordaba intensamente el apartheid.  Odiaban esa camiseta porque simbolizaba, tanto como cualquier otra cosa, las tremendas humillaciones a las que estuvieron sometidos. La habilidad de Mandela fue reconocer que ese símbolo de división y odio se podía transformar en un poderoso instrumento de unidad nacional”.  Anthony Peckham, guionista, nació en Sudáfrica, lo que le da la oportunidad de comprender mejor la época y el lugar en que se desarrolla la historia. “Mandela comprendió que tenía una oportunidad perfecta para dirigirse a la parte del electorado que no le había votado…que, en verdad, le temía”.   
   Francois Pienaar está de acuerdo con su homólogo cinematográfico.
“Siempre he mantenido que Hollywood no podría haber imaginado una historia mejor que lo que ocurrió en Sudáfrica en 1995. Tuve la gran suerte de ser el capitán de un maravilloso grupo de hombres centrados en unificar nuestro país y no podríamos haber contado con un líder mejor que Nelson Mandela para que nos ayudara a conseguirlo”.  
 

  “Invictus” no evolucionó de manera lineal del libro a la pantalla. Al contrario, había varias personas en senderos similares que, de manera fortuita, se cruzaron en el momento oportuno. Morgan Freeman y su socia de producción, Lori McCreary, llevaban años desarrollando una película sobre Nelson Mandela. Intentaron adaptar a la pantalla la autobiografía de Mandela, El Largo Camino hacia la Libertad, pero reflejar toda su historia en el marco temporal de un largometraje resultaba imposible.  
  “Estaba desolada, pero Morgan me hizo recuperar la confianza diciendo: ‘Lori, cuando una puerta se cierra, otra se abre’. Y literalmente, la semana siguiente recibí una propuesta de cuatro páginas del libro de John Carlin sobre la Copa del Mundo de 1995, que finalmente se convirtió en El Factor Humano. Pensamos que era  un magnifica manera de formarse una opinión de la personalidad y el carácter de Mandela en una historia que transcurre en menos de un año”, comenta McCreary.       
  Casualmente, más adelante, John Carlin conoció a Freeman en Clarksdale, Mississippi, donde el autor, que habitualmente trabaja de periodista, estaba reuniendo datos para escribir una historia sobre la pobreza en los estados del sureste de EEUU. Su contacto local resultó ser un amigo de Freeman, quien los presentó.  
  Sin embargo, McCreary comenta que antes de seguir adelante, ella y Freeman fueron personalmente a conseguir la aprobación de Mandela, a quien en Sudáfrica llaman “Madiba”. “Morgan empezó diciendo, ‘Madiba, llevamos mucho tiempo trabajando en otros proyectos, sin embargo, acabamos de leer algo que creemos puede llegar a la esencia de quién sois…’ e incluso antes de que terminara la frase, Madiba dijo “¡Ah!, la Copa del Mundo’. Fue entonces cuando supe que íbamos por buen camino”.     
  Más o menos a la vez, el productor Mace Neufeld también recibió la propuesta de Carlin. 
A partir de ahí, Neufeld planteó a Anthony Peckham, guionista con quien había trabajado anteriormente, la posibilidad de escribir el guión. “No me lo pensé dos veces”, afirma Peckham.  Con un toque más personal, Peckham comenta que, a pesar de haberse criado en Sudáfrica, sabía muy poco del personaje central de “Invictus”. “En esos tiempos, Mandela era un “tabú”, así que todo lo que sabía sobre él era lo que el gobierno del apartheid nos había contado. Hasta que no abandoné Sudáfrica no descubrí todas las cosas nobles que había hecho”.  
  Sin saber que ambos tenían ante sí la misma propuesta, Neufeld se puso en contacto con McCreary porque “Morgan Freeman era el único que podía interpretar a Nelson Mandela”, afirma Neufeld. “Mace me llamó y me dijo que tenía un proyecto realmente bueno y un gran guionista”, recuerda McCreary. “Cuando tuvimos el guión de Tony, pensamos que había dado en el clavo”, comenta Neufeld. “Ahora la cuestión era quién iba a dirigirlo”.  
  Sólo había una respuesta. Morgan Freeman envió el guión a Clint Eastwood, quien dijo que respondería inmediatamente. “La historia despertó mi interés. Pensé que era ideal para una película y realmente me encantó cómo estaba escrito el guión”.  

    Mucho antes de la producción de “Invictus”, la persona que más importaba había elegido a Morgan Freeman para el papel de Nelson Mandela. “Una vez preguntaron a Madiba quién le gustaría que le interpretara en una película y contestó ‘Morgan Freeman’. La primera vez que le vi hace años, le dije que para mí era una honor que me hubiera mencionado para interpretarle”, revela el actor.  
  “Invictus” marca la tercera colaboración de Freeman con Eastwood. “Morgan y Clint están muy familiarizados con sus estilos, están realmente compenetrados. Es una relación buena y muy natural, por lo que disfrutan trabajando juntos”, comenta Lorenz.   
  Freeman, que durante años ha pasado algún tiempo con Mandela y le considera un amigo, comenta “Era una de mis mayores preocupaciones, conseguir su acento y su ritmo al hablar. Le he oído hablar muchas veces y según se acercaba el momento de empezar a rodar vi algunas cintas…y, de repente, lo conseguí”.   
  Al igual que Freeman, Matt Damon tenía que dominar un acento sudafricano para interpretar al Capitán de los Springboks, Francois Pienaar.  Sin embargo, el papel representaba otros retos físicos para el actor, empezando por el más obvio. “Inmediatamente me conecté y empecé a leer cosas sobre Francois y me di cuenta de que es un gran tipo.  
  “Puede que Matt no sea tan alto como Francois, pero es igual de tenaz y fuerte”, señala Eastwood. “También trabajó muy duro y se puso en forma para la película. Y estructurando montajes y ángulos de cámara, puedes hacer que una persona tenga el aspecto que necesitas”, añade el director.  Para prepararse para interpretar a un jugador de rugby veterano, Damon también contó con la ayuda de otra estrella de los Springboks de 1995, Chester Williams, que era el único jugador negro del equipo. En “Invictus”, Williams hizo de entrenador de los jugadores de rugby cinematográficos y fue un recurso inestimable para los cineastas.  
  Para los actores, prepararse para las rigurosas exigencias de jugar realmente al rugby, según dice Damon “el entrenamiento fue muy intenso”. “Hice muchas horas de pesas y eche mucho músculo. También hice sprint, que nunca lo había hecho, y algo de boxeo.     
 
