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  Este documental narra la historia de la Abogacía comprometida con la libertad. Porque fueron encarcelados por ejercer su profesión con dignidad, porque perdieron su vida salvajemente asesinados, como sucedió en Atocha 55, y porque dando un claro ejemplo de civismo y valentía, fueron capaces de aparcar sus diferencias ideológicas para luchar juntos por un objetivo común: acabar con la dictadura y conseguir un estado democrático en España.

NOTAS DE LA DIRECTORA...
   Tras el éxito de Las Maestras de la República resultaba interesante recuperar la memoria de otro colectivo profesional que consiguió transformar la sociedad: la de los abogados y abogadas que lucharon por la democracia durante la Transición española. (...) Ha sido un honor conocer a los protagonistas de esta historia, hombres y mujeres que dejaron a un lado intereses personales, profesionales y partidistas para alcanzar un objetivo común.
  Entre los testimonios con los que contamos hay personas de muy distintas ideologías, (demócrata-cristianos, liberales, socialistas, comunistas, etc.) que fueron capaces de alcanzar grandes acuerdos, con altura de miras y verdadero sentido de Estado en un momento importante de la historia de España.

ACERCA DE LA PELÍCULA...
  Tras el éxito de Las Maestras de la República resultaba interesante recuperar la memoria de otro colectivo profesional que consiguió transformar la sociedad: la de los abogados y abogadas que lucharon por la democracia durante la Transición española.
  En su 75º Aniversario, el Consejo General de la Abogacía impulsó este proyecto con la intención de difundir la labor fundamental que los juristas llevaron a cabo, junto con otros grupos sociales, para derrocar la dictadura y conseguir los derechos y libertades que disfrutamos en la actualidad.
Es por tanto de justicia reconocer y homenajear a estos hombres y mujeres por la gran labor y el enorme esfuerzo que llevaron a cabo en beneficio de la sociedad española.
  Ha sido un honor conocer a los protagonistas de esta historia, hombres y mujeres que dejaron a un lado intereses personales, profesionales y partidistas para alcanzar un objetivo común.
  Entre los testimonios con los que contamos hay personas de muy distintas ideologías, (demócrata-cristianos, liberales, socialistas, comunistas, etc.) que fueron capaces de alcanzar grandes acuerdos, con altura de miras y verdadero sentido de Estado en un momento importante de la historia de España.
  Abordar el guión de La Defensa, por la Libertad planteaba algunos retos. Son diez años muy intensos de la historia de España y condensarlos en setenta minutos fue una labor difícil.
  El punto de partida era lo acontecido en el Congreso de la Abogacía de León en 1970. En este Congreso, la Abogacía se posiciona públicamente a favor de un cambio y de una apertura. En él se pide la amnistía, un estatuto para el preso político, y la abolición de las jurisdicciones especiales, entre otras muchas cosas. Los abogados llegan incluso a levantarse y abandonar la sala en presencia del Ministro de justicia Oriol y Urquijo. Este fue un hecho muy significativo que marca el inicio de la función social que la abogacía asume contra la dictadura.
  Pero era necesario contextualizar, por ello empezamos analizando la situación política que se vivía en España en los años 60, lo que ocurría en las universidades, lo que ocurría en las calles, las movilizaciones, la lucha clandestina. La actuación de la abogacía no era un hecho aislado.
  Cuando empecé a hablar con los protagonistas de esta historia descubrí su enorme generosidad. Me abrieron las puertas de sus casas, de sus despachos y accedieron rápidamente a contar su historia con verdadera emoción. Fue maravilloso ver cómo se les iluminaba la mirada recordando esos días donde la convicción de que una sociedad mejor era posible, estaba por encima de cualquier interés personal.
  Sus testimonios eran fundamentales para realizar este documental. Ellos y ellas son la memoria viva de nuestra historia. Por ello, me pareció interesante confeccionar el guión sin una voz en off, sin un narrador ni un hilo argumental de ficción. No hacía falta. Teníamos a los protagonistas que hablan desde la experiencia directa.
  Las mujeres abogadas llevaron a cabo una doble lucha. En palabras de Cristina Almeida “yo incorporé la lucha por la igualdad a mi condición de abogada”, y de Ana María Ruiz-Tagle “la primera reforma del código civil que nos permite ser sujeto de derecho a las mujeres es la del 75, antes no éramos nada, no existíamos para el derecho”. Junto con ellas, Manuela Carmena y Paca Sauquillo nos cuentan las dificultades para asumir la doble militancia, las de los partidos políticos y las de las asociaciones feministas. Aunque no eran muchas en número, hubo mujeres valientes que defendieron juicios importantes y que consiguieron ganarse el respeto dentro y fuera de la profesión.
  El asesinato de los abogados de Atocha, supone un antes y un después en la Transición española. Entrevistar a Alejandro Ruiz-Huerta, único superviviente de los atentados de Atocha fue esencial. Alejandro nos cuenta que todavía le quedan secuelas de aquel fatídico día en que unos hombres armados entraron en el despacho y empezaron a dispararles. “Pudo haber sectores que decían vamos hacía la venganza, hay que hacer más cosas, hay que ser mas violentos… No!. Paramos la violencia totalmente y ese para mí es un factor clave para la construcción del consenso”, apunta Alejandro.

  Me preocupaba especialmente que el documental tuviera unidad estética. Contábamos con materiales de archivo muy diferentes, con calidades distintas, tonalidades diversas, unificar todo eso no era fácil.
  Para ello pude contar con la inestimable ayuda de Pep Sempere, creativo gráfico que trabajó sobre los materiales y creó la imagen gráfica del documental para conseguir un conjunto coherente.
  Otro elemento fundamental era la música. Quería huir de los tópicos de la música española de los setenta.
Oscar Maceda enseguida se entusiasmó con el proyecto. Creó una banda sonora con personalidad, y sensibilidad que acompaña al espectador en los diferentes momentos emocionales del documental.

  La idea de realizar este documental partió del Consejo General de la Abogacía Española y la Mutualidad de la Abogacía. Su apoyo desde el inicio fue fundamental para llevar a cabo el proyecto.
  Contar con la participación del fondo documental de RTVE era también imprescindible. La colaboración fue muy fructífera y se convirtió en coproducción. Buscar en los archivos de RTVE siempre resulta una tarea fascinante, pero tratándose de los años 60 y 70, RTVE es sin duda es la mejor fuente documental.
  Aunque también, necesitábamos buscar más fondos documentales que tuvieran imágenes de otros grupos de la época. Así contactamos con el Archivo 1º de Mayo de CCOO, con la Fundación Largo Caballero de UGT, la Fundación Felipe González, la Fundación Gregorio Peces-Barba, entre otras muchas y la hemeroteca de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense que completaron la base documental.

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