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SINOPSIS
Ramona vive en un pueblo gallego bajo el status quo de su familia y lugar de trabajo. Siempre dispuesta a sacrificar todo por el futuro de su hija, se verá empujada a mirar hacia adentro y pensar que, tal vez, podría haber algo nuevo por lo que vivir...
INTÉRPRETES
MARÍA VÁZQUEZ, SANTI PREGO, SUSANA SAMPEDRO, SORAYA LUACES, FRANCISCA IGLESIAS BOUZÓN, TATÁN
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CÓMO SE HIZO
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PREMIERE
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NOTAS DEL DIRECTOR...
Matria se inspira en la vida de Francisca Iglesias, una heroína anónima que cuidó a mi abuelo durante los últimos años de su vida y con la que mantengo una íntima amistad. Una mujer con una vida compleja a la que nunca se le permitió mostrarse tal como es. En la casa de mi abuelo no encontró el hogar perfecto, pero sí un lugar donde ya no sentía la necesidad de protegerse.
Fue su historia personal, por la que siento una admiración sincera, la que me llevó a empezar a escribir.
Rodamos su lucha diaria en mi cortometraje Matria, en el que la propia Francisca interpretaba el papel principal.
El formato corto nos obligó a enfocarnos en solo algunos aspectos de su vida y dejar a un lado un universo rico y convulso, que es en el que decidí seguir profundizando en mi primer largometraje.
Un elemento esencial de ese universo es la comedia, pues Francisca tiene una habilidad especial para narrar y mofarse de sus propias miserias. Es su particular mecanismo de defensa que, a mi personalmente, siempre me hace reír. Una risa profunda y sana que me gustaría trasladar a la audiencia y que, tal vez, nos sirva a todos para ver nuestras propias desgracias y carencias con más sentido del humor.
Me atrae filmar lo que no quiere ser filmado. El misterio y la lucha de los personajes contra la cámara, que a veces quiere mostrar demasiado. La película muta a medida que avanza, con un solo objetivo: la consecución de un nuevo comienzo por parte del personaje principal.
La intención es la de acompañar esta transformación a nivel narrativo con el aumento progresivo del tiempo que dedicamos a explorar el interior de la protagonista.
A nivel interpretativo, con una actuación que pasa de sustentarse en la impulsividad de la acción a incorporar la reflexión. Por último, a nivel visual, con una imagen que empieza comprimiendo a la protagonista pero que se va abriendo poco a poco. Filmar y hacer que todas estas transformaciones casen de una manera orgánica y sutil me parece un hermoso desafío.
Quería trabajar con un equipo artístico que mezclase intérpretes sin experiencia previa con actores profesionales que pudieran mimetizarse con la forma de hablar, de moverse y de entender la vida propias del lugar donde rodamos, las Rías Baixas. La entonación y el lenguaje corporal son tan importantes como la correcta pronunciación de los diálogos y la técnica actoral.
Creo que es importante llevar esta historia a la pantalla porque necesitamos que personas como Ramona den un paso adelante. Tenemos que mirarnos en el espejo, cuestionar lo establecido y repensar nuestra realidad más inmediata. Me parece fundamental mantener una actitud de cambio y tener la esperanza de que, sino el motor, una obra pueda ser la semilla de algo positivo. Matria lleva implícito un deseo de liberación.
Hemos decidido titularla Matria porque es la palabra que mejor describe la esencia de la película. En Matria conviven el peso de la realidad y la influencia del mito, el carácter de un territorio y la universalidad de su naturaleza, el relato personal de una mujer y la historia de todo un territorio.
ENTREVISTA AL DIRECTOR...
En 2017 filmaste un corto con el mismo título y protagonizado por Francisca Iglesias Bouzón. ¿Querías volver a esta historia desde entonces?...
Siempre había querido hacer un largometraje, antes incluso de trabajar en el corto. Quedaban muchos aspectos de Ramona por explorar. Francisca es mi amiga y, a pesar de que ya no es la protagonista [ha sido sustituida por María Vázquez], sigue formando parte de la película. Ella fue la primera en la que pensé para el papel, pero después de haber trabajado en el corto, no estaba segura de poder hacer el largo porque fueron unos días muy intensos. Ahora ya sabe lo que supone trabajar en un rodaje y ella no se encuentra bien físicamente. Lleva trabajando toda la vida, desde los 8 años.
Las dos estuvimos de acuerdo en dejar la película en manos de otra persona. Francisca está muy contenta con la elección de María. Lo consulté con ella antes que nada para que siguiera formando parte de todo el proceso.
En el corto decidí centrarme principalmente en las dificultades del día a día de Ramona. No había tiempo para explorar la relación con su hija o su marido. Recuerdo que pensé: “Tengo que sacarla de ese bucle”, así que quería darle la oportunidad de poder salir de ahí. Ese era mi principal objetivo.
La película está basada en hechos reales, y no solo eso: son hechos que sucedieron en tu familia...
Francisca empezó a trabajar en la casa de mi abuelo cuando falleció la mujer de este, mi abuela, hace más de una década. Estaba muy deprimido y no quería salir mucho, pero ella irrumpió en su casa con la energía de un tornado y le devolvió las ganas de vivir. Durante esa época, pasé mucho tiempo con ellos y pude presenciar esa ternura tan natural que desprende y su desbordante generosidad. Al principio, yo no sabía mucho de ella. Solo conocía su forma de ser, su actitud. Con el paso del tiempo, nos fuimos conociendo y comencé a admirarla aún más a cada día que pasaba.
