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NOTAS DE LA DIRECTORA...
Me recomendaron el libro de Frida Nilsson y me enamoré de la historia a primera vista. Me pareció que tenía un gran potencial. Para convertirlo sobre todo en un film de animación, ya que el mundo se puede adaptar e ilustrar de forma distinta. Hacer este film me costó tres años, y trabajé con un equipo fantástico de Suecia, Noruega y Dinamarca.
Dirigir un film de animación es como hacer un collage en movimiento, en el que el diseño, la animación, la música y las palabras poco a poco se transforman en imágenes en movimiento.
Cuando me leí el libro de Frida Nilsson, rápidamente me enamoré de la historia que cuenta porque de alguna forma es universal y, a la vez, muy singular. Me encantó el ritmo de la narración y que sea una historia directa e ingeniosa sobre una niña y una madre.
Que yo sea adoptada ha hecho que siempre me pregunte quiénes podrían haber sido mis padres. Aunque no de una forma triste.
Supongo que eso es debido a que he sido muy afortunada y he tenido unos padres maravillosos y que me querían mucho. Pero, al mismo tiempo, el hecho de ser adoptada seguramente me ha dado la capacidad de imaginarme otro mundo. No sé cómo explicarlo en palabras, pero desde que tengo memoria, siempre he pensado que todo es posible y siempre he sentido que tenía libertad para buscar mis orígenes si hubiera querido.
Por eso me parecía que era muy importante que el personaje de Jonna se interesara por la gorila y pensara que viviría un montón de aventuras con ella. Y sí, la dibujé con rasgos asiáticos para que se pareciera a mí.
Estoy segura de que cualquier niño o niña estaría muy feliz de tener a la gorila como madre.
Aunque el mensaje más importante que se quiere lanzar aquí es que, seas quien seas, siempre serás un buen padre o una buena madre si quieres a tu hijo o hija y das lo mejor por esta relación.
Puedo llegar a tardar meses, e incluso años, hasta llegar a visualizar el nuevo universo que crearé.
Es la parte más delicada y compleja del proceso de creación de un film. Hay que investigar antes de definir cómo será el nuevo mundo, cómo se desarrollará, quién vivirá en él y cómo actuarán estos personajes. También hay que decidir, por ejemplo, cómo hablarán y cómo andarán. ¿De qué colores será este nuevo mundo? Todo el proceso es una cuestión de prueba y error. Es una mezcla de curiosidad y frustración combinada con un punto de cabezonería.
Me gustaría trasladar la idea de que es importante estar abierto a nuevas aventuras, ya que éstas pueden estar esperándonos en cualquier sitio. Hay que aprovechar el momento.
Además de estos valores, también me gustaría haber conseguido que el público más pequeño pase un buen rato.
A mí siempre me ha gustado la animación 2D, porque la animación 3D es demasiado técnica.
Me interesa mucho el arte y considero que la animación 2D complementa de maravilla los personajes pintados a mano con el diseño de unos fondos preciosos. El resultado es entendedor y me facilita el trabajo, aunque no sea yo la que haga las animaciones directamente.
Sobre el estilo, yo prefiero un acabado un poco más imperfecto y no que quede todo impecable.
Siempre me ha fascinado el arte que desafía al observador, como lo consiguen las obras de Giacometti, David Hockney y Louise Bourgeois.