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SINOPSIS
Arthur se siente siempre solo entre la multitud y busca conectar con alguien. Pero mientras camina por las tranquilas calles de Gotham City y recorre las vías de ferrocarril grafiteadas de una ciudad hostil donde reina la división y la insatisfacción, Arthur usa dos máscaras. Una le sirve para su trabajo diario como payaso. La otra no se la puede quitar nunca; es la apariencia que proyecta en un intento inútil de sentir que forma parte del mundo que lo rodea, y no ese hombre incomprendido a quien la vida golpea sin descanso. Arthur no tiene padre y su madre es una mujer frágil que es, sin lugar a duda, su mejor amiga. Le puso de apodo Happy, un nombre que ha pintado en la cara de Arthur una sonrisa que oculta un dolor infinito. Pero cuando los adolescentes lo intimidan en las calles, se burlan de su ropa en el metro, o cuando otros payasos se ríen de él en el trabajo, este ser asocial y estrafalario se siente aún más alejado de todos los que le rodean...
INTÉRPRETES
JOAQUIN PHOENIX, ZAZIE BEETZ, ROBERT DE NIRO, FRANCES CONROY, JOSH PAIS, BRYAN CALLEN, SHEA WHIGHAM, GLENN FLESHLER, BRETT CULLEN, MARC MARON, DOUGLAS HODGE, JOLIE CHAN, BILL CAMP, MARY KATE MALAT
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INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Estamos a principios de los 80, y Gotham City está sumida en la crisis. Pero no hay bandas dedicadas al crimen, ni un capo de la mafia que ponga todo en riesgo para hacer valer sus propios intereses. Todos los que viven dentro de las fronteras distópicas de esta comunidad dividida sienten de forma palpable que cada vez están más desunidos, y las tensiones se exacerban con una huelga de basura que dura semanas. Gotham se tambalea al borde del abismo; solo se trata de una ciudad y de quienes la dirigen y, como en cualquier municipio que carece de fondos para los que más los necesitan, se están recortando los servicios destinados a paliar las dificultades de los marginados.
No, este no es el Gotham, ni el Joker que uno reconocería después de 80 años de historias vistas en la pantalla o vertidas en los libros. Se trata más bien del origen independiente de este personaje infame, de la historia de un ambiente de desesperación que lleva a un hombre al límite y que, al igual que su ciudad, y probablemente por eso, se va acercando cada vez más al precipicio: hablamos de Arthur Fleck.
El realizador Todd Phillips reconoce: “Me fascina la complejidad de Joker y me pareció que valía la pena explorar su origen en el cine, ya que nadie lo ha hecho. Además, en el canon tampoco tiene un comienzo oficial. Así que Scott Silver y yo nos pusimos a escribir una versión de un personaje complejo y complicado para ver cómo evoluciona y finalmente cómo degenera. Eso es lo que me interesaba, no una historia sobre Joker, sino cómo se convierte en Joker”.
La película ofrece suficientes puntos de referencia sobre Gotham, hábilmente entretejidos en su paisaje mugriento, para situar al público y permitir que la descarnada e hipnótica interpretación de Joaquin Phoenix evoque las emociones necesarias para emprender este viaje con Arthur por la ciudad, y en última instancia su lado más oscuro. “Uno de los temas que queríamos abordar en la película es la empatía y, lo más importante, la ausencia de empatía que está tan omnipresente en el mundo de Arthur”, afirma Phillips.
“Por ejemplo", continúa, "en la película se ve la diferencia en la forma en que los niños y adultos reaccionan ante Arthur, porque los niños ven el mundo sin lentes; no ven ricos versus pobres ni entienden a un individuo marginado como lo hacen los adultos. Solo ven a Arthur como un tipo que intenta hacerlos sonreír. No es algo adquirido, nos vemos obligados a aprender a rechazar a los demás y, por desgracia solemos hacerlo”.
Silver señala: “Al principio, él quiere hacer reír a la gente, sacarles una sonrisa. Por esa razón se ha hecho payaso, porque sueña con convertirse en un cómico. Sólo quiere llevar algo de alegría al mundo. Pero el ambiente tóxico de Gotham lo destruye: la falta de compasión y empatía, los comportamientos poco cívicos... Eso es lo que crea a nuestro Joker”.
El Arthur que crearon Phillips y Silver está atrapado en una existencia repleta de señales mal interpretadas. Incluso la risa incontrolable e inapropiada de Arthur, que va a más a medida que intenta contenerla, no genera simpatía en los que le rodean en su vida diaria. Por el contrario, le exponen a la burla y al desprecio de la sociedad de Gotham. “En la actualidad, su estado es un síndrome reconocido, pero en la época en la que se desarrolla nuestra historia, no se diagnosticaba, aunque sí que era un trastorno real", explica el realizador.
Phoenix reconoce que, incluso durante el rodaje, “Hubo momentos en que sentía pena por él, llegué a comprender sus motivos, pero enseguida sentía rechazo por las decisiones que tomaba. Interpretar a este personaje fue un desafío para mí como actor, y sabía que también sería un desafío para el público y sus ideas preconcebidas sobre el Joker, porque en su mundo ficticio, al igual que en nuestro mundo real, no hay respuestas fáciles”.
