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SINOPSIS
Un misterioso asesinato tiene lugar en un concurso de peluquería. La muerte repentina de uno de los participantes provoca excesos y extravagancias en esta comunidad donde la pasión por los peinados estrambóticos roza la obsesión...
INTÉRPRETES
CLARE PERKINS, KAYLA MEIKLE, LILIT LESSER, DEBRIS STEVENSON, ANITA-JOY UWAJEH, KAE ALEXANDER, HARRIET WEBB, DARRELL D'SILVA, HEIDER ALI, LUKE PASQUALINO, NICHOLAS KARIMI, MICHELLE PARKER, MITESH SONI, JOHN ALAN ROBERTS
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TOMARSE EL PELO MUY EN SERIO...
“Es por mi madre”, dice Tom Hardiman. En su primer largometraje como guionista y director, MEDUSA DELUXE, se sumerge en el deslumbrante y “cotilleante” mundo de los concursos regionales de peluquería, poniéndose a la altura de los ficticios campeones con peinados que desafían la gravedad concebidos en colaboración con el admirado estilista Eugene Souleiman. La película es un thriller donde la luz se funde con la oscuridad, apartando las habituales figuras del género a favor de un estilo actual y moderno.
“Mi madre está muy metida en eso del pelo”, sigue diciendo. “En cuanto volvieron a abrir las peluquerías [después de la cuarentena], ahí estaba ella. Crecí en peluquerías; allí leí mi primera Vogue y todas esas revistas. Son sitios en los que se habla mucho y fui testigo de conversaciones realmente absurdas. No se han hecho muchas películas sobre este tema, pero es un espacio asombroso”.
“También está el tema social”, añade el director. “Mi madre emigró de Irlanda, y su familia es muy dispar; me parece que ocurre mucho en Inglaterra. Cuando un grupo de personas se trasladan a otro sitio, trabajan en un kiosco de periódicos o una peluquería. Son lugares vitales para la comunidad. Asimismo, me interesaba escribir sobre una comunidad de personas que se derrumba y vuelve a unirse en el transcurso de la historia”.
APARECE MEDUSA DELUXE...
Después de trabajar en diferentes departamentos de varias películas, desde el artístico hasta el de producción, el debut como director de Tom Hardiman fue el corto Radical Hardcore, acerca de la historia de la fabricación de alfombras a través de una relación amorosa. “Ahorré todo lo que pude y tuve suerte”, recuerda. “El corto gustó y empezaron a llamarme para trabajar en videoclips y anuncios, y como no podía permitirme ir a una escuela de cine, fue mi oportunidad para aprender. Acepté todo lo que me ofrecían. Luego, el BFI [Instituto Británico de Cine] me preguntó si quería hacer un corto, y así nació Black Panacea. Entonces me dijeron que escribiera un guion”.
MEDUSA DELUXE empezó con un tratamiento de treinta páginas. “En principio, todo lo que me interesa tiene dos caras. El pelo significa la forma en que nos presentamos ante el mundo; culturalmente es importante. Luego están los cotilleos, y eso me encanta. Busco temas con una doble vertiente. Me interesa la comedia, quiero llevar la historia al filo de la carcajada”.
Además de un thriller en torno a la peluquería, Tom Hardiman también quería mostrar algunos aspectos de la vida actual. “La vida digital y cómo influye en las historias, cómo las nuevas técnicas se enfrentan a viejos mecanismos”, explica. “Por ejemplo, el misterio de un crimen. Quería escribir un guion sin un detective propiamente dicho y con un asesinato cometido sin malicia, y hacerlo desde la perspectiva del amor”.
“Me apetecía escribir un guion que representara a la sociedad contemporánea. Para ello, debía documentarme. Hablé con peluqueras y peluqueros de Londres”, sigue diciendo. De hecho, el guion contiene diálogos sacados directamente de estas conversaciones. “Una peluquera de Peckham me dijo: ‘Hay que ir a por lo ruso, nada de peruano, ahora el pelo es ruso’. Y lo decía con mucho sentimiento, con pasión incluso. Son cosas que no se te ocurren, aparecen hablando con la gente”.
SER FELIZ...
“Hace años que conocemos a Tom, era ayudante de producción en EMU y hemos participado en sus dos cortos”, dice Mike Elliott, de EMU Films, uno de los productores de la película con Louise Palmkvist Hansen y Lee Groombridge. “Cuando nos presentó la idea, decidimos desarrollarla con el apoyo del BFI y BBC Film”.
El director de fotografía Robbie Ryan, al que Tom Hardiman conoció en 2014 en el plató del largometraje Catch Me Daddy, se unió al equipo. “Robbie ha tenido un papel muy importante en todo esto. Necesitaba sentirme cómodo en el rodaje, en realidad necesitaba sentirme feliz, y a Robbie le pasa lo mismo”, explica el director. “Hayley Williams era la ayudante de dirección, me conocía, también a Mike y a Robbie. Debido a la pandemia, había muy poca gente en el plató, básicamente Robbie, Hayley, los actores y yo. Fue una situación perfecta”.
