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NOTAS DE LOS DIRECTORES...
ANA SCHULZ:
Entre todas las historias extravagantes de mi familia, hay una que siempre destacó sobre las demás: la de mi padre y el hombre que le espió. "Mudar la piel" es el intento de entender a través del cine, el misterio que encierra su amistad.
Muchas son las preguntas que me azuzaron durante el proceso por qué Juan, mi padre, no siente la punzada de la traición, por qué no acepta la ceguera en la que vivíamos ni se ofende ante el agravio de la traiciónde Roberto, el espía? Por qué Roberto siempre ha atrapado tanto mi mirada? De dónde procede esa capacidad de tomar las riendas de toda situación? Roberto era una presencia estable en el salón de mi casa, el amigo bullicioso al que de niña obsevarba de cerca sin disimulo y con suspicacia adolescente después.
Ahora vuelvo a observarle de adulta, porque quiero descubrir quién es verdaderamente, desentrañar sus motivaciones y comprender sus mecanismos. Por otro lado, no puedo negar que en esta película he tenido la voluntad muy clara de situar históricamente la aportación política que Juan hizo con su trabajo durante toda la década de los noventa. Cómo trató honestamente y por todos los medios acercar las posturas e impulsar procesos de paz, y cómo hubo intereses y herencias políticas que estaban por encima que lo impidieron, porque la paz no era rentable.
CRISTÓBAL FERNÁNDEZ:
Como buen espectador apasionado por el cine siempre me han gustado las películas espías. Sin duda, el cine ha representado al espía multitud de veces y lo ha convertido en uno de sus grandes personajes. Hay películas increíbles en este sentido como "La conversación" de Coppola. Pero en "Midar la piel" teníamos la oportunidad de filmar a uno de verdad. Cómo podíamos trabajar esa figura desde un acercamiento documental= De qué manera retratar en profundidad a un personaje tan esquivo? Esta incognita se convirtió rápidamente en una de nuestras obsesiones y en uno de los retos de la película. Sin duda todos interpretamos diferentes papeles en nuestras vidas. Como en el teatro teneos diferentes identidades según a qué yo representemos. Pero a diferencia de los demás el espía es consciente de los papeles que interpreta en cada momento. Es un profesional de la identidad. Por esa razón, la sombra de esa duda acechaba cada vez que filmábamos con él. Teníamos la continua sensación de que el misterio del personaje se deslizaba entre nuestras manos. Por eso en "Mudar la piel" sentimos también la necesidad de hablar sobre el proceso de construcción de nuestra película, de la manera en la que tratábamos de filmar al espía. Hay una parte de ensayo autoreflexivo que nos interesba también explorar si queríamos hacer un retrato que trascendiera las apariencias.
Al final esa mezcla de película de género, de thriller y documental reflexivo, de película familiar y película política constituye sin duda el corazón de nuestra película.