“A menudo hablamos de la punta del iceberg, pero rara vez hablamos de lo que hay debajo, de lo que te lleva allí", afirma Phillips. “Arthur es ese tipo que ves en la calle, que pasa delante de ti y del que sueles huir. Con esta película esperamos saber algo más de lo que hay debajo de la superficie”.
Fueron esos temas, junto con la pasión del realizador por su medio, lo que dio lugar no sólo a otra película de Joker, sino a esta película de Joker. “Me inspiraron los estudios de personajes que vi cuando era más joven. El aspecto, el ambiente, el tono de esas películas cobraban sentido en esta historia”.
Para Phillips, eran los años 70 y 80, la época de grandes películas como "Serpico", "Taxi Driver" y "Network, un mundo implacable”. El director afirma: "Incluimos algunos elementos del canon y lo situamos en una Gotham que se desmorona alrededor de 1981. Lo colocamos en esa época para alejarlo del mundo del cómic con el que estamos tan familiarizados en el cine actual.
Phillips no solo eligió a Phoenix, sino que escribió el papel pensando en él. “Tenía grabado en la mente el trabajo anterior de Joaquin, pero lo que más me gusta de él es su estilo y su imprevisibilidad. Nos pareció que esos rasgos de su personalidad encajarían muy bien con este personaje", afirma Phillips. “Mientras otras personas se dedican a las matemáticas, Joaquín toca jazz. Es un crack, no le tiene miedo a nada; aborda su trabajo con valentía y sensibilidad así que me pareció que podríamos hacer algo interesante con él”.
Aunque en el pasado el actor había rechazado cualquier tipo de proyecto inspirado en el género, le intrigó mucho cuando leyó el guion. “Pensé que era audaz y complejo y que no se parecía a nada que hubiera leído antes. Todd tiene una forma especial de ver las cosas que encaja a la perfección con esta película", observa Phoenix. “Cuando trabajo con un director, quiero a alguien que tenga una visión singular del material, y nadie podría haber hecho esta película excepto Todd”.
La historia de Arthur es a la vez rica y parca en detalles, a veces concreta y otras distorsionada. Phillips recuerda que la elaboró con Silver, "durante un año en una pequeña oficina de Nueva York". Empezaron a imaginar qué lleva a un hombre tan común a convertirse en un personaje tan malvado y tan tristemente célebre. Y añade: "En la versión de la historia que estábamos contando, hacer que un hombre se caiga en un depósito de ácido no funcionaba, aunque creo que es interesante, así que intentamos pasarlo todo por la lente del 'mundo real'". “Para que cobrara sentido en el mundo de nuestra película nos preguntamos por qué se pone ese maquillaje cuando se convierte en Joker. ¿De dónde saca ese maquillaje y por qué lo tiene? ¿Y si es un payaso?’
“Así que el paso siguiente fue preguntarnos por qué trabajaba como payaso", continúa, "y llegamos a la conclusión de que era porque su madre siempre le decía que tenía que llevar la risa y la alegría al mundo. Y a partir de ese momento, todo empezó a encajar”.
Además de las expectativas visuales que entraña el personaje, hay un rasgo de personalidad común en casi 80 años de cómics y en cada iteración de la imagen en movimiento, y Phillips y Silver lo querían utilizar en su narración: el clásico narrador poco fiable al que nunca hay que creer del todo. “Un narrador poco fiable te da muchísima libertad y más aún cuando se trata del Joker", dice el director sobre este famoso mentiroso, cuya tendencia a mezclar hechos y ficción inunda cada fotograma de la película. “De hecho, en el cómic Batman: The Killing Joke, llega a decir 'Si voy a tener un pasado, prefiero que sea de opción múltiple.’ Así que lo que realmente sucedió, y quién crees que es al final, solo depende de la lente a través de la cual ves la película. No saldrás del cine con todas las respuestas y eso es lo que más intriga de un personaje como este”.
Para lograr todo lo que quería con "Joker", Phillips y su socio en la producción Bradley Cooper optaron por rodar casi todo en emplazamientos físicos dentro y en los alrededores de la ciudad que sirvieron de inspiración para Gotham: La ciudad natal de Phillips en Nueva York, así como la vecina Nueva Jersey. Con ese fin, contrataron a la productora Emma Tillinger Koskoff, experta en rodar en esa zona con conexiones con los mejores talentos de la ciudad. “Emma es una de las grandes productoras de Nueva York y tuvimos la suerte de contar con ella", afirma Phillips.
Además de reunir y gestionar todos los aspectos de la producción física, Tillinger Koskoff dice: “Todd tenía una visión única y original sobre el aspecto y el pálpito de la película. Mi papel era ayudar a facilitar esa visión y crear una atmósfera adecuada para que él pudiera concentrarse en los actores y en lo que estaba sucediendo en las escenas. Todd y yo tuvimos la suerte de trabajar con un equipo fantástico, el mejor de Nueva York. Había mucha confianza y respeto en nuestro set y eso le permitió trabajar de manera rápida y creativa. Fue un privilegio ver a Todd y Joaquín colaborar en esta extraordinaria película”.
El equipo creativo de Phillips también incluye al director de fotografía Lawrence Sher; ésta es su sexta película juntos; el veterano diseñador de producción Mark Friedberg; el diseñador de vestuario Mark Bridges, quien ha trabajado varias veces con Phoenix; el montador Jeff Groth, colaborador habitual; y el compositor Hildur Guðnadóttir, que comenzó a enviar piezas de la banda sonora a Phillips basándose solo en las páginas del guion, incluso antes de que se filmara un solo fotograma de la película.
