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Adam Sandler y Drew Barrymore se enamoraron por primera vez en la gran pantalla en ‘El chico ideal’, y conquistaron al público. Su química es incuestionable y espontánea y les llevó a protagonizar ‘50 primeras citas’; ahora, 16 años después de aquel primer "hola", Adam y Drew se vuelven a reunir para ‘Juntos y revueltos’, una comedia romántica que nos ofrece una dulce y divertida visión del amor, pero esta vez, desde un punto de vista diferente.
El director de la película, Frank Coraci, conoce bien esta química, pues la ha visto en acción cuando trabajó con ellos en ‘El chico ideal’. Según nos cuenta: "Conectaron en seguida; éramos todos muy jóvenes y nos lo pasábamos genial, y creo que, en gran parte, la película funcionó por lo bien que trabajan en equipo, las bromas que se gastaban y lo mucho que se hacían reír el uno al otro".
No es de extrañar que su colaboración en ‘Juntos y revueltos’ haya sucedido de manera natural, pues cuando finalmente su frenético ritmo de trabajo y los planes familiares les permitieron tener un rato para comer juntos, el entusiasmo por trabajar juntos de nuevo se vio renovado. Según Drew: "Sentimos que era el momento adecuado para sacar un proyecto adelante".
‘Juntos y revueltos’ no solo supuso una oportunidad para que la pareja recreara su magia en la gran pantalla, sino que también amplió su repertorio romántico, pues ponía a sus personajes Jim y Lauren, padres solteros, en una situación con la que mucha gente se puede sentir identificada.
El productor Mike Karz nos explica la inspiración inicial para la historia: "Hace unos años estuve grabando material acerca de las cadenas de hoteles que ahora empiezan a ofrecer lo que llaman 'paquetes de vacaciones para lunas de miel' específicos para parejas que tienen hijos de matrimonios anteriores. Los recién casados podían llevar a sus hijos a su luna de miel para que todos pudieran disfrutar un tiempo alejados de las presiones del día a día".
Los guionistas Ivan Menchell y Clare Sera captaron la esencia de esa idea y, en lugar de asegurar primero una relación de pareja y luego dejarse llevar, pensaron en un enfoque diferente.