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SINOPSIS
En Irán, la sentencia por posesión de drogas es la misma tanto si llevas 30 gramos como 50 kilos: la pena de muerte. En estas condiciones, los narcotraficantes no tienen reparos en jugar a lo grande y la venta de crack se ha disparado: el número de adictos ha pasado de 1 millón a 6,5. Después de varios años de seguirle la pista al narcotraficante Nasser K., un policía persistente y expeditivo llamado Samad consigue por fin echarle el guante. Aunque creía que el caso estaba cerrado, el enfrentamiento con el cerebro de la red toma un giro completamente inesperado...
INTÉRPRETES
NAVID MOHAMMADZADEH, PEYMAN MOAADI, PARINAZ IZADYAR, FARHAD ASIANI, HOUMAN KIAI, MAZIAR SEYEDI, ALI BAGHERI, MARJAN GHAMARI, YUSEF KHOSRAVI
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PREMIOS Y FESTIVALES
- César 2021: Nominación Mejor película extranjera
- Festival de Rotterdam 2020
- Festival de Venecia 2019
- Festival de Tokyo: Mejor director, actor
INFORMACIÓN EXCLUSIVA
El recorrido de LA LEY DE TEHERÁN es tan singular como la propia película. Seleccionada en el Festival de Venecia en 2019, el film de Saeed Roustaee se estrenó en Irán con un éxito de taquilla sin precedentes en la historia del cine del país. Más tarde, rompió también todas las cifras conocidas en su mercado doméstico y de streaming. Llegó la pandemia en 2020 y, con ella, se frenaron los estrenos y mercados, pero los elogios y el boca-oreja cada vez eran más intensos, hasta ganar el premio a Mejor Película y Premio de la Crítica en el Festival de Reims 2021, el más importante en el género noir. El propio François Geriff, uno de los máximos expertos en el campo, la definió como "un viaje vertiginoso y una absoluta revelación de su autor". En 2022 este recorrido culmina con la nominación de los Premios César a Mejor Película Internacional y con la participación de su director, Saeed Roustaee, en el Festival de Cannes, con LEILA'S BROTHERS en Sección Oficial a Competición.
NOTA DEL DIRECTOR...
"¡Hay cerca de 10 toneladas de drogas consumidas en Irán cada día! ¿Cómo es posible que haya cada vez más drogadictos aquí, a pesar de todas estas condenas a cadena perpetua y a muerte? ¿Cómo es que la policía no puede atrapar a las principales figuras del narcotráfico? ¿Cómo es que cualquiera, esté donde esté, puede conseguir cualquier droga en menos de 3 minutos?"
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
La situación de los adictos al crack en Irán es bastante desconocida para el público occidental. ¿Cómo se documentó usted al respecto? ¿Qué investigaciones ha realizado al respecto?...
En los últimos años, la adicción a las drogas ha cambiado en Irán y ya no es algo oculto. Podemos ver a muchos adictos todos los días en las calles, y cada vez son más. Ya no consumen las drogas habituales y una nueva droga química, la "metanfetamina" (crack o cristal), se utiliza mucho y ha dejado a muchos sin hogar. Esto me hizo pensar en hacer un documental y me llevó a una larga investigación de campo… el documental nunca se hizo, pero me condujo hasta el largometraje.
¿Se inspiró en algunos casos reales para algunas escenas, entre todos los momentos terroríficos del principio y el terrible destino de ese tipo enterrado?...
Sí, pero debo decir que la "historia" es el elemento más importante, y que lo que ocurra dentro de ella sirve para desarrollar la historia. Si utilizo a los adictos e incidentes reales que me inspiraron, son sólo para narrar una historia más realista, haré uso de cualquier cosa que haga que mi historia sea más creíble.
Parece que, en menos de diez años, el crack ha sustituido al opio en Irán. ¿Cómo explica este fenómeno? ¿Cómo ha evolucionado su interés por este tema antes de abordarlo en una película?...
En realidad, la película se ha hecho por una obsesión social y no se puede decir que el opio haya sido totalmente sustituido por el crack. Todavía hay muchos adictos al opio aquí que se consideran los “toxicómanos tradicionales”. Por desgracia, el crack ha formado un nuevo grupo de adictos y parte de los adictos al opio se ha pasado al crack también. Sin embargo, el crack ha hecho que haya más drogadictos en Irán en los últimos años. Antes se podían ver pocos adictos sin hogar en las calles, pero en cambio el crack ha llevado a más adictos sin hogar. Fue muy extraño para mí que podamos ver a muchos adictos escapando y saliendo de los bojes de la autopista, y esta fue la imagen principal que inspiró la película.
