INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DEL DIRECTOR...
Esta película está destinada a ser un cuento heroico en nuestro mundo en inminente amenaza. Un cuento heroico contado como una aventura. Un cuento de hadas contado con una sonrisa.
Nuestra heroína es una especie de Artemisa, protectora de los intactos y los salvajes. Sola, frente a un planeta que cambia rápidamente, asume el papel de salvar a la Madre Tierra y sus generaciones futuras. A través de nuestro punto de vista, muy cercano al de nuestra heroína, accedemos a su vida interior.
En el libro “The Brothers Lionheart” de Astrid Lindgren hay un diálogo entre dos hermanos que dice así: “Pero luego Jonathan dijo que había ciertas cosas que tendrías que hacer, aun siendo difíciles o peligrosas -¿Y eso por qué? – pregunté sorprendido -Porque en caso de no hacerlo no serías realmente persona, solo un pedazo de mierda”.
Esta es una película sobre una mujer que se esfuerza por ser una persona real.
MEMORANDUM DEL DIRECTOR...
Nuestra película es un cuento de héroes.
Nuestro héroe es un músico.
El héroe está salvando el mundo.
La película tiene música.
Los músicos que tocan son visibles.
Ellos son la fuerza interior que lucha dentro del alma del héroe.
¿Por qué? Los antiguos griegos creían que los individuos creativos estaban poseídos por un demonio, o más bien que eran perseguidos por un demonio que los inspiraba con buenas ideas. Es por ello que, de acuerdo con Platón, la genialidad de Sócrates se debía a un buen demonio. Por lo tanto, un demonio podía ser una especie de musa, susurrando buenos consejos al oído del héroe.
En Roma esta idea se refería a la genialidad, una especie de ángel guardián, siguiendo a los individuos desde la cuna a la tumba.
Algunos romanos eran menos afortunados que otros cuando se trataba de genialidad y maldecían a sus contratiempos y amargos destinos.
Los músicos y el coro ucraniano son, en cierta manera, demonios que intentan impregnar a nuestra heroína de coraje, poder y buenas ideas. Al igual que un coro griego, pueden dirigirse al héroe y al público, y enfatizar decisiones importantes con un poderoso baile.
Pero hay otra razón por la que quise hacer visible la interpretación de la música, y eso tiene que ver con la idea de “Verfremdung”.
Esta idea ha sido dedicada a Bertholt Brecht, pero se remonta a la historia del teatro y del espectáculo.
Se podría decir que cada vez que un músico está frente a la cámara tocando, el cineasta pone comillas alrededor de la escena, recordándonos que estamos en medio de una ficción y que detrás de toda esta pretensión hay un mensaje o una conclusión a la que el público debe llegar.
Se podría decir que a través de este mecanismo, he querido llegar a un acuerdo con el público sobre el tipo de película que es y las leyes que cumple.
Este es el cuento de un héroe en un mundo saturado de cuentos de héroes sobre héroes salvando el mundo. Pertenezco a esa parte del público que quizás necesita que le echen una mano en cuanto a creatividad para someterse a dicho cuento.