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INFORMACIÓN
Titulo original: American Hustle
Año Producción: 2013
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 138 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Género: Drama
Director: David O. Russell
Guión: Eric Warren Singer, David O. Russell
Fotografía: Linus Sandgren
Música: Danny Elfman
FECHAS DE ESTRENO
España: 31 Enero 2014
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Tri Pictures


SINOPSIS

Irving, en compañía de su compañera Sydney, se ven inmersos en un peligro juego donde un agente les sitúa en medio de unos mafiosos para que jueguen sus cartas y los estafen. De por medio un político se verá involucrado en toda la farsa...

INTÉRPRETES

CHRISTIAN BALE, AMY ADAMS, JEREMY RENNER, JENNIFER LAWRENCE, LOUIS C.K., JACK HUSTON, MICHAEL PEÑA, SHEA WHIGHAM, ALESSANDRO NIVOLA, ELISABETH RÖHM, PAUL HERMAN, MATTHEW RUSSELL

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Festivales y premiosPREMIOS Y FESTIVALES

- 10 Nominaciones al Oscar
- Ganadora 3 Globos de Oro: Mejor película, actriz, actriz de reparto
- Ganadora de 3 Bafta: Mejor guion, actriz de reparto, maquillaje

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Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

‘La gran estafa americana’ marca la tercera de una evolución de tres películas del cineasta David O. Russell. La primera es ‘The Fighter’, la segunda es ‘El lado bueno de las cosas’ y, sobre un lienzo aún mayor que las anteriores, encontramos ‘La gran estafa americana’, donde Russell, al igual que en las anteriores, se centra en personajes que intentan cambiar su vida a través de un proceso de reinvención. “Son películas sobre personas cuyas vidas no han ido de la manera que querían o intentaban,” explica. 

En el corazón de ‘La gran estafa americana’ hay una poderosa historia de amor entre Irving Rosenfeld y Sydney Proser, almas gemelas y socios. “El romance que mantienen les da un poder especial, que cualquiera que haya estado enamorado puede entender,” dice Russell.
“La idea de estafar impregna todos los aspectos de la película,” añade el productor Charles Roven. “¿A quién están timando Irving y Sydney – al tipo al que le están quitando el dinero, o a ellos mismos, convenciéndose de lo que están haciendo está bien? ¿A quién engañamos cuando estamos con alguien – estamos con ellos porque los admiramos, o porque los necesitamos?”
“Gran parte de la película va de las diferentes maneras en que nos engañamos entre nosotros y a nosotros mismos,” añade el productor Richard Suckle. “Cuando estás atrapado en un trabajo que odias, o en una relación problemática, te convences a ti mismo de que está bien, de que todo va a estar bien. Todos tenemos que intentar sobrevivir, porque eso es todo lo que podemos hacer. Y eso es lo que los personajes están haciendo en la película.”

‘La gran estafa americana’ comenzó con el guionista Eric Warren Singer, que se acercó a Roven y Suckle para hacer una película sobre el incidente de Abscam para Atlas Entertainment y escribió un guión que le plantó en la lista negra. “Todos los estafadores son narradores excelentes por derecho propio – que es lo que hace que me sienta atraído por ellos,” dice Singer.
Cuando Roven y Suckle le llevaron el proyecto a Russell, sugirió una nueva dirección para éste, alejándose del escándalo y tirando más de memorias personales, recuerdos, sentimientos y su propia imaginación para crear una historia de personajes ficticios.
“Eric hizo un trabajo asombroso, escribiendo un proceso intrigante,” comenta Roven. “Inspirado por esta estafa real pero más extraña que la ficción, David tomó lo que Eric había hecho y lo enfocó hacia una historia de ficción que busca una verdad más profunda sobre la reinvención y la supervivencia.”

El escándalo real comenzó como una operación encubierta del FBI. Preocupado por los delitos de guante blanco – y eventualmente por la corrupción política – John Good y Anthony Amoroso del FBI trabajaron con un estafador, Mel Weinberg, para crear una operación encubierta. Weinberg y el FBI crearon una empresa falsa, liderada por un falso jeque árabe, con el propósito de ofrecer sobornos a oficiales a cambio de favores políticos.
“No tardamos en convencernos de la capacidad de Mel,” dice Good. “Su dedicación fue completa. Ni siquiera diría que era un informador; fue mucho más que un soplón que simplemente da información. Participaba en la operación encubierta. Era un estafador, pero tenía un buen corazón, y había algo de integridad en él – y se comprometió con una operación legítima y fue capaz de conseguir algo estando del lado de la ley.”
Weinberg se convirtió en el testigo estelar en los casos del FBI contra seis miembros de la cámara de representantes y un senador de los Estados Unidos, que fueron condenados por varios cargos. Además, de otros oficiales del gobierno que fueron condenados, entre los que se incluía el alcalde de Camden (Nueva Jersey).
“Creía que el alcalde era un tipo muy agradable,” dice Amoroso. “Quiero decir, su prioridad era ayudarse a sí mismo – pero también estaba intentando ayudar a Camden (Nueva Jersey). Hubo una ocasión en la que estábamos en Atlantic City y un borracho que andaba por el paseo marítimo se le acercó. Este tipo ni siquiera era un ciudadano de su alcaldía, pero se pasó diez minutos hablando con el hombre. Ese era el tipo de hombre que era el alcalde. En este trabajo, hay hombres que no puedes esperar a encerrar y otros que te da pena que se vayan. El alcalde era uno de esos hombres – te daba pena verle marchar, pero ese es mi trabajo.”