Más allá del fenómeno del crack, visto desde aquí, Irán y las drogas tienen una larga historia. ¿Podría hablar también de esto?...
Desgraciadamente, hay una larga frontera entre Irán y sus países orientales, Afganistán y Pakistán, y Afganistán es el mayor productor de drogas del mundo y por él transitan todas estas sustancias desde Irán hacia Occidente. Hay cientos de guardias fronterizos y policías que mueren cada año sólo para luchar contra los traficantes de drogas de Afganistán. Los productos de la droga se han multiplicado por cien en los últimos 40 años e Irán ha sido la encrucijada de esta transición de la droga y la víctima de este negocio incontable de millones de dólares. Los narcotraficantes encuentran nuevas formas de transportar las drogas e Irán no tiene suficiente presupuesto para luchar contra todos estos traficantes a lo largo de su frontera oriental.
Hay una sensación de documental en la película. Obviamente, te documentaste sobre el negocio de las drogas, pero como esta película también está relacionada con el método policial de los estupefacientes, ¿hasta qué punto te documentaste sobre este ámbito específico? ¿Procediste a algún tipo de inmersión o trabajo infiltrado? En ambos casos, ¿cuánto tiempo duró este proceso de investigación?...
Primero fui y me quedé en el Centro de Detención de la Policía de Control de Drogas y luego en la prisión especial para los drogadictos y traficantes. Después, en los tribunales de tráfico de drogas, pude conocer a varios policías y analizar sus diversos casos. También hablé con varios jueces y tardé un año entero en completar mis investigaciones.
Sobre Samad y Nasser. ¿Podrías hablar de la creación de esos personajes y de cómo organizaste el equilibrio entre ellos? ¿Te sientes más cerca de uno o de otro? ¿Quién es el personaje principal de la película para usted?...
Ambos son las dos caras de una misma moneda. Y lo más importante para mí es que ambos pertenecen a la misma clase social. En una secuencia, descubrimos que la anterior casa de Samad estaba muy cerca de la del padre de Nasser. Me esforcé por representar a dos personajes muy reales y creíbles, independientemente de quién tenga razón y quién no. Ambos piensan que han elegido el mejor camino, aunque también hacen autocrítica de sí mismos.
Después de su primer largometraje, LIFE AND A DAY, volvió a trabajar con Payman Maadi y Navid Mohammadzadeh. Algunas palabras sobre su colaboración (y el método de dirección que ha utilizado) con estos dos actores...
Elijo al actor desde el momento en que empiezo a escribir el guion, y esa primera elección es el actor final. Así que la dirección comienza desde el primer momento de la escritura del guion. Tenemos varias lecturas de guion en la preproducción, con todos los actores y con cada uno de ellos individualmente. Cuando empezamos a rodar, también tenemos ensayos antes de cada secuencia.
Tanto Payman Maadi como Navid Mohammadzadeh son actores muy inteligente y realizan lo que tengo en mente de forma muy talentosa.
¿Debemos considerar LA LEY DE TEHERÁN como una película de género, un thriller? El público no iraní no está familiarizado con las películas de género iraníes...
No elijo un género desde el principio para luego intento seguir todos los códigos de dicho género.
Puede que lo haga en el futuro, pero hasta ahora no ha ocurrido. Me obsesiono con un tema, escribo el guion, hago la película y normalmente los demás dicen qué tipo de película es. ¡Una película de género o no!
La mayoría de las películas iraníes que se exhiben en festivales de cine internacionales o se estrenan, tratan temas sociales, ¿cómo es que este tipo de cine ha sido el dominante en el cine iraní?...
Sí, es cierto, y cada año se producen muchos dramas sociales en Irán. El cine iraní no es un mero entretenimiento y, como nos enfrentamos a muchos problemas sociales y políticos, los artistas se ocupan de todas estas cuestiones y abordan estos problemas. Los artistas viven en este país y no pueden evitar e ignorar lo que está ocurriendo en su sociedad. Pero cada vez se ven más películas de género, sobre todo de la generación más joven de cineastas.
El film se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia de la taquilla iraní, ¿cómo lo vivió?...