“Es maravilloso hacer una película cuando cuentas con colaboradores creativos tan brillantes", dice Phillips, "y en esta película están los mejores”.
Esas palabras también podrían aplicarse a su talento para la elección de los actores, en lo que podría calificarse de reparto de ensueño para cualquier director: Robert De Niro. El legendario actor encarna al presentador de un programa de televisión nocturno Murray Franklin, lo más parecido a un héroe para Arthur y, aunque es un extraño, lo considera como un espíritu afín en la comedia. Como muchos aspirantes a cómicos saben, que te llamen a casa después de tu actuación en un programa como el de Murray es algo que te cambia la vida y el mayor deseo de Arthur...
REPARTO Y PERSONAJES...
En una primera escena en "Joker", Arthur se reúne con una trabajadora social que le pregunta si es útil tener a alguien con quien hablar. Independientemente de cuál sea su respuesta, queda claro por la expresión en el rostro de Arthur que ella no es ese alguien. Pero tampoco está claro quién es, si es que existe. “Arthur siempre está debatiéndose con lo que quiere decir y cómo quiere decirlo", dice Phoenix. “Su instinto no encaja con el estándar aceptado de conversación o interacción... en realidad no encaja con nada”.
Phillips reconoce que su forma de ser no siempre será un misterio para Arthur, pero cuando lo vemos, dice: "Arthur es este tipo que te dice: 'Seré la persona que quieres que sea. Voy a ser bueno, voy a coger el autobús, sentarme en silencio y no interactuar', y así sucesivamente”. Pero, como un perro al que su dueño ha apaleado repetidamente, tarde o temprano "esa vez" será la última vez. “Siempre hay algo en él que le dice que debe ser fiel a sí mismo, a lo que se está convirtiendo y, a lo largo de la historia, vemos cómo surge poco a poco”.
La verdad de Arthur es compleja. Intenta trabajar de monologuista, su verdadera vocación y para la que siempre se está preparando, viendo a otros cómicos, con la esperanza de captar el tono y el ritmo y adoptarlo para él. Con la esperanza de cautivar al público -como hacen ellos- con observaciones ingeniosas y de esa forma encontrar la aceptación en sus aplausos. “Desgraciadamente, su forma de ver el mundo y lo que cree que es divertido no funcionan nada bien", explica Phoenix. “No entiende sus tipos de humor y tampoco es capaz de imitarlos”.
Cumpliendo la profecía del apodo de "Happy" que su madre le puso, mucho antes de que Arthur tenga el coraje de probar suerte en el escenario de un club de comedia, lo vemos en su trabajo diario como payaso de alquiler en un servicio llamado Ha-Ha's. El trabajo lo lleva a varios lugares de la ciudad, pero no importa dónde vaya, el camino a casa inevitablemente implica un largo tramo de escaleras exteriores.
Los pasos, tanto físicos como metafóricos, influyen en el mundo de Arthur, desde los que tiene que subir hasta los pasos que da para aplicar su maquillaje de Happy. Ambos son solo indicadores de los muchos pasos más que emprenderá a medida que se metamorfosee en su verdadero yo a lo largo de la película.
Gran parte de esa elaboración del personaje se produjo durante la preparación de Phoenix para el papel, que empezó siendo una preparación cerebral y terminó siendo corporal. En la película, siguiendo el consejo de su trabajadora social, Arthur lleva un diario, que también contiene sus dibujos, su prosa y sus sueños. Durante la preproducción, el propio Phoenix hizo varias entradas en el diario. El actor dice: “Estaba escribiendo en el diario de Arthur cuando Todd me envió una nota sobre el conjunto de pasos que tiene la historia. Eso me inspiró a escribir 'paso tras paso tras paso', una y otra vez y línea a línea a través de las páginas, y luego se convirtió en algo que nos enviábamos por mensaje de texto el uno al otro”.
Al comienzo de la película, vemos cómo se arrastra Arthur subiendo las escaleras, basándose en otra idea que Phillips trasladó a Phoenix y que consiste en que Arthur camina con unos "zapatos pesados", como si llevara el peso del mundo. Sin embargo, cuando los baja, vemos no solo a un Arthur muy diferente, también una actitud completamente diferente.
No importa cuánto te prepares, dice Phillips: “Toda la preparación desaparece en la actuación. Joaquín es tan metódico que nunca ves a Arthur convirtiéndose en Joker, todo se hace con un ritmo muy mesurado”.
Otra parte importante del trabajo del actor para encarnar a Arthur fue adelgazar 24 kilos, consumiendo poco más que una manzana al día. Phillips confiesa que fue idea suya: "Quería que el personaje tuviera aspecto de hambriento, de alguien con poca salud, como un lobo desnutrido”.
Phoenix y Phillips desarrollaron una estrecha relación durante el rodaje mientras trabajaban para descubrir y definir los rasgos más delicados de la naturaleza dual de Arthur. El cuidado con el que trataron el desarrollo de la historia y la incorporación de un narrador poco fiable como Joker elaborando la escena en la que este hombre socialmente inadaptado y cada vez más desesperado sale de su crisálida, les permitió que la auténtica verdad de la historia de Arthur Fleck estuviera abierta a la interpretación, como la propia experiencia de Arthur.