Cuando David O. Russell dirige una película, se sitúa justo al lado de la cámara, afinando las interpretaciones, reescribiendo y dando nuevas frases a los actores según ruedan las cámaras, re-articulando las escenas, a veces dirigiendo al operador de cámara con una idea nueva para el rodaje. “La vida es inesperada, ninguno de nosotros sabemos lo que va a ocurrir en cada momento, y las escenas dan esa sensación también,” dice Gordon.
Fue el director de fotografía de la película, Linus Sandgren, quien fue responsable de capturar las imágenes. “David usó unas palabras clave para el look de la película,” recuerda Sandgren. “Quería que los actores fueran cálidos, interesantes y sexy, y quería que nos encantara estar ahí con los personajes. El objetivo era hacer el mundo de estos personajes tan sexy, cool y atractivo como fuera posible – en este mundo loco de mentiras, honestidad, conflictos, amistades, tramposos, amantes, hombres buenos y malos, siempre querrías ser seducido y formar parte de este mundo, pasar tiempo con los personajes, y quererles.”
La manera de hacer esto para un director de fotografía es con la iluminación de la escena. Sandgren explica: “Quería que los actores brillaran de la misma manera en que piensas en el aspecto seductor de los setenta. Hoy todo es tan monocromático, y estaba realmente intrigado por el hecho de que David quería que la película estuviera llena de color. Así que el oro fue un color principal en mi paleta para iluminar – y con frecuencia esa era la luz clave – y siempre añadía colores complementarios, verdes y rosados, para complementar el oro y resaltar lo colorido de las escenas.”
Fue un reto tremendo para Sandgren iluminar una escena en la que Russell quería mover la cámara hacia cada actor. Resolvió el problema de manera creativa. “Estaría de pié en el centro de un set vacío y trabajaba con Judy Becker, nuestra diseñadora de producción, y Heather Loeffler, nuestra diseñadora del set, para poner fuentes de luz prácticas en los interiores, junto a los fondos y entre los actores. Eso hizo que nuestros fondos fueran más ricos, y tuvieran más carácter y encanto. Entonces, para asegurarnos de que cualquier actor al que enfocáramos tuviera suficiente luz, mi gaffer, Patrick Murray, colgó un farolillo chino de un sound boom y lo pasamos por la Steadicam; llenamos la linterna de LEDs, lo que nos permitió graduar la temperatura del color de cálido a frío. Al principio, estaba preocupado con que la cámara capturase la luz en movimiento en las escenas, pero es imposible darse cuenta, porque la cámara y los actores también están moviéndose. Fue una solución genial – podíamos pre-iluminar el set de la manera apropiada, y después controlar la luz cuando teníamos que hacerlo. Funcionó.”

Russell acudió a su colaboradora habitual, la diseñadora de producción Judy Becker, para que diera el look que deseaba a la película. Becker estaba emocionada por la oportunidad. Su investigación, junto con el guión, le dio la inspiración para construir mundos únicos para que los personajes expresaran mejor quienes son. “Esa es una de las cosas que me atrajo al proyecto,” dice Russell.
Pero fue la oportunidad de reunirme con uno de sus colaboradores más queridos lo que la emocionaba – también se sintió atraída a la película por el hecho de que tiene lugar en el Nueva York en los 70. “He estado interesada en meterme en esa época durante mucho tiempo, en parte porque es mi época favorita en la historia del cine,” dice. “Lo gracioso es que estaba sorprendida por el mundo que me vi creando – en vez del Nueva York sucio de los 70 que me influyó, la película adoptó un punto de vista más glamuroso.”
Para una diseñadora, el concepto de Russell de los temas de ‘La gran estafa americana’ añadieron una serie de capas que hicieron que proceso fuera especialmente intrigante; por el hecho de que los personajes están engañando, los diseños no sólo mostrarían quienes son los personajes, pero quienes pretenden y aspiran a ser. La aproximación de Becker se ve mejor en el contraste entre el apartamento de Nueva York de Sydney y la casa de Long Island de Rosalyn.

La película, al tener lugar en los 70, hizo que el diseñador de vestuario Michael Wilkinson tuviera la oportunidad de resaltar el diseño distintivo de la década a través de la moda. Sus diseños recalcaban el tema de la película: personajes que se remodelan, que se transforman en las personas que aspiran a ser.
Wilkinson explica, “Los personajes son absolutamente únicos e increíblemente imaginativos. En el guión, había muchas oportunidades para explorar entornos sociales diferentes, del mundo obrero vibrante y racialmente diverso de Nueva Jersey al ultra-estiloso Upper East Side de Manhattan, pasando por los expansivos suburbios de Long Island. 1978 – el año en que tiene lugar la película – es un año fascinante, porque marca el comienzo de una transición alejándose de las líneas exageradas y realmente flamantes de los 70 hacia un espíritu más limpio de líneas rectas de los primeros 80.”
La ropa juega un papel importante a la hora de definir los personajes de Bale y Adams. De hecho, cada personaje tiene más de 40 atuendos. “Tenía que haber algo en la ropa de Irv que fuera muy atractivo – quieres confiar en él, quieres creerle. Hay un aspecto de su personaje que quiere mantener un perfil bajo. Es Sydney quien empieza a ayudarle a encontrar una manera de presentarse al mundo. Jugamos con muchos textiles preciosos, algunos colores que eran bastante expresivos, combinaciones geniales de chalecos y camisas, rayas y cuadros.”

La música es una parte muy importante de cualquier película de David O. Russell, y ‘La gran estafa americana’ no es una excepción. Con la película ambientada en los 70, Russell y su supervisora musical, Susan Jacobs, mezclan una gran variedad de canciones clásicas, con cortes y giros en temas antiguos populares. “La música tiene que parecer auténtica y no parecer un video musical,” dice Jacobs.

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