Otro valioso miembro del equipo fue el montador Fouad Gaber. “Hace tiempo que trabajamos juntos, ha montado todo lo que he hecho”, dice Tom Hardiman. “Siempre estaba cerca y montó los ensayos. Es un apoyo enorme porque me conoce desde hace mucho y sabe lo que intento conseguir”.
Tom Hardiman conocía el trabajo del director de producción Gary Williamson. “Tom es entusiasta, está lleno de energía”, dice este último. “Mike se puso en contacto conmigo para la película, me gustó mucho el guion y la idea de ‘una única toma’ me pareció un reto genial”.
UN ROMPECABEZAS...
“Gary Davy acababa de ocuparse del casting de la miniserie Small Axe, y Mike me dijo que debía conocerle”, recuerda Tom Hardiman hablando del director de casting. “Necesito trabajar con personas que me estimulen, que se opongan a mis decisiones. Gary es duro, brillante. Entendió enseguida hacia dónde iba”.
“Queríamos a alguien como Gary para estar al nivel de energía que tiene Tom”, explica Mike Elliott.
“Mike me habló del proyecto, era algo inesperado, un concurso de peluqueros. Me pareció único, innovador”, dice Gary Davy. “Tom y yo conectamos en cuanto hablamos, le entusiasmó el casting. Quería un poco de todo y de todos. No me impuso límites, por eso el grupo funciona tan bien”.
“Necesitábamos a mucha gente con experiencia en teatro porque gran parte del trabajo se basaría en los ensayos. Era importante que conocieran esa disciplina”.
El punto de partida para Gary Davy fue The Vivienne, la ganadora del programa de televisión UK Drag Race. “Era la voz que oía mientras leía el guion, una voz locuaz, inolvidable, más grande que la vida misma”, recuerda. Empezó a buscar actores centrándose en talentos actuales. “Era un auténtico rompecabezas. Una fusión entre actores maravillosos y personalidades tremendas hasta que todo encajó”.
CUANTO MÁS ALTO, MÁS CERCA DEL CIELO...
“Siempre había querido trabajar en una película”, dice Eugene Souleiman, el creador de los llamativos peinados. “Me conquistó el entusiasmo de Tom y me encantó la historia”, dice. “Me enamoré de los personajes. Fui juez en concursos de peluquería antes de pasarme al mundo de la moda, y entendí inmediatamente de qué iba”.
“Hablamos mucho de los personajes, fue un trabajo muy colaborativo. Tom me explicó todas las escenas y empezamos a trabajar en los peinados más estrambóticos. Preparaba pelucas y se las mandaba, fue una experiencia muy libre”.
Tom Hardiman reconoce que trabajar con Eugene Souleiman fue como hacer realidad un sueño. “Conocía el trabajo de Eugene antes de hablar con él por primera vez. Había creado peinados para Galliano, para Westwood… Me encanta lo que hace. Además, le interesa el proceso, desmonta los artificios hasta llegar al corazón. Es un artista que analiza su trabajo, llega a la raíz. Al menos para mí, es lo que también ocurre en la película”.
Ambos compartían numerosas referencias, desde la cultura de épocas pasadas a la cultura pop, obras de arte concretas y el arcoíris. “Construimos juntos las capas visuales de cada personaje basándonos en múltiples referencias”, explica Eugene Souleiman. “Tom es muy organizado, muy consciente de los detalles, además de un visionario. Trabajamos los looks de los peluqueros. Le dije que lo más importante de los peinados era entender a las personas que los creaban y por qué lo hacían. Fue el punto de partida”.
LAS PELUQUERAS: CLEVE Y KENDRA...
Se trata de una película coral que no protagoniza nadie en concreto, pero cuyos personajes principales son mujeres. Tom Hardiman explica que es natural: “No es que sepa mucho, pero la peluquería pertenece más a las mujeres”.
“Me encantó el guion, la sensación de una competición totalmente desbocada. Es importantísimo para todos los concursantes, pero es algo que una persona ajena a este mundo quizá no entienda”, dice Clare Perkins, que da vida a Cleve, la talentosa aunque volátil peluquera que abre la película. “Hace 20 años que mi hijo mayor es peluquero. Conozco ese mundo y sé lo que representan los concursos”.
“Clare es alucinante”, dice Tom Hardiman. “Harriet es diferente, tiene mucho talento, pero no sabía cómo encajaría en la película. Le pedí que leyera unos diálogos de Kendra y no había preparado el papel. Lo hizo añadiendo un toque de maldad soslayada a su voz. Era perfecto”.
