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NOTAS DE LA DIRECTORA...
'Most beautiful island' es una exploración intimista de la soledad, la identidad y el descubrimiento. La historia se basa en mi propia experiencia de joven inmigrante española en la ciudad de Nueva York. Como muchos otros jóvenes europeos, quería vivir el “sueño americano”, aunque tampoco tenía muy claro qué significaba exactamente. A medida que iba pasando el tiempo y mis pocos ahorros iban desapareciendo, me vi sola en Nueva York, sin dinero, con un visado caducado, pocos conocimientos de inglés y pocas perspectivas. Una agencia de modelos accedió a patrocinarme y me gasté los últimos ahorros que tenía en los gastos de admisión. Durante los meses siguientes, aprendí a sobrevivir a base de bagels y trabajos varios, mientras esperaba que llegara mi visado y unas vacaciones. Fueron tiempos en los que me sentía desesperada y vulnerable tanto física como emocionalmente.
Un buen día, una mujer me llamó para ofrecerme un trabajo para esa misma noche. Una chica que acababa de conocer le había dado mi número. El trabajo parecía fácil: solo tenía que asistir a una fiesta vestida con un disfraz de Halloween y al final de la noche, me pagarían en efectivo. A medida que fue avanzando la noche, me fui dando cuenta de que me habían engañado –o a lo mejor no había entendido lo que la mujer me había contado por teléfono– y me vi en una situación peligrosa. Lo que ocurrió aquella noche me inspiró para escribir 'Most beautiful island'.
Aunque la historia de la lucha de Luciana y el juego de muerte en el que se ve envuelta involuntariamente como participante son ficción, quería que el espectador los percibiera como reales e inmediatos, de la misma forma que yo había sentido la ansiedad y la vulnerabilidad durante esos momentos difíciles. Por ello, elegí rodar la película mezclando actores profesionales con personas que no fueran actores, en situaciones improvisadas y fluidas. Tomé dos decisiones técnicas importantes –trabajar con película de Súper 16 y rodar tantas escenas como se pudiera en toma única– que contribuyeron al tono intimista, inmediato y crudo de la película y que creo que transmiten la condición estética y emocional de la relación de la protagonista con el apabullante nuevo entorno en el que se encuentra. Para dar autenticidad, en las escenas finales se usaron arañas reales, bajo supervisión profesional, para que los actores se enfrentaran a sus miedos reales a estos animales. Esta sensación de tensión e inmersión se resalta y se pone de relieve a través del tono sobrio –serena combinación de los muchos sonidos de las calles de Nueva York– que se va desarrollando con la percepción del personaje y su creciente ansiedad a lo largo de la película.
Soy actriz desde que era adolescente en España y siempre soñé con dirigir una película, como una forma de expresión y como medio para refinar mi trabajo como actriz. En 2011, decidí que la forma más segura de hacer realidad ese sueño era escribir y financiar mi propio proyecto independiente. En ese momento decidí recurrir a mi propia historia y empecé a escribir Most beautiful island. Terminé el primer borrador del guion rápidamente y decidí rodar una escena como prueba conceptual y como herramienta para conseguir financiación. Se rodó en un día en mi apartamento con amigos que me dedicaron su tiempo y fue un paso crucial para la evolución del proyecto por muchas razones. Las imágenes eran geniales y la fluidez de la edición final constató mi visión del proyecto desde el punto de vista estético y conceptual. Además, la reacción positiva de algunos espectadores de confianza me dió el empuje necesario para seguir adelante con este proyecto ambicioso como productora, protagonista y directora. También fue enormemente importante rodar esta secuencia porque, junto con el director de fotografía Noah Greenberg, establecimos la base estética de la película. Con el guion y la secuencia completados, empecé la tediosa labor de financiación del proyecto a través de fuentes privadas. Tras cuatro años, finalmente conseguí la financiación necesaria para rodar una versión simplificada de mi guion en película, tal y como siempre había soñado.
Mis principales influencias a la hora de hacer cine son John Cassavetes, los hermanos Dardenne, Krzyztof Kieślowski, Andrea Arnold y la película de Cristian Mungiu '4 meses, 3 semanas, 2 días', gran influencia a la hora de concebir 'Most beautiful island'. Las películas de todos ellos son sobrias e intimistas y crean un mundo en torno al protagonista que engancha desde el primer momento. Lo que intento conseguir con 'Most beautiful island' es expresarme de la misma forma con mi propia voz: inspirándome en todos ellos y canalizando mi propia historia personal y visión creativa.