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INFORMACIÓN
Titulo original: The Hateful Eight
Año Producción: 2015
Nacionalidad: EE.UU.
Duración: 167 Minutos
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Género: Western, Comedia
Director: Quentin Tarantino
Guión: Quentin Tarantino
Fotografía: Robert Richardson
Música: Ennio Morricone
FECHAS DE ESTRENO
España: 15 Enero 2016
DISTRIBUCIÓN EN ESPAÑA
Entertainment One


SINOPSIS

Una caravana que incluye a un soldado confederado y una prisionera se ve obligada a desviarse por un temporal de nieve. Ahora hasta que pase la tormenta tendrán que convivir en medio de ningún sitio y creandose la tensión entre ellos...

INTÉRPRETES

SAMUEL L. JACKSON, KURT RUSSELL, JENNIFER JASON LEIGH, DEMIAN BICHIR, WALTON GOGGINS, TIM ROTH, BRUCE DERN, MICHAEL MADSEN, CHANNING TATUM, CRAIG STARK

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- Globos de oro 2016: 3 Nominaciones

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Informacion exclusivaINFORMACIÓN EXCLUSIVA

   'Los odiosos ocho' realizó su prometedor debut el 19 de abril de 2014 como una lectura escenificada en beneficio de Film Independent, una organización sin ánimo de lucro que defiende a los cineastas independientes. El Ace Hotel Theatre, una antigua sala de cine del centro de Los Ángeles, vio cómo se ocupaban las 1600 butacas de capacidad del local cuando los fans de Quentin Tarantino acudieron para una representación en vivo sin precedentes del trabajo más reciente del guionista y director.
  Tarantino se encargó de leer las líneas descriptivas y las de acción de su guion, junto con un galardonado elenco de “habituales” del director, como Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Walton Goggins, Tim Roth, Michael Madsen, Bruce Dern, James Parks, Dana Gourrier y Zoë Bell.
Russell desconocía la escala de la lectura cuando aceptó interpretar a John el Verdugo Ruth. Durante los tres días de ensayos, el actor oyó murmurar a sus compañeros de reparto sobre un “teatro”. Russell recuerda: “Dije: ‘Un momento, ¿de qué estáis hablando?’”.
  “Y entonces me enteré de que íbamos a hacer esa lectura en un teatro con 1600 butacas para la beneficencia. Pensé: ‘Vale, eso es bueno’”, reflexiona Russell. “Era algo especial. Había mucha energía en el teatro. La gente estaba deseando escucharlo”.
  “Tengo un miedo tremendo a los escenarios”, reconoce Tim Roth. “La lectura era como una mezcla de cine y teatro. Fue extraordinariamente divertido. Cuando acabamos, estaba agotado. Todos estaban acelerados, entusiasmados y nerviosos. Quentin montó un buen número y fue todo un espectáculo”.
  “El público se puso como loco”, recuerda Walton Goggins, que interpreta a Chris Mannix, y agrega que había un sentimiento común de orgullo entre los actores tras la lectura: “En ese momento, nos miramos todos y nos sentimos igual: era irrelevante si la película llegaba a hacerse o no. Estábamos allí para vivir una experiencia única en la vida y, si además llegara a hacerse, sería la guinda sobre el pastel”.
  Aunque Tarantino pretendía que la lectura fuera un evento independiente, la abrumadora acogida que recibió inspiró al director a replantearse inmortalizar 'Los odiosos ocho' en celuloide. “La gente se puso en pie para aplaudirnos al terminar la lectura, lo que fue increíble”, recuerda Samuel L. Jackson, que interpreta al mayor Marquis Warren. “Nos miramos pensando: ‘¿Cómo podría no hacer la película después de esto?”.
Aproximadamente unos ocho meses después, comenzó el rodaje de 'Los odiosos ocho' en Telluride, Colorado.

  Cuando el proyecto empezó a salir adelante, Tarantino volvió a contar con los productores Richard N. Gladstein, Stacey Sher y Shannon McIntosh.
