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ENTREVISTA AL GUIONISTA...
¿Cómo surge el guion de “Los ángeles eternos”?...
Durante la celebración del Año Murillo, tuve la ocasión de conocer más la figura del pintor y llegué a escribir un reportaje sobre algo muy curioso: que Murillo utilizaba los rostros de personas de su familia y su entorno en sus cuadros. Luego, leí la novela “El color de los ángeles”, y en ella, su autora, Eva Díaz Pérez, compañera periodista a la que conozco desde hace tiempo, fantaseaba con la idea de que Beatriz de Cabrera, la esposa de Murillo, paseaba por las iglesias de Sevilla buscando en los cuadros de su marido los rostros de sus hijos, ya que perdieron a los tres primeros víctimas de la Peste de mediados del siglo XVII. Fue un pasaje muy corto pero a mí esa idea me aturdió y me conmocionó: una madre que empieza a olvidar los rostros de sus hijos muertos. Yo no soy padre pero pensé: “¿Puede haber algo más doloroso?”. La idea me rondó durante varios meses y, cuando conocí la convocatoria del concurso de Abcguionistas, vi la oportunidad perfecta para contarla.

¿Cuál o cuáles son las ideas que has querido transmitir con este guion?...
La principal idea es que cada uno gestiona la pérdida de sus seres queridos de una manera diferente. Hay personas que lo hacen de una manera y personas que lo hacen de otra. Y eso no implica que los quieran más o menos. En el corto, a Murillo le resulta sanador poner las caras de sus hijos en los ángeles de sus cuadros. Lo libera de alguna manera. A Beatriz, por su parte, le resulta más complicado pasar página, por eso le reprocha al pintor que no llore tanto como ella. No es que a él le doliera menos, es que lo había gestionado de otra manera. Y es algo que Beatriz aprende al final de la historia.

¿Conocías el concurso de Abcguionistas y el Premio al mejor Guion andaluz de la Fundación AVA?...
Sí que lo conocía, de hecho, es una web que consulto con relativa frecuencia. Y había estado tentado de participar en la edición anterior del concurso pero no encontraba la historia adecuada. Quizás estaba esperando una gran historia y, curiosamente, fue con “Los ángeles eternos”, que es una historia pequeñita pero profunda y hermosa, con la que encontré la confianza y el valor necesario para presentarla. Ganar el premio al mejor Guion andaluz de la Fundación AVA fue una verdadera sorpresa para mí, la verdad. Me alegró ver que esa historia le había llegado al jurado.

¿Cuánto tiempo tardaste en encontrar una productora interesada en llevar a la pantalla el guion?...
Desde hace tiempo, digo que los ángeles nos están ayudando a que este proyecto salga adelante. Cuando di a conocer la noticia del premio al guion de “Los ángeles eternos”, varias personas me lo pidieron para leerlo. Fue Manu León, que ya había hecho varios cortos y que estaba haciendo un Máster en Dirección de Fotografía en la ESCAC en Barcelona, el primero que me dijo que le gustaba mucho y que le encantaría dirigirlo. Durante el confinamiento, la idea “resucitó” y Manu me propuso rodar el corto en verano y así lo hicimos. Al proyecto se sumó Esperpento Films y nos lanzamos a la aventura de rodar en plena pandemia y en pleno mes de agosto. El día que se cumplía un año del premio de la Fundación AVA estábamos rodando esa historia. Sinceramente, nunca pensé que todo pudiera salir tan rápido y tan bien.

¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Cuenta3?...
Fantástica. Son amigos desde que nos conocimos en 2011 en el rodaje de “No te supe perder”, basada en la novela de Salvador Navarro, donde yo era el jefe de Prensa. Luego Manu León, Carmen Tamayo y Nuria Dorado montaron Cuenta3 y hemos hecho muchas cosas juntos desde entonces. Les he echado una mano en la comunicación de otros cortos, Carmen protagonizó un corto mío y su posterior adaptación a microteatro, he llevado la comunicación de su documental “Mujereando”, que es un proyecto que me encanta... Y ahora Manu ha dirigido “Los ángeles eternos”, Carmen ha dado vida a Beatriz y Nuria se ha encargado del vestuario. Es bonito ver que avanzamos juntos y que el nivel es cada vez más profesional. A esto también ayudó mucho la incorporación de Araceli Carrero y su productora, Esperpento Films, que han hecho un trabajo espectacular.

