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NOTA DE LAS DIRECTORAS...
Este proyecto nace de un sentimiento compartido antes de comenzar nuestro último año de universidad: queríamos mostrar una chica que, en su primer año de universidad, conoce nuevas maneras de relacionarse y las confronta con las inercias que mantiene con sus amigas del colegio.
A partir de este retrato, queríamos transmitir una sutil sensación de ruptura que, de alguna manera, corresponde al momento en el cual lo que queda del mundo de la infancia entra en conflicto con el inevitable paso a la edad adulta. Para rodar esta historia, escogimos cuatro chicas que no tuviesen conexión entre sí, y les propusimos que viviesen estos sentimientos de la manera más auténtica.
A lo largo de los meses provocamos encuentros y experiencias hasta que formaron un grupo real de amigas, con sus complicidades e historias comunes. Partimos de esta metodología de creación fílmica con la cual nos apetecía trabajar, o con la que necesitábamos trabajar, para explorar nuestras posibilidades.
Partiendo de un planteamiento narrativo fuimos materializando el relato junto con las actrices y protagonistas, y en sincronía con las vivencias que se iban creando. De esta manera, en la parte final de la película, durante el viaje a la casa en la Costa Brava, se acaba manifestando esta primera fisura o distanciamiento que nace en Àgata con el descubrimiento progresivo de su propio mundo: había conocido a sus amigas demasiado pronto porque no se conocía a sí misma. Si las conociese ahora, esa amistad no existiría.