  El rodaje de  “Invictus” se realizó totalmente en exteriores, en Sudáfrica. Siempre que se pudo, se utilizaron los mismos lugares en los que se habían desarrollado los hechos.  
  “El hecho de estar en Sudáfrica nos hizo entender a todos la historia, porque constantemente se nos recordaba el efecto que tuvo en la gente. Con quien hablaras podía decirte dónde estaba el día de la final y lo entusiasmado que estaba.  Fue un momento que les marcó y todo el mundo podía recordarlo como si lo estuvieran viviendo”, afirma Lorenz.  
  “Estar en los mismos lugares nos hizo sentir la realidad de la historia”, señala Mace Neufeld. “Además, fue alucinante estar ahí unos 15 años después de que tuvieran lugar esos acontecimientos y ver lo que se había conseguido. Es una de las experiencias más sorprendentes que he tenido como productor”.    
  “No habría rodado esta película en otro lugar que no fuera Sudáfrica”, confiesa Eastwood. “Hay que estar allí, se necesita su gente, sus lugares. Queríamos esa autenticidad. La mayoría de los actores y de los extras eran sudafricanos. En Sudáfrica tienen una asociación cinematográfica viable, así que también pudimos contar con un agradable grupo de americanos y sudafricanos trabajando juntos entre bastidores y el equipo no podría haber sido mejor”.    
  “Clint se rodea de gente que comparte su sensibilidad,” señala Neufeld.  “Es una combinación extraordinaria. Yo me limito a cruzarme de brazos y observar alucinado cómo dirige la película. Su método de filmación es muy sensato y tanto los actores como el equipo de rodaje sabían que tenían que estar listos porque Clint siempre lo estaba”.  
  Freeman que está muy familiarizado con la forma de dirigir de Eastwood, afirma “Esmuy rápido, si en una toma consigue lo que quiere sigue adelante. Eso me encanta. También aprecio su serenidad, muestra de firmeza y control”.         
  Gran parte del rodaje se realizó en la ciudad costera de Cape Town y sus alrededores.  Una de las escenas clave que se filmó allí fue la visita de Nelson Mandela al lugar de concentración de los Springboks, rodada en una zona llamada Tokai. Cuando llegaron esa mañana descubrieron que unos extraños espectadores se les habían adelantado: un grupo de babuinos. “Tuvimos que esperar hasta que los babuinos salieran, pero en cuanto aparecieron los jugadores, se colocaron en las líneas de banda o se subieron a los árboles.  Nos miraban como diciendo ¿Quiénes son estos locos?”, cuenta el director riendo.      
  El equipo de producción también usó una casa de Cape Town para el interior de la casa de Mandela. La ayudante personal de Mandela, Zelda la Grange, alabó el trabajo del diseñador de producción, James J. Murakami, y de su equipo diciendo “Conozco muy bien la casa y la recrearon a la perfección. Incluso el ambiente parecía el mismo”.    
  Las escenas del exterior de la casa de Mandela se rodaron en su residencia de Johannesburgo. También en esa ciudad, los partidos de rugby, incluida la culminante Final de la Copa del Mundo, se rodaron en el Ellis Park Stadium, donde realmente se jugaron. Gran parte del estadio ha cambiado desde 1995, así que el departamento de Murakami se documentó ampliamente para que el escenario de la Final volviera a tener la misma apariencia que tenía en ese momento, incluidos los carteles de ese día. Posteriormente, se utilizaron gráficos por ordenador para completar el efecto, así como para aumentar los 2.000 extras que había en las gradas. Usando técnicas de captura de movimientos, el equipo de efectos visuales pudo “abarrotar” el estadio con 62.000 hinchas esperanzados.  
  Al igual que Murakami, Deborah Hopper, diseñadora de vestuario, tenía que  rememorar la moda de 1995, especialmente la equipación de los Springboks, ya que la que actualmente usa el equipo no es igual. “Hay muchas diferencias en las equipaciones.  
  La escena en la que Mandela y Francois se reúnen por primera vez, en el despacho del Presidente, se rodó en los Union Buildings, sede del gobierno situada en la capital, Pretoria. Era la primera vez que se utilizaba ese escenario para rodar una película.  Sin embargo, para el equipo de producción y los actores el lugar más emotivo fue la cárcel de Robben Island, incluida la celda en la que Mandela estuvo preso durante casi tres décadas. “A cada uno nos hizo sentir algo diferente, a la mayoría silencio”, recuerda McCreary. “Después de esa visita, todos conectamos con la historia y con Mandela de un modo que habría sido imposible si esas escenas no se hubieran grabado allí”.  
  “Cuando fuimos a Robben Island, a todos nos impresionó lo reducido que era el espacio. Pasar 27 años allí, quizá los mejores años de tu vida, y después salir y no seguir amargado es una gran proeza”, reflexiona Eastwood.

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