INFORMACIÓN EXCLUSIVA
Según Víctor Moreno, su deseo al rodar 'La ciudad oculta' ha sido abrir con fuerza el cuerpo de la metrópolis y tratar de encontrar en su interior el alma. Asomarme a un un espacio que existe pero que desconocemos a pesar de estar tan próximo a nosotros. Un mundo profundamente humano pero en el que, sin embargo, hombres y mujeres aparecen disueltos en su propia creación. A partir de este viaje por nuestro propio hábitat, la película fue adoptando la forma de una sinfonía urbana más que una narración causal.
'La ciudad oculta' es una deriva pero no solo por un espacio concreto sino también por un estado de ánimo muy propio de nuestro tiempo. Un viaje alucinado en un territorio inexplorado. Una danza fluctuante entro lo real y lo imaginario, entre lo consciente y lo inconsciente. Es una película experiencial; una invitación a asomarnos a un túnel oscuro y descubrir nuestro propio abismo por mucho que nos empeñemos en vivir bajo bóvedas de acero y hormigón. Solo la naturaleza parece frenar nuestro anhelo de control.
'La ciudad oculta' es un ejemplo particularmente vívido de cómo algunos films trazan un espacio o explícitamente o a través de los ojos de tu mente. Espectacularmente inmersiva, La ciudad oculta proyecta espacios abstractos de oscuridad y luz, al tiempo que la cámara se sumerge a través de túneles vertiginosamente profundos; pero en paralelo, te hace sentir la concreción de esos espacios con planos vibrantes de los trabajadores perforando incansablemente sus paredes.
NOTAS DEL DIRECTOR...
Nunca antes había visitado el subsuelo de una gran ciudad aunque siempre me había llamado la atención descubrir todo ese universo soterrado. Lo positivo de adentrarme en este mundo oculto es que iba a retratar un lugar que apenas había sido filmado. Esta circunstancia me dio la oportunidad de entender lo que allí sucede como una posibilidad de creación y transformación. Es decir. apenas existe un imaginario del subsuelo de una gran ciudad por lo que me sentía como un explorador en un territorio desconocido. Esto me llevo a pensar en el concepto de tereotopía de Michel Foucault y la idea de trabajar con espacios que existen pero que desconocemos a pesar de estar próximos a nosotros. A partir de esta premisa, pensé en el sentido profundo de un lugar que no deja de ser un territorio que hemos conquistado a la naturaleza.
Desde este planteamiento teórico, me planteé abrir con fuerza el cuerpo de la metrópolis y tratar de encontrar en su interior el alma. Casi como el vuelo de una ave, asomándome a un lugar en el que siento que están condensados gran parte de las problemáticas del tiempo presente. Un mundo profundamente humano pero que, sin embargo, se nos presenta deshumanizado.
Como si el hombre hubiera perdido cualquier posibilidad de cambio y estuviera definitivamente disuelto en su propia creación. A partir de este viaje por nuestro propio mundo, que no deja de ser el inconsciente de una gran ciudad, la película fue adpptando la forma de una sinfonía urbana.
La cámara está siempre en movimientos suaves y ondylantes y el montaje juega a desubicar al espectador.
De esta forma quería trabajar cierto imaginario del sueño convirtiendo las escenas en una danza fluctuante entre lo real y lo imaginario, entre el documental y la ciencia ficción, entre lo consciente y lo inconsciente.
"La ciudad oculta" es una deriva pero no solo por un espacio concreto sino también por un estado de ánimo. Un viaje alucinado en un territorio inexplorado. Es una película experiencial, una invitación a asomarnos a un túnel oscuro y descubrir nuestro propio abismo por mucho que nos empeñemos en vivir bajo bóvedas de acero y hormigón. Solo la naturaleza parece frenar nuestro anhelo de control.