  A Gladstein le gustó la universalidad de la historia y las impredecibles y diferenciadas lealtades de sus personajes. “Todas las películas de Quentin cuentan con interacciones humanas exacerbadas y drama humano exacerbado”, opina Gladstein. 'Los odiosos ocho' junta a una serie de personajes y pone a prueba sus lealtades, y los principios a los que pertenecen esas lealtades”.
    El largometraje es un microscopio extraordinario de la condición humana, de las formas que tenemos de identificarnos y de movernos por la vida, de lo que las circunstancias extremas pueden hacer a la gente, y de la naturaleza cambiante de la lealtad y la traición”, opina Sher. “Todo eso viene con el envoltorio de un wéstern invernal muy gracioso y divertido, que resulta muy auténtico y revelador sobre la naturaleza humana”.
  Todos los presentes en la lectura escenificada habrían oído a Tarantino señalar –más de una vez– que 'Los odiosos ocho' se filmaría “en unos gloriosos 70 mm”. Tarantino fue más allá aún: decidió filmar la película en un formato deslumbrante que hacía tiempo que no se utilizaba, llamado Ultra Panavision 70.
  Empleado por última vez en 1966 en “Kartum”, Ultra Panavision 70 utiliza lentes anamórficas (a diferencia de las lentes esféricas tradicionales) para crear una “gloriosa” relación de aspecto panorámica de 2.76:1. El formato Ultra Panavision 70 no se ha usado más que en unas pocas películas, como “Rebelión a bordo”, “El mundo está loco, loco, loco”, “La historia más grande jamás contada” y “La batalla de las Ardenas”.
  “El formato de 70 mm era perfecto para captar este inhóspito paisaje del Oeste, la nieve y la belleza de esos escenarios naturales”, opina Tarantino, que observa que el formato también aporta intensidad a los interiores de la película. “Creo que estos grandes formatos ofrecen más intimidad. Puedes estar más cerca de los personajes. Podía acercarte más e invadir la intimidad de los personajes con su grandeza. No creo que sea un formato pensado únicamente para crónicas de viajes”.
  McIntosh se muestra de acuerdo en que la experiencia panorámica de inmersión enriquece el misterio cuando los Ocho convergen en el interior del negocio de Minnie. “Suceden tantas cosas en el plano con estos personajes que, cada vez que ves una escena, notas algo distinto. Percibes un matiz de un personaje, te das cuenta de una expresión de otro de ellos –a los que llamamos rencorosos- y es sencillamente magnífico. No puedo imaginarme rodarlo de ninguna otra forma”.
  “Tienes ocho personajes, así que, en la habitación, puedes llenar continuamente el plano con todos tus personajes”, comenta Richardson. “Los espectadores pueden ver prácticamente en cada plano dónde se encuentra cada uno de los personajes. La amplitud del cuadro da cierta sensación de claustrofobia, dado que puedes ver todas las paredes. Te sientes más encerrado, y la experiencia de la interpretación se ve multiplicada, en mi opinión”.
  El ancho de la imagen proyectada solo es parte de lo que convierte el Ultra Panavision 70 en el formato preferido. El celuloide capta la profundidad, el color y la luz de maneras que le son imposibles a la imagen digital: “A menudo, con el nuevo mundo digital, la gente opina que es muy nítido”, comenta la productora Shannon McIntosh. “Esto también es nítido y de una forma que resulta preciosa gracias a este formato. Cuesta imaginar que la gente quiera volver a ver imágenes digitales después de esto. Resulta espectacular”.
  “Cuando la gente vea la película, no preguntarán: ‘¿Por qué os molestasteis en rodarla en 70?’”, asegura Tarantino. “Tendrán la respuesta al comprobar lo espléndido que queda, lo íntimo que resulta y lo vívido que es”.
  Por glorioso que resultara rodar en Ultra Panavision 70 para el reparto y el equipo, el auge de la cinematografía digital casi ha reducido a la obsolescencia a la cinematografía tradicional. El año pasado, Tarantino se alió con varios estudios y los cineastas Christopher Nolan y J. J. Abrams para brindar su apoyo a Kodak, lo que permitió a la compañía seguir produciendo película fotográfica. A su vez, el apoyo de Kodak fue esencial para hacer realidad el film.