“Kendra aún no estaba totalmente formada y la posibilidad de construirla con Tom me atrajo”, recuerda Harriet Webb, que encarna a Kendra, la competencia directa de Cleve. “Crecí muy cerca de donde rodamos. Tenía una amiga cuya hermana mayor consiguió un gran éxito abriendo salones de belleza. Siempre participaba en esos concursos, por eso sabía de lo que hablaba Tom”.
LA FAMILIA: RENE Y ANGEL...
“La cinta que mandó Luke era increíble, tremenda, buenísima, divertidísima, muy parecida a su interpretación”, explica Tom Hardiman cuando presenta a Angel, el personaje interpretado por Luke Pasqualino, el amante de la peluquera asesinada que da pie a toda la historia. “Necesitábamos ese momento específico para llevarnos desde el primer acto al segundo, ese ímpetu. Adoro su interpretación”.
Luke Pasqualino reconoce que bastó con que le hablaran de “una comedia negra, un thriller con un concurso de peluquería como telón de fondo” para quedarse enganchado. “Me interesó antes de leer el guion porque vengo de una familia de peluqueros. Luego descubrí que encarnar a Angel era un reto asombroso, pero Tom me ayudó mucho a conocer los límites del personaje”.
Darrell D’Silva, que da vida a Rene, el director del concurso, también tiene una relación personal con el mundo de la peluquería. “Mi madre y mi abuela son peluqueras”, dice. “Llevaban una peluquería cuando era pequeño y pasaba mucho tiempo allí. Pero lo primero que me atrajo fue el título, MEDUSA DELUXE. Luego vi los cortos de Tom y me quedé sorprendido”.
“Darrell estaba demasiado moreno y llevaba la camisa desabrochada”, recuerda el director cuando vio la cinta del actor. “Lanzó el monólogo muy relajado, como si nada, y yo estaba sentado en el borde de la silla, pensando; ‘Eso es, es él’. Luego siempre acabo pensándomelo, pero cuando le conocí en persona, ya no tuve ninguna duda”.
LOS OTROS PERSONAJES...
En un guiño a la película Nashville, de Robert Altman, cada personaje da un empujoncito a la historia. Timba, a la que interpreta Anita-Joy Uwajeh, es la modelo de la peluquera asesinada y la primera en pintar el macabro retrato de lo que ha pasado. “Lo hizo delante de mí y me dejó boquiabierto”, recuerda el director.
Kayla Meikle encarna a Divine, una peluquera cuya experiencia personal la ha acercado a Dios, añadiendo un elemento religioso a la historia. Según Tom Hardiman, sus escenas aportan realismo. “El personaje está escrito con ese fin, pero hace falta sentirlo, comunicarlo, y Kayla es el latido emocional de la película”, sigue diciendo. “Y no es nada fácil”.
El papel de la modelo Etsy recayó en Debris Stevenson, a la que Tom Hardiman conocía en su calidad de dramaturga; “Es eléctrica, una auténtica fuerza de la naturaleza”. Y añade: “Kae Alexander, que interpreta a la modelo Inez, es muy inteligente. Considero que los actores son un desafío y eso me gusta”.
Heider Ali, cuyo personaje Gac pasa la noche con la víctima, debuta como actor profesional en la película. “Gary [el director de casting] le conoció en la escuela de dramaturgia”, recuerda Tom Hardiman. “Aparentó una ensoñación pasiva perfecta para el papel. Un recurso habitual de las películas de crímenes es que haya alguien flotando en segundo término, pero Heider va más lejos. Su personaje está enamorado, descubriendo su sexualidad. Es totalmente creíble”.
Patricio, el personaje de Nicholas Karimi, que también se queda en un segundo plano, está vagamente inspirado en John Galliano. “Escribí el personaje de Patricio pensando en esa mezcla de escocés con italiano”, dice el director. “Me bastó con oír hablar a Nick para creerme todo lo que decía”.
TODOS AL NORTE: CAMINO DE PRESTON...
“Creo que los decorados son muy importantes en una película y reconozco que me paso mucho”, explica Tom Hardiman. En este caso, su afán de documentación le llevó hasta Preston, donde acabó rodándose toda la película. “Me gusta familiarizarme con la geografía de los alrededores, comprender dónde estoy y así ayudar al espectador a entenderlo también, a compartir una sensación de realismo”, añade. “Me dediqué a visitar casi todos los centros de convenciones del país. Era algo que me preocupaba, pero Robbie y Gary estaban encantados, me alentaron a seguir”.
“Durante bastante tiempo nos inclinamos por un lugar en la costa sur”, recuerda el productor Gary Elliott. “Pero descubrieron el ayuntamiento de Preston y era perfecto para el proyecto”.
