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ENTREVISTA CON EL DIRECTOR...
Dado que el énfasis en los temas irlandeses y el folclore es parecido entre sus dos largometrajes, ¿considera que La canción del mar es una continuación de su primera película, 'El secreto del libro de Kells'?...
.- 'La canción del mar' nació de las ideas que se me ocurrieron mientras hacía (El secreto del libro de Kells) y se desarrolló con la mayoría de miembros del equipo artístico, así que en muchos sentidos es una continuación espiritual de la anterior más que una segunda parte o algo así. Hay una sensibilidad similar en el sentido de que el estilo artístico tiene un aspecto muy artesanal, la animación vuelve a ser en 2D y la música es de Bruno Coulais y Kila. Asimismo, la historia se basa en el folclore y las leyendas irlandesas, pero esta vez quería acercarme a un público más joven e intenté hacer una película más personal basada en mis recuerdos de infancia en la Irlanda de los años 80.
Esta vez me esforcé mucho para hacer una película que fuera atractiva para un público muy amplio. Pienso que a los adultos y a los adolescentes les van a gustar las imágenes, la música y la historia, pero quería hacer una película como 'El libro de la selva' o 'Mi vecino Totoro', algo que los espectadores más jóvenes pudieran disfrutar y luego más adelante volver a ver una y otra vez según van creciendo.
¿Cuál ha sido la inspiración de 'La canción del mar'?...
.- Poco antes de empezar la producción de (El secreto del libro de Kells), me fui de vacaciones a la costa oeste de Irlanda con mi mujer y mi hijo Ben, que tenía diez años en aquel entonces. Estuvimos dibujando en la playa cerca del pueblo de Dingle, donde habíamos alquilado una casita, cuando vimos algo inquietante: había cadáveres de focas en descomposición sobre la arena. Preguntamos a nuestra casera y nos explicó que los pescadores locales habían empezado a matar focas debido a que estaban frustrados por la disminución de las existencias de pescado. Por supuesto, es una locura que culpen a las focas cuando el motivo real es la pesca excesiva.
Nos dijo también que esto nunca habría pasado años atrás porque antiguamente había una creencia muy extendida: las focas estaban consideradas como criaturas místicas y traía mala suerte hacerles daño. Muchos pescadores de aquella época creían que las focas encerraban las almas de las personas perdidas en el mar o incluso eran selkies, criaturas que pueden transformarse en humanos. Había oído cuentos sobre los selkies cuando era más joven y empecé a recordarlos durante las vacaciones.
Cuando volví a casa, hablé sobre estos asuntos con Ross Stewart, el director artístico de 'El secreto del libro de Kells'. Me prestó un libro llamado 'The People of the Sea' (La gente del mar), una colección de antiguos cuentos de Irlanda y Escocia sobre la gente-foca.
Empecé a refl exionar sobre lo que estamos perdiendo aparte de los cuentos al abandonar nuestro folklore: el respeto por el equilibrio de la naturaleza y las viejas tradiciones también se pierden. Así que me puse a pensar en qué momento estas antiguas creencias empezaron a desaparecer. Imaginaba que podría haber sido más o menos entonces, cuando mi hijo tenía unos diez años, y comencé a concebir la historia en ese punto, mezclando las diversas infl uencias e ideas de aquel viaje a la costa oeste y la nostalgia de la Irlanda anterior al “Tigre Celta”.
¿Podría describir las infl uencias visuales de la película?...
.- Las influencias fueron similares a las de 'El secreto del libro de Kells', que tenía un estilo que me llevó tanto tiempo desarrollar con el equipo que se convirtió en algo instintivo en mi. Básicamente, solo es posible en animación en 2D. Sobre todo, lo que intentamos aportar a la película fue esa sensación de que la luz y el cielo están continuamente cambiando en Irlanda y su húmeda atmósfera.
Me fi jé mucho en el pintor paisajista irlandés Paul Henry y tuvimos suerte de contar con mi viejo amigo Ross Stewart en la etapa inicial del arte de concepto, enfocada sobre todo en los paisajes irlandeses. El director artístico Adrien Merigeau aportó no solo su estilo personal sino también todas sus infl uencias en el ámbito de las artes plásticas y su experiencia con la fotografía y la ilustración.
Combinamos nuestros puntos de vista a medida que íbamos desarrollando el estilo e incluimos el resultado de nuevas investigaciones sobre las tallas en piedra anteriores al periodo celta.
Estas marcas pictas le recordaron a Adrien a artistas modernos como Klee, Kandinsky y Jean Michel Basquiat, que también incorporó al estilo.