Me encanta estar con ella, me hace reír mucho.
Cuando algo me preocupa, hablo con ella y desaparecen todas mis preocupaciones. Tiene ese poder. Me ayuda a ver las cosas con perspectiva. Es muy terapéutico. Creo que los dos proyectos me han servido como excusa para pasar tiempo con ella y quiero rendirle homenaje mediante la única manera que conozco. Quería que sintiera que todos la vemos, porque muchas veces no lo siente. A menudo me dice que se siente invisible.
Ramona está siempre corriendo de un sitio a otro, haciendo un millón de cosas a la vez. Hasta habla rápido. A veces, verla así puede poner nervioso al espectador...
En la realidad, sus días son así. Quería que el espectador sintiera ese frenesí. La película es como una montaña rusa que va bajando el ritmo gradualmente, cuando Ramona empieza a mirar en su interior. Al principio, se desvive por los demás, pero también tiene que aprender a prestar atención a sus propias necesidades. Cuando grabamos el corto, le pregunté a Francisca qué pensaba que pasaría si parase y ella me respondió que era mejor que no lo hiciese. De cierta manera, ella necesita ese incansable ritmo para sobrevivir. De lo contrario, empezaría a pensar en sus problemas y se vería sobrepasada.
Da la sensación de que la persigues con la cámara. ¿Cómo querías rodarlo?...
Lucía C. Pan, mi directora de fotografía, y yo queríamos que el espectador se sintiera inmerso en el corto. Quisimos adaptar eso a la actuación y no al revés. Quería estar lo más cerca posible de Ramona, de sus movimientos. Transmite mucho con su cuerpo y sus expresiones faciales. Puedes ver lo que siente.
Lucía y yo teníamos un par de reglas. Una era la simplicidad. Pensábamos en cómo grabar las escenas en las menores tomas posibles. La otra era la flexibilidad. Intentamos ser abiertos y adaptarnos a lo que tuviéramos delante. Siempre le pido a Lucía que reflexione antes de empezar a grabar y que luego siga su instinto, que se le da fenomenal.
Consigue mirar a estos personajes con una compasión muy real.
Es complicado tener sentido del humor cuando sientes que te estás hundiendo, pero eso es precisamente lo que hace Ramona en la película. ¿Te sorprendió?...
Para Ramona, esa la única opción que tiene, al igual que Francisca. Sus compañeras de trabajo en la realidad también aparecen en la película y noté conductas muy similares al hablar con ellas, pero Ramona es quien suelta las bromas en el momento perfecto.
Ramona no tiene una vida fácil y hace todo lo posible por sobrevivir, pero quiero destacar su actitud y su sentido del humor. Esto me permitió crear un personaje que no cae en el victimismo. El personaje de Anna Magnani en la película Bellísima, de Luchino Visconti, fue una gran inspiración para mí. Y ahora que pienso en Anna Magnani, también recuerdo un momento en La passione di Anna Magnani, de Enrico Cerasuolo, en el que Anna dice: “Qué bonito es ser libre en tu interior”. Esta frase la tuve muy presente al trabajar en esta película.
¿Nos puedes hablar más sobre el lugar de rodaje? Ramona dice que “Dios tuvo problemas de vista” al crearlo y que todo el mundo lo está pasando mal...
Realmente pienso que esta historia podría haber pasado en cualquier lado, en cualquier país. En el cine, la diversidad es fundamental y si hay algo en lo que yo pueda contribuir al ecosistema cinematográfico es, quizá, en el retrato de personas y lugares que son ligeramente diferentes de los que estamos acostumbrados a ver.
Los personajes hablan en gallego con un acento muy específico, concretamente de la región de las Rias Baixas.
Me gusta muchísimo cómo suena. Su tono y su musicalidad me parecen preciosos. Quería captarlo todo, no solo la manera en la que se comunican, sino también cómo se mueven, cómo interactúan entre ellos y cómo entienden la vida. La gente me insistía en que lo grabase en español, pero no tendría ningún sentido. No hay que ir a un sitio a imponer nuestras normas. Yo quiero cultivar nuestras diferencias. Quiero celebrar el gallego, un idioma que está muriendo poco a poco.
¿Por qué decidiste llamar ‘Matria’ a esta película? ¿Para remarcar que, al fin y al cabo, este es su mundo?...
Antes se conocía a Galicia como la tierra de las mujeres. Se creía que tenían mucho poder y yo he querido reabrir esa conversación sobre este mito. Además, cuando pienso en la palabra “patria”, la relaciono con el sentido de la esterilidad. Sin embargo, con “matria” me imagino un espacio acogedor que todos podemos crear para nosotros mismos. Esto es lo que hace Ramona, mirar en su interior y crea ese espacio para ella misma en el que se permite ser vulnerable y en el que al fin puede sentirse libre. Quizá más adelante su hija también pueda.
Lo que ocurrió en la realidad fue que Francisca encontró en la casa de mi abuelo un lugar en el que no tenía que ponerse una máscara. Fue un punto de inflexión para ella.
Recuerdo un día en el que mi familia y yo nos juntamos y ella dijo: “No sabía que la gente se podía divertir tanto”.
Dicho esto, no quería que la figura masculina de mi abuelo se convirtiera en el salvador en la película. Él solo le proporciona un espacio que le permite fortalecerse. El hecho de que se conocieran puede percibirse como algo que inicia ese cambio, claro, pero no es lo único. Al final, todo se reduce a ella. Ella es quien está intentando cambiar
GALERÍA DE FOTOS
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