  Abrir nuevos y viejos caminos no fue tarea fácil. Una vez que Tarantino y el director de fotografía Robert Richardson decidieron seguir adelante con Ultra Panavision 70, Bob Harvey, Jim Raudebush y Dan Sasaki, de Panavision, se reunieron y restauraron material que forma parte de la historia del cine. Panavision sacó quince lentes de su almacén y exposiciones, entre ellas lentes utilizadas en la secuencia de la carrera de cuadrigas de “Ben-Hur”, y las reconstruyeron para su uso con cámaras actuales.
  La decisión de utilizar Ultra Panavision se tomó cuando Richardson y Tavenner fueron a realizar pruebas a la sede de Panavision. Richardson se topó con un archivo de lentes de Ultra Panavision y preguntó a Dan Sasaki, de Panavision, si había alguna forma de poner al día las lentes de modo que pudieran usarse con cámaras modernas.
  Sabiendo que las lentes tendrían que funcionar en condiciones extremas, Sasaki, Richardson y el primer ayudante de cámara Gregor Tavenner llevaron a cabo una serie de pruebas para comprobar que las lentes pudieran soportar el frío y la humedad. “En general, era increíble que pudieras llevarte esas lentes por ahí y que funcionaran casi a la perfección. Fue como descorchar una botella de vino tinto verdaderamente cara de los 50”, postula Tavenner.
  Las lentes antiguas superaron las expectativas y recordaron al reparto y al equipo la riqueza que el proceso aportó a las épicas obras maestras panorámicas de la década de 1960. “Es un verdadero placer estar filmando en un formato que hace justicia a la fotografía de exteriores. Por fin, tienes un sistema de cámara que puede grabar los detalles en toda su gloria. Permite acceder a mucha más información en la película. Queda realmente precioso, y recuerda en parte a ese asombro que todos sentimos de niños al ver esa gran imagen proyectada en una sala de cine”, opina Tavenner.
  Panavision facilitó aún más el rodaje al crear bobinas de 2000 pies (609,6 m), lo que permitió grabar escenas completas antes de que la cámara se quedara sin película (el estándar de la industria para 65 mm son bobinas de 500 pies (152,4 m)). Esas bobinas de 2000 pies (609,6 m) se inventaron específicamente para 'Los odiosos ocho'. “No quería tener que rodar a intervalos cortos. Tengo muchas tomas importantes de interpretación y quería poder hacer las escenas de principio a fin. Podía hacer tomas largas de interpretación y mantener la integridad de la toma de principio a fin, porque hago muchas escenas de cinco, seis y siete minutos. Panavision estaba totalmente con nosotros y lo que pretendíamos hacer. Fue estupendo, porque no lo veían como una película más, lo veían como una película al estilo clásico”, comenta Tarantino.
  La experiencia cuenta con una obertura exclusiva compuesta por el legendario Ennio Morricone. Tarantino se desplazó a Roma para hablar con el compositor una vez terminado el rodaje el pasado verano. Por desgracia para Tarantino, Morricone ya estaba ocupado con otro proyecto y no pudo comprometerse con la película, aunque el compositor comentó que se había sentido inspirado para componer un tema tras leer el guion. Decepcionado pero comprensivo, Tarantino continuó su reunión con Morricone, aunque la conversación derivó entonces hacia una simple charla informal. Al día siguiente, el incansable Morricone le dijo a Tarantino que había compuesto otra pieza para el filme. Y así fue como, poco a poco, Morricone fue construyendo la tensa y evocadora banda sonora de 'Los odiosos ocho'.

   Elegido por sus deslumbrantes e inmaculadas vistas, el tramo de Telluride de las Montañas Rocosas de Colorado fue donde se levantó la Mercería de Minnie, la parada de montaña donde convergen “los Odiosos Ocho”. La tienda se construyó en el rancho familiar Schmid, en Wilson Mesa.
  “Cuando llegamos allí, vimos esa montaña [el pico Wilson], y nos imaginamos dónde podía estar la parada, ya no había otro sitio posible”, recuerda McIntosh. “Las montañas y las vistas de la zona de Telluride son realmente espectaculares. Los álamos temblones que hay allí, que se convierten realmente en otro personaje más de la película, son asombrosos. No podías visualizar encontrar algo así en ningún otro lugar. Telluride fue un lugar verdaderamente extraordinario para rodar la película”.
