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NOTAS DEL DIRECTOR...
"Nunca me había sucedido. Fue en un vuelo de globo aerostático en la Comarca volcánica de La Garrotxa, en Girona. Sobrevolando un paisaje idílico, un ataque de vértigo se apoderó de mi. Ya en tierra comienzo a hacerme preguntas, no lograba entender de dónde salía todo ese terror. Después de esta experiencia, me obsesioné con la idea y comencé a incorporar el hábito de evitar las alturas. La acrofobia estaba instalada en mi vida.
Pocos meses después, me encontraba presentando "Escocia", mi anterior película, en el 17 Festival de Cine de Málaga. Me cita un equipo de televisión para una entrevista en la terraza de un hotel, planta 13. Me ponen a hablar al borde del "precipicio". Contesto lo que puedo, sin que se notase mi estado de nerviosismo, y no por las cámaras. Al bajar del terrado, trato de relajarme sentado en un parque.
Miré al cielo, y tenía unas gaviotas sobrevolando sobre mi cabeza. Pensé que los pájaros no tienen vértigo, y me dije que ya tenía título para mi próxima película.
Al regresar a Barcelona, ciudad en la que resido, con un impulso ingenuo de querer hacer una película terapéutica, comienzo a escribir una primera versión del proyecto. En reuniones con amigos o conocidos y contar en lo que estaba trabajando, todo el mundo siempre confesaba algún miedo o alguna pequeña fobia que tenía, pero nunca de forma clara o contundente. Todo esto me llevó a pensar en la máscara que nos ponemos para no enseñar el miedo, en el acto de representación que hacemos continuamente ante los demás sin permitir mostrar nuestras inseguridades, nuestras dudas, nuestras debilidades.
Así nace este ensayo sobre el miedo. Una película que realmente ha sido muy difícil concebirla, principalmente por el pudor a la exposición, y por dudar continuamente sobre lo que estaba haciendo. Y como en todos los proyectos, lo importante no es la película en si, si no lo que ésta te aporta para entender el acto de vivir".