El rodaje se llevó a cabo en pleno agosto en Sevilla…
Inicialmente, iba a ser a finales de julio pero quisimos hacer las cosas bien y lo pospusimos a la última semana de agosto. En plena ola de calor, en una finca en Carmona en mitad del campo... ¡y en plena pandemia! Dos semanas antes del inicio del rodaje, la localización principal se nos cayó. Iba a ser una finca de Pilas, por ser el pueblo natal de Beatriz de Cabrera. El Ayuntamiento se volcó con nosotros desde el primer momento, pero unos días antes hubo un brote de coronavirus y se tuvo que suspender. En sólo unos días encontramos otra localización igual o mejor que la primera y, gracias al esfuerzo de todo el equipo, el rodaje se adaptó en tiempo récord a la nueva localización. Y el rodaje allí fue maravilloso. Pasamos mucho calor pero ver luego el resultado compensa todos los esfuerzos realizados.

¿Está satisfecho con el resultado?...
Muy, muy contento. Ni en el mejor de mis sueños podría haber imaginado el resultado final. Estoy tan orgulloso del trabajo que ha hecho el equipo... La fotografía y la iluminación son espectaculares, el público va a alucinar con el vestuario, que se ha hecho casi todo íntegramente para el corto; la dirección de Arte es tan precisa y tan bonita que entrar en el set era como viajar en el tiempo al siglo XVII, el montaje, el sonido... El trabajo de Producción ha sido para quitarse el sombrero. Y qué decir de la música. Pablo Cervantes fue una de esas personas que me pidió el guion al principio de todo y, desde el primer momento, me dijo: “Me encanta el guion. Si esto se hace algún día, yo quiero ponerle la música”. Y así ha sido. No tengo palabras para agradecerle a todo el mundo que haya puesto su talento al servicio de esta historia que significa tanto para mí.

Actualmente el cortometraje ha sido seleccionado en el 17 Festival de Sevilla, no es mal comienzo…
El equipo y el director han hecho un esfuerzo ímprobo para poder estar a tiempo en el SEFF. Al rodar a finales de agosto, nos quedaba muy poco tiempo para tener el corto listo en las fechas que pedía el festival, pero cumplimos los plazos y al final “Los ángeles eternos” es uno de los 19 cortos seleccionados en la sección Panorama Andaluz, y eso que se presentaron 150. Siendo un equipo eminentemente andaluz, con unos protagonistas sevillanos, no había sitio mejor que el Festival de Sevilla para presentar el corto y para iniciar su recorrido en el circuito de festivales.

¿Habéis presentado el cortometraje a más certámenes?...
De momento, al de la Diputación de Sevilla, al premio SGAE Talento Andaluz del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva y a los premios Asecan, porque los plazos expiraban en estos días.

¿Cuándo tenéis pensado distribuir “Los ángeles eternos”?...
Una vez terminado el corto, ahora toca sentarse tranquilamente y diseñar una estrategia de distribución para este corto, que es nuestra pequeña criatura y la queremos cuidar mucho y que la vea la mayor cantidad de gente posible.

“La casa rosa” es otro de sus guiones con gran proyección. Háblenos de él...
“La casa rosa” es un proyecto al que le tengo mucho cariño. Es mi primer guion de largometraje, una comedia un poco loca y a la vez muy necesaria sobre el olvido social de los mayores LGTBI. Tengo mucha ilusión puesta en este guion, que escribí el año pasado en un taller al que asistí en la New York Film Academy. Me he tirado casi un año reescribiendo y retocándolo, y antes de verano empecé a moverlo entre distintas productoras que conozco. Espero que pronto alguien se decida y podamos poner en pie el proyecto. De momento, en los últimos meses, el guion ha funcionado bastante bien en los festivales de escritura de guion, sobre todo en Estados Unidos, porque lo escribí en inglés. Ha ganado el LGBT Los Angeles Film Festival, el All Genre Festival y el Madrid International Film Festival, ha quedado finalista en el Evolution Festival de Mallorca y semifinalista en el prestigioso Festival de Nashville, algo que no podría yo haber soñado nunca.

Por último, ¿nos podría adelantar alguno de sus proyectos futuros?...
Quiero sacar algo de tiempo para terminar un par de guiones de largometraje que tengo a medias: otra comedia (que es lo que a mí me gusta más escribir) sobre una madre y una hija muy distintas pero que se necesitan, y que representan un poco las dos Españas y la polarización social que vivimos actualmente; y un drama intimista, una historia muy potente que se llamará “Omar y Julieta”, sobre los sueños de dos inmigrantes. Aunque mi ilusión más cercana está puesta en un proyecto de serie de televisión llamada “Los chicos de oro”, una telecomedia de la que ya tengo el piloto y la biblia.

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