  “Para hacer un wéstern invernal, brutal e implacable se necesita un terreno invernal, escabroso, implacable, frío y propio del Oeste, y buscamos por todas partes”, aporta Sher. “La proximidad de las Montañas Rocosas de Colorado para hacer las veces de Wyoming daba realmente la sensación de que los personajes iban a pasar por momentos difíciles, y que habría circunstancias que serían magníficas, impresionantes, aterradoras y definitivamente implacables”.
  Tras decidirse por una localización, Yohei Taneda, diseñador de producción responsable de la “Casa de las Hojas Azules” de “Kill Bill”, diseñó la tienda de Minnie. Taneda, que es un gran fan de los wésterns, estaba encantado de dejar su huella en el género. “Yo era un gran fan del cine del Oeste porque mi padre era un gran fan del cine del Oeste”, explica Taneda. “Raíces profundas” es mi película favorita. La tienda es muchas cosas a la vez: una droguería, un bar y un restaurante”.
  Ciertamente, “mercería” es un nombre poco apropiado: “Debería ser más o menos un lugar donde se hacen sombreros, pero leí el guion y se describe como cualquier cosa menos una fábrica de sombreros”, comenta el director artístico Richard Johnson.
  “Cada rincón del local está cargado de detalles y texturas, y a los actores les encanta”, observa Sher. “Abres un cajón y encuentras cosas dentro. No hay nada en ese set que no parezca absolutamente real”.
  “Después de doce semanas de rodaje, podías pasear por el set y seguir descubriendo pequeños detalles nuevos en las estanterías, y esas botellas extrañas, o cartuchos de rifle, o ingredientes de comida, o especias. Parece ser exactamente como debería. Han creado un mundo que creo que resulta creíble, interesante y dinámico”, aporta Gladstein.
  Mientras Taneda y su equipo construían la tienda de Minnie, la diseñadora de vestuario Courtney Hoffman creó la imagen característica de cada uno de los personajes que componen el variopinto elenco. “No hay más que 16 personajes y todo sucede en un solo día, pero había infinidad de posibilidades porque tuve ocasión de desarrollar todos esos arquetipos del cine del Oeste”, explica Hoffman. “Quentin es audaz y toma decisiones que te asustan cuando te enteras de ellas y, por supuesto, siempre son perfectas”.
  “Courtney Hoffman tuvo que crear vestuarios que resultaran emblemáticos, como todos los vestuarios y los personajes de todas las películas de Quentin”, aporta Sher. “Siempre resultan sumamente emblemáticos, y alucinantes, y luego todo el mundo quiere llevarlos y vestir como ellos. También tenían que ajustarse al período histórico, y ser apropiados para las circunstancias y además funcionales. Se le ocurrieron esas increíbles siluetas, y personajes geniales, alucinantes, vívidos e indelebles que no se te olvidarán. Recuerdas lo que llevan, sus fantásticos abrigos, sus siluetas y resultan al mismo tiempo románticamente reales”.
 
  El rodaje de 'Los odiosos ocho' empezó el 7 de enero de 2015 con un reparto estelar, compuesto fundamentalmente por veteranos del cine de Tarantino: Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Walton Goggins, Michael Madsen, Bruce Dern, Tim Roth, James Parks, Zoë Bell. De los ocho del título (Jackson, Russell, Leigh, Goggins, Madsen, Roth, Bichir, Dern) únicamente Jennifer Jason Leigh y Demian Bichir no habían trabajado antes con Tarantino.
  Jackson interpreta al mayor Marquis Warren, un cazarrecompensas que se presenta a los espectadores vigilando una pila de cadáveres de los que pretende cobrar recompensa cuando llegue a Red Rock. “El mayor Warren es un antiguo soldado de caballería y esclavo. Se alistó durante la guerra para matar. Sigue siendo ese tipo. Es más listo de lo que la mayoría de la gente cree. No es un tipo de pocas palabras. Es hombre de muchas palabras, pero solo las utiliza cuando le hace falta. Es de gatillo fácil. Prefiere matarte a tener que hablar contigo”, explica Jackson sobre su personaje.