“Hubo momentos en los que creí que Arthur disfrutaba cambiando su historia por al efecto que produciría sobre lo que los demás pensaran de él, y hubo otros momentos en los que pensé que la cambiaba porque es lo que cree de verdad", afirma el actor. “En general, es frustrante no comprender las motivaciones de un personaje; pero con este personaje se produce un efecto liberador porque te das cuenta de que puede tomar cualquier dirección. Cuando trabajábamos con Todd en una escena, si no encontrábamos una forma sorprendente de explorarla en ese momento, nos parecía que no lo estábamos haciendo bien”.
Esas conversaciones continuaron durante todo el rodaje y mucho después de que finalizara la filmación de cada día. “Después de terminar de rodar, nos llamábamos o nos enviábamos mensajes de texto durante horas y hablábamos sobre las escenas del día siguiente, y los fines de semana nos reuníamos y repasábamos las escenas que estábamos rodando esa semana", recuerda Phoenix. “Estuvimos muy unidos durante todo el proceso; si uno de nosotros llegaba a un punto en él que no nos sentíamos inspirados, confiábamos en el otro para lograrlo, y eso nos procuraba una gran satisfacción”.
Arthur vive con su frágil madre, Penny Fleck, y se dedica a cuidarla. Penny reside en su pequeño apartamento, pero en realidad ella vive en su propio mundo, a pesar de la compañía de su hijo. Su vida gira en torno a la televisión y a todo lo que va mal en Gotham y escribe cartas a Thomas Wayne. Después de haber trabajado para él 30 años antes, está segura de que la candidatura a alcalde de este hombre de negocios millonario la ayudaría si llegara a conocer sus circunstancias actuales.
La veterana actriz Frances Conroy, que interpreta a esta mujer bastante delicada, admira muchísimo la dedicación de Phoenix, y señala: "Es tranquilo, está inmerso en su papel y con él del otro actor que está en la escena”. Y añade: "Es como si conociera a Arthur, no a Joaquin. Él solo es el personaje, abandona su personalidad y solo vive en la realidad de la escena”.
A Arthur le crió casi exclusivamente su narcisista madre y lucha para que lo vean, aunque sufre porque es consciente de que es invisible para la mayoría, incluso para su madre, que todavía lo llama Happy aunque probablemente nunca lo haya sido. Arthur anhela relacionarse con los demás, con cualquiera, porque cree que si lo reconocen lo aceptarán. Él y Penny ven "Live with Murray Franklin" todas las noches, y él sueña con participar en el programa. Un empujoncito de un hombre como él es todo lo que un cómico necesita para triunfar en Gotham. Pero un profesional experimentado como Murray sólo quiere reírse... aunque sea a costa de los demás.
Robert De Niro encarna a Franklin, un compendio de antiguos presentadores reales que van de Joe Franklin a Johnny Carson. Phoenix recuerda el primer día que pasaron juntos en el plató en el que él y De Niro tenían que rodar una larga escena. “Fantaseas sobre las preguntas que le harías porque se trata de Robert De Niro. Estás muy emocionado cuando se te presenta esa oportunidad, pero luego te das cuenta de que tienes una escena de nueve páginas y que no hay tiempo ni posibilidad de preguntarle nada”.
Phillips adoptó un enfoque muy diferente cuando se reunió por primera vez con el icono. “Había ido a su oficina antes de empezar a rodar y le dije muy claramente: 'Escucha. Necesito diez minutos hablando de todas las preguntas que quiero hacerte y luego te juro que me comportaré como un profesional.’ Al final pasamos más de 20 minutos hablando y fue genial”.
En su búsqueda de una conexión emocional, Arthur también sueña con su vecina Sophie Dumond. Él está enamorado de ella, pero se limita a buscar el momento de verla, aunque sea de refilón.
Zazie Beetz, que interpreta a la madre soltera de una niña de cinco años, dice: “Sophie y su hija viven en el mismo pasillo que los Fleck, y se encuentra con Arthur en el ascensor, o en otros lugares del edificio, como le pasaría a cualquiera. Está criando a su hija sola y es muy probable que tenga dificultades. Sin embargo, se da cuenta de que él tiene dificultades para interactuar con las personas y parece algo inseguro, así que es amable con él y sonríe a Arthur como lo haría a cualquier vecino”.
Beetz disfrutó muchísimo trabajando con Phoenix y afirma: "Hace mucho tiempo que admiro el trabajo de Joaquín. Para mí, es uno de los mejores actores de su generación”. Y también siente una gran admiración por Phillips: "Nunca había tenido una experiencia como esta. Fue increíblemente colaborativo”.
Brett Cullen también interpreta al candidato a la alcaldía Thomas Wayne, una figura paterna solitaria con la que Arthur intenta conectar, pero que le rechaza siempre. Y Douglas Hodge es Alfred Pennyworth, el hombre que contrata Wayne para proteger los intereses grandes y pequeños, de personas como Arthur.
