INFORMACIÓN EXCLUSIVA
NOTAS DEL DIRECTOR...
Vamos a entrar en una época y lugar en la que el tiempo funciona de una manera distinta. El modo en que el tiempo funcionaba antes; como cuando una tarde en compañía era sólo eso, y a la vez lo era todo.
Es un viaje hacia afuera y un viaje hacia adentro. La única manera de hacer una inmersión, por mínima que sea en sus vidas, es convivirla con ellos. El hecho de pasar los días con ellos es clave y el punto de partida de esta película. Sería muy difícil contar esta historia desde una simple grabación o entrevista. Hay que vivir la experiencia con ellos. Los silencios y las miradas cuentan más que las palabras.
La película debe ser una forma de conocimiento. Afrontar una película es un enigma. Hay que permitirse empezar a hacerla sin saber cómo va a ser finalmente. Es un misterio y un rompecabezas. Se mezclan la intuición, la prudencia (ya veces la imprudencia), la sensatez… Hay que dejar que se cuele lo no diseñado, el azar, lo que te sorprenda de la propia realidad… y estar preparado para captarlo y utilizarlo.
La mirada es siempre subjetiva, y en las películas más aún, por lo que no me pongo en la tesitura de buscar y contar la verdad absoluta; entre otras cosas porque creo que no existe. Lo que trato es de mostrar mis sensaciones sobre los protagonistas; y de ellos, y a través de ellos fluye el relato. Se trata de mostrar, no de demostrar. De la historia de los personajes, surge el relato. El relato de mi visión personal.
El cine documental supone un constante ejercicio de guion. Durante todo el proceso no paras de hacer y reescribir el guion. El guion en este caso es sólo un mapa, un punto de partida. Si ya lo tuviera resuelto de antemano quizás la propia película carecería de interés para mí.