  “Tienes a ocho personas muy distintas, todas ellas muy peligrosas a su estilo, y cada una de ellas más o menos odiosa. Va a ser un juego divertido para los espectadores, que cada cual preferirá a uno u otro personaje”, opina Jackson.
  Bob Richardson sostiene que hay un vínculo indeleble entre Tarantino y Jackson. “Su interacción es excepcional, porque se conocen desde hace mucho tiempo. Quentin siente un profundo respeto por Sam y Sam siente el mismo respeto por Quentin. Son dos de los mejores del negocio. Es una relación extraordinaria”, proclama Richardson.
  El mayor Warren llega a un acuerdo para viajar a Red Rock con John Ruth y Daisy Domergue, interpretados por Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh, respectivamente. A diferencia de Warren, interpretado por Jackson, John el Verdugo Ruth entrega a los fugitivos que captura vivos. Lleva a Daisy, su prisionera, encadenada a él en todo momento. “Cuando John te atrapa, se asegura de que vayas a juicio, te juzguen, te condenen y luego te cuelguen. Se queda a ver, para comprobar que te cuelgan. Es alguien que se ha hecho conocido por su afición a la ley”, explica Russell.
  Por suerte, Russell y Leigh se llevaron estupendamente. “No hay otra persona en el mundo a quien preferiría estar encadenada, lo digo sinceramente”, afirma Leigh sobre la particular experiencia de tener que interpretar sus escenas con Russell mientras estaba sujeta a su cadera. “Bromeamos diciendo que era como un matrimonio. El matrimonio más disfuncional posible. Es como ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?’ en el Salvaje Oeste”, bromea Leigh.
  “No tiene miedo a casi nada y tiene agallas, es un poco salvaje, a su estilo”, aporta Leigh sobre su personaje.
 Quiso la suerte que Leigh se encontrara entre el público presente en la lectura escenificada en el Ace. “Fue sensacional”, recuerda Leigh.   “Estábamos entusiasmados de estar allí, porque se trataba de algo que nunca se ve. Nadie escribe como Quentin, así que fue una noche muy emocionante en el teatro”.
  “Jennifer Jason Leigh no le tiene miedo a nada”, opina Sher. “Está dispuesta a ir donde sea, probar lo que sea, llegar hasta el final y, por consiguiente, su personaje nunca deja de deparar sorpresas a lo largo de todo el viaje”.
  Tarantino hizo un pequeño ajuste a su guion justo antes del rodaje que exigía que Leigh tocara la guitarra y cantara una canción. Leigh, que no había tocado nunca ese instrumento, puso todo su empeño y aprendió rápido. Cuando no estaba rodando, se dedicaba a practicar. “Me encantó”, recuerda. “Aprender a tocar un nuevo instrumento tiene algo que te obliga a concentrarte en serio, y más con un instrumento tan completo, la verdad”.
  “Tuve un profesor de guitarra estupendo, que tenía formación clásica. Eso me resultó muy útil para el punteo, porque había mucho punteo”, prosigue Leigh. “Quentin dijo: ‘Sé que puedes hacerlo’. No le preocupó ni un segundo. Eso te infunde mucha fe en ti misma”.
  A lo largo de su viaje, Warren, Ruth y Domergue se cruzan con Chris Mannix, interpretado por Walton Goggins. Goggins comenta: “En resumidas cuentas, Chris Mannix es un tipo que se encuentra en mitad del camino, en plena tormenta de nieve, buscando transporte. Atrae la negatividad. Es una persona que puede encender una cerilla en una habitación y marcharse, y provocar un buen jaleo”.
  Jackson recuerda la entrega de Goggins a su papel: “Walt no tiene miedo en lo que hace. Fue el primero que no necesitó el guion para interpretar. Ni siquiera lo necesitó en la lectura”.
  “Esta es una historia de mentirosos, y trata sobre mentiras. Trata sobre gente que quiere seguir adelante con sus vidas, pero no pueden. Trata sobre claustrofobia, y trata sobre cosas que nunca llegan a cumplirse”, observa Goggins.