El impresionante reparto lo completan Shea Whigam y Bill Camp como los detectives de GCPD Burke y Garrity; Glenn Fleshler como Randall y Leigh Gill como Gary, los payasos de Arthur en Ha-Ha's, donde Josh Pais encarna a su jefe, Hoyt Vaughn; Brian Tyree Henry es Arkham Clerk Carl; y Marc Maron es Gene Ufland, el productor de The Murray Franklin Show. Los cómicos en la vida real Gary Gulman y Sam Morril aparecen como monologuistas en algunas escenas que se desarrollan en un club de comedia.
DISEÑO DE PRODUCCIÓN / LOCALIZACIONES...
Para realzar las luchas internas de Arthur sin perder la sensación de realismo, Phillips quiso que la estética de la película fuera lo más auténtica posible. “Como realizador, dispones de muchas herramientas de las que te servirte, y las localizaciones y el diseño de escenarios son muy importantes en esta película. El entorno ocupa un lugar prominente en la vida de Arthur, así que queríamos utilizarlo al máximo”.
El director trabajó en estrecha colaboración con el diseñador de producción Mark Friedberg, que, al igual que Phillips, creció en Nueva York y estaba muy familiarizado con la paleta que buscaba el director. “Mark estudió fotos antiguas de Nueva York para encontrar cuántos grafitis había, cuánta basura y encontrar los coches que queríamos que figuraran en la película. Su atención al detalle ha sido increíble”, comenta.
“Lo que más me impresionó de la creación de Gotham que hicieron Todd y Scott es que es un mundo que entiendo, un mundo duro, un mundo difícil para las personas que tienen una vida difícil", dice Friedberg. “La disfunción, la desconexión de los poderes fácticos... esa es la Nueva York de mi juventud. Estaba sucio, todos los servicios de la ciudad estaban en huelga en algún momento y los que no lo estaban eran corruptos. Eso es lo que más me impactó cuando leí el guion por primera vez y de ahí partió nuestra conversación sobre el mundo de "Joker", un Gotham que no es Nueva York, sino que es su propia urbe oscura, cruda y dura con raíces en nuestro pasado colectivo”.
Phillips y su equipo creativo hablaron mucho sobre lo que Gotham City significaba para ellos, ya sea por la historia de los cómics o por otras interpretaciones visuales. La aportación de Friedberg a estas conversaciones y a posteriori a la producción física que retrata dónde le llevaron los viajes diarios de Arthur y cómo llegó allí, fue dibujar un mapa de transportes de Gotham City muy similar a los que se ven en las bocas de metro de Nueva York y, de hecho, el mapa del diseñador apareció durante el rodaje tal y como lo hizo.
Aunque evitaron incorporar demasiados elementos del canon, los que incluyeron estaban ligeramente modificados para reflejar la ciudad que estaban ideando. “Todo es una variación de algo real", dice sonriendo Friedberg.
Phillips lo explica: "En nuestra película, Arkham Asylum se llama Arkham State Hospital, porque nos pareció que así es como lo llamarían realmente”.
El Hospital Metropolitano de Harlem sustituyó a los interiores de Arkham y sirvió para las escenas que se desarrollan en la sala de un hospital infantil. Por su parte, los exteriores se rodaron en Sunset Park, Brooklyn, en la Brooklyn Army Terminal, un ejemplo de la arquitectura de estilo industrial de hace 100 años.
Friedberg dice que identificar todas las localizaciones físicas para una película con un Gotham City de los años 70 y 80 fue complicado porque “el mundo físico que estábamos tratando de representar no existe ya que poco a poco, hemos convertido nuestras ciudades en rascacielos de vidrio y centros comerciales. Para encontrar la versión de la ciudad que necesitábamos, terminamos yéndonos a Newark, donde construimos Gotham Square, y a Jersey City, Nueva Jersey, y a los barrios”.
Para decorar Gotham Square en Newark, un joven artista local, Malcolm A. Rolling, fue contratado para pintar murales en las paredes de los edificios de las calles donde los realizadores rodaban los exteriores. Los murales reflejaban los temas que se representan en la película, y algunos ocupaban casi una manzana completa.
También se rodaron secuencias en Brooklyn en el legendario Kings Theatre. El palacio de la película se inauguró originalmente en 1929, pero se había renovado recientemente, y en la película representa a Wayne Hall. Los distritos de clase trabajadora de Highbridge y Kingsbridge en el Bronx sirvieron para representar el barrio donde Arthur vive de alquiler con su madre, Penny, y la vecina que admira, Sophie.
Un lugar del Bronx que aparece varias veces en la película es un tramo de escaleras por el que Arthur accede a su casa una y otra vez, y que simboliza lo difícil que le resulta a Arthur la vuelta a casa. “La idea de Todd era que Arthur viviese en South Bronx, que está en una colina. Debe subir muchas escaleras públicas, callejuelas y callejones... un mundo complicado que encaja muy bien en esta historia", afirma Friedberg. “La gente no piensa en colinas cuando piensa en Nueva York, piensa que todo es plano, así que esa zona nos ofreció una topografía inesperada y un estilo visual muy concreto”. Ese estilo visual se definió de común acuerdo con el director de fotografía Lawrence Sher. “Larry es con toda seguridad mi socio creativo en quien más confío; hemos viajado juntos por el mundo rodando películas", dice el director.