Rodar en Preston fue mucho menos estresante que hacerlo en Londres y, según el director, la hospitalidad de la ciudad no tiene precio: “Disfruté mucho rodando en el norte. Además, tratándose de una película de bajo presupuesto, el apoyo de una comunidad es de gran ayuda. Los habitantes de Preston se portaron de maravilla en este aspecto”.
IMITACIÓN SERPENTIL...
La película está puntuada por un puñado de canciones: “West End Girls”, de Pet Shop Boys, la escuchaba la madre del director cuando iba en coche camino de su cita con Osvaldo, su peluquero, y aquí se convierte en el tono del teléfono de Rene; “Stand on the Word”, de The Joubert Singers, que aparece en momentos clave, proviene de la serie The Word. “Pasamos del pasado al futuro en ese momento, pero es una transición impecable, sin sobresaltos”, dice Tom Hardiman. “Fue un tema muy oportuno. Lo oí, y de pronto escribí toda la escena”.
Fue necesario crear un paisaje sonoro del que se ocupó Lewis Roberts (a.k.a. Koreless) con el director. “Soy un loco de la música dance y conocía la trayectoria de Lewis Roberts. Ha hecho cosas asombrosas. Además, pensamos del mismo modo. Por ejemplo, hay momentos en que la música debe propulsar, pero no siempre dice lo que debe sentirse. Guía a ratos, no constantemente”.
“Compartimos muchas referencias musicales”, concuerda Lewis Roberts. “Llevaba tiempo hablando de la película, me parecía genial. Ya tenía una idea de lo que quería. La palabra disco apareció desde el principio, pero se hizo más abstracta a medida que nos metíamos en la partitura”.
“Convirtió su teléfono móvil en un metrónomo”, explica Tom Hardiman. “El aparato respondía a sus movimientos cuando imitaba a una serpiente para convertirlos en música. Acabaron por ser las serpientes de la película”.
“Reflexionamos mucho acerca de los sonidos de las serpientes”, añade Lewis Roberts. “A partir de eso, el flujo de pulsaciones de percusión se convirtió en un tema principal, sencillos flujos de pulsaciones serpenteando por la película”.
LANZÁNDOSE EN LA PELÍCULA...
El tema de la serpiente está realzado por la “fluidez intencionada” de la fotografía. “Me interesan las tomas que no necesariamente ven lo que ve el ojo humano. Enseñan cosas desde una perspectiva que no molesta, cómo nos movemos y la conexión de esos movimientos con la música”, dice el director. “Hay una naturaleza rítmica tanto en la escritura como en la música que añade fluidez a la cámara”.
“Lo mejor del proceso creativo fue trabajar con Tom y Robbie [Ryan, director de fotografía], explica el director de producción Gary Williamson. “Tom sabe ver y sabe dónde colocar la cámara, lo que a veces implicaba quitar una puerta y sustituirla por una pared. La idea de ensayar en los decorados hizo mucho por la estética de la película porque nos permitió cambiar cosas antes de rodar”.
“El mejor elemento técnico de la película, lo que le da frescura, es rodar una sola toma”, reconoce el productor Mike Elliott. “Equivale a lanzar a los actores dentro de la película. Tom siempre habla de cómo se consumen películas hoy en día, con qué rapidez. Quería imprimir esa energía a toda la cinta”.
El proceso requirió ensayos de tres semanas para un rodaje de ocho días. “Ensayamos cada movimiento y lo rodamos todo en 5D”, explica Tom Hardiman. “Se trata de una steadicam estabilizada, se desliza, no tiembla. Permite que los actores se muevan de otra forma; me parece que conecta con la vida moderna, además de plantear un reto al rodaje clásico. Es poco académico, pero disponemos de nuevas herramientas y quiero descubrir cómo influyen en la forma de contar una historia. Fluir a través de los espacios aporta una calidad de ensoñación e intensifica la situación. La cámara debía reproducir la precisión de la escritura y de la interpretación”.
NOMBRARLA MEDUSA...
“Siempre encuentro enseguida los nombres de los personajes y los títulos”, dice el director. “El mito de Medusa es interesante, el pelo de Medusa, sus violentos cabellos. Está en la película: hay un asesinato y todo gira en torno al pelo. Era lo que quería hacer”.
“Pensé en cómo nació el mito, un clásico sexista – la bruja con las serpientes –, y en cómo analizarlo. Se me ocurrió situarlo en un mundo sobre todo femenino y me apetecía ir a una peluquería llamada MEDUSA DELUXE. Me parece que canaliza estupendamente la película, además de tener un toque efímero”.
“También es un guiño a Robert Altman, con la modernidad de algo como Tangerine”, añade Mike Elliott. “No hay nada como apropiarse de la idea de una película de género e ir más allá del género. Es un gancho perfecto: un asesinato en un concurso regional de peluquería. ¿A quién no le puede gustar?”
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