  Cuando la diligencia llega al local de Minnie, los viajeros se encuentran con un grupo de desconocidos capeando el temporal. Demian Bichir interpreta a Bob, a quien Minnie deja al cargo del negocio mientras ella está fuera. Bichir señala que todo da un giro cuando ya conocemos a los ocho: “Es una gran reunión maravillosa en el infierno, si pensamos que el infierno es una pequeña cabaña en mitad de una ventisca, en la que nada es lo que parece”.
  “Puede tomar una palabra y hacerla graciosa, y aterradora, y digna de citarse, y memorable, porque pone mucho de sí mismo y de su magnetismo e inteligencia personal”, sentencia Sher sobre Bichir.
  Como con Leigh y la guitarra, el guion de Tarantino exigía que Bichir tocara el piano. “El guion dice que Bob toca ‘Noche de Paz’ con un dedo. Pensé, eso debería ser fácil. Pero entonces aprendí a tocar ‘Noche de Paz’ al estilo clásico y luego empecé a jugar con ello”.
  Bichir grabó tres versiones distintas de “Noche de Paz” y envió las distintas opciones, de diversa complejidad y dificultad, a Tarantino. “Pensé que iba a venir y me iba a decir: ‘Creo que es mejor que toques la flauta, o el ukulele’, o algo así”, bromea Bichir. En vez de eso, a Tarantino le gustó mucho el elaborado arreglo de Bichir, que siguió practicando incansable hasta que se filmó su escena.
  Michael Madsen, que interpreta al vaquero Joe Gage, encontró que hay elementos cercanos en los conflictos que surgen entre los ocho. “Trata sobre la sociedad. Trata sobre las barreras psicológicas que tienen las personas entre ellas. Trata sobre amistadas y traiciones. Trata un montón de temas con un sombrero vaquero puesto”, comenta Madsen.
  Madsen disfrutó viendo cómo se desarrollaba la acción, incluso cuando no le tocaba rodar una escena. “Todos los personajes son muy distintos entre sí. Es maravilloso ver a todos descubrir a sus personajes. Me encantó ver sobre todo a Tim Roth y Samuel L. Jackson. Estaban en vena”.
  Tim Roth interpreta a Oswaldo, el verdugo británico de Red Rock. Roth estaba encantado de tener la oportunidad de volver a interpretar diálogos de Tarantino. “No hay nadie que escriba como Quentin. Los malos diálogos son difíciles de asimilar. Cuesta aprendérselos porque es como si, mentalmente, te rebelaras contra ellos de algún modo puedes. Este sin embargo va como la seda. Tiende a escribir pensando en ti pero, incluso si te metes en un papel hecho para otro, fluye con facilidad”.
  Bruce Dern interpreta al general confederado Sanford Smithers. “Es un recuerdo de una época que ya no existe. Se ha vuelto obsoleto. Intenta descubrir qué va a hacer con el resto de su vida. Ha perdido a su mujer, la guerra ha acabado, su hijo ha desaparecido... Es el personaje más sincero en cuanto a de dónde viene y adónde va”, opina Dern.
  El célebre actor comenta que la experiencia de tomar parte en una película de Tarantino le enseñó alguna que otra cosilla: “Creo que es el único director sobre el que ahora podría decir: ‘Estoy licenciado por la Universidad de Tarantino’, porque es una educación completa en realización cinematográfica, interpretación y todo lo demás”.
  James Parks, Zoë Bell, Lee Horsley, Dana Gourrier, Gene Jones, Keith Jefferson, Belinda Owino y Channing Tatum completan el elenco.
Bell interpreta a Judy Seis Caballos, cuyo nombre deriva de su capacidad para hacerse con el control de un carro tirado por seis caballos. “Cuando lo leí, al tratarse de Quentin, pensé: ‘Oh, va a querer que lo haga de verdad’. Y eso significaba que yo tendría que aprender a hacerlo. Puedo decir con toda sinceridad que ha sido la habilidad más complicada que he tenido que adquirir en toda mi carrera”.
“No te estás comunicando con un solo animal más, sino con seis a la vez. No hablan humano y yo –y no es que no lo haya intentado– no hablo caballo”.