Sher lo cuenta así: “Todd tiene habilidades que son realmente únicas en muchos sentidos. Le preocupa muchísimo el guión, las interpretaciones, las imágenes y el montaje y sabe combinar estos cuatro elementos sin problemas sin dar más énfasis a uno que a otro. A pesar de que hemos rodado en muchos sitios, él siempre quiere que la interpretación sea lo más importante, pero también se fija en el entorno para realzar la película y que tenga un estilo muy cinematográfico. Todd y yo nos ponemos a prueba todos los días y trabajar con él es una experiencia tremendamente satisfactoria. Sabe tensar y aflojar, el tipo de presión que crea diamantes. No nos gusta dejarnos nada en la mesa después de un día de rodaje”.
Como es lógico, esa estrecha relación de trabajo ha creado un entendimiento muy especial entre ellos. “Esta es nuestra sexta película juntos, así que nuestras conversaciones versan sobre todo en las ideas en escenas individuales, que luego dan lugar a una perspectiva más amplia", dice Sher. “En esta película, recuerdo que Todd me habló sobre la idea de la sombra, esa sombra que representa el otro lado de nosotros mismos y la transformación de Arthur en Joker. Esos dos términos -transformación y sombra- me fueron muy útiles y me dieron una primera idea de lo que iba a explorar en el transcurso de la película. De esa forma, pude expresarlo mejor visualmente a través de esas imágenes.
“Gran parte de nuestro enfoque", continúa, "consistía en averiguar cómo representar visualmente a un personaje de forma que no tenga que depender del diálogo. Y lo cierto es que se podría ver la película como si fuera muda y tener el mismo impacto emocional, porque la interpretación de Joaquín es muy contenida y dice mucho sin pronunciar una sola palabra”.
Sher dice que utilizar la cámara Alexa 65 fue clave en ese sentido. “Una cámara de gran formato como esa te ofrece mucha separación gracias a la escasa profundidad de campo. Eso nos permitió aislar a Arthur en su mundo, convirtiéndolo en el único personaje dentro de él y realzando la idea de que es un paria, y que a veces tiene la impresión de que no existe. La cámara nos ayudó a contar esa faceta de su historia, ya fuera en la intimidad de su apartamento o en escenas más grandes, porque podíamos separarlo de lo que está en segundo plano”.
Muchas de esas escenas más grandes tienen lugar en exteriores. Sher lo explica así: “Todd, Mark y yo crecimos en Manhattan y sus alrededores y estábamos allí en la época en que se desarrolla esta película, así que lo recordamos perfectamente y nos fue muy útil. Pero es difícil encontrar en esta ciudad sitios dónde no haya rascacielos. Queríamos que, desde el primer fotograma, el público viajase instantáneamente a nuestra versión de Gotham de 1981, y no pensarán nunca que el personaje está en Newark. Mark encontró lugares que estaban casi intactos y que aún representaban una época anterior. Por supuesto, añadió mucha basura, cambió la señalización, etc., no sólo para que coincidiese con la época sino también para lograr el tono apropiado. Una ciudad de Gotham mucho más sucia e infestada de basura que vive un momento crítico”.
“Desde tomas panorámicas de Gotham Square hasta un tipo sentado en el autobús o caminando por Jerome Avenue debajo de las vías elevadas hasta la estrechez de su apartamento, a Larry le interesaba confrontar a ese pequeño individuo con un mundo enorme, y después ese pequeño mundo con la persona que vive en él", señala Friedberg. “Para mí, eso significaba pasar de composiciones generales a texturas concretas, de una pequeña pulga anónima que se movía por las grandes calles de nuestra ciudad hasta el más mínimo detalle de un cigarrillo encendido. Por ejemplo, si entras en edificios de apartamentos antiguos del Bronx, verás una textura extrema, olerás una textura extrema, y eso me parece precioso desde el punto de vista fotográfico. Todd llevó al extremo ese contraste con texturas que hacen que parezca muy real”.
Un buen ejemplo es un cuarto de baño público en el que Arthur se refugia en un momento crucial de la historia, que resultó ser un momento crucial para Sher y también para Geoff Haley, su operador de cámara "A" /Steadicam. Sher lo explica: "Para la filosofía de un director de fotografía y especialmente para Todd, la forma de iluminar el entorno es muy importante para dejar que los actores existan dentro de todo ese entorno, lo que les permite disfrutar de una libertad total de movimiento. En esta película, más que nunca, mi equipo llegaba a una escena sin tener ni idea de lo que iba a hacer Joaquin. Todd y Joaquin lo habían hablado, pero mi operador y yo lo habíamos configurado de forma que pudiera hacer lo que quisiera. Eso comenzó con la escena del cuarto de baño. A Todd y a mí nos encantan los baños mugrientos; de hecho, encontrarás escenas de cuartos de baño y ascensores en las seis películas que hemos hecho juntos. Colocamos luces distintas, fluorescentes que no habíamos probado, no ensayamos con la cámara y cuando filmábamos, nos limitábamos a quedarnos cerca de Joaquin.
“Joaquin está extremadamente presente y totalmente inmerso en lo que pasa en ese momento", continúa diciendo, "así que, como director de fotografía o como operador, quieres estar a la altura y captar lo que va a pasar. Mi operador y yo estábamos cada uno en una cámara y dejábamos que las cosas se discurrieran delante de nosotros, bailando alrededor de Joaquin Phoenix mientras descubría la escena en tiempo real. Adoptamos ese enfoque en muchas escenas, como la de su apartamento en la que Arthur se sube a la nevera. Fue algo completamente imprevisto. Fue emocionante rodar una película de esa manera: una gran precisión en lo que se refiere a las tomas que sabíamos que queríamos, y una improvisación absoluta en lo que se refiere a la actuación”.