Sí, afortunadamente, cuando estrenamos la película en abril de 2019 en Irán, rompió todos los récords y se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine iraní en tres meses; sin embargo, más tarde, otra película, una comedia, rompió nuestro récord. Sin embargo, nuestra película sigue siendo la película no cómica más exitosa en la taquilla, e incluso después, rompió todos los récords en el mercado de vídeo doméstico, así como en el mercado de streaming. Estrenamos nuestra película en el Festival de Cine de Venecia y ha sido la película iraní más exitosa en los mercados internacionales entre 2019 y 2022. Creo que no todos los dramas sociales que se hacen en Irán son realmente películas sociales, ya que algunas dan una mirada superficial a todos estos problemas y la gente no se los cree. Al público le gustan las películas que reflejan sus problemas reales y pueden ver historias creíbles, no sólo personajes e historias exóticas.
Algunas de esas escenas de aglomeración son muy impresionantes, especialmente aquella en la que la policía asalta a los drogadictos en el exterior. Si no nos equivocamos, decidiste contratar a drogadictos reales para esa secuencia. ¿Fue fácil hacerlo?...
Quería contar con drogadictos reales para mi película. La actuación es muy importante en mis películas, cuido cada una de las palabras, momentos, miradas y actuaciones de los actores. No quería que vinieran actores extra y fingieran ser adictos. Buscaba verdaderos adictos y ya te puedes imaginar lo que esto puede significar... ¡Es absolutamente imposible trabajar con ellos! Reunir a cientos de estos adictos todos los días, gente que no es controlable, que se agota muy pronto, que necesita consumir drogas, que no deja de mirar a la cámara, la mayoría de ellos sufría enfermedades peligrosas y muchos de nuestro reparto y equipo cayeron enfermos al establecer contacto.
Una de las ideas que cruzan el film es que cualquier persona teme que el sistema de justicia pueda fallar sobre ellos. ¿Cuál es su definición de justicia?...
Estas personas no tienen miedo del sistema de justicia, pero son conscientes de las sentencias, ya que hay penas de prisión realmente duras que esperan a las personas que trafican con drogas, especialmente drogas industriales como el crack. Por ejemplo, un año de prisión por un gramo, tres
años por dos gramos. Por lo tanto, tienen miedo de ir a los tribunales y de que les impongan estas duras penas.
Entre todos los temas subyacentes está la importancia de la familia, tanto para Nasser como para Samad. Y también podemos ver el mismo tema en su primera película, LIFE AND A DAY...
La familia, tanto en la vida real como en el cine, lo es todo para mí. Nunca pude ver "El Padrino" como una película sobre la mafia, sino sobre la familia. Nunca puedo tomar distancia de mi familia, es más importante que la historia y la narración, e incluso más importante que la realidad. ¡¡No puedo imaginarme ninguna película que intente acercarse a la realidad pero ignore a la familia!!
La película es ambigua en cuanto a la moralidad de los policías y los narcotraficantes. ¿Hay alguien que personifique a los personajes?...
Los seres humanos tienen diferentes comportamientos en diferentes situaciones. Nadie es un personaje absolutamente de blancos o negros. Me gusta que incluso los más culpables intenten demostrar su inocencia y que la gente se deje impresionar por sus condiciones sociales. No puedo representar personajes absolutamente negativos en mis películas y, si hay alguno, diré que también son víctimas. Como he hecho muchas investigaciones para todas mis películas, conozco muy bien a estas personas, incluso a las que esperan ser ejecutadas. He intentado conocer sus almas.
¿Cómo fue la producción de la película en cuanto a permisos y censura?...
Mi primer largometraje, Life and a day, tuvo mucho éxito en Irán y pude hacer mi segundo largometraje con mucha más facilidad. Los productores estaban interesados en trabajar conmigo, pero yo no tenía prisa y dediqué mucho tiempo al tema y luego a escribir el guion. En Irán, el Ministerio de Cultura debe aprobar el guion y yo suponía que lo conseguiría en dos semanas como máximo. Pero no fue así y las autoridades me pidieron algunos cambios que no acepté y ¡luché y luché! Participé en varias reuniones con las autoridades durante siete meses. No estaban interesados en que hiciéramos esta película. La hicimos y luego la policía antidroga se opuso a ella y dijo que no reflejaba en absoluto sus esfuerzos. Bueno, nunca quisimos hacer una película de propaganda y retratamos a personas reales, a los policías, a los adictos, a los traficantes... Las autoridades policiales no dejaban de criticarnos por la forma en que se mostraban los personajes de la policía. Tuvimos un sinfín de problemas en la producción y en la proyección de la película, pero nos esforzamos por mantenernos en pie y mostrar la película que queríamos.
GALERÍA DE FOTOS
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