  James Parks conduce el otro carro de seis caballos de LOS ODIOSOS OCHO. “Es una habilidad que ya no se enseña, y mucho menos a actores. Se necesita mucho tiempo para pasar de un caballo a dos, a cuatro y a seis”, explica Parks.
“Moví todos los hilos que pude para participar en esta película”, afirma Channing Tatum. “Estaba dispuesto a hacer lo que fuera, y a esas alturas ni siquiera había leído el guion”.
  Como fan del cine de Tarantino, fue un honor para Tatum incorporarse a un reparto de habituales de Tarantino. Tatum comenta: “Es muy especial. Pasas a formar parte de los veteranos de Quentin Tarantino, en cierto modo. Cuando llegué a la primera mesa italiana, podía sentir una auténtica camaradería que solo la gente que ha trabajado ya con Quentin podría tener”.
  “Minnie es una fiera”, explica Dana Gourrier sobre su personaje. “No tiene reparos en ser quien es, ni en decir lo que siente sobre cualquier cosa. Es una mujer alucinante. Creo que es importante señalar que esto se desarrolla poco después de la Guerra de Secesión y que una mujer fuera propietaria de un inmueble era algo gordo. Y lleva ese negocio. Es suyo. Eso me resultó emocionante”.
“No puedes evitar sonreír al verla, porque siempre está sonriente”, aporta Tatum sobre Gourrier. “En cuanto la ves, es inmediato. Supongo que por eso la eligió Quentin, porque es como Minnie. Es una persona muy dulce en un mundo muy duro”.

   Un invierno suave amenazaba con dificultar un rodaje que necesitaba una tormenta de nieve. Los productores de la película tenían pensado rodar en el interior del puesto de Minnie cuando hiciera buen tiempo y rodar fuera cuando nevara. La nieve se tomó su tiempo pero, al final, acabó llegando.
  El reparto se mantuvo de guardia, en caso de que cambiara en algún momento el tiempo. La altitud y el frío eran pan comido comparados con el efecto psicológico de tener que esperar a la Madre Naturaleza. “No era tanto el aspecto físico; eso se podía aguantar”, recuerda Roth sobre el reto de esperar a que nevara. “Era el tiempo, no estábamos seguros si íbamos a conseguirlo o no”.
  A sugerencia de algunos de los representantes electos de Telluride, el equipo de rodaje participó en una quema de esquís, una tradición local con la que se pretende traer a la región la nieve que tanto necesitan. Buena parte de los actores participaron, junto con lugareños y empleados de estaciones de esquí cercanas. Una enorme tormenta de nieve llegó justo a tiempo para que el equipo pudiera terminar el rodaje.
  Tras su estancia en Telluride, el equipo de rodaje se trasladó a los Red Studios de Los Ángeles. Allí, se utilizaron unidades de refrigeración para que el plató reprodujera las condiciones de frío de Telluride. “Creí que echaría de menos las adversidades a las que tuvimos que hacer frente en Colorado. Pero mira tú por dónde, llegamos a Los Ángeles y ese maldito plató está a un grado bajo cero”, comenta Goggins. “Aquí hace más frío del que hizo nunca en Colorado. Así lo quiere Quentin. Quiere que la gente lo sienta, y el aliento no es artificial. Quiere ver tu aliento”.
  Por ambicioso que sea el wéstern de Tarantino, McIntosh encontró que la experiencia sirvió para que el director recuperara su mejor forma. “Creo que ha vuelto a esa primera vez en que tuvo ocasión de hacer una película. Está tan feliz, tan encantado con lo que hacen sus actores cada día con sus diálogos. Es como el niño en la tienda de caramelos que nunca tiene suficiente y su entusiasmo es contagioso”.
  Pese a las dificultades de rodar en una nevera o a bordo de una diligencia en una ventisca, ninguno de los actores cambiaría por nada del mundo ninguno de sus 90 días de rodaje de 'Los odiosos ocho'. “Esta es la clase de circo que esperabas encontrarte al meterte en el mundo del cine”, afirma Russell. “A Quentin le encanta lo divertido que puede ser el proceso, hasta tal punto que no solo resulta contagioso, sino que resulta realmente divertido”.
 

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