Friedberg y Sher querían ser fieles a su obsesión por la autenticidad y trabajaron juntos para elaborar e iluminar otro set clave de la película, el programa "Live with Murray Franklin". “Los diseños de Mark y todo lo que utilizamos para iluminar el set correspondían a los de la época; no se utilizó ninguna tecnología moderna de iluminación", afirma Sher.
“Soy un adicto al cine y me he pasado la vida tratando de no hacer televisión, pero lo más gracioso es que he terminado diseñando programas de televisión para las películas que he hecho", dice riendo Friedberg. “Uno de los sets más significativos de esta película es él del programa de Murray Franklin. No copiamos a Carson, per se, pero seguimos la receta: una mesa, una silla, otra silla y un sofá, un tipo que anuncia y se sienta, asientos para el público en directo, una banda... todas esas cosas y una sala de control, sin olvidar los vestuarios. Nos encantó construir un set 'a la antigua' que resultó ser el primer set en un plató completamente nuevo de los Steiner Studios”.
El equipo de Friedberg también consiguió cámaras de televisión auténticas de la época para esas escenas del Museum of Broadcast Technology de Rhode Island. Se colocaron monitores anticuados en las cámaras para que hubiera imágenes en las lentes mientras simulaban que estaban filmando.
Durante el rodaje, también se utilizaron vagones de metro de los años 70-80 que figuran en el New York City Transit Museum que conduce personal oficial de la Metropolitan Transit Authority (MTA). El rodaje se realizó en líneas de Brooklyn y del Bronx, en lo más profundo de túneles, en vías elevadas y en plataformas, muchas de las cuales estaban abiertas al público, así que los actores actuaban mientras los pasajeros entraban y salían de los vagones.
Las escenas en las que Arthur está primero entre el público y después realizando su primera actuación de monologuista, se rodaron en el famoso club de comedia Dangerfield's en el Upper East Side de Manhattan. Se llama así en honor del famoso cómico Rodney Dangerfield; se inauguró en 1969 y es el más antiguo de la ciudad que sigue abierto.
DISEÑO DE VESTUARIO...
Para crear el look de Arthur y, por etapas, el de Joker, Phillips contó con el diseñador de vestuario Mark Bridges, que había diseñado para Phoenix tanto en "The Master" como en "Puro vicio”. Bridges señala: "Esas películas también se desarrollan en períodos de transición, una en la década de 1950 y la otra en la de 1970”.
Al igual que en la primera, Phoenix tuvo que adelgazar antes del rodaje. “La verdad es que no sé cómo lo hace", afirma Bridges al referirse a la disciplina de Phoenix, "pero empezamos con las pruebas de vestuario seis meses antes del rodaje, así que parte de mi colaboración con él no consistía sólo en adaptar las prendas para que encajasen, sino en esconder o no su físico según las escenas.”
Phillips nunca había trabajado con Bridges, pero admiraba mucho sus diseños. “Mark es increíble", comenta el director. “Presenciar las pruebas de vestuario de Robert De Niro fue toda una experiencia. Y como ya había trabajado con Joaquín varias veces, tenían muy buena relación”.
Bridges se sintió halagado cuando Phillips le contactó. “Todd me envió una nota encantadora en la que decía que tenía este proyecto y que le gustaría que trabajara con él. Recibir una nota como esa de alguien del calibre de Todd y, por supuesto, trabajar con un viejo amigo como Joaquín es algo maravilloso para mí. Tenemos una relación fantástica y confío en él. Hablamos y estaba bastante abierto a mis sugerencias sobre la forma de representar el exterior de esa persona que él retrata desde dentro. Todas las piezas encajaron basadas en la visión personal de Todd”.
Para la época en la que se desarrolla "Joker", Bridges observa: "Si quieres ser fiel a, digamos, 1981, hay cierta gama de colores y combinaciones de colores disponibles en las tiendas. Utilizamos mucho azul, marrón, granate, malva, gris, azul marino, caqui... Nos alejamos de los naranjas y los verdes oscuros de los años 70, aunque añadí algunos para hacer honor a la historia. Pero utilizar esa paleta te da automáticamente la sensación de estar en otra época porque no es lo que se vende en las tiendas en este momento”.
En lo que respecta al sentido de la moda de Arthur, Bridges dice: “Él se parece mucho a un hombre corriente y moliente; su estilo es eminentemente práctico. Se viste para estar cómodo y la ropa le dura bastante. Además, tiene un aspecto tanto de niño como de viejo. Con Joaquin, no me gusta hacer demasiado hincapié en su aspecto porque sus actuaciones ya son lo suficientemente fuertes”.
Pero en los primeros fotogramas de la película vemos a Arthur en el trabajo, es decir, un disfraz de verdad diseñado por el propio Arthur: él de payaso de fiesta. “Como sabía que algunos de los movimientos del personaje estaban inspirados en ciertos movimientos de Charlie Chaplin, trabajé un poco con esa silueta, sabiendo además que es algo que Arthur había creado de forma muy improvisada”. Aunque Bridges reconoce: "Sí que añadí algo personal. Se trata de ese pequeño bombín que utiliza porque siempre me ha encantado cómo lo llevan los payasos”.
Y, por supuesto, Arthur también usa los tradicionales zapatos enormes de payaso, con los que Phoenix tuvo que correr varias veces, algo nada fácil.
En el caso del disfraz de Joker para la película, Bridges afirma que su diseño ya se definía en parte en el guión: "un traje raído que Arthur tiene desde hace muchos años”. Pero aun así confiesa: “Se te ocurren un millón de cosas, pero sientes también la presión externa de dar gusto a los fans. Pero, en última instancia, mi trabajo se reduce a contar esta historia en particular, donde el vestuario debe ser algo muy orgánico: son prendas que ya hemos visto que lleva Arthur y que ahora se conjuntan para convertirse en lo que se pone Joker”.
Bridges trabajó hacia atrás y de esa forma pudo definir cuándo y en qué cantidad aparecerían los diferentes elementos hasta el look final. “Empecé desde el principio y luego lo llevé a recorrer un viaje, la prenda que lleva en el club de comedia, cómo se combina con diferentes elementos en diferentes momentos, para llegar al resultado final. Cuando Joaquin y yo hicimos la prueba final del traje, lo combinamos con la camisa y el chaleco adecuados... Era muy años 70 con una chaqueta un poco más larga; le daba una confianza que no suele tener cuando es Arthur, pero que es perfecta para Joker. Para mí fue todo un acierto”.
Phoenix añade: “Cuando es Joker, va con la cabeza muy alta. Tiene confianza en sí mismo. Pero antes es como si fuera un caparazón de sí mismo”.
A lo largo de la película, Arthur se maquilla de payaso con diferentes niveles según las actuaciones. Phillips y Phoenix diseñaron su look definitivo de Joker como una versión exagerada del maquillaje habitual de Arthur y que realizó a la perfección la jefa del departamento de maquillaje Nicki Lederman y su equipo, utilizando el rojo y el verde básicos del personaje de payaso de Arthur. La propia Lederman creó una sombra especial para las lágrimas de Arthur mezclando varios pigmentos que tenía a mano, y lo llamó azul antiguo.
LA PARTITURA...
Para interpretar los numerosos temas que abarca la película, Phillips recurrió desde el principio a la compositora Hildur Guðnadóttir. “Hildur se puso a componer la música ya en la preproducción", recuerda Phillips. “Le enviaba páginas de guiones y compuso música incluso antes de que la grabáramos, y lo que hizo para la película es absolutamente genial”.
Guðnadóttir dice: "Todd me pidió que escribiera música basada en mis sensaciones al leer el guion; fue una gran inspiración porque me identificaba mucho con lo que estaba escrito”. La compositora le envió una muestra y recuerda: "Le pareció que había capturado maravillosamente bien la atmósfera de la película”.
Afirma que lo que más le sorprendió "fue Arthur, un personaje con una especie de simplicidad pluridimensional, tan ingenuo e infantil, al que le cuesta tanto encajar en el mundo. Pero sus circunstancias y la forma en que las personas reaccionan ante él no se lo ponen fácil. Musicalmente, eso se tradujo en melodías que son muy sencillas y monocordes, porque esa es la forma en la que él ve las cosas. Luego intenté ampliar esa simplicidad con la orquestación que la rodea, no con acordes o con música complicada, sino con una textura que me pareció que encajaba con la melancolía del personaje”.
En su composición, el violonchelo es el instrumento principal de la partitura, y sobresale en las melodías basadas en cuerdas. Guðnadóttir nos revela: “Suele haber una orquesta sinfónica completa de 90 músicos que tocan lo mismo, pero se esconden detrás del violonchelo. Me pareció que encajaba con el personaje; en cierto sentido es así como lo vemos, con muchas capas de complicación detrás de él, pero él no las ve. Pensé orquestarlo de esa manera para que los instrumentos no fueran siempre audibles, para que el espectador sólo crea que está escuchando un violonchelo, pero, al igual que ocurre con Arthur, hay muchas capas detrás de él”.
Guðnadóttir empezó a trabajar mucho antes de que Phillips la introdujera en el rodaje. Le llevó una pieza a Phoenix cuando ya habían transcurrido unas semanas de rodaje para que se inspirara en una escena crucial, la escena en la que el público apercibirá por primera vez lo que va a ocurrir. “Joaquin y yo estábamos en el set y estábamos en un punto muerto", cuenta el director. “No habíamos dado con la escena, pero me acordé de que acababa de recibir una preciosa pieza musical de Hildur que había escuchado la noche anterior. Se la puse y le encantó. Empezó a bailar lentamente y de repente surge de Arthur con una inmensa sutileza, su propia sombra. Empezamos a filmarlo, y eso se convirtió en el punto de partida de su transformación”.
Phoenix lo confirma: “Todd puso esa música de violonchelo y fue muy efectiva. Le dije: 'Puede que haga un movimiento', y me contestó: 'Sí, yo empezaría con tu pie, ese es tu movimiento.’ Es todo lo que dijo y todo lo que teníamos. La preparación se basó en estudiar ese movimiento y el baile durante los ensayos, pero lo que surgió de esa pieza de la banda sonora marcó un punto de inflexión para el personaje y para mí, para el trabajo conjunto de Todd y mío... y